konnichiwa!! Este es mi primer fanfic de naruto y aqui en fanfiction, espero que les guste ya que soy nueva aqui.
Disclaimer: Los personajes a excepción de Yuki son propiedad de Masiashi Kishimoto-sama
Espero que les guste y que me dejen un review para saber su opinión, no impora si es negativa o buena, solo me importa saber su opinión.
Okashi
No era como se lo esperaba. Nada de esto tenía coherencia, esas personas no eran como se lo había planteado desde un principio. Eran algo crueles en sus bromas y a veces uno que otro terminaba con un ojo morado cuando se peleaban. Pero fuera de eso Akatsuki era como una familia.
Aún estaba resentida por lo sucedido esa misma mañana, actualmente comenzaba a oscurecer y el día ya llegaba a su fin, no había pasado mucho tiempo desde que recupero el conocimiento, aún no olvidaba los rostros asustados de sus compañeros. La expresión de Kakashi cuando cayó desde tal altura, y la estupefacta de Naruto y Sakura cuando fue salvada por el enemigo.
Ahora los Akatsuki simplemente se encontraban charlando como si nada de su victoria, felices y orgullosos los mayores levantaban copas llenas de vino, brindando. No parecían ninjas de rango S en ese momento, ellos solo eran Akatsuki dentro de su escondite, solo Akatsuki.
Se sentía incómoda, apretujada entre el líder y el hombre pez, quienes parecían haber bebido más de lo que sus cuerpos permitían. Los únicos que no habían probado una sola gota de alcohol eran el chico rubio que no era mucho mayor que ella, el hombre planta y el chico enmascarado que no paraba de repetir:
—Tobi es buen chico, por eso Tobi no debe emborracharse.
El rubio de vez en cuando se giraba para examinarla con la vista, su expresión era cansada y aburrida y parecía que observar a la chica de cabello largo que recién ingresaba era lo único que al menos era un poco interesante en todo el lugar. Por otro lado el hombre planta también la observaba; solo que parecía que él la veía de una manera diferente, parecía la consideraba más que una nueva miembro, como el postre…
Cuando el líder se puso de pie e hizo una señal que claramente pedía la atención de todo el grupo; de improvisto el rubio se levantó de su asiento, se restregó los ojos con sumo cansancio y bostezó al mismo tiempo. El líder enseguida plantó su vista en el plato de Deidara, este estaba tal y como se le había entregado.
—Me voy a la cama antes de que incendien el lugar, y si deciden hacerlo por favor esta vez no intenten hacer barbacoa con Tobi. —Dicho esto comenzó a caminar hacia su habitación, haciendo caso omiso a la fulminante mirada del líder.
—Espera, Deidara. —La única mujer a parte de la nueva miembro que se encontraba presente ahí también se levantó de su asiento y se cruzó de brazos. El aludido refunfuño y se giró hacia la mujer de mala gana.
— ¿Qué quieres Konan? —Preguntó fastidiado mientras suspiraba con desgana.
—Si ya te vas a dormir, no creo que sea mala idea llevarte de una vez a tu nueva compañera de habitación, no creo que este demasiado cómoda entre todos estos sobrebebidos— Konan señalo con la vista a la joven de ojos negros, quien rebotaba entre los empujones que Kisame y el líder se daban a causa de su falta de equilibrio.
— ¿Mi nueva compañera de… ¡Espera Konan! ¡No irás a decir que yo compartiré Mi habitación! ¿Verdad? —Dijo haciendo énfasis en la palabra Mi y observando a la joven con algo de enojo, esta solo se acojono ante su mirada y bajo la cabeza, además un ligero sonrojo había aparecido en sus mejillas, ella tampoco estaba muy convencida con la idea.
—Ya se ha hablado Deidara, además no es como que solo hubiera una sola cama—Este comentario hizo que la joven se sonrojara aún más— Sabes muy bien que cada equipo comparte habitación, por lo tanto todas las habitaciones poseen dos camas; sin embargo como alguien "anónimo" (N/a: Me preguntó quien será…) solicitó que a Tobi se le cambiara de habitación, ahora una de las camas de la tuya queda desocupada.
