Disclaimer: Vocaloid no me pertenece ni ninguno de sus personajes, esta es una historia sin fines de lucro sólo para entretener. Derechos reservados a sus respectivos creadores.

"Este fic participa en el reto de 'Amor Prohibido' del foro Mundo Vocaloid"

N/A: Helou pipul~ ignorando mi ingles nivel Miku, traigo mi segundo y último fic participante del reto, aunque este no quedo tan bueno como el anterior y creo que se lee un poco forzado… en cualquier caso, espero la lectura sea de agrado.

Título: Es pecado.

Summary: Y entonces siente los labios de su hermana sobre los suyo, los siente y no puede hacer más que corresponder. Aunque claro, eso era pecado.

Numero de palabras: 518


Lily llega a casa como cada tarde, entra y se da cuenta que cómo siempre, sus padres nuevamente no están. Suspira y se dice a si misma que ya se ha acostumbrado a la ausencia de sus progenitores y que no debería de sorprenderle que no estén, casi no lo han estado desde que ella tenía quince. Y de eso ya han pasado cinco años.

Escucha el sonido de unos pasos apresurados bajar las escaleras, y la ve a ella, a Gumi, su linda hermanita menor.

—Lily —dice el nombre de la chica con tanta emoción y tanto anhelo que le estremece.

Lily regresa el saludo y se dispone a subir a su habitación, mas unas palabras la detienen en el primer escalón.

—Hoy también practicaremos… —escucha detrás de ella, y Lily ríe, ríe porque practicaran algo que no es normal, algo que era pecado.

—Por supuesto.

Y entonces se va, se va antes de que en esas mismas escaleras de comienzo a la práctica, una enferma práctica.

Tira las cosas en cualquier lugar de su pieza, entonces se recuesta en la cama, meditando lo que sabe que ocurrirá en la noche, o mejor dicho en unas horas. Sabe que Gumi vendrá, se colara en sus sabanas mientras Lily le da la espalda; luego sentirá unas manos traviesas acariciar su vientre, y es en este punto en que Lily se girara y encarara a su hermana pequeña, la encarara y la besara con tanta necesidad como alguien perdido en el desierto deseando una gota de agua.

Lily suspira, suspira porque sabe que lo que hace con su hermana menor está mal, siempre lo ha estado, Gumi sólo la busca para que ella le de aquel calor que sus progenitores no les daban, la busca para que la consuele, la arrulle, le diga palabras de afecto y la toque. La toque cómo ninguna otra persona podrá hacerlo.

Es con esos pensamientos que Lily se queda dormida, pensando en su pecado.

Gumi sube las escaleras, las sube y llega a aquella puerta con el simple letrero que decía "Lily", la abre y mira a su hermana mayor dormir de lado. Traga saliva y se acerca a la cama no sin antes cerrar la puerta, se acuesta y abraza a la chica rubia, la abraza y acaricia su vientre, siente como Lily se estremece y se da la vuelta. Entonces la mira, la mira y con la mirada le suplica.

—Practiquemos…

Y entonces siente los labios de su hermana sobre los suyo, los siente y no puede hacer más que corresponder.

"Practicar".

Esa palabra se había vuelto clave en ella, porque sabían que si le daban otro nombre a lo que sentían se verían como unas enfermas, porque vamos, ¿dos hermanas? Eso nunca seria aceptado.

Por eso las caricias, los besos y las noches escasas donde iban más allá de lo que habían prometido lo llamaban practicar, porque lo que ellas tenían nunca podría ser, en algún momento se separan para siempre y no volverán a estos cálidos días en los que se amaban en secreto.

Porque vamos, eso era pecado.