Chapter 1: Move on

"Hey vos, desastre en pantalones de cuero, vamos a salir hoy, no más excusas" – esa fue la frase con la que mi delicada compañera de cuarto, pelirroja alta de ojos intimidantes, Danny Lawrence, me sacó de mis pensamientos. "Danny, no me siento muy bien… "- traté de responder pero no sirvió de mucho. De repente me encontraba cargada sobre sus hombros, saliendo por la puerta del dormitorio y con destino a vaya a saber uno dónde. "Carm, deberías estar más alegre, el hecho de que estés estudiando y que me tengas de amiga, ya debería ser un motivo para sonreír eh!" – la pelirroja si sabía como hacerme sonreír, debo admitir eso, que detrás de toda esa fiera había una gran amiga, una fiel amiga.

-"Bueno, bueno, demonio, prometo sonreír si me bajas y me explicas a dónde me estás llevando" - dije suspirando porque sabía que era una batalla que no podía ganar. – "Vamos a una fiesta de la fraternidad Zeta" me dijo Danny con una cara de entusiasmo que no entendí. "Desde cuándo vos te juntas con los Zetas, si se puede saber y ¿por qué me interesaría ir a una fiesta con tantos machos alfa? – le pregunté con esperanzas de que fuera una broma, un chiste de Danny, lo único que quería era despejar mi mente tomando un café o algo que no implicara terminar borracha en la cama de vaya a saber quién. "Es una fiesta que organizan los Zetas, pero está invitado todo el campus, sería una buena chance de conocer gente nueva Carm, olvidarte… de Elle". Habrá visto mi cara de te voy a comer viva Lawrence, porque siguió con su discurso… -"Mirá entiendo que ella fue importante para vos, y que siempre lo será, pero es parte de tu pasado, tenés que dejarla… ir. Hoy se cumplen 6 años desde el accidente, no podés seguir culpándote". Mi vida no era la misma desde el accidente, entendí a Danny y sus buenas intenciones, entendía que tenía que avanzar, pero no me era nada fácil. Elle fue muy importante en mi vida, tan importante que muchas veces deseaba encontrarla en sueños y pedirle que me llevara con ella. Me limité a mirar a Danny, y asentí. Ella tenía razón, y sus esfuerzos por querer levantar mi ánimo me hacían valorar cada día más haberla conocido. Puse mi cara más ruda para no lagrimear y contesté –"Ok, pero si los Zetas llegan a hacer alguna estupidez o se me acercan con sus hormonas calientes, me largo" –"Si si, te prometo que te cuido toda la noche, pero vamos, no nos va a venir mal, con suerte puede haber chicas del club de química o literatura" Danny estaba algo loca en pensar que alguien que no fuera del todo popular se arriesgaría a ir a una fiesta de los Zetas.

"Wow, esto es…""impresionante, lo sé" – Danny completó mi frase. Entramos en el sótano de la fraternidad Zeta y descubrimos una cantidad importante de alumnos de todas las fraternidades y clubes compartiendo tragos y bailando. Al parecer, parte de las nuevas reglas de los Zetas era la protección del campus sin importar de dónde eras. Un gran cartel se desplegaba de lado a lado con la frase "SI SOS DEL CAMPUS, SOMOS HERMANOS". Claro, originalidad Zeta, pero era claro que no querían hacerse los malos, sino fomentar el intercambio de alumnos, y la unión del campus. El lugar estaba rodeado de luces colgantes de colores, esas que se usan en navidad, o las que sobraron del último baile de fin de año, probablemente. Había tres mesas unidas con bebidas encima, todas eran alcohol y algunas parecían combinaciones que el club de química había fabricado de forma casera. Por dentro me juré no combinar nada de alcohol en un día como hoy. La cantidad de personas cargaba el ambiente y la música alta, bueno, no podía faltar la música ¿no?. Danny me gritó al oído "Voy a buscar algo para tomar, sentate en algún lugar y te traigo algo" – No llegué a responderle que ya estaba camino a las mesas y saludando gente al pasar.

Y acá estaba, sentada en un sillón de dos cuerpos, gente compartiendo saliva contra la pared y risas por doquier y yo esperando que Danny volviera, tratando de dejar que la música alta entrara en mi sistema, como una vacuna que cura enfermedades. Cerré mis ojos y me relajé, por primera vez después de tanto tiempo. Las palabras de Danny en mi cabeza se combinaban con un tema que sonaba en el momento, que casi no me doy cuenta que ya no estaba sola en el sillón. "Basta Kirsch, te dije que me dejes sola" – mis ojos se abren para ver a una chica de ojos marrones, cabello castaño claro, de camisa blanca con lunares negros y pantalones beige, casi gritando. "Vamos bonita, si sabes que queres probar la carne Zeta". Por alguna razón, ver al idiota de Kirsch borracho, encima de ésta chica, prácticamente intentando besarla sin su consentimiento, me despertó de mi trance. "Hey idiota, te dijo basta, hace falta que te lo repita" – dije con mi mejor cara de asesina sacándolo de encima de la muchacha de un empujón. "Hey tranquila pantalones sexys, vos también podes unirte" – fue lo que faltó para que mis clases de karate entrarán en acción. Un golpe en su entrepierna y otro en su nuca alcanzó para dejarlo tirado, llorando como un bebé.

Mi próxima reacción fue tomar la mano de la desconocida chica, y alejarla de ahí. No tardarían en caer otros Zetas y probablemente se acabaría la aclamada "paz".

Ya fuera del sótano, y sin darme cuenta que todavía tenía aferrada su mano escucho por segunda vez su voz, ésta vez algo más tranquila, aunque agitada por la corrida. "mmm, gracias, no sé en qué pensaba Kirsch, seguramente el alcohol le nubló las pocas neuronas que tiene, si es que tiene porque bueno…" – deja de hablar, al darse cuenta que todavía mi mano seguía en la suya. Al notar esto suelto su mano y trato de sonar muy normal –"Trata de no meterte en problemas con los Zetas que no siempre vas a encontrar una chica cinturón negro en karate para ayudarte". Sonrió, se ve que le pareció que era un chiste, pero yo lo decía muy seriamente. Su sonrisa llegó hasta sus ojos y por primera vez en la noche mi cabeza se encontraba en el presente, mirando a ésta chica que no conocía pero que tenía en sus ojos un brillo particular. "Creo que no nos conocemos, me llamo Laura, Laura Hollis" y estrechó mi mano, ahora más firme, aunque sentir la suavidad de su mano, me dio curiosidad y por alguna razón respondí - "Hollis eh?… mi nombre es Carmilla, y tenés una hermosa sonrisa"- Carmilla qué estas haciendo, una voz en mi interior me hablaba… ¿estás flirteando?. –"Mmm gracias, Carmilla y gracias por defenderme… aun sin conocerme" – noté como sus mejillas se ponían algo coloradas, esto me provocó una sonrisa. Y como despertando de un sueño, siento que me tocan el hombro, preparada para dar una patada de ser necesario, giro para encontrarme con mis dos metros de amistad. "Danny…" – escucho la voz de Laura al ver a mi compañera de cuarto. "Hola Laura, estás… qué… qué haces acá, ¿se conocen?" la cara de confusión de Danny era mayor a la mía. "Acabamos de conocernos, mejor me voy, tendría que seguir con mi escrito de literatura, supuse que la fiesta sería entretenida y bueno, algunas no servimos para las fiestas supongo" – con una sonrisa y mirándome una vez más agradecida, se aleja caminando para el lado sur del campus. Miro a Danny sin entender.

Sé que ésta noche probablemente no podré dormir.