Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Capcom, excepto Raven.

Advertencia: Todos los personajes han cumplido un año de edad en comparación con la última entrega del juego de MegaMan Starforce.


Capítulo 1: La lluvia del cometa


Poco a poco el sol se veía desaparecer en el horizonte, envolviendo a toda la ciudad con su última manta de luz y calor, incluso con su ausencia el frió no reinaba al contrario un aire agradable, cálido y a la vez frió cubrían el observatorio de la escuela. Apoyado en la baranda se encontraba Geo mirando el cielo con impaciencia, ya quería que fuese de noche.

-Aún faltan cinco horas Geo… -suspiró una voz dentro del VG hunter del castaño, el chico no le prestó mucha atención por lo que tardó un tiempo en responderle a su compañero EM.

-Lo sé, Mega, pero aún así no puedo esperar, estoy emocionado, ¡será la primera lluvia de meteoritos que he visto en mi vida!

(N/A: Esta historia está basada en el juego, por lo que Geo jamás ha visto una lluvia de meteoritos, siendo que en el anime si)

El alienígena AM se materializa a su lado.

–Gran cosa… -suspiró éste-, comparado con todas la peleas que hemos tenido… además ya hasta hemos ido al espacio, sigo sin entender porque te sorprende tanto…

-¿Qué tiene de malo? Al fin y al cabo tenemos que tomarnos un descanso de vez en cuando –respondió algo serio el chico.

-¿¡Descanso!? ¡Por favor! ¡Si han pasado tres meses desde la última pelea!, ¡hasta los virus han dejado de aparecer…!

-Lo cual es mejor –le interrumpió el chico aun un poco serio–. Es bueno saber que el planeta no está en peligro, que las personas estén a salvo… -el chico volteó hacia el horizonte pensando en lo ocurrido en su última pelea contra Rogue, éste se lleva la mano al pecho recordando como la espada atravesó su pecho, Omega-xis lo mira algo preocupado, a nadie le gustaba recordar ese momento…

-Aun no puedo creer que te hayas dejado vencer ¡Y solo por ese idiota! –exclamó furioso Mega, jamás le perdonaría ¿Cómo podría hacerlo? Le había matado, y enfrente de los ojos de él y sus amigos–. Si vuelvo a verlo… ¡Me encargare de que muera en mis garras!, ¡le haré pagar caro!

-¡Mega ya basta! –gritó Geo con rabia

-¿¡Por qué le defiendes!?, ¿¡qué no recuerdas lo que te hizo!?

-Sí… lo recuerdo pero aún así el cumplió con su promesa…

-¡SÍ, PORQUE QUERÍA MATARTE CON SUS PROPIAS MANOS DESPUÉS!, ¡le dejaste ganar esa vez por eso quiere hacerlo él! –nadie dijo nada en un tiempo.

-Es curioso…-suspiró Geo, el alienígena le mira sorprendido, ya no estaba molesto al contrario éste estaba calmado–, él pudo no haber cumplido su promesa…pero aun así todos se arriesgaron tanto por mí… especialmente tu Mega… -el oji-café volteó hacia el ser EM con una sonrisa–. Lamento el miedo que les hice pasar, tal vez nunca sepa por qué, pero en cierta forma todos esos combates… nos ha vuelto fuerte a los dos…

Omega-xis no dijo nada, prefirió dejar el tema de lado, era lo mejor…pero… Algo pasó por su mente "¿Qué había pasado con él tras el incidente?" El había desaparecido, de hecho no había mostrado ni la más mínima señal, "Espero que esté muerto…" pero sabía que eso era muy poco probable "Ese tipo es igual que la mala hierba, nunca muere."

-En fin…supongo que está bien tener algo de calma…de vez en cuando…-suspiró rendido, a lo que su compañero humano le sonríe- ¿Qué te hizo cambiar de parecer?

-No hablaré del tema…-sin más Mega se cruzó de brazos y miró hacia el horizonte junto con Geo.

