PRÓLOGO
Todo estaba oscuro, por un momento pensé que tenía los ojos cerrados pero poco a poco se fueron acostumbrando a esa oscuridad. A mi alrededor estanterías llenas de libros gastados, cajas abiertas por el suelo, y… una luz…. Una pequeña franja de luz se asomaba por la puerta de la habitación.
Me acerque sigilosa a la vez que inquieta hasta dar con esa brecha de luz. Vacilaba entre mirar o seguir segura en esa pequeña habitación, escogí la mala opción, mirar a través de esa puerta.
Lo último que vi fueron unos enormes ojos inyectados en sangres y unas fauces que se salían incluso del propio marco que formaba su cara, aunque comencé a dudar si era o no una cara. Note un susurro junto a mi oído y todo se volvió…negro…
