Bueno esta historia... Esta historia... ¿Cómo rayos surgió esta historia en mi mente? Quien sabe u^^

Onegai no me odien por lo que le hice a Dei D:


Rescue me

Capitulo 1

Su lacio cabello; dorado como el oro, unos ojos rasgados del color del cielo y una pequeña nariz acompañada de unos finos y delicados labios color rosa debido a su fino labial de Mary Kay, esta paseaba su mirada por el salón repleto de gente que desconocía o por lo menos la ultima vez que los había visto había sido en un velorio, gente que aprovechaba de que algo pudiese festejarse para salir de sus cuevas e irrumpir en otro sitio, como sus falsas risas se escuchaban ahora, ella había escuchado los falsos sollozos de ellos en su momento, con solo catorce años ella tenia que soportar la boda de su padre después de la muerte de su queridísima madre, se supone que hoy conocería a su "hermano", lo despreciaría, junto con su maldita madre, aun más que a su padre, que ya odiaba. Tener que soportar que su padre después de apenas un año de la muerte de su mujer buscase un remplazo; era lo mas desagradable que ella se pudiera haber imaginado, sin siquiera haberle preguntado él se casaría al día siguiente de comentárselo, esta siquiera había comenzado a digerir la noticia antes de que tuviese una fiesta delante de sus narices, imperdonable.

-Disculpa.. - Pidió una voz a las espaldas de la rubia, esta se dio vuelta para averiguar que repugnante persona estaba perturbando su concentración en búsqueda de su maldito hermanastro, su vestido negro de noche ondulo al pegar media vuelta, quedo anonadada cuando llego a devisar un chico pelirrojo de unos quince años con unos adorables ojos color miel algo tristes pero hermosos, su nariz parecía tallada por algún dios griego y sus gruesos pero estéticos labios que se movían en pronuncia de alguna que otra palabra, ella no oía "Es muy hermoso" pensó la ojiazul, -con un pequeño sonrojo que había aparecido en sus mejillas-,ahora observaba aquel traje negro que tenia él, parecía echo a la medida para cada uno de sus músculos, nunca había llegado a divisar tal hermosura.

-¿Un? - Pregunto esta que no había escuchado una sola palabra del pelirrojo

-Ah, eres tú, fue difícil encontrarte entre tanta gente - Dijo este extendiendo la mano en un saludo. La rubia desentendida extendió la mano y correspondió aquel saludo estrechándola con la del ojimiel.

-Soy Deidara Yamanaka, mucho gusto - Explico esta con una sonrisa, una de las honestas, las que nunca había usado esta desde la muerte de su madre.

El pelirrojo río de forma discreta.

-Sasori Akasuna y el placer es todo mió - Dijo mientras le correspondía la sonrisa, o por lo menos mientras la de esta duro, la rubia corrió el pelo que le tapaba el ojo izquierdo -Por mas que tenía un rodete de lo mas arreglado con una flor azul Francia adornándole su cabello, el mechón de pelo que tapaba su ojo no podía faltar- y lo miro usando aquellos celestes ojos con ironía, "Akasuna, genial." pensó irónica esta, su hermano la miro inexpresivo, pensó que le ocurriría a esta por el repentino cambio de actitud de la rubia pero, no iba a preguntar, así era él. Esta estaba apunto de darse media vuelta y salir enfurecida de esa escena cuando sintió como alguien se apoyaba en sus hombros, esta miro hacia arriba donde encontró a alguien aun mas despreciable, su padre; un rubio arrogante, de ojos cafés, sus cejas estaban fijas como si siempre tuviera el ceño fruncido, formo una blanca sonrisa en sus gruesos labios y presiono los hombros de la pequeña forzándole una sonrisa.