Las horas transcurrieron lentas, hasta la misma escuela ya había cerrado, pero no importaba al ser un estudiante, el podía permanecer en el observatorio todo el tiempo que quisiera. La noche los cubrió con su agradable manto y dentro de poco las estrellas de luz retomaron su cielo nocturno, ya solo faltaban unos minutos para que la lluvia comenzara, ya seria media noche dentro de poco. Los minutos se hicieron más largos llegando a parecer horas, incluso días, la impaciencia del chico y el alienígena aumentaban, fijos en el oscuro y a la vez brillante cielo, ninguno notó que ya no estaban solos, cerca del sembradío una sombra los miraba fijamente, esta comenzó a retroceder hasta que sin querer pasó a golpear una de las herramientas de jardinería, de seguro algún niño había dejado olvidada aquella pequeña pala. Geo y Mega voltearon al oír el ruido ambos se sorprendieron, la figura encapuchada retrocedió asustada

-¿Quién eres tú? –preguntó Mega en tono amenazante, ya que podría tratarse de algún enemigo-, ¿acaso quieres pelear?

-L-lo siento, no sabía que este lugar tenía dueño –respondió mientras temblaba un poco, por la voz Geo supuso que era una chica, pero son podía ver su rostro ya que una capucha azul la tapaba, al ver esto el chico se acercó lentamente–. Por favor no me lastimes…

-Tranquila, no voy a lastimarte –la chica levantó la cabeza dejando ver dos ojos azules.

-¿E-enserio? -preguntó no muy segura a lo que el chico extendió su mano hacia ella con una sonrisa.

-Confía en mí -un poco de tiempo pasó hasta que ella se decidió a acercarse tomando lentamente su mano.

-Soy Geo Stellar –la chica tardó un tiempo en volver a hablar, acercando su mano a su cabeza esta terminó por chitarse la capucha, era de su edad, tenía el pelo de un suave castaño claro, casi en tono miel un poco más debajo de los hombros y con una pequeña pluma colgando de dos mechones de opuestos lados, algo pálida, lo que más le llamo la atención fue las dos marcas que llevaba en sus mejillas, eran dos triángulos invertidos de color azul que las cubrían total mente hasta que las puntas desaparecían en el cuello de su sudadera azul. Sus pantalones eran blancos con un banano amarillo al cinturón y por último un par de zapatos azules y se suela blanca.

-M-me llamo Raven –respondió aun un poco insegura.

-Encantado de conocerte Raven –le sonríe el chico, sorprendiéndola, pero al final ésta imita el gesto.

-Igualmente… -Mega no tardó en hacer su aparición viendo a la chica de reojo.

-Oh, y él es mi wizard, Omega-xis.

-Con Mega está bien –la chica sonrió con ternura.

-Encantada de conocerte Mega.

-Lamento haberte asustado hace rato -contestó el castaño.

-Este bien…Geo, es que no esperaba a nadie aquí y menos a estas horas.

-Jamás te había visto en la ciudad ¿Eres nueva? –Raven negó con la cabeza.

-No pertenezco al desierto estrella, la verdad es que solo vine a ver los meteoritos…

El chico se sorprendió, aquel desierto quedaba extremadamente lejos, tardaba mucho tiempo en ir para allá. Era conocido por ser un desierto fértil, a pesar del calor la gente de la aldea estrella, su único pueblo, había logrado sobrevivir aprovechando el calor a su favor y aprendiendo sobre la tierra. Geo no conocía esos métodos o la forma en que trabajaban pero sin duda sentía un poco de admiración ante aquella gente, solo se preocupaban de su tierra y en ayudarse mutuamente, además de ser muy esforzados en lo que aman. Según había oído.

-¡Increíble! ¿También te gustan las estrellas?

