Este título corresponde a la segunda parte de Wilhemina Snape ...

Disclaimer los personajes de Harry Potter pertenecen a Rowlin... Mina y los demás son mios

Capitulo 1

El enorme barco disfrazado mágicamente como un viejo buque fantasma se aleja del muelle donde aun permanecen familiares y amigos de los pasajeros, algunos todavía diciendo adiós con la mano y lágrimas en los ojos.

Aparentemente impávido, sin expresar emoción alguna, Severus Snape con la vista fija en el ahora puntito en el horizonte aprieta con fuerza los puños dentro de los bolsillos de su abrigo, el momento de verla partir se había adelantado, al principio creyó que por una estupidez, por ridículos celos, más cuando se puso a analizar lo dicho por la joven se dio cuenta que era algo necesario.

Dio media vuelta cuando el puntito desapareció y los últimos magos y brujas comenzaban a dispersarse, charlando sobre que hacer el resto de la tarde, algunos riendo, otros consolándose, él estaba de nuevo solo.

—¿amo profesor?— Jumble se encontraba a su lado, estaba tan concentrado en acallar su dolor, sus ganas de subir al ridículo crucero, tomarla en brazos y obligarla a quedarse con el no dos meses, sino toda la eternidad que no se había percatado de la presencia de su sirviente.

— ¿que haces aquí? te ordené quedarte en casa— gruñó echando a andar y dejando al enano unos pasos atrás.

—Lo se amo profesor, ya me castigué por desobediente— extendió su manita vendada —pero quería ver partir a la amita, quería ver que usted estuviese bien...— musitó apenado.

—en lo que cabe estoy bien, así que vámonos ya— tratando de sonar indiferente, entro al restaurant donde casi un par de horas atrás se despidiera de la chica — ¿quieres comer algo?— Jum negó con tristeza y la mirada fija en el suelo —bien— se acercó al encargado —necesito utilizar su red flu— gruñó de manera tan baja que el hombre apenas le escuchó.

—Lo siento pero es solo para empleados— Severus sacó un par de monedas dejándolas disimuladamente frente al hombre —sígame— susurró tomando el soborno y abriendo una puertecilla en el mostrador.

No tuvo mucho tiempo para sufrir su soledad, apenas se había sentado en su sofá favorito y paladeaba la que él planeaba fuera la primera copa de muchas más de whisky cuando tocaron a la puerta. Jumble abrió y Dumbledore lo saludó sonriente entrando sin ser invitado.

— ¡el hombre que me hacia falta!— soltó con una excesiva alegría — ¡empaca tus cosas, vas a pasar tiempo de calidad con tus amigos!—

Severus solo lo miró como si se tratara de un extraterrestre que estuviese cantando "noche de paz" con un sombrero de frutas y una falda tahitiana.

— ¿que esperas? la orden del Fénix tiene su primera reunión esta noche ¡no puedes faltar!—

— ¿Amigos?— resoplo a media voz — ¿la orden del fénix? Dumbledore o estás senil o esos caramelos de limón te han afectado—

—ni una ni otra amigo mío— se sentó en el diván que era donde Mina acostumbraba pasar sus tardes y veladas de lectura a su lado, Snape estuvo a punto de lanzarle un expeliarmus para que no profanara ese lugar con su persona —aunque el ministerio lo niega, hay pruebas contundentes de que Voldemort ha vuelto— esto ultimo lo dijo casi en murmullos —entiendo que tu entenada ya se ha ido de la casa—

—si lo sabes ¿por que quieres confirmarlo? ¿Solo porque no estuviste en el muelle para patearle el trasero y subirla más rápido al barco?—

—Amigo mío, ella se ha ido por el bien de ambos, no puedes realizar tu trabajo de espía con la hija de nuestro enemigo en casa—

—Claro, como si el Señor Tenebroso mantuviera una línea directa de comunicación con su hija— bufó cada vez más molesto —Mina ya se fue ¿no es lo que querías?—

—Sigue viva—

—Entonces ve, alcanza su barquito y húndelo— gruñó cerrándose a cualquier intromisión en su mente, donde ya el viejo director estaba más que destazado.

—Morirían inocentes— contestó casual —además se van a encargar de mantenerla ocupada en América—

— ¿A que te refieres?— ese comentario llevaba una amenaza velada.

—que va a estudiar hasta convertirse en una eminencia, van a corregir los errores que tenga en su educación, va a ser una persona con moral y valores para no ser lo que es su padre— recito Albus, Snape hizo un claro gesto de irónica incredulidad.

