¡Hola a todos! Aquí vengo a aparecer con una nueva historia Amuto.
Es una idea que anduvo por mi mente por un tiempo y recién se me ocurrió plasmarla en la computadora. Este primer capítulo es como una prueba, necesitaría saber sus opiniones, si la historia tiene potencial.
Es algo diferente de lo que hago usualmente, rara vez lo hago en UA, pero me arriesgué y aquí esta el resultado. Espero que les guste.
Hace mucho tiempo, en el gran valle de los siete reinos, se encontraba el reino en el que comienza nuestra historia.
El reino de Seiyo, con sus tierras fértiles, sus aldeanos amables y el brillante castillo donde su realeza se encontraba.
Su hermosa reina, considerada la más hermosa de los siete reinos, Mashiro Rima. Su largo y ondulado cabello rubio, que se decía era más suave al tacto que la más preciosa seda. Sus ojos del color del sol, grandes y redondos, que veían todo. Su voz delicada, que iba con su aspecto menudo, y que se decía había conquistado al rey desde la primera vez que la escuchó. Todo el reino adoraba a su reina, y los hombres siempre estaban dispuestos a sacrificarse por el bien de su reina, también por el bien de su prima, el As.
El alegre y querido As de Seiyo. Se decía que la unión entre la reina y su prima era tan grande, que el rey no había tenido otra opción que darle la bienvenida en su castillo, junto con un título real para poder acompañar a la reina en cualquier momento. Yuiki Yaya, de cabello castaño claro y alegres ojos marrones. Apodada el bebe, por sus actitudes infantiles y su inagotable energía. Eran pocas las personas que no caían bajo su encanto inocente. Se rumoreaba que incluso el rey solía caer en sus peticiones.
El rey de Seiyo, Hotori Tadase. Cabello rubio liso, ojos como rubíes y un rostro guapo. Sus admiradoras en el reino se referían a él como "príncipe", no queriendo quitarle su lugar, pero sabiendo que aquel título iba mejor con él debido a su aspecto y actitudes de príncipe azul que tenía. El rey era un hombre que dirigía al reino de manera justa y eficiente, debido a que amaba a su reino casi tanto como amaba a su reina.
Así, la realeza de Seiyo estaba conformada por las cartas fuertes de una baraja de póquer. El Rey, la Reina, el As y el Jack. De hecho, se tenían tres Jack, uno para proteger a cada uno de los otros miembros. Sohma Kukai, el Jack número uno del reino, hábil en el manejo de cualquier tipo de armas, y de quien se decía era invencible. Él era el Jack encargado de cuidar del Rey. Fujisaki Nagihiko, Jack número dos del reino, conocido por sus ataques silenciosos, elegantes, y que dejaban al enemigo fuera de batalla al instante. Jack encargado de cuidar a la Reina. Sanjou Kairi, Jack número tres del reino, su especialidad era la estrategia y era conocido por su honor, sigiloso como un ninja, tenía grandes habilidades a pesar de su aspecto intelectual. Era el Jack que cuidaba del As, principalmente de ella misma.
En este reino, Seiyo, y con esta realeza, Rey, Reina, As & Jack, es donde nuestra querida historia comienza.
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Una tarde de primavera como muchas otras, Rima está en uno de los salones del palacio, sentada al lado de la ventana y leyendo el último libro que Tadase le había regalado. Miró enojada el libro y lo dejó a un lado, suspirando.
- Al parecer, mandar a Nagihiko con un mensaje mío diciendo que no me de más de estos aburridos libros fue demasiado sutil para él- comentó con fastidio.
- ¡Rima-tan!- gritó Yaya, mientras entraba animadamente al salón y saltando para abrazar a Rima.
- Quítate en este momento Yaya- le ordenó Rima de manera fría- No seas tan molesta a esta hora del día. Es la única hora en que estoy libre de Tadase y el suplicio de la compañía de Nagihiko, me gustaría disfrutar como se debe.