—Pero Tobi quería que Yuki-chan durmiera con Tobi, por eso Tobi se portó bien por toda la noche, y eso es mucho—Dijo alargando la palabra "toda" y haciendo movimientos con sus brazos para darle emoción—Y además Tobi también tiene dos camas.
—Lo siento Tobi, pero no queremos que Yuki salga huyendo en la primera noche—Este comentario desanimó mucho al enmascarado y este enseguida hizo un sonido que sonó como un berrinche, seguido de esto se dejo caer en la silla y se cruzo de brazos. Enseguida Deidara comenzó a protestar, casi parecía que también haría un berrinche.
— ¡Pero no es justo! —La rabieta se acercaba peligrosamente.
—Bueno, hemos pensado también en otra solución. Podemos enviar a Tobi a dormir contigo y así Yuki tendrá una habitación para ella solita—A Deidara se le ensombreció la mirada, Konan sonrió victoriosa. Definitivamente Deidara no podría negarse a que Yuki durmiera en su habitación, al menos no amenazado con tal cosa.
—Si mami— El rubio dijo la palabra "mami" con un tono de total repulsión y odio mientras que jalaba sin tacto alguno de la muñeca a la chica y la arrastraba literalmente a su habitación.
—Buenas noches tortolitos—Hidan soltó una carcajada burlona, y a él le siguieron todos los presentes. La chica ahora se sonrojó con algo de furia y se puso de pie, aún siguiendo a Deidara.
Caminaron por un pasillo largo y oscuro, las risas no dejaron de escucharse si no unos metros más adelante. Subieron por unas escaleras en caracol en las cuales Yuki se dio dolorosos golpes en los dedos del pie al estar en total oscuridad. Por fin llegaron a otro pasillo que era incluso mas largo que el anterior, había algunas puertas y cada una llevaba un letrero hecho por los mismos integrantes del equipo que descansaba ahí. Sin embargo para lo largo del pasillo habían muy pocas habitaciones, y estas de por sí estaban bastante separadas unas de otras.
Deidara la condujo hacia donde debía ser la habitación. En el camino encontró muchos dibujillos interesantes. La primera puerta pertenecía a Tobi y tenía una mascarita sonriente que mostraba un signo de amor y paz, luego escrito a crayón rojo estaba escrito: "Tobi el buen chico". La siguiente pertenecía a Itachi y Kisame, había un ojo sharingan y un pececito sonriente, esta no decía nada. Probablemente Itachi había convencido a Kisame de usar algo más "original" para su puerta, por lo tanto no le habían puesto nombre, eso o Tobi era el único raro que le había puesto nombre a su habitación…Finalmente llegaron a la habitación del rubio, la chica se desanimó pues quería ver los demás dibujos. Pero luego tendría tiempo para verlos. La puerta de Deidara era, como se esperaba, una obra de arte. Prácticamente no había puerta, era solo un trozo de madera lleno de dibujos y frases como la de "el arte es una explosión" y dibujos de pajarillos y arañas de arcilla, el dibujo que más destacaba era la cara del rubio, la cual sonreía con algo de malicia, para terminar había un letrero gigante que llevaba el nombre de "Deidara" con pequeñas explosiones a su alrededor.
Deidara sonrió con autosuficiencia con el rostro escondido tras las sombras al ver como la chica se mostraba sorprendida y comenzaba a tantear la puerta, enfocando la vista para observar mejor cada dibujo en la oscuridad. Sin embargo cuando Yuki volvió a girarse hacia a él fingió no darle importancia.
— ¿Y tú que me ves? —El poseedor de ojos zafiro se abrió paso hacia la puerta y la abrió con un empujón. Yuki observó intrigada el interior de la habitación una vez que se hubo prendido la luz.