— ¿le van a hacer un lavado de cerebro? entonces ya lo tenias todo planeado—

—El mundo mágico lo vale, magos, brujas, seres mágicos que están a merced de su padre, nuestros amigos—

—yo no tengo amigos, nunca los he tenido—

—al menos te considero como el más confiable profesor y si, para mí eres mi amigo—

—Entonces tienes un concepto muy extraño sobre la amistad—

—Severus, no estamos aquí para debatir ese tema— fastidiado pero sin perder su buen humor el anciano se puso de pie — ¡anda! has tu equipaje para llevarte a nuestro nuevo centro de operaciones—

—Preferiría llegar minutos antes de la reunión, si el Señor Tenebroso me tiene vigilado, no quiero que sospeche por un viaje inesperado tras la partida de su hija— cruzó la pierna casual, impregnando su vaso con el liquido ámbar haciendo un movimiento suave de la mano.

— ¿te tiene vigilado?—

—Tal vez, la última vez que nos encontramos no estaba muy feliz conmigo— dio un pequeño trago —llegué tarde con dos horas y además de todo no le di muy buenas noticias de su inútil hija—

— ¿Por eso no tuvo problema alguno en que se fuera del país?—

—Le dio igual, una hija sin poderes especiales es como un mortífago más, aunando a que debería entrenarla mientras se recupera...—

—pero Harry dice que está completamente restablecido—

—Harry es un niño asustado ¿que esperabas? vio como Peter mató a su compañero, le utilizaron para un conjuro fallido...—

— ¡Pero lo enfrentó en duelo! ¡Vio las reminiscencias de sus últimos asesinatos!—

— ¡Albus por favor!— con fastidio Snape se reclino hacia él —si alguien en esta habitación lo sabe mejor que nadie eres tú, que eres el único mago que puede contar que sobrevivió a un duelo con él— ¿como pudo sobrevivirle un mocoso de quince años?—

—Es Harry— balbuceo tontamente el anciano.

— ¿y eso le da inmunidad? ¿Algo especial?—

—La protección de Lilly— soltó con voz baja, el nombre amansaría a su alterado acompañante.

—Lilian solo aplazó su muerte, extendió su agonía ¿no lo notas? el chiquillo tiene la peor de las vidas; una buena lección que su padre debería estar presenciando—

— ¿te parece justo regodearte en el dolor del niño por el odio que tienes hacia su padre?—

—no me regodeo en nada, simplemente digo que sería interesante utilizar un gira tiempo para traer a James y vea lo que es estar del otro lado de la varita—

— ¿serias capaz?—

—No soy tan buena persona como para reunir al huérfano con el vago de su padre— sonrió burlón —aunque seria interesante que el chiquillo conociera realmente de que tipo de escoria proviene—

— ¡Severus!—

— ¡que! tu llevaste la conversación a este nivel... además ¿no dices que confías en mi? te estoy siendo honesto—

—desafortunadamente lo se, y eso me entristece amigo mío— suspiró el anciano —ver como te hundes en ese odio sin remedio—

—Y aunque tuviese una tabla salvavidas, creo que serias capaz de patearla para seguir viendo como me hundo, para ti mis deudas con la vida aun no han sido suficientemente pagadas—

— ¿me crees tan inhumano?—

—haber— fingió contar con los dedos —dejaste a un huérfano supuestamente héroe de la guerra, en manos de los peores seres humanos, indefenso en poder de unos muggles desalmados; a la niña la has ocultado y maltratado alejándola del lugar que ella llamaría hogar, de sus amigos y de su mismo país desde que llegó a tu colegio, además de que la dejaste a cargo de un mortífago ¿adorable? no lo creo —suspiró —manipulas al ministerio a tu antojo teniendo en tu poder la vida de muchos de los que dejamos por nuestra decisión las filas mortifagas y eso lo dejaste bien claro hace meses— sonrió —posees el poder que él quiere...¿entonces peleas por la libertad del mundo mágico o por mantener ese poder en tus manos?—

Dumbledore no contestó, se levantó con pesadez del diván y se dirigió cabizbajo hacia la puerta, dejando un papelito en la mesilla a un lado de Snape.

—esa es la dirección, te esperamos antes de las ocho de la noche— y salió en silencio, abrumado por las acusaciones recibidas.

— ¿Amo profesor?— curioso y con los ojos enrojecidos Jumble asomó la enorme cabeza por la esquina de la puerta — ¿le sirvo su cena?—

—no, puedes irte a descansar—

—pero la amita me dijo que...—

—solo esta noche no me la menciones ¿quieres? por una noche quiero pensar que estoy completamente solo como antes— dio un trago a su vaso — además voy a salir—

— ¿quiere que le acompañe profesor?—

Meditó por unos segundos el ofrecimiento del pequeñajo, nunca había visto o conocido a algún elfo domestico tan entregado a su labor, tan integrado a sus amos ¿acaso era parte de la misión de Mina? ¿Demostrar que no existen diferencias entre especies? ¿Que finalmente una elfa o al menos una media elfa podía amarlo y entregarse sin importarle la pureza de su sangre? ¿O que un simple sirviente podía ser el mejor de sus apoyos morales?