-¡Así que ya se conocieron! - Exclamo con falso entusiasmo este. - ¡Deberían bailar algo, estamos de fiesta! - Insistió este que había notado la actitud de desprecio de su hija

-Umh.. -Balbuceo incomodo el pelirrojo- Dei-chan, ¿Me permites esta pieza? -Pregunto este al escuchar comenzar una canción lenta, la rubia se sonrojo, molesta pero, con una linda sonrisa falsa que había acostumbrado a poner en esas ocasiones asintió. Estos se dirigieron a la pista y comenzaron a bailar, la rubia pensó que le iba a dar un tic en el ojo si esta situación continuaba.

-Perdón por arrastrarte hasta acá - Dijo el ojimiel mientras miraba a la menor directo a sus ojos, este logro sorprenderla con su actitud, un pequeño sonrojo se sitúo en sus mejillas.

-No hay cuidado. - Dijo intentando seguir con su forzada sonrisa.

-Puedes dejar de intentar sonreír, después de todo a mi tampoco me agrada esta fiesta, la idea de que mi madre se case con tu padre y mucho menos tenerte de hermanastra - Manifestó el pelirrojo mientras le dirigía una sonrisa a su nuevo "padre" que los miraba bailar. La rubia quedo atónita por lo que este acababa de decir, no sabia si enfurecer o estar feliz por que estaba de su lado, decidió actuar con indiferencia.

-No quiero ligar después con mi padre, por eso la tengo. - Dijo esta conservando su sonrisa, el pelirrojo primero pareció asombrado y luego frunció el ceño. - Te recomiendo que tu también pongas una. - Agrego la ojiazul mientras miraba fijo a este.

-Que buena impresión que me acabas de dar. - Dijo el pelirrojo penetrando a la rubia con la mirada, un sonrojo casi inexistente apareció en las mejillas de esta que desvío la mirada.

-¿A que te refieres? - Pregunto esta cambiando de actitud.

-Intentas ser fuerte ya que no tienes a tu madre y tienes un padre de cuarta pero en realidad estas esperando que alguien te rescate de tu miserable vida. - Le dijo el pelirrojo casi burlándose de ella, sin pizca de sentimiento. Ella fingió indiferencia pero en el fondo sabia que era así.

En la enorme casa solo se escuchaban las agujas del reloj, este marcaba las 07:03. La rubia miraba el techo de su cuarto desde su cama con su aun puesto vestido negro, agotada por aquella horrible fiesta, entonces el rostro del pelirrojo se sitúo en su mente "Estas esperando que alguien te rescate de tu miserable vida." las palabras de aquel resonaron en su mente.

-No estoy esperando que alguien me rescate. - Gruño esta mientras se levantaba en forma brusca y se dirigía al placar para ponerse su ropa de cama. - Puedo hacerlo yo misma - Susurro esta dejando caer su fino vestido en el piso y una lagrima con el. En ese momento el pelirrojo pasaba por la puerta de su cuarto con un vaso de agua, al escuchar lo sollozos de ella se paro frente a la puerta y se dedico a escuchar con una triste mirada en sus ojos -Como si.. Como si confiara en que alguien me rescatara. - Dijo con su voz quebrada - ¡Ha! - Exclamo esta con ironía mientras sus lagrimas se escurrían por sus mejillas ligeramente sonrojadas - Uno siempre esta solo en este maldito mundo.. - Susurro esta con dolor mientras se dejaba caer en el piso solo con su ropa interior de lycra negra, el pelirrojo desde el otro lado de su puerta sintió como se formo un nudo en su garganta "Yo no soy responsable de esas lagrimas." intento convencerse aquel, pero era imposible sacarse aquella sensación de culpa que corría por su cuerpo, este aproximo su mano hacia la puerta con la intención de golpear pero a unos centímetros se detuvo, "No tiene caso." pensó este mientras volvía su mirada al pasillo y comenzaba a caminar en dirección de su pieza con indiferencia.

La niña miraba con recelo a su "hermano" que charlaba a gusto con su padre y su "madre", esta se dedico a mirar y sin mencionar ni una sola palabra comía con asco su desayuno sabiendo que lo había preparado aquella mujer, el pelirrojo dirigió una sonrisa hacia ella haciendo que esta se sonrojara.