- Pero, Rima-tan, por eso vine. Para que te diviertas. Siempre cuando Nagihiko tiene esas reuniones con los otros Jacks tú te ves muy aburrida.
- Esta es mi expresión usual Yaya- dijo mientras hacía que la suelte y que Yaya caiga al piso- No cambia si estoy feliz o triste.
- Yaya no dijo nada sobre tristeza, ella dijo que estabas aburrida- dijo Yaya con una sonrisa y quitándose el polvo de su vestido.
- Siempre estoy aburrida- le replicó.
En ese momento las dos puertas del salón se abrieron y el rey entró en la habitación.
- Bien, el rey esta de vuelta- murmuró Rima con aburrimiento, provocando que Yaya se riera.
- Su Majestad- lo saludó Yaya, inclinándose a él. Rima la imitó.
Tadase llegó frente a ellas con una sonrisa. Seguido por Kukai.
- Su Majestad- Kukai se reverenció ante Rima- Su Excelencia- saludó a Yaya.
- Que bueno que las dos están aquí, así no tengo que mandar a personas a buscar a Yaya- Tadase volvió a sonreír con su actitud principesca, luego tomó la mano de Rima para darle un beso en la palma- Es hora de las entrevistas con los aldeanos- anunció.
Ellas asintieron y lo siguieron al gran salón. Rima se dirigió a su trono al lado del de Tadase, detrás del cual se encontraba parado Nagihiko, quien le sonrió al verla acercarse.
- Su Majestad- se inclinó- Espero que no haya tenido problemas mientras tuve que retirarme por unos minutos- dijo mientras se levantaba elegantemente con una sonrisa.
- Nada pasó. Todo igual de aburrido como cuando tú andas detrás de mi sombra- le contestó ella fríamente.
Yaya se reía mientras tomaba su lugar, en la silla del As, más elegante que cualquier otra silla en el palacio, pero que no superaba a los tronos del rey y la reina.
- Yaya se divirtió- le dijo a Kairi, a pesar de que él no había hecho nada más que inclinarse ante ella- Aunque no es tan gracioso si Kairi no está ahí para retar a los empleados que le permitieron jugar a Yaya.
- ¿Volvió a intentar cazar a las libélulas cerca del pantano?- le preguntó, mientras se acomodaba un guante.
- Si- contestó Yaya con una sonrisa- Las doncellas dicen que Yaya arruinó otro vestido, pero Yaya no lo cree, Yaya solo manchó el ruedo del vestido.
- Entiendo- dijo Kairi, asintiendo- Habrá que llamar a la modista, de nuevo en esta semana- comentó, mientras anotaba algo en una pequeña libreta que llevaba con él.
Un sirviente entró en el salón y se inclinó ante el trono de Tadase.
- Su Majestad. Venía a informarle que los aldeanos ya están formados y todos fueron preparados. Las preparaciones para las entrevistas también están listas, solo estamos esperando su orden.
- Que comiencen a entrar- dijo Tadase, una vez que se aseguró que todos los guardias estuvieran en su lugar.
Las entrevistas comenzaron, y así como comenzaron, terminaron. Los miembros de la realeza seguían con los mismos gestos hasta que el último aldeano se retiró.
- Tan aburrido como siempre, como dije- comentó Rima, quitándose su cabello de sus hombros.
- Rima-tan tiene razón. ¿Por qué hacemos esto?
- Porque es nuestra obligación como realeza de Seiyo- contestó Tadase de manera calmada- Lo bueno, es que ahora viene la parte divertida.
- ¡Yay!- chilló Yaya, sabiendo lo que venía.
- Que traigan al Joker- ordenó Tadase.
Luego de unos minutos la puerta se volvió a abrir y una pelota humana entró en el salón. Fue girando hasta el centro de todo y luego la pelota se convirtió en una joven de cabello rosado. La chica sonrió.