—Busca el mejor de tus abrigos, no quiero que piensen que te maltratamos— respondió a media voz, el elfito sonrió y asintió desapareciendo.

Llegó a la casa con dos horas de antelación, ubicada en un barrio muy sencillo para ser la base secreta de la orden del Fénix dudó unos instantes, oculto entre los matorrales de un parquecillo rodeado de varias casas donde sus habitantes se disponían a cenar o se relajaban viendo la televisión. Jumble miraba sorprendido sin hacer un solo movimiento o ruido que lo delatara.

—lee— ordeno Severus enseñándole el papelito que le dejara Albus, en ese instante el pequeñajo vio como se abría entre dos casas el espacio ocupado por una muy oculta y en claro abandono.

— ¿va a entrar ahí amo profesor?— titubeo preocupado con sus enormes ojos alertas revisando su entorno.

—Vamos a entrar— le dio un suave empujoncito y subieron las escaleras, la puerta se abrió sola y entraron, dentro estaba oscuro y en silencio.

—creo que llegamos muy temprano amo profesor—

—Pero ya sabes...— comenzó a responderle y el indolente enano lo interrumpió.

—Si amo profesor... cinco pasos— Snape intentó no sonreírse, era un excelente apoyo ese pequeño.

— ¿¡Que haces aquí invasor!?— un sucio, anciano y el más feo de todos los elfos domésticos en el mundo se interpuso entre Jumble y la puerta que daba a la cocina, lo vio de pies a cabeza, con asco al darse cuenta de que vestía ropas limpias y nuevas, que no llevaba un sucio jergón y lo más notorio, que caminaba a un lado de su amo, no atrás como dictaban los cánones de la esclavitud domestica elfica.

—Viene conmigo, llévame a donde se encuentren reunidos— ordeno Severus ignorando el exabrupto de Kreacher.

—El profesor Albus se encuentra en las cocinas con el amo Sirius— gruñó el elfo —ese sucio traidor a la sangre, inmerecedor de...—

—Así que esta es la casa de la honorable familia de los Black— siseo Snape con desprecio —entonces te concedo toda la razón enano— se dirigió a Kreacher que recibió complacido los comentarios del visitante.

—La ama estaría devastada— gimió el enano — traer a toda esa basura traidora a la sangre, a los sangre sucia y a los mestizos que...—

—Suficiente Kreacher— Sirius lo miraba desde la puerta de la cocina — ¿tan temprano Snape?—

—La curiosidad me hizo llegar antes— contestó pasando a su lado sin siquiera mirarlo, Jumble lo imitó siguiéndolo en silencio.

— ¿acostumbrándote a tus sirvientes? dime ¿y tu pequeña entenada?— sonrió con burla —a este paso vas a rodearte de la crema y nata de los desposeídos—

—Sirius por favor— Albus lo acallo discretamente, estaba sentado a la mesa, con una taza de te en las manos —me alegra que llegaras tan temprano Severus—

—La niña necesita dinero para cuando llegue a América, así que fui a Gringotts a disponer de su cuenta y terminé más temprano de lo que supuse— se sentó frente al anciano, Jumble se mantuvo respetuosamente de pie tras él.

— ¿Podrías despacharlo?— despectivo Sirius se sentó a la cabeza de la mesa —no confío en los domésticos—

—Créeme que le eres tan desagradable como él a ti— contestó Snape —pero no puedo apartarlo, Wilhemina le ha dejado ordenes explicitas de acompañarme, servirme y sobre todo resguardar mi seguridad— sonrió de lado —beneficios de haber sido el guardián de la hija del Señor Tenebroso, toda creatura le teme—

— ¿Guardián?— la sonrisa de Sirius se torció lasciva —me han dicho que es una zorrita deliciosa ¿no despertó tus viejos instintos quejicus?—

— ¡Sirius por favor!— Dumbledore dio un golpe en la mesa —lo que menos queremos por ahora es tener disputas internas ¡guárdate tus comentarios por ahora!—

—Por favor Albus, déjalo... los perros ladran cuando algo los inquieta— sonrió con burla —posiblemente una pulga le esté picando en este momento y no encuentra la manera de desahogarse ¿o será acaso que su amiguito el lobito le preocupe? sé que lo designaste espía de Wilhemina por un tiempo—

—no contestaste mi pregunta quejicus— gruñó Sirius.

