Capítulo 1: Oikawa.

"Oh, mierda..."

Solo este tipo de cosas le pasaban a Tooru ¿Verdad?

Tragó duro. Su posición ahora era un poco... Lamentable. Había seguido a Tobio hasta el baño con la intención de comenzar una pelea. Incluso había cerrado la puerta con seguro detrás de él para que nadie tuviese la oportunidad de acudir a la ayuda de Kageyama. Todo fue después de un partido. Ganaron, por supuesto. Pero ciertas cosas pasaron que hicieron que se saliera de quicio y que por unos instantes la ira nublara su mente. Claro las cosas había escalado de nivel muy rápido y Oikawa ya no estaba muy seguro de que era lo que quería.

Se había encontrado con el más joven con la intención de molerlo a golpes ¿Ahora? Quería darle duro contra el muro hasta que no pudiera decir ni su propio nombre.

El capitán tenía a Tobio acorralado contra la pared. Con sus cuerpos pegados, rostros a poca distancia y respiración agitada por tantos gritos era de esperarse que la furia se transformara en tensión sexual eventualmente ¿No? Bueno, para desgracia de Oikawa su gran amigo había decidido que era el momento perfecto de despertar y decir "¡Hola!".

Suplicaba que su pequeño kouhai, tan despistado como siempre, no fuese capaz de notarlo. Pero como el karma es grande Kageyama si fue capaz de sentirlo ¿Cómo no hacerlo si se encontraba creciendo y rozando contra de su pierna?

"Trágame tierra."

Vaya cambió. Iwaizumi nunca le permitiría olvidar ese día. Pensaba en unas miles de excusas, en cualquier cosa para salir de esa embarazosa situación. Hasta que lo vio. El brillo que portaban los ojos azules del menor.

"Oh, no ¿Acaso él también...?"

Se movió un poco.

—¡Hmp! — Tobio se sobresaltó y desvió la mirada, mientras que un rubor rojizo se apoderaba de su rostro.

Él también se estaba poniendo duro.

¿Eso contaba como algo bueno o algo malo?

No tenía idea.

Lo mejor era que se fuera. Sí, era lo más sensato. Oikawa sería el maduro de los dos. Sería quien evitaría que eso se volviese en un incómodo recuerdo.

—Tobio...

—O-oikawa-san... — Odiaba lo bien que se escuchaba su nombre en ese tono lastimero de Tobio.

—Creo que lo mejor es- No pudo continuar hablando. Cuando intento mover su pierna, con la intención de retroceder, sus palabras se vieron interrumpidas por un bello gemido.

Oikawa podía ser muchas cosas.

Pero alguien con control no era una de ellas.

Se abalanzo a Tobio. Sus labios rápido apresaron a los del menor en lo que rápido se convirtió en una serie de besos apasionados. Kageyama rodeo su cuello con sus brazos y Oikawa envolvió su cintura. El capitán busco una mejor posición entre las piernas del menor y comenzó a mover sus caderas, haciendo rozas sus miembros. Kageyama gimió complacido, imitando el movimiento de su superior haciendo más prominente la fricción entre ambos.

Rompieron el beso y Tooru decidió pasar de sus labios a su cuello. Mordió fuerte. Kageyama lanzó su cabeza hacía atrás gimiendo desvergonzadamente. Tooru soltó un gemido también. Sintiendo un gran placer al escuchar los deliciosos sonidos que hacía su pequeño kouhai. Dios mío, y pensar que se trataba del mismo Kageyama Tobio.

El cuervo lo empujo hacía atrás y Oikawa se alejo con algo de confusión, sin entender el porqué.

— Siéntate.

"¡Ugh, no Tobio-chan! ¡Es el piso de un baño, esta sucio!" Hubiera dicho sino fuese porque estaba muy interesado en lo que tenía en mente el más joven.

Acató la orden sin despegar sus ojos de él. Cuando Tobio se arrodilló lo empujo de nuevo. Indicándole que se acostara mientras él se colocaba sobre Oikawa, acomodando sus piernas a sus costados. Al momento que Kageyama comenzó a mover sus caderas de nuevo Tooru lo entendió. Esa posición era mucho mejor. Oh Dios, si que lo era.

Era como si estuvieran teniendo sexo. Con ropa. Pero sexo.

Además, la vista no estaba nada mal. Kageyama se veía terriblemente sexy. Obvio nunca lo diría en voz alta. Eso ni muerto.

Tragó duro. Mierda, si Kageyama seguía así no tardaría en venirse. Y parecía que no era el único. Los gemidos se Kageyama tomaban cada vez más fuerzas. Por un lado lo disfrutaba, por otro le preocupaba que alguien fuese capaz de escucharlos.

El primero en venirse fue Kageyama, quien dio un gritó ahogado. Continuó moviéndose sobre él, solo a un ritmo mucho más lento. Tortuosamente lento.

Gritó al venirse.

No hubo palabras entre ellos. Cuando Oikawa se enderezo tomo a Kageyama de la cintura impidiendo que se levantara y lo beso. Todavía había pasión, pero era definitivamente mucho más calmado.

—No podemos salir así... —Susurró Tobio.

Era cierto. Se notaba a lenguas lo que habían hecho. Sus ropas desacomodadas, sus cabellos alborotados, la respiración, incluso el rostro de ambos. Y por supuesto, no debían de olvidar que se veían venido dentro de sus pantalones solo por simples roces. No tan simples. Realmente muy buenos roces. Sí, sí.

El caso es que estaban hechos un desastre.

Se pusieron de pie y se arreglaron en silencio ¿Qué se podían decir? Salieron juntos del baño y caminaron en la misma dirección hasta el punto donde ambos tenían que tomar rutas distintas. Oikawa se detuvo y miró a Kageyama, quien le veía expectante. Y cuando reunió las palabras correctas para decirle apareció Iwaizumi.

—¡Hey, Oikawa! ¿Dónde rayos te habías metido? ¿Todos te estuvieron buscando? — Iwaizumi paso de verse molesto a confundido cuando notó la presencia de Tobio. — ¿Kageyama?

—Iwaizumi-san...

—¿Qué haces aquí? Espera, ¿Te estaba molestando Oikawa?

—¡¿Qué?! ¿Por qué siempre me culpas de todo? —Se quejó, aunque inicialmente iba hacer algo así.

—Porque te conozco. —Luego se quedó callado, viendo ahora con el ceño fruncido al más joven. —¿Qué tienes en el cuello?

—¡Ah-h! ¡Tengo que irme Iwaizumi-san, lo siento! Mi equipo de seguro me esta buscando. —Dijo rápido antes de desaparecer.

—Oikawa...

—¿Sí, Iwa-chan?

—¿Qué fue lo que le hiciste en realidad?

—Aja, ja... Verás Iwa-chan, es una historia muy chistosa, la verdad...

—Oikawa... ¿Fue una mordida lo que acabo de ver en el cuello de Kageyama? — Y cuando Oikawa se puso rojo y empezó a tartamudear, Hajime solo pudo pensar en lo idiota que era su amigo.


Soy muy fan del Oikage, lo juro. Pero este fue un capítulo experimental... Espero que les guste, esperen más. Faltan los otros capitanes. Dejen en los comentarios y diganme que opinan.