- Yay. El Joker de Seiyo acaba de llegar. Para divertir a sus majestades. Nuestro querido rey- serpentina voló cerca de Tadase- la hermosa reina- se inclinó ante Rima- y nuestro alegre As- llegó de un salto frente a Yaya y le entregó una corneta- Mi nombre, Hinamori Amu y estoy aquí para hacerlos reír. Atashi no kokoro. Unlock.
La chica hizo un gesto con las manos sobre su corazón y dejó que la capa que traía se caiga. Dejando ver su vestido rosa, lleno de volados y los pompones rosa que traía a la cintura.
- Chara Nari. Amulet Heart- gritó con entusiasmo, agitando los pompones. Comenzó a hacer un montón de saltos y medios pasos de bailes, yendo de allá para acá en la habitación.
Yaya aplaudía alegre e imitaba algunos de sus movimientos desde su silla. Pero tuvo que parar cuando la mirada de hierro de Rima cayó sobre ella, y también porque cuando quiso bajarse de la silla a imitar al Joker, Kairi la paró colocando una presión fuerte en su hombro.
- ¡Heart Rod!- gritó mientras sacaba un bastón de un bolso en su espalda y lo lanzaba al aire.
Dio un saltó, un giro y se arrodilló quedando en la posición perfecta para recibir el bastón. Siguió con su rutina, jugando con el bastón y de vez en cuando con uno de los pompones. Pronto se dio cuenta de que estaba siendo repetitiva y decidió que era tiempo de cambiar de atuendo.
- Chara Nari. Amulet Spade- se suponía que lo que hacía era cambiar de personalidad o algo así. Pero lo único que hacía era mover la bincha que traía y dejaba que el adorno de picas azul apareciera.
Rima no estaba entretenida, para nada. Pero no era novedad, ella nunca se entretenía con los actos de la Joker, a diferencia de Tadase y Yaya. Además, si había algo que le provocara el acto de la Joker, eso era rabia, y una gran rabia. Para Rima no había nada peor que lo que la Joker hacía. ¡Como se atrevía a llamar comedia lo que ella hacía! Ese insulto a la comedia le parecía imperdonable.
- Su Majestad- comentó Nagihiko, viendo como Rima había llegado al borde y comenzaba a clavar las uñas en la madera del posabrazos de su trono.
- Eso…no…es…comedia- pronunció Rima, enojada hasta el alma y aún así manteniendo una expresión tranquila.
- ¿Sabe que fui al pueblo, su Majestad?- comentó Nagihiko.
- ¿Y a mi que me importa?- le replicó Rima.
- Solo comentaba- dijo con una sonrisa- Pero cuando volví, llegué justo a tiempo para asistir a la reunión de los Jacks con el rey- Rima ahora dirigía su mirada de odio a Nagihiko- Así que no tuve tiempo para darle esto- le entregó un pequeño libro.
- ¿Es otro de los aburridos libros que Tadase me regala?
- No, este libro no lo compré por orden del rey. Solo lo vi en la librería del pueblo y pensé que podría interesarle.
Enarcando una ceja, Rima volvió la mirada al libro que Nagihiko le había dado.
- Pensé que todavía no había salido- comentó con voz aburrida.
- Salió esta mañana- le contestó su guardián con una sonrisa- Espero que le guste.
Rima solo lo escuchó superficialmente, él y todo el mundo a su alrededor a su alrededor habían desaparecido para ella. Solo estaba ella y su libro de comedia favorito. O mejor dicho, el libro de su serie de comedia favorita. Alegremente, comenzó a leer, ignorando cualquier sacrilegio a la comedia que la Joker pudiera estar cometiendo.
- Rima-tan…Rima-tan- no, eso era su imaginación, nadie le estaba hablando, ella aún no había terminado de leer.
- Rima, querida- más imaginación, nadie le estaba hablando.
- Le ruego me disculpe su majestad- sintió la voz de Nagihiko decirle antes de que lo horrible sucediera.
