Se colocó un vestido negro ajustado con pequeñas mangas, un hermoso y pronunciado detalle en la espalda a base de encaje resaltaba dejando ver la hermosa piel nívea que poseía en esa parte, era demasiado corto para su agrado pero no tenía opciones subió el cierre sin titubear más, cerró sus orbes opalinas frustrada pero decidida a hacerlo... hacerlo una vez más, aquello era su vida, la que le había tocado vivir, una lágrima traicionera quiso salir de uno de sus ojos pero la atrapo al escuchar los tacones de Shizune, aunque acompañados de otros...
-Hinata-La voz de la rubia que era su jefa desde hace seis meses llenó el lugar sobresaltándola, sintiéndose muy nerviosa por la presencia que aquella imponía.- Te tengo un trabajo excelente, no será de simple dama de compañía ¿pero qué diablos haces aún sin maquillarte? –La miró molesta al notarlo, Shizune corrió a tomar maquillaje mientras la sentaba en una silla frenética, Hinata se mordió el labio estaba casi segura a qué se refería había logrado por casi seis meses ser una simple dama de compañía sin llegar a una relación coital, había obtenido alguno que otro tocamiento no consentido pero estaba agradecida que sólo se hubieran limitado a aquello, puesto que no se trataba de sexo, aún en su condición de dama de compañía añoraba encontrar el amor de su vida y hacerlo con él, tener su primera vez con ese hombre, sin embargo aquello se estaba derrumbando frente a ella, alejando aquel sueño cada día más de sus ilusiones- Tengo un cliente magnifico para ti, va a pagar excelentemente bien por tu virginidad si eres de su agrado, quiere verte, tendrás que portarte bien, linda por la suma que me ha ofrecido creo que mínimo podrías costear unos dos o tres meses el tratamiento de tu hermana- Hinata le miro sorprendida por sus palabras cada semana trabajaba duro para obtener algunas ganancias y poder costear lo básico del tratamiento de cáncer de huesos que poseía su hermana pequeña Hanabi, por ella se había enrolado en ese mundo tan sucio por así llamarle ahora se cuestionaba si ¿era capaz de entregar su virginidad? Cerró sus ojos opalinos recordando el día anterior, había podido visitar a su hermanita en el hospital infantil, la vio demasiado desmejorada, afectada por el dolor a sus 13 años era evidente demasiado, abrió sus ojos decidida asintiéndole a la rubia que le sonrío y observó cómo terminaban de arreglarla, su pelo azulado era demasiado largo pero muy bien cuidado, Shizune la delineo delicadamente con color negro y pinto sus labios de rojo haciendo juego con los tacones que traía puestos, usando algo de rubor en sus mejillas por si se ponía blanca pensó la morena que ahora le ponía un poco de sombra negra para crear un maquillaje ahumado en sus ojos.
Unos 45 minutos antes un azabache leía unos papeles frustrado, los números no andaban mal pero nuevamente Itachi en New York, había conseguido mayores ganancias para las empresas Uchiha, cerró sus orbes negras frustrado ¿por qué por más que se esforzaba aquel siempre conseguía ganarle?... La puerta de su oficina se abrió abruptamente, levantó la mirada sorprendido para ver entrar a su esposa Sakura hecha un demonio, sonrío ladinamente al preguntarse ¿por qué no pensó en ella desde el primer instante como la causante?
-Sasuke ¿qué diablos haces? Lo sabía pensabas dejarme cenar sola nuevamente- Sakura le cuestionó irritada con sus ojos jade fijamente posados en él mientras acortaba la distancia con pequeños pasos, el moreno miró un reloj en su escritorio 8:15pm, aquella pelirosada debió salir de su casa mínimo hace 20 minutos- ¿De qué diablos ríes?-Le pregunto molesta, él bufó resignado preguntándose ¿cómo había acabado con aquella mujer? ¡Ah! Ahora lo recordaba ella fue tan insistente que finalmente paso a ser una parte esencial en su vida, estaba acostumbrado a ella quizás se enamoró, sintió atracción, claro fue así tenía que admitir que la Haruno era bella ¿por qué de otra forma cómo le pidió matrimonio? Miró su vientre abultado, seis meses... ella llevaba la heredera Uchiha en su vientre, lo único en lo que pudo ganarle a su hermano mayor fue dar un heredero a su padre, sin embargo el carácter de la pelirosada había empeorado drásticamente, llegando a ser insoportable.