-Por supuesto, me encantan, al oír de la lluvia no pude dejarlo pasar, también escuché de este lugar pero… -ésta tomó una pequeña pausa algo triste–, creo que solo los estudiantes pueden subir aquí…por eso entré a escondidas…

En realidad eso no era cierto, el chico sabía que podías acceder al observatorio incluso sin ser estudiante, entonces recordó lo que paso hace poco, estaba asustada… "Quizás esa debía haber sido la razón en primer lugar" pensó el chico.

¿Por qué tendría miedo en primer lugar?

-¿Oye te gustaría verlas conmigo? – la oji-celeste sonríe ampliamente.

-¡Claro! –exclamó ésta alegre.

Ambos se sentaron esperando el momento en que las luces cubrieron el cielo, una tras una las luces pasaban por el cielo, ambos chicos miraban con asombro el cielo, Mega no prestó mucha atención, la verdad es que su mirada estaba fija en la chica, por alguna razón sentía algo extraño en ella, lo hacía dudar "¿Donde e sentido antes esta aura EM…?" Raven apartó por unos momentos la mira del cielo, tras observar a Geo por un tiempo esta sonríe "Parece que eres una buena persona al final…"

Cuando la lluvia concluyó ambos chicos salen del instituto, ya en la calle ambos miran el cielo por última vez para luego despedirse.

-Te agradezco mucho por todo Geo –respondió sinceramente la peli-castaño.

-No, fue un placer, me gusto pasar tiempo contigo -sonrió el chico–. Espero que nos volvamos a ver.

-Estoy segura que nos volveremos a ver, si el destino lo quiere –ambos se dan la espalda mientras comienzan a irse en direcciones opuestas dándose un ultimo adiós con las manos en lo alto.

Mientras tanto muy lejos de allí, un gran cometa impactó contra la tierra, el cráter que había dejó irradiaba una luz púrpura y negra. Tras unos momentos el aura pierde su poder, de esta forma la oscuridad de la noche retomó su puesto, pero no por mucho, entre la oscuridad del cráter salen dos luces, una morada mientras que la otra era color negro intenso, disparadas hacia lo alto ambas comienzan a chocar, cada vez que esto ocurría las dos retrocedían, para luego volver a impactar contra la otra, la morada apenas tenía tiempo de reaccionar, mientras que la negra atacaba con fuerza. Al final tras el último impacto una gran explosión centelleante cubrió el terreno del desierto, cuando esta pasó, no había rastro de las luces, todo estaba en calma la única pista o prueba de la llegada, era el gran cráter del suelo oscuro.

El sol no tardó en entrar por la ventana a espaldas del chico que yacía dormido, sumido en un profundo sueño éste no parecía prestar atención a las llamadas del alienígena, mientras este le llamaba para despertar su Hunter seguía sonando, sin más la gran pantalla apareció junto al chico durmiente.

-¿¡POR QUÉ ESTÁS DURMIENDO A ESTAS HORAAAASSSSS!? -sobresaltado el chico cayó al suelo golpeándose la cabeza, tras un gemido éste se llevó la mano a la cabeza.

-Auch… mi cabeza –se quejó el oji-café para que después lentamente estos comenzaran a cerrarse.

-¡DESPIERTA DE UNA VEEEEEEEEEEZZZZZZZZ! -volvió a gritar la voz sin más el chico se puso de pie rápidamente.

-¡Sí, señora! –exclamó éste tomando el hunter para luego enfrentarse a la mirada de furia de su amiga, este tragó saliva, se podía ver bien, Luna estaba furiosa mirándolo con aquella mirada de rabia, un escalofrió le recorrió la espalda–. Lo siento presidenta…

-Me has dejado esperando… ¿¡Me puedes decir dónde estás!? –Geo no dijo nada además de que no tardó en ponerse nervioso- ¡NO ME DIGAS QUE SE TE OLVIDÓ! –Rugió la rubia con fuerza mientras que otro escalofrió recorrió la espalda del castaño – Se supone que estarían aquí para ayudarme con la planificación para mi próxima campaña, Bud y Zack ya están aquí al parecer Jack tuvo que atender otros asuntos con su hermana.

