Título: The Golden Snitch

Personaje: Harry Potter, Draco Malfoy

Rating: PG

Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. Nadie gana ningún beneficio económico con esta historia

Resumen: Harry y Draco en su luna de miel, corriendo para no perder The Golden Snitch.

The Golden Snitch

–Oh no, Draco corre, corre, lo perdemos, lo perdemos –gritaba Harry, jalando a Draco por una mano.

–Harry, ya arrancó. No hay nada que podamos hacer salvo quedarnos aquí por un día más. Además había dejado mis maletas en el hotel, no me pienso ir sin mi equipaje. No veo por qué estás tan apurado, ¿acaso no te gusta este lugar? –gruñó Draco. Deteniéndose y cruzándose de brazos.

Harry se detuvo también, suspiró y miró al barco que salía del puerto, "Golden Snitch", el crucero en el que viajaban por su luna de miel. Draco no veía cual era el problema de quedarse una noche más ahí, a Harry parecía gustarle mucho el lugar ayer.

–Hmm, no sé porque ahora estás tan apurado en irte, cuando sabes que fue tu culpa que hayamos perdido el barco. ¿Quién no me dejó salir de la cama esta mañana sino hasta las diez, hora en la que el barco zarpaba? –Draco Malfoy, con los brazos cruzados lo fulminaba con la mirada, ese Potter lo había hecho correr tanto para nada.

–Draco, lo siento, pensé que atraparíamos la snitch –dijo Harry, resignado.

–No sé porque tienes que llamarle de ese modo. En la agencia de viajes ni siquiera viste lo que ofrecía el crucero, sólo por el nombre lo elegiste.

–Es que me gusta su nombre. "Snitch", "snitch", "snicth".

–Suena a nombre de perro –espetó Draco de mal humor.

Harry empujó al rubio contra sí y lo abrazó, mientras murmuraba en su oído. –Hmm, Draco, no te enojes, perdóname por haberte sacado de esa forma del hotel apenas haberte hecho el amor y por haberte hecho correr por toda la playa con este sol torturando tu blanca y hermosa piel y quemando tus pies, pero quería pasar esa noche en el barco, ya viste todas las comodidades que nos ofrece –ya Harry estaba besándolo, Draco se relajó en sus brazos y se dejó hacer–. Ahora regresemos al hotel a continuar con lo que hacíamos. Mañana en la mañana tomaremos un avión hacia el próximo destino del Golden Snitch y estaremos bien.

–Está bien, Harry, te perdono. Pero apenas lleguemos al hotel, haces lo que yo quiera. Y me apetece un Potter atado.

–Uh, ¿te refieres a un Draco Malfoy-Potter? –se burló Harry.

–No seas idiota, sabes a quién me refiero, y lo vas a hacer, Harry, prométemelo.

–Claro –Harry sonrió, Draco no aguantaba mucho de todas maneras.

Siguieron conversando y caminando por la playa de vuelta al hotel, agarrados de las manos, como una feliz pareja de recién casados que eran.