- Devuélveme el libro…ahora- dijo de manera amenazante, tratando de alcanzar el libro en las manos de Nagihiko- Basta- dijo enojada- ¡Llévenlo al calabozo!- ordenó.
- ¡No!- ordenó de vuelta Tadase, y como era obvio, le obedecieron a él- Rima, querida. Él hizo eso bajo orden mía, no permitiré que termine en el calabozo por obedecerme.
- ¿Por qué quitarme el libro?- preguntó, mirando enojada a Nagihiko.
- Porque ya terminó todo, querida mía- le dijo Tadase con dulzura- Es hora de prepararse para la cena.
Ella suspiró, molesta. Ignoró a Nagihiko y la mano que le extendía para ayudarla a bajar los escalones que había hasta el piso, terminó tomando la mano que Tadase le ofrecía. Con fastidio, comenzó a dirigirse a su cuarto y entonces pensó en algo.
- No lo quiero como mi guardia personal- exclamó, señalando a Nagihiko.
- Rima, querida. Es el mejor, no podría ponerte a otro y dejarte desprotegida.
- Entonces, ponme a Kukai.
- Sohma es mi guardia, no puedo ponerlo a tu cuidado- volvió a decirle calmadamente.
- Bien- dijo con enojo. Tadase suspiró- Kairi es mi guardia y Nagihiko vigila a Yaya. ¿Tienes alguna objeción?
- La verdad, preferiría a Fujisaki, ya que él esta acostumbrado a tu rutina. Pero si eso es lo que deseas, entonces así será- Tadase le sonrió- ¿Comenzarás a prepararte para la cena?
- Con gusto- dijo antes de salir del salón, siendo seguida por Kairi.
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- ¿Oíste todo el drama que se armó en el salón con la reina?- comentaban unas mucamas que comían junto a ella en el comedor de sirvientes.
Ella suspiró, entristecida. Era la quinta vez que escuchaba a las personas hablar de eso y ella sabía porque. La reina había enloquecido, exagerando su reacción, por un libro que le habían quitado. No hacía falta que le digan de qué era, ella misma había visto a Nagihiko comprarlo y también sabía porque se lo había dado a la reina durante su actuación. Aquello la deprimía, ¿estaba siendo una buena Joker? Nunca había tenido tantos problemas cumpliendo su papel de Joker, ellos si que se lo estaban poniendo difícil.
- ¿Amu estás bien?- le preguntó Nadeshiko, sentándose al lado de ella.
- Si, solo deprimida porque causé el drama de la reina- Nadeshiko cerró los ojos, dándole la razón.
- Fue algo explosivo. Cuando escuché que ordenó mandar a Nagihiko al calabozo se me heló la sangre. Por suerte el rey lo impidió.
- Lo lamento- dijo, bajando la cabeza- Me enteré que bajaron de puesto a Nagihiko también.
- No te preocupes, no fue mucho. Solo que ahora cuidará del As. Creo que es lo mejor para el, pero ambos sabemos que no tardará en volver a cuidar a la reina.
- ¿Cómo estás tan segura?- le preguntó al ver con que confianza afirmaba aquello.
- Porque mi hermano…es un estúpido eligiendo mujeres- comentó con desgana. Ella abrió grande los ojos ante lo que Nadeshiko estaba sugiriendo- Aparte él es el mejor del reino, después de Kukai, y Tadase no tardará en querer mantener a su reina lo mejor protegida posible- agregó con un movimiento grácil de manos.
- Bueno, supongo que ese es un peso menos en mis hombros- dijo, sonriendo ligeramente.
- No te preocupes por eso. Bueno, debo retirarme. Debo estar presente durante la lectura antes de dormir del As- suspiró- Aunque digo que es mejor para Nagihiko cuidar de ella, lo cierto es que no hay mejor persona para controlar al As que Kairi. Él sin duda tiene un don.