"Al menos alguien se salvó de la muerte…" Pensó mega mientras escuchaba la conversación entre esos dos.

-¿Y qué hay de Pat? –pregunta éste, Luna tarda un tiempo en responder.

-No lo sé, parece que fue a Amaken, cuando hable con él se veía preocupado… -Geo la mira confuso. ¿Qué le ocurría a Pat?, aquello le preocupaba ya que habían tenido problemas con Mat en el pasado.

-Presidenta, por favor déjame ir a Amaken.

-Vas ir con él ¿No es así?

-Lo siento, te prometo que te lo compensaré, hablaremos de tu campaña otro día sin falta.

-Está bien ¡Y No vayas a romper tu promesa! –el chico solo le sonríe, Luna imita el gesto y corta, tras cambiarse rápidamente éste salió corriendo hacia Amaken, no se detuvo hasta tomar el autobús, al parecer uno había pasado hace poco por lo que no le quedo otra que esperar el siguiente, el cual tardo unos minutos en llegar. Tras el viaje, finalmente se encontraba en Amaken, este se acerco a la entrada cuando una gran explosión rompe las puertas del recibidor, afortunadamente este había logrado evitar los cristales rotos al tirarse al suelo al suelo. Alzando la vista este pudo ver el interior del edificio, estaba ardiendo, cubierto por una capa de fuego y humo.

-¿Qué paso aquí? – Antes de poder reaccionar Mega se materializa.

-¡Cuidado! –Grita este empujando al suelo nuevamente cuando un rayo purpura y amarillo lo golpea golpeando al alienígena contra el edificio al mismo tiempo que una nube de polvo lo envolvía

-¡MEGA! -grita Geo levantándose rápidamente y corriendo hacia su compañero, cuando la capa de polvo se disipó, éste le encontró tirado en el suelo y algunos restos de escombros que cayeron al chocar contra un edificio, en el cual se podía ver un pequeño cráter. El chico no tarda en llegar a su lado-, ¿¡Mega estás bien!? –algo cansado éste levanta la vista–. Ten cuidado chico -en lo alto del cielo una chispa de luz morada cayó en picada hacia ellos dos, pero antes de éste les golpeara un tornado aparece frente a ellos, golpeando a la luz y obligándola a retroceder.

-No esperaba encontrarlos aquí –les sonríe un hombre de celeste con grandes alas.

-¡Cycnus wing! –exclama el chico al verlo-. ¿Señor Dubius qué ocurre? –pero antes de que este pudiera contestar a su pregunta la esfera de luz permanece quieta en el aire, tras lanzar un rugido gran electricidad comienza a irradiar de su cuerpo al igual que la energía morada, disparando varios rayos en todas direcciones. Mega se levanta rápidamente entrando en el Hunter del chico a la vez que Cycnus comenzaba a contraatacar lanzando sus plumas mientras esquivaba volando los rayos

-¡Vamos chico no hay que dejar pasar esta! –Geo asiente, alzando el brazo con su Hunter en la muñeca este grita con fuerza:

-¡Transcode! ¡Megaman!-una luz lo envuelve, adquiriendo su armadura azul el chico va al ataque activando la carta de break sable, dando un gran salto éste ataca con el arma, pero antes de poder alcanzarle la luz se mueve rápidamente apareciendo a sus espaldas para luego volver a atacar con su potente onda de rayos el escudo verde aparece antes de que impactara en Megaman, rápidamente activa la carta de jet attack golpeando al enemigo que cae herido al suelo para luego ser acabado con el tornado de cycnus wing. Tras una capa de polvo se encontraba el oponente caído. Megaman y Cynus Wing llegan al suelo, el héroe azul levanta su buster cargando el disparo por si el enemigo volvía a levantarse

-¡Geo no lo hagas! –le gritó a sus espaldas una voz familiar, el chico se sorprende, al voltear descubre que era Pat.

