Sayaka estaba preparando un pastel con motivo del San Valentín, en esa ocasión hacía uno de chocolate ya que por obvias razones era el favorito de Kyoko y hablando de la pelirroja estaba mirando televisión aunque en menos de segundos no evitar ese sabor de dioses impregnarse en sus fosas nasales.

La peliceleste estaba colocando un dedo en el molde café y en menos de nada chupó un poco, tenía algo de sabor pero debía añadir más la pelirroja estaba cerca de ella e impresionada por el talento culminado de su novia que mejoró con el pasar del tiempo.

-Whoa seguro se ve sabroso

La mencionada la miró de reojo con una de esas miradas al estilo de una tsundere

-¿Acaso es tu chocolate hecho a mano?

-Sí

-Ok déjame probarlo- Miraba con deleite ese dedo cubierto de negro café

-¡Oye! No me fastidies así- Reclamó airada la peliceleste

La pelirroja tomó la mano izquierda de su amada mientras le dio una chupada, la peliceleste quedó sonrojada cuando Kyoko chupaba la muestra y en menos de nada ahora sus ojos estaban con brillo aparte de un lindo sonrojo, dando a entender que sus papilas gustativas la pasaron genial

-¡Oh Dios Santo! ¡Por la virgen María! Eso sabe cómo un pocky- Emocionada puso su mano sobre el hombro derecho de la espadachina mientras alzaba el pulgar de su otra mano, estaba estaba sonriendo y algo nerviosa

-Eres un genio, Sayaka

-Eh, ¿De verdad?

La pelirroja sonrió infantilmente mientras Sayaka se sonrojó, Kyoko estaba demasiado cerca pero esa pequeña actitud, esa actitud de esa niña que fue feliz era una de las tantas cosas que amaba. Pero a veces evadía ese tipo de pensamientos usando la fachada de una actitud tsundere de la cual le quedaba bien o en otras no y eso que ser tsundere no era lo suyo

-Si solo estás aquí para molestarme, ve a otro lugar

Kyoko era idiota pero no una tonta a lo cual ya sabía que ese papel de tsundere se le podía caer como papel, le agarro la cara con su mano izquierda mientras ponía su brazo derecho sobre el hombro, quería atestiguar algo

-¿Quieres saber cuál es un gusto demasiado bien que un pastel?

La peliazul trató de evadirla pero esa cara seria junto a esos ojos castaños que brillaban como nunca no le dejaban pensar ni por un momento a lo cual se dejó dominar por esos labios salvajes, la lancera acercó a su amada a su rostro usando el brazo derecho mientras que ambas manos izquierdas estaban unidas y entrelazadas, su unión seguía siendo perdurable.

Finalmente ambas se separaron, Sayaka sonreía mientras abrazaba a Kyoko mientras ella sonreía como nunca… Los labios entre ambas eran mucho más mejor que un simple chocolate, el mejor sabor que habían probado y que probarán a lo largo de sus vidas.

Qué es

seguro lo haré

dulce

no es