Estaba anocheciendo. Viana habia ido a dar una vuelta con sus amigos. Y con el.

Llevaba enamorada de Alvaro, a quien ella llamaba Al, desde que empezaron a tomar confianza. El no lo sabia. Ella queria pensar que no lo sabia.

Al iba cargado con su camara y el tripode, como siempre. La fotografia era su pasion. Su mente se fundia con la pantalla de la camara, y cuando no la tenia a mano siempre estaba mas tenso.

Llevaban andando media hora y todos estaban acompañando a Viana a su casa, para que recojiera su cena. Angel se acerco por detras y le toco el hombro. Viana se sobresalto. Alvaro

- Oye, ¿puedo dejar la camara en tu casa?- le pregunto el.

- Claro, acompañame arriva y la dejas mienmientras me hago la cena - contesto Viana mientras advertia el brote de sonrisa de Al.

El tenia una forma peculiar de sonreir. Sonreia con toda la cara, todos sus rasgos cambiaban su expresion para que su boca ocupara la mitad de la cara. Su boca. Viana soñaba con cada curava de esa boca.