-¡Pat! –exclama el chico de azul, mientras el oji café se acercaba Megaman alcanzo a divisar una pequeña quemadura que rompía el brazo izquierdo de sus ropas moradas, al parecer habia sido alcanzado por la corriente eléctrica de la luz amarilla/morada.

-¡Por favor no le hagas daño! ¡El…! –pero antes de que pudiera terminar un rayo de luz es disparado hacia el cielo y tras lanzar un potente rugido, éste se despoja de la luz que le rodeaba, dejando ver su verdadera forma.

-Ese es… -dicen asombrados Geo y Omega-xis, al ver al FM color amarillo-, ¡Gemini! –exclama el alienígena AM. El ser FM les miraba con odio, había algo extraño en el ambos compañeros lo sentían, su aura EM era extraña, muy diferente a la normal, de esta forma Mega no había logrado recocer a su antiguo "Compañero". Éste estaba envuelto por una luz morada del mismo tono oscuro que sus ojos.

La luz morada se volvió más potente, Gemini lanza un vuelve a rugir, pero esta vez era diferente estaba gritando de dolor.

-¿Qué le pasa? -pregunta el castaño preocupado.

-¡Gemini!, ¡tienes que calmarte!, ¡no dejes que te vuelva a controlar! –le grita el peli-verde intentando de que éste le escuchara, pero era inútil su voz era rodeada por sus gritos de dolor. Éste le mira con ira para luego ir a atacarle antes de que alcanzara a tocarle, Megaman se interpone recibiendo una descarga eléctrica, tras soltar un pequeño grito este retrocede con su pecho algo quemado.

"Pero que poder tiene, incluso al no tener el cambio de ondas con Pat "

Gemini retrocede para luego lanzar varios rayos más al aire, estos impactan en todas direcciones, destruyendo y reduciendo todo a su alrededor a míseras cenizas. Cycnus Wing intentó frenarle pero este desapareció de su vista para luego atacarle por la espalda, el cisne solo retrocede algo adolorido ante el ataque, a su lado aparecen dos patos negros y uno blanco, pero el FM no tarda en esquivarlos. Al pasar a su lado los tres patos son electrocutados para luego desaparecer, Gemini no se detiene y choca con el edificio creando un cráter en la pared de la construcción, tras caer al suelo este lanza un último gemido de dolor, la luz purpura desparece y el alienígena recupera sus ojos rojos.

-¡Gemini! –Pat corre hacia él.

-Perdona… -suspiró antes de perder la conciencia frente al chico, el cual se pone de rodillas intentando despertarle, no tenía sentido alguno intentarlo, cuando la luz había desaparecido su fuerza se había ido con ella.

Tras deshacer el cambio de ondas, el señor Dubius los llevó al interior del edificio, o lo que quedaba de él, el daño era increíble, habitaciones enteras, laboratorios destruidos cubiertos por aquella negra capa de carbón al igual que los pocos objetos que no habían desparecido bajo los escombros o los vidrios rotos, al ver esto Geo supuso que los ataques de Gemini habían comenzado un incendio, pero éste jamás pasó, él se había descontrolado y mientras avanzaba destruía todo a su paso "Increíble…pero… ¿De dónde salió todo ese poder?" Finalmente todos llegan al laboratorio del Sr Boreal, donde alguien más los esperaba.

-¡Papá! –contestó alegre el chico, por dentro se llenó de alivio, al parecer nadie había resultado herido. Kelvin se acercó a su hijo y le sonrió.

-No esperaba encontrarte aquí, Geo.

-¿Papá qué fue lo que pasó…? –su padre suspiró–. Hay problemas, graves.

-¿De qué clase? –preguntó serio y preocupado a la vez su hijo.