La habitación era increíblemente extensa. Había dos camas, una muy mal tendida, la cual reconoció como la que Deidara empleaba para dormir, y otra que aún permanecía muy bien arreglada. Ambas llevaban colchas negras con nubes rojas, idénticas al diseño del uniforme de Akatsuki. Luego había un pequeño escritorio con una lamparita de noche, este estaba lleno de pinturas, colores, plumones, brochas, hojas y lápices sorprendentemente muy ordenados a comparación del resto de la habitación. No estaba muy mal, pero si había cosas que no debían estar ahí como aquel envase vacío de ramen instantáneo, ni aquel cartón de leche vencida, tampoco debía haber una bata tirada, ni tampoco estaba bien que el jabón estuviera a un lado del reloj. Yuki suspiró.
— ¿Es que acaso no limpias? —Deidara, quién se había entretenido observando su puerta, se giró sorprendido al escuchar aquella voz tan suave. En todo el día la chica había hablado muy poco, y ahora era uno de esos momentos. Pronto su cerebro proceso la pregunta y un sonrojo de indignación apareció en su rostro.
— Si no te gusta límpialo tu misma o vete a dormir a otra parte —Dijo mientras se tiraba en su cama, haciendo que la almohada volase a estrellarse contra el suelo.
La joven infló las mejillas y suspiró resignada, luego se sentó con cuidado en la cama que le correspondía y observó todo a su alrededor. Tantas pinturas adornando las paredes, tantas esculturas a su alrededor. Había que admitir que Deidara realmente era prodigioso en la arte.
El joven artista se giró hacia Yuki, esta tenía la mirada perdida en sus paredes. Entonces pudo observar mejor a la chica. Tenía ojos tan negros como la noche y su cabello lacio y oscuro llegaba hasta por debajo de la espalda, era de complexión delgada y su piel era blanca como la leche. Por fin pudo observarla con claridad, durante la cena no pudo presenciarla bien y tampoco durante la batalla.
— Eres ninja médico, ¿no es así? — Observó la pequeña mochilita que dejaba a un lado de la cama, donde sabía que guardaba todo lo necesario para atender a algún herido o enfermo.
— ¿Eh? —La chica reaccionó y casi cae de la cama al perder el equilibro, pero logró mantenerse sobre esta —S-si…así es…Tsunade-sama insistió en que aprendiera—Dijo algo avergonzada mientras sacaba la lengua y se rascaba detrás de la nuca. Era algo torpe.
— Lo he visto en la batalla de antes —Yuki se desanimó en cuanto menciono la batalla, Deidara se acostó en su cama, se quitó la bata de uniforme y luego se metió entre las mantas, seguido de esto apago la luz —Será mejor que te olvides de una buena vez de eso, si no lo haces Pein te castigará —Rió divertido
Yuki sintió una punzada en el corazón y con una rapidez sorprendente se metió entre las mantas, evitando que algunas lágrimas se escaparan de sus ojos. Abrazó las mantas entre sus puños e intento dormir. Deidara se quedó observando la oscuridad en dirección donde yacía la cama de la de cabellos oscuros con cara confundida, luego chasqueó la lengua y se acomodó para dormir. — Que rara —Susurró para si mismo, en el acto se quedó profundamente dormido. La chica no podía dormir, aunque apretara sus ojos con fuerza. Lo único que lograba era recordar aquella escalofriante batalla.
Flash Back
La chica se encontraba recargada contra un árbol, respirando agitadamente después de semejante pelea. Frente a ella, en otro árbol, se encontraban los examinadores. Todos llevaban el mismo uniforme, una bata negra con nubes rojas. Bajo ellos se encontraban sus compañeros de equipo, preocupados por ella y desesperados al no poder hacer nada.
— ¡Yuki-chan! —Un chico rubio de ojos azules estaba sumamente herido, este se encontraba tendido en las piernas de la chica de ojos esmeralda con cabello rosado, detrás de ellos su sensei los trataba de cuidar de algún ataque, vigilando con su sharingan hacia todas direcciones.
La chica temblaba, tenía miedo, la batalla anterior apenas y había dañado a los enemigos. Pero todo iba según lo planeado, sabía lo que tenía que hacer.