—la hija del Señor Tenebroso... es deliciosamente atractiva— siseo mirándolo de frente —un bocado exquisito sobre todo siendo la hija de "él" ya que si no mal recuerdo hasta tu madre y primas se arrojaban a sus pies buscando que... las atendiera— sonrió de lado —un bocado al que no cualquiera puede aspirar y mucho menos, pensar en tocar uno solo de sus cabellos, por lo menos esa es mi orden hasta ahora— siseo mirando de lado a Albus —nadie debe acercarse a la niña—

— ¿te ha dicho el porque?— ansioso el anciano se olvido de su pasado exabrupto.

— ¿tu das explicaciones? él no acostumbra hacerlo, la niña no debe tener contacto alguno con nadie, es decir... en el tenor que canuto ha expresado tan caballerosamente—

—Considerando que todavía es una niña—

—ha cumplido ya los dieciocho, más recuerda que como media elfa ha crecido un poco más de lo normal—

—Supongo que babeas cada vez que ese pastelillo pasa frente a ti quejicus— siseo Black malhumorado.

—créeme que he tenido la suficiente actividad como para no tener esas necesidades... aunque tú, estando tanto tiempo en Azkaban y apestando como apestas, dudo mucho que alguien se te acerque, aunque sea para alimentarte— sonrió —quizá por eso valoras tanto al lobito, porque sea el único que te soporta—

— ¡Con Remus no te metas!— vociferó Black levantándose de golpe y pegando con el puño en la mesa, Jumble de inmediato se plantó a un lado de su amo.

—Entonces Albus, como te decía— siseo ignorando a Sirius que bufaba de enojo con la mirada fija en el elfito que también lo miraba de hito en hito —si tienes planeado hacerla "socializar" lo mejor es que te olvides de intentarlo, si no quieres que tu enviado muera o desaparezca, su padre no quiere verla mezclada en estupideces románticas, cero enamoramientos o amistades que sean su punto débil—

— ¿aislada? va a convertirla en una sociópata como él—

—Quizá— se levantó con parsimonia —tiene guardianes vigilándola, no puedo decirte quienes son pues ni yo mismo lo se— suspiró —así que si me disculpas debo retirarme, te he informado lo que he averiguado, ahora debo evitar que me descubran—

—Gracias Severus— el anciano se levanto siguiéndolo —no sabes cuanto valoro que te arriesgues tanto por la causa—

—valora más que visite este chiquero— respondió mirando de reojo a Sirius que respiraba agitado, aguantando las ganas de lanzarle una maldición — prefiero el castigo por sospecha de parte del Señor Tenebroso que respirar el mismo aire que Black—

— ¿cuando van ustedes a...?— Snape lo interrumpió

—nunca lo sueñes Albus, ni siquiera es una posibilidad remota— se detuvo en la puerta —Jumble vámonos—

—Si amo profesor— el elfito siguió a su amo sin quitar la vista del mago ex—convicto.

—estás en el lado equivocado enano— farfulló Sirius.

—Eso es algo que un traidor a la sangre no puede juzgar— intervino en voz baja Kreacher —Jumble, eres bienvenido y cuando nos visite tu amo me gustaría que charláramos—

—Claro— respondió Jum aproximándose a Snape.

—Dumbledore, me retiro— y tan solo con pisar la escalera de la entrada amo y sirviente desaparecieron.

—Snape se esconde algo Albus, puedo sentirlo— furioso miraba al anciano director desde el pie de la escalera.

—no creo, desde lo de Lilly ha sido fiel a la causa— suspiró el mago cerrando la puerta —solo que no te soporta— sonrió de lado —cosechas lo que siembras Sirius—

—se que la chiquilla no es tan dulce y tierna como la pinta Snape, me lo contó Harry por carta—

—Harry ha estado bajo mucha presión Sirius, pero coincido, Wilhemina es una bomba lista para explotar, así que urge desactivarla—

—Supongo que ya has puesto a trabajar a tus contactos en la Universidad de Ohio—

—No del todo, el Decano Wellers se va a encargar de ello— suspiró —ahora a esperar al resto de los integrantes de la orden para ponerlos al tanto sobre lo que nos ha dicho Severus—

—yo los pondría también en alerta amarilla, quien tu sabes ha regresado y de ello no hay duda—

—Paciencia amigo mío, paciencia—

Comentarios

Bienvenidos y bienvenidas a este primer capitulo de la segunda parte de la zaga de mi Mina; como se han dado cuenta, la historia por ahora va a ser contada por la perspectiva de nuestro adorado Severus, además estamos divorciándonos en cierta manera de la línea original, tomaré parte de "La orden del Fénix" pero no todo, las cosas se van a poner fuertes, la guerra va a comenzar y lo mejor de todo, el lado oscuro va a llevar mucho la de ganar, dificultando las cosas entre "minina" y Sev.

Se agradecen los comentarios respecto a la historia.