-¿Verdad?, Dei - Dijo simulando que se llevaban de maravilla, esta lo miro sin comprender que pasaba.

-¿Ah?

-Que ahora iremos juntos a comprar las cosas que me faltan para el comienzo de clases mañana, ¡Baka~! - Le dijo este de lo mas "simpático", esta no tubo mas opción que embozar una sonrisa.

-¡Un! - Exclamo fingiendo entusiasmo mientras dejaba sus palillos a un costado de la mesa - Iré a cambiarme, así salimos. - Agrego mientras les dirigía una sonrisa antes de salir de la habitación cerrando detrás de si la puerta "Que bueno que se lleven bien, me preocupaba que Dei no quisiese aceptar este matrimonio, la pobrecita no puede olvidar a su madre" se escucho decir al rubio cuando su hija salio de la habitación, esta frunció el seño y se dirigió a su cuarto. "¿En qué rayos me metió ese idiota ahora?" pensó la rubia enojada mientras sacaba un vestido blanco de verano de su placar, se quedo mirando con nostalgia a este, había sido de su madre, "No es que no pueda, no pienso olvidarla." Dijo para si esta mientras se cambiaba de ropa.

Tocaron la puerta.

-¡Voy! - Exclamo esta mientras terminaba de arreglarse el pelo, se miro al espejo y se dirigió a abrir la puerta. Del otro lado estaba el pelirrojo con una gran marca roja en su mejilla y una torpe sonrisa.

-¿Qué ra..? - Intento preguntar la rubia mientras lo dejaba entrar en su pieza, entonces lo comprendió. - Yo te avise. - Le dijo la rubia mientras abría su placar en busca de un botiquín que ella guardaba para ella, al agacharse para buscar mas a fondo la corriente que entraba por la ventana hizo que ondulara su blanco vestido y se viera su ropa interior junto con unas marcas que tenia en las piernas, eran moretones negros como si hubiera rodado por las escaleras, la ojiazul le resto importancia al ondulado de su vestido y se levanto con un botiquín en mano, camino hasta la cama donde el pelirrojo miraba el piso, esta se sentó a su lado.

-¿Qué te paso? - Pregunto el ojimiel mientras sus ojos a ella para mirarla fijamente.

-¿Ah? ¿Donde? - Dijo mirándose las piernas en busca de algo que pudiese delatar a su padre.

-En tu trasero. - Le respondió este en forma seca -con un pequeñicimo sonrojo en sus mejillas-, la rubia se sonrojo rotundamente y empezó a hurgar en el botiquín.

-Lo mismo que debes haber echo tu, hable de mas. -Manifestó esta restándole importancia. Este la miro con una sonrisa forzada. - ¿Qué le dijiste?

-Defendí a su hija - Dijo con una sonrisa hacia la rubia, esta lo miro atónita - Aunque creo que le dije insensible, tal vez me pase. - Agrego rascándose su cabeza.

-¿Por qué.. Me defendiste?

-No es como si en realidad te hubiera defendido, solo creo que es un insensible por decir que su hija no podía olvidar a su madre, ¿Cómo se le ocurre a ese idiota que querrías olvidarla? - Dijo este que cerro los ojos con dolor mientras la rubia le colocaba una venda en su mejilla.

Hubo una pausa mientras esta lo curaba.

-Pensé que estabas intentando llevarte bien con él - Dijo la rubia mientras volvía sus manos al botiquín blanco cerrándolo. El pelirrojo se encogió de hombros.

-Lo hubiera intentado pero, no me agradan los hombres como él. - Dijo sin iteres y volvió su mano a su mejilla ahora con una venda - Gracias pero.. - hizo una corta pausa - ¿Por qué me ayudas? Pensé que me detestabas. - Este la miro curioso.

-Cualquiera que es enemigo de él es amigo mió. - Explico la ojiazul con una hermosa sonrisa y un ligero sonrojo en sus mejillas, este la miro sorprendido pero satisfecho.


Tarde en hacer este Cap pero no lo pude evitar *-*

Ayuden a Val a seguir esta historia con sus reviews :D