-Todos conocen a la pequeña y algo infantil Ruby Kurosawa. Claro todos la conocen debido a que ella es actualmente una de las nueve integrantes de Aqours. Esta historia podría centrarse en las chicas solo que ahora de quien se hablara aquí es de la niña de ojos esmeralda y su pequeño secreto que le llevo a tener más confianza en su misma.

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*Residencia de la familia Kurosawa – Interior – Habitación de Ruby-chan

-La pequeña niña de ojos esmeraldas por un tiempo estuvo actuando un poco extraña, es decir, que ella se portaba algo distraída en cuanto se refiere a los entrenamientos de todos los días preparados por su senpai de pelo azul. Todo esto no se les hacía nada raro porque pensaron que era solamente cosas de la edad y que pronto se pasaría incluso su novia una chica de pelo castaño que junto a un pequeño tic verbal aunado a su inocencia le hacían ver muy tierna. Juntas eran una pareja tan inocente como su predecesora las legendarias Rin y Hanayo las cuales por supuesto eran las ídolos de las dos niñas. En todo caso la extraña actitud de la pelirroja era…

— ¡Viva! ¡Esa es la mejor canción que tiene este grupo! —Gritaba emocionada la pequeña pelirroja que coreaba y algunas veces hasta cantaba las canciones de unos de los grupos que su amiga la datenshi le había recomendado escuchar.

— ¿Por qué a onee-chan no le gustará este tipo de música? Sé que no es del tipo de música que ella escucharía pero… —Se decía a sí misma la niña de pelo rojo.

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*Mientras tanto en otra parte de la casa de la familia – Sala principal

-Todos sus familiares hicieron lo impensable ponerse tapones en los oídos renegando de aquella nueva faceta por la que atravesaba su tierna hija.

Sus padres tenían una paciencia increíble para tolerar estas cosas pero su hermana mayor era otra cosa ya que para ella la pequeña Ruby era muy pequeña para que tuviera esa clase de gustos. Por este inusual cambio en su actitud la única responsable era esa idiota de pelo azul que la orillo a escuchar algo que según Día era cosas del mismo diablo.

Para sus progenitores era una simple fase cosa que se le pasaría…, con lo que no contaron era con que su hija mayor tenía varios planes para que su adorada hermanita menor deje esas cosas y volviera a ser la misma de antes.

Se excuso con sus padres diciendo que iría a su cuarto pero en lugar de ello quiso ver o mejor dicho escuchar por cuenta propia las cosas que escuchaba su imouto. Callada cual sombra de la noche la chica del lunar fue donde el cuarto de la más pequeña de las Kurosawa. Su camino no fue muy largo debido a que el cuarto de la pequeña estaba justamente en la planta baja de aquella casa por lo cual solamente debió dar unos cuantos pasos y girar en una esquina para que sus padres no le vieran de ese modo pudo pegar su oreja al separador que en esta ocasión era la puerta de la habitación ajena.

Para su sorpresa también por consiguiente enfado número mil quinientos tres por parte de la chica pingüino su hermanita estaba cantando a viva voz una canción que entendió muy bien debido a sus clases de ingles en la escuela. Dejando eso de lado cuando Día-chan entro en la habitación de su hermana hecha un manojo de nervios pudo verla cantando o según la paranoica presidenta del consejo estudiantil de Uranohoshi una invocación al mismo señor de los infiernos.

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*Dentro de la habitación de la menor de la casa comenzó una pequeña discusión entre las dos Kurosawa

— ¡Ruby, por favor reacciona y deja esas cosas del diablo! ¡No son para una niña tierna como tú! ¿Dónde quedó mi hermanita que le gustaban las idols? —Pregunta hecha un mar de lágrimas la chica de pelo negro a su hermanita.

—Tranquila, sis, no pasa nada. Solo porque me guste otra cosa aparte de las idols no quiere decir que vaya a salir y robar autos. Cálmate un poco por favor —dijo la pequeña de pelo rojo con una sonrisa para luego volver a poner en play la canción que tuvo que pausar por entrada tan dramática de su hermana mayor.

—Día no podía creer el vocabulario de su hermanita. Ser llamada "Sis" era algo que la pequeña Ruby diría. —Tras haber sido llamada de una forma según ella tan vulgar la presidenta del consejo estudiantil salió cabizbaja del cuarto ajeno cerrando la puerta detrás de sí escuchando como su tierna hermanita seguía cantando esas canciones que para nada eran buenas para una niña como ella. Día decidida de terminar con todo se decía a sí misma mientras iba rumbo a su cuarto que quedaba en la planta alta.

-Dentro de los pensamientos de la chica pingüino:

—Sé que tuviste algo que ver con el cambio de mi hermanita, datenshi de cuarta, sí algo de lo que estoy absolutamente segura. Tú jamás verás el sol de nuevo. Eso tenlo por seguro y yo misma me encargaré de que tu vida sea miserable —se decía a sí misma mientras entraba en su cuarto.

—Me escuchaste ¡Tsushima Yoshiko! —Grito para sus adentros levantando el puño en señal de un juramento silente.

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*Mientras tanto en otro lugar de la ciudad Nipona – Departamentos residencial "Sun Dust"

*Residencia de la familia Tsushima – Interior – Habitación de la datenshi idiota

—La chica de pelo azul estornudo y en voz baja maldijo a quien sea que estuviera hablando mal de ella. —Por las barbas del gran Lucifer quien osa interrumpirme —dijo luego de haber pausado su cámara de vídeo con la que se estaba grabando para su programa.

—Como sea, la gran datenshi Yohane-sama no tiene por qué preocuparse si tiene a los sirvientes del maestro que me ayuden. —Se decía pero en voz baja saliendo de su personaje dijo. —Quizás este por pescar un resfriado quien sabe...Mejor será continuar con esto, luego veré que hacer.

—Habiendo dicho esto la peli azul chica continúo haciendo lo suyo sin tener la menor idea de que al meterse con la hermana menor de la presidenta del consejo estudiantil estaba metiéndose en un campo minado donde nadie hasta el momento ha salido ileso.