Ella se rió ante lo que dijo Nadeshiko y la despidió. Se quedó unos minutos más en el comedor y por último decidió que era tiempo de que ella también se fuera a dormir. Cuando se dirigía a su habitación, se cruzó con Kukai en el pasillo.
- Hey, excelente actuación la de hoy- le dijo con su típica sonrisa- Estuvo genial lo de la pelota, hasta el rey pareció entretenido con eso. Bien hecho- le levantó el pulgar en aprobación.
- Gracias- le sonrió- Me esforcé en lo de la pelota, pero debo admitir que quedé algo mareada después de eso.
- Solo practica y estoy seguro que te saldrá- le volvió a sonreír- Debo irme, dejé a Kairi solo vigilando el cuarto del rey, si el rey lo descubre rodaran cabezas- comentó mientras hacia un gesto con su mano indicando la degollación.
- El rey no haría algo así- le dijo entre risas por su acto.
- Lo sé, solo quería verte reír feliz- le comentó con una sonrisa- Sé que estas preocupada por lo de la reina, quise animarte.
- G…Gracias- le contestó, repentinamente dominada por la timidez.
Tanto ella como Kukai parpadearon confundidos ante aquello. No era usual que ella actuara así con Kukai, como una joven tímida enamorada. ¿De dónde había salido aquello?
- Emm…bueno, me voy yendo- dijo Kukai, comenzando a dirigirse en la dirección contraria a la que ella se dirigía.
- Kukai- lo llamó, y supo que él se paró a escucharla- ¿No los extrañas?- preguntó en voz baja.
- ¿A quien?- comentó, alegremente.
- Kukai…- ella suspiró- Gracias por estar junto a mi- terminó diciendo.
- No podría dejarte desprotegida- ella rió- Eres mi amiga, y te quiero mucho como para dejarte sola- ella se volvió a sonrojar ante lo dicho por Kukai.
- Buenas noches- soltó con nerviosismo antes de salir corriendo a su habitación.
- ¡Buenas noches!- la despidió Kukai, con su ánimo de siempre.
Entró corriendo en su habitación, para quedarse apoyada en la puerta, respirando agitadamente. Sentía su cara hervir y se la tapó con las manos, confirmando que efectivamente sus mejillas estaban ardiendo. ¿Qué…? ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué actuaba de esa manera ante Kukai? Sintió más vergüenza al recordar todo.
- ¡Ah!- dio un grito asustado cuando algo saltó a ella. Suspiró aliviada cuando vio que solo era Yoru- Eras tú, Yoru, me asustaste- le dijo al gato- No vuelvas a hacerlo de nuevo- lo retó- Aunque me alegro de verte de nuevo.
Lentamente, los engranajes en su cabeza comenzaron a moverse y se dio cuenta de porque estaba allí. De su collar, sacó la carta que había para ella.
- Para mi pequeña Amu…- susurró mientras veía esa letra tan prolija.
La abrió y comenzó a leer.
Antes de empezar a decir cualquier cosa, lamento tanto la demora. Es que cuando Yoru vino con tu carta se veía realmente cansado y tuve que dejarlo descansar por un par de días. Él sin duda lo disfrutó mucho, siendo mimado por todos aquí- ella sonrió, pensando en Yoru rodeado de los lujos que todos le solían dar, a veces más lujos de los que ella había tenido en su vida- Me alegro que estés bien allí, aunque te preferiría aquí a mi lado. Las noches son solitarias si no estás aquí, una ausencia que ni tu recuerdo puede llenar- ella se sonrojó, sabiendo que aquellas palabras eran sinceras. Ella también lo extrañaba mucho, no había nada comparado a la paz que sentía en sus brazos- Te extraño Amu, y te amo. Tanto, que no soporto tenerte lejos. Así que pronto me verás por ahí. Solo esperame amor.
- Eso es imposible- dijo, como si él estuviera allí. Sacudiendo la cabeza ante sus ideas locas, siguió leyendo.
PD: Nada es imposible para mi, Amu. Recuerda eso.
