-No te vayas- susurro ella. Aun así él logro escucharla, se detuvo, dio la vuelta y la miro a los ojos.
-¿Por qué no quieres que me vaya?, no fue eso lo que me pediste, que te deje tranquila, que me aleje de ti-
-Yo...-no podía articular palabra, ella estaba confundida no sabía que decirle para que él se quedase.
-Sí no me das un motivo entonces me iré- dijo él.
-Espera- se acerco a él y tomo su mano- No me dejes, por favor... Kaito-
-Miku...- susurro, esto ciertamente lo tomo por sorpresa pero no impidió que la tomara de su cintura y la llevará hacia él.
-Déjame estar a tu lado, ya no me alejes...-
-Perdóname...- una lágrima corría por su mejilla.
-¿Qué debo perdonarte Miku?-
Ella no contesto, sólo se limitó a esconder su rostro en su pecho.
-Está bien, no tienes que decirme nada tan sólo no vuelvas a alejarme de ti- Dicho esto la estrecho en sus brazos.
