Disclaimer: Shaman King (Mankin) NO me pertenece a mí sino al señor Hiroyuki Takei.
Advertencias: Pilika.
Pareja/Personajes: Horo + Pilika
Acotaciones:
¡Hola! :D
A ver cuántos de ustedes se dieron cuenta de que no me puedo resistir a publicar cosas relacionadas con esta niña, pero es que ella me puede.
A mí personalmente me da un poco de pena Horokeu, pero es el precio que tiene la hermandad y esas cosas cursis que tienen que ver con los hermanos.
A decir verdad no dije ninguna cosa útil, como suele suceder, así que les dejo esta divagación delirante que está cortita, pero para que sepan que sigo viviendo, escribiendo en las profundidades de los abismos marítimos (¿?).
Tergiversación
Horokeu sintió su cara completa ponerse roja, pero en vez de salir corriendo, como suponía que haría cualquier hombre en su posición, únicamente suspiró y carraspeó para aclarar su garganta.
Había dicho algo de lo que terminó arrepintiéndose casi al instante de pronunciar la primera palabra, pero como lo hecho estaba hecho y como tenía la atenta mirada de su hermana, perpleja, observándole, decidió enfrentar la situación como corresponde a un verdadero hombre.
La ainu perspicaz, sin embargo, sonrió de oreja a oreja luego de procesar por completo lo dicho con anterioridad, terminó intimidando del todo al mayor y, en conclusión, mandó la determinación de este a un lugar muy, muy, muy pero muy lejos de allí.
-Entonces… ¡Lo amas!
-¡No!-saltó el norteño, con un sonrojo aún peor que el primero en la cara-¡No dije eso!
-¡Lo amas! ¡Lo amas! ¡Lo amas!-canturreó ella, sin dejar de sonreír.
-¡No!
-¡Lo amas!
-¡No!
-¡Lo amas!
-¡No!
-¡Tú estás enamorado de Ren!
-¡Tan sólo dije que no me molestaría compartir habitación con él por hoy mientras ustedes, niñas tontas, hacen su estúpida pijamada!
Pilika pareció resplandecer con ese comentario, pues su sonrisa empeoró, ensanchándose.
-¡Lo deseas!
-¡También!
-¡AJÁ!
-¡No! Espera… ¡No quise…! ¡No quería...!
Pero era demasiado tarde, la niña había echado a correr por los pasillos de la pensión En, permitiéndole a cada uno de sus habitantes el enterarse del chisme semanal, haciendo hincapié en el irrefutable hecho de que su hermano estaba perdidamente enamorado de otro hombre con el cual deseaba dormir hasta que se acabaran las horas.
-Oh, demonios.
En serio… En casos como esos, Horo-Horo deseaba haber tenido un hermano varón.
-¡Lo ama! ¡Lo ama! ¡Lo ama!
O haber sido hijo único.
