Nota: escrito para una especie de "evento" del tag de Latin Hetalia en Tumblr.
Setting: Humanverse
Pairing: onesided BolVene
Disclaimer: Los personajes no son míos.


Friendzoned

Era una tarde soleada, si bien corría algo de aire. No hacía ni demasiado calor, ni frío tampoco. Era agradable. Julio se encontraba sentado en unas mesas al aire libre, frente a él la laptop. Todavía tenía mucho tiempo para entregar aquel trabajo, pero si ya no tenía nada mejor que hacer, podría aprovechar ese tiempo para avanzarlo en lugar de tirarse al pasto a fumar pasto como sus compañeros de facultad acostumbraban. Ah, la vida universitaria. De preferencia iría a su casa, nunca le gustó desperdiciar su tiempo en el campus de su uni, pero más tarde tenía otra clase y no le alcanzaba el tiempo. Vivía a media hora de ahí.

Primero no notó cuando ella se sentó frente a él, pero cuando por fin se percató de su presencia, no pudo evitar sonrojarse. María le sonrió de vuelta (siempre esa maldita sonrisa coqueta) y le preguntó que qué hacía. Julio respondió, logrando mantener la calma, y de ahí fluyó una conversación tranquila y sin tanto contenido. No iban en el mismo ciclo, ni siquiera estudiaban lo mismo, pero por azares de la vida se conocieron y de alguna manera se podía decir que se amistaron. No eran mejores amigos desde luego, pero se llevaban bien. A María le agradaba la manera de ser y pensar del chico y Julio… Bueno, a Julio le gustaba María en sí.

María apoyó el codo en la mesa y la cabeza en la mano, volviendo a sonreírlo. Julio sintió su corazón latir un poquito más rápido y su rostro ponerse un poquito más caliente. La chica hablaba de una película que había salido hace poco y no notaba como por dentro los pensamientos de Julio corrían y trabajaban a todo vapor. Así que una película.

-Oye, ¿y si la vamos a ver el viernes que viene? –soltó tras darse valor, viendo como la chica ponía un rostro pensativo, probablemente tratando de recordar si ya tenía planeado algo ese día.

O pensando cómo decirle que no

-Claro, ¿por qué no? –contestó María con tono jovial, poniéndose derecha a la vez que echaba su cabello hacia el otro lado de su cuello-. ¡De hecho me parece una idea genial!

Julio sonrió, ya algo más confiado, y asintió. Esperaba que su expresión facial no lo delatase lo aliviado y a la vez lo emocionado que estaba.

-Sí, podríamos ir en la tarde para que no haya tanta gente… y luego a comer algo, ¿no?

-Sí, sí, sería chévere –continuó María animada-. Y podríamos invitar a Francisco, a Manu, a Miguel e incluso a la Cata.

-Ah… Sí…

-Será una salida linda –musitó ella y se puso de pie, tomando su mochila para irse a su siguiente clase-. Te escribo luego y quedamos, ¿sí? Si quieres yo lo organizo y así no te estresas con tu trabajo.

-Gracias, eso sería… amable –respondió Julio como en automático y su amiga le dedicó una última sonrisa antes de irse apurada, pues ya se le había hecho algo tarde.

Julio cerró los ojos y esperó unos segundos mientras lo asimilaba. Luego se echó a reír frustrado.