- Baka- pronunció, él lo había hecho de nuevo. Había logrado saber como ella reaccionaría, aún a kilómetros y días de distancia.
Yoru maulló y la hizo acordar de su presencia. Le sonrió dulcemente, realmente había sido un largo viaje para él, tenía que darle un premio. Con sigilo, volvió a la cocina, para pedirles a los cocineros algo de pescado y leche que les hayan sobrado, llevándoselos a Yoru. Él se los zampó alegremente, mientras ella comenzaba a prepararse para ir a la cama. Cuando se acostó, él saltó a la cama con ella y ella lo dejó dormir a su lado. Amaba a ese gato, casi tanto como amaba al idiota que le había mandado la carta.
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- Sabía que tu sonrisa sincera sería hermosa- le dijo él, provocando un sonrojo- Valió la pena el esfuerzo, si pude verla.
- Baka- le soltó ella, dándose la vuelta para que él no la viera.
- Siempre tienes una sonrisa para todos, incluso para aquellos que no te agradan- le dijo él, tomándola de las muñecas- En eso eres como una doncella perfecta, educada- su corazón se aceleró ante su contacto- Sin embargo, la parte de ti que me vuelve loco, que me tiene a tus pies, es la parte que de ti que es toda una guerrera. Cuando me miras de manera desafiante, cuando no te intimidas ante mi presencia, cuando de me gritas Baka sin importar quien esté viendo. En pocas palabras, me gusta la verdadera Amu. No, no me gusta, la amo.
Sintió que su corazón y su respiración se paraban ante lo que había dicho. Él… ¿Él en serio la amaba? ¿Era posible eso?
- Yo…yo…- ella no sabía que decir.
- Te amo, Amu. ¿Quieres ser mi esposa?
Ella se volvió a verlo y vio la sinceridad en su mirada. Él le sonrió con dulzura y la besó en la frente.
- Mañana a la mañana estaré aquí- le dijo- Espero tu respuesta- le soltó antes de comenzar a irse.
- B…B… ¡Baka!- le gritó en rabia, escuchó la risa de él después.
Él si que era un baka, ya que solo él soltaría una bomba así y se retiraría como si nada. Aunque él no era su mayor dilema en ese momento, ella tenía una decisión que tomar. ¿Qué le respondería?
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Ella se despertó, con Yoru acostado sobre su frente y con una sonrisa en el rostro. Recordaba perfectamente aquel día, su corazón se había acelerado como pocas veces lo había hecho. Él era el único que lograba que fuera de esa forma.
Dejó que Yoru siguiera durmiendo, y se comenzó a preparar para trabajar. Fue al comedor, desayunó junto a Nadeshiko, Kukai, Kairi y Nagihiko, se disculpó con Nagihiko, luego fue a practicar su acto. Cuando volvió al comedor para el almuerzo, se sentó junto a otras sirvientas que eran sus amigas, sabiendo que sus más cercanos amigos estarían junto a la realeza mientras ellos almorzaban. Por eso, cuando ya estaba yendo, escuchó las conversaciones de las chicas.
- ¿Es cierto de que un rey viene de visita?- preguntó una.
- Si, yo misma lo escuche. Viene el rey de Easter- le contestaron con emoción.
¿Easter? Ese era uno de los siete reinos que estaba más alejado de Seiyo. ¿Qué querría su rey al venir aquí?
- Espera, ¿dijiste Easter? ¿O sea que el rey Tsukiyomi viene?
- Si, el rey Tsukiyomi- ella obviamente estaba emocionada- El rey es un sueño- comentó en ensoñación- Yo una vez estuve en su reino y pude verlo en un evento del reino.
- El rey Tsukiyomi…- comentó para si misma, levantándose.
- Ojalá nos preste atención- comentó otra, también en el mundo de la fantasía. Ella no se lo diría, pero lo cierto es que sería muy raro que un rey se fije en una sirvienta.