—Fuyuno Yuki, solo podemos decirte algo— Una sonrisa malévola acecho desde la sombra del árbol.
La joven tragó saliva, observó a sus malheridos amigos —Naruto-kun, sakura, Kakashi-sensei—Susurró mientras apretaba ambos puños.
Un suspenso reinó la atmósfera, después de unos segundos los de negro volvieron hablar.
—Tu…has pasado—Después de eso solo sintió como sus piernas le fallaban, luego presencio su propia caída desde esa altura. Fue lento y eterno para ella, pero tan rápido para los demás.
—Demonios, si cae desde esa altura morirá—Escucho a su sensei pronunciar esto antes de perder el conocimiento. Cuando lo recupero por primera vez fue solo por unos segundos, era cargada por el rubio de ojos azules. Luego volvió a cerrar los ojos, y cuando los abrió ya se encontraba en el escondite delos Akatsuki.
Fin del Flash Back
Despertó, había sido una noche muy larga, bostezó y se tomó su tiempo para estirarse y despabilarse. No podía olvidar la batalla, pero al menos se sentía un poco mejor.
Para su suerte ya había amanecido. Sonrió al ver a su compañero de habitación aún dormido y murmurando cosas incoherentes entre sueños y mover la mandíbula como si estuviera comiendo, Deidara se veía tan inocente durmiendo, otro punto importante que indicaba que la actitud de los Akatsuki en su escondite era totalmente diferente. Se sentó y dejó que la brisa meciera su despeinado cabello, suspiró y luego se decidió a arreglarse. Tiritó al tener contacto con el suelo, estaba muy frio. Caminó hacia un pequeño espejo que había en la habitación, arriba de una cajonera. Comenzó a reír divertida, lucía como si la hubieran espantado por la noche gracias a todo lo que se movía al dormir.
Rebusco en los cajones y encontró lo que necesitaba, un cepillo. Lo observó por unos momentos y se preguntó si el rubio se enojaría si lo usaba, opto por arriesgarse y no dejar que cuando este despertara se burlara de ella. Tardó unos minutos en desenredarlo, pero quedó como quería al final. Dejo a un lado el cepillo y comenzó a acomodarse el cabello.
—No, Kijame no puedo nabar—Murmuró entre sueños el joven de ojos zafiro. Yuki reprimió una risita y continuó arreglándose, ignorando las quejas de Deidara sobre un flotador de patos.
—Me pregunto como irán Naruto-kun y los demás…—Dijo mientras acariciaba en el espejo su propio reflejo, perdida en sus pensamientos.
Un golpe en seco la distrajo, Deidara había ido a dar contra el suelo.
— ¡No Kisame! —Gritó en el justo momento que abría los ojos y se llevaba las mantas encima de el, haciendo que lo cubrieran por completo. Un rato de silencio se produjo. — ¡Sáquenme de aquí! —La chica no pudo retener sus carcajadas, tuvo que tirarse al suelo y sostener su estómago. Su rostro estaba rojo de tanta risa y casi se asfixiaba. Caminó torpemente donde Deidara y comenzó a desenrollarlo de las mantas, una vez hecho esto se dejó caer al suelo de nuevo riendo.
—C-Cállate—Reclamó la victima de aplastamiento—E-esto no debe salir de aquí ¿Me oyes?
—Esta bien, esta bien, pero no te sonrojes solo por eso—Rió la chica al ver que sus mejillas se encontraban encendidas
— ¿Eres tonta? Yo no me sonrojo por cosas así.
—Si, si, claro Deidara-kun—Siguió riendo mientras ayudaba a Deidara a incorporarse tomándolo por los hombros y dejando que se apoyara en ella. — ¿Por qué más podrías estar rojo? —Pero pronto sintió algo que no era normal, algo que estaba mal — ¡Espera! —Enseguida llevó su mano a la frente del rubio, este se hizo hacia atrás por tan repentina acción y la observó confundido —¡Estas ardiendo en fiebre!.
Bien, estaré encantada de saber sus opiniones y me gustaría saber si les gustaría que lo continue ^^