-Lo mejor será que lo veas por ti mismo –le dice el Sr Boreal mientras presionaba unos botones en el tablero, apareciendo ante la gran pantalla la imagen del cielo nocturno, no se veía ninguna luz hasta que pequeños rayos de luz cubrieron el firmamento, aquella escena ya era conocida por el joven, no había error, aquella era lluvia de meteoritos, pero el vídeo no había sido grabado en Sierra Eco, ese sitio era desconocido para Geo.

-La noche pasada gravamos ésto afuera de la ciudad, Amaken estaba encargado en la información de aquella lluvia de meteoros, y en nuestros análisis descubrimos otra cosa, estos irradiaban una gran cantidad de energía –explicó Aarón mientras el vídeo seguía mostrando el desfile de luces, nadie apartaba de vista el vídeo, siempre atentos a las palabras de éste-. Pero… todo se salió de control...

Por acto repentino las luces desaparecieron de la nada, pero no tardó en aparecer una gran llama negra y morada, esta permanecía en lo alto del cielo hasta que esta comenzó a desaparecer tornándose en una esfera de luz hasta que esta explota lanzando varios rayos oscuros a su alrededor, los cuales chocaron en el suelo avanzando hasta chocar con la cámara, porque tras esto la imagen se volvió borrosa, pero antes de que ésta se cortara algo mas había llamado la atención del peli-castaño, algunos habían salido disparados hasta desaparecer pero mientras estos desaparecían, la esfera había comenzado a caer.

-"¿Tú también lo viste verdad?" –le pregunta desde el Hunter su compañero, el oji-café solo se limita a asentir – "Era una presencia EM…"

-En aquel entonces Gemini fue golpeado por el rayo purpura –dice una voz seca y algo decaída, era el peli-verde, Pat, su amigo le mira triste mientras este comenzaba a explicar cabizbajo–. Gemini y yo… a pesar de todo lo que pasó… al final terminamos olvidando a Mat… por fin pudimos olvidar las batallas, pero aquella noche… el rayo estaba dirigido hacia mí... él me protegió…

-Yo también debí haber hecho algo… -responde apenado el Sr Dubius–. Tú te ofreciste a ayudarme y es por eso que estás en esta condición… pero a pesar de todo, Aarón y yo no pudimos hacer nada.

Todos guardan silencio analizando la situación. El chico estaba sumido en sus pensamientos, ésto era extraño, los rayos, la desaparición de los cometas y lo peor de todo el estado de Gemini. No tenían la información necesaria para saber más a fondo el tema, pero finalmente este sale de sus pensamientos decidido y añade:

–Señor Boreal… ¿dónde cayó uno de esos cometas…?

Mientras tanto en el techo más alto de Amaken, ocultos tras el gran satélite un hombre cubierto por una capa larga y gastada que le llegaba hasta los pies, de ojos grises intensos y pelo negro, observaba junto a un ser EM, era de ondas grises y blancas, delgado, de brazos largos que terminaban en grandes garras, su cabeza tenía la forma se una calabaza naranja con dos ojos amarillos atravesados por un corte cada uno, una armadura blanca de borde gris en el pecho, lo más curioso de este era la pieza que rodeaba su cuello haciéndolo parecer una bufanda roja.

-Maestro, hemos perdido al esclavo…-se queja el ser EM mirando al peli-negro.

-No importa -sonríe éste-, al fin y al cabo solo era una prueba, pero hemos obtenido mejores resultados, al parecer él no es el único que puede cambiar…

-Pero su cambio es diferente al de ese tipo, ya que tiene a ese alienígena…

-Olvídalo… -el oji-gris voltea, pero antes de marcharse este da un último vistazo hacia atrás-, por ahora vamos a prepararle una bienvenida a ese chico de azul…

-Sí, maestro –asiente el ser EM con una sonrisa sádica mientras le seguía, ambos son envueltos por una luz morada, la cual se los lleva dejando atrás a Amaken.


Fin del primer capítulo


Siguiente capítulo: El surgimiento de un nuevo enemigo amenazará todo, pero también un inesperado rencuentro se llevara "Lucha en el desierto".