- Yo no me haría tantas ilusiones- comentó la mas seria de todas- Oí que está casado hace más de tres años.
- Igual, es un rey. Todos los reyes suelen tener affaires con sirvientas- comentó otra con picardía- Es algo común.
Ella hizo una mueca, había escuchado ese último comentario cuando ya se estaba yendo, así que ninguna la vio hacerlo. Pero estaba enojada. Le molestaba esa insinuación hecha, y le molestaba saber que todas ellas lo tomaron como algo normal. A ella no le parecía algo normal, sea un rey o un sirviente, la fidelidad en el matrimonio era lo más importante y le enfurecía que ellas estén tan dispuestas a destruir algo como eso.
Sacudió la cabeza, ella creía firmemente en la fidelidad del matrimonio, y por nada del mundo haría algo para quebrarla. Así era ella y nadie la iba a hacer cambiar.
El día continuó y luego de las entrevistas con los aldeanos llegaba su momento de actuar. Luego de que el último aldeano se retirara, ella tomó aire y preparó su sonrisa para hacer su gran entrada. Abrieron las puertas y ella entró de un salto, haciendo unos cuantos giros, para terminar con una reverencia ante el rey. Festejando interiormente, continuó con su acto al ver que todos estaban entretenidos y que le reina tenía algo a lo que prestara atención que no fuera ella.
No prestó mucha atención cuando las puertas se abrieron y entró un sirviente corriendo a toda prisa hacia el rey, ella siguió con su acto. Pero cuando todos los guardias se pusieron en posición de saludo e incluso la realeza se puso de pie, supo que algo pasaba. Ella paró y miró a su alrededor, casi instintivamente. En ese momento, por las puertas pasó una persona que la dejó sin habla.
Cabello azul medianoche, rostro apuesto, sonrisa galante y unos ojos zafiro que pusieron su mente en blanco. Siguió caminando, como si fuera dueño del lugar, y ella se apartó de su camino por instinto. Pudo ver como él le daba una sonrisa de costado, apenas mirándola. Con algo de vergüenza, apartó la mirada y notó a la joven rubia que lo seguía.
- Bienvenido- escuchó decir al rey a la persona- No los esperábamos tan pronto, creíamos que llegarían al reino mañana.
- Un gusto, su Majestad- le contestó el hombre- Por suerte, el viaje fue mejor de lo esperado y llegamos antes.
Tadase sonrió y entonces adquirió una expresión seria mientras miraba a un sirviente.
- ¿Por qué dejaron que pasara como si fuera un simple invitado?- le regañó- Preséntenlo- ordenó.
El sirviente se asustó también y comenzó a hacer señas a todos. Vio el gran movimiento a su alrededor, aún sin entender porque todos estaban tan apurados y tan preocupados. Entonces, los guardias tomaron posición de saludo de nuevo, y un sirviente se aclaró la garganta.
- Su Majestad, rey de Easter, Tsukiyomi Ikuto- dijo, antes de arrodillarse ante el rey.
El resto de los sirvientes también se arrodillaron y ella se les quedó viendo, todavía no entendiendo bien lo que pasaba. Fue tirada hacia abajo por alguien junto a ella y entonces se arrodilló, su cerebro al fin captando la señal.
El rey de Easter había llegado.
Y así termina el primer capítulo de esta historia. ¿Que les pareció? Realmente espero escuchar sus opiniones sobre si debo continuar la historia o dejarla ahí.
Sobre las edades que tienen todos, aún no lo pensé bien. Pero todos tienen más de veinte años, ya que están casados y todo eso. La única excepción podría ser Yaya, un poco menor que todos.
Como podrán ver al comienzo, agregué un poco de Rimahiko a la historia. Algo ligero, realmente no pienso meterme mucho en eso y me enfocaré en el Amuto. Pero de seguro habrá un poco de las otras parejas en la historia.
No queda mucho por decir. Primer capítulo de Love Kingdom, ustedes deciden si hay un segundo :)