-Sakura estoy trabajando...
-Eso era lo que quería confirmar porque falta que a estas alturas decidieras engañarme- Le soltó un tanto celosa por las últimas ausencias del azabache, un brillo apareció por la mirada oscura del Uchiha de inmediato sonrío ladinamente se levantó, tomó su saco y se lo puso.
-Tienes razón, cenarás sola iré a tomar una copa- Le dijo saliendo de prisa de su oficina, escuchaba los gritos de la pelirosada pero fue hábil al colarse en el elevador huyendo de ella.
Sonrío al subir a su auto un BMW negro, una hermosa adquisición, último modelo, carísimo, fino... no tenía idea de a dónde ir mientras seguía molesto por las palabras de la pelirosada... la última vez que tuvo una andada fue... claro antes de su boda alguna prostituta del burdel de Tsunade regalo de su mejor amigo Suigetsu, la chica era rubia y se movía muy bien la pudo tener en su escritorio antes de irse a dormir para al día siguiente casarse, algo no muy distinto, después de todo a Sakura la tuvo muchas veces ahí... aunque si cambio su contenedor pensó divertido... se estacionó frente al edificio, no era la gran cosa, pero sabía bien que ahí dentro había chicas muy hermosas y con cuerpos espectaculares, tomaría una copa y quizás se llevara alguna para cumplir las estúpidas creencias de Sakura, se lo merecía al desconfiar de él y ahogarlo con sus estúpidos celos cuando él efectivamente sólo trabajaba.
Pidió una copa y no tardo en ver a la dueña del lugar frente a él.
-Sasuke, qué milagro tenerte por aquí... sabía que volverías, aquello de estar casado no era para ti guapo- él solo la miro atento mientras pedía otro trago.- Leí en alguna revista de negocios que ya tienes un heredero en camino.
-¿Tu leyendo revistas de negocios?- Le cuestionó burlón.
-Siempre es bueno saber que clientes pueden en realidad costear a mis chicas.- El azabache soltó una risa divertida, claro no se podía esperar menos de aquella mujer un tanto explotadora pero sin duda inteligente... aún con los años de encima aún se conservaba como una jovencita gracias a las numerosas cirugías estéticas que podía costearse gracias a que había encontrado la manera de administrar su peculiar negocio volviéndolo uno muy exclusivo nacional e incluso con clientes extranjeros.
-¿Entonces tienes algo reservado para mí?- Vio a la mujer sonreír ampliamente cuando se lo cuestionó.
-Tengo a alguien, es algo joven pero tiene ya sus 18 años eso sí eh, como siempre solo mayores de edad, es hermosa, piel blanca, unos ojos muy particulares hermosos, un cuerpo que te sorprenderá y créeme esa chiquilla no se ha metido bisturí- Sasuke sonrío, estaba vendiendo demasiado a esa chica ¿por qué?-Es algo tímida pero sabe comportarse...
-Ve al grano-Le urgió el Uchiha- Si está tan buena y bella como la describes ya lo veré por mí mismo ¿qué ocultas?
-Bueno, ella sólo se ha desempeñado como dama de compañía- Sasuke arqueó la ceja un tanto intrigado ¿acaso quería decirle que era virgen?- Tú podrías ser el primero si me pagas por ella lo justo- Sasuke volvió a sonreír ¿por qué esa vieja le daba tantas vueltas? ella no era así
-¿Cuánto?
-100 mil- Le dijo sin reparo, él se carcajeo ¿por qué creía que pagaría una suma tan exagerada por una virginidad? Aunque debía serlo si le cobraba tanto...
-Tsunade-Vio a un hombre mayor, algo pasado de peso con canas en su cabello llamarle mientras se acercaba hasta ellos en su pequeña mesa del bar- Ya sabes busco a la linda que ha robado mi corazón.
-Ella me dijo que no te portaste como es debido la última vez, eso te subirá la cuota 1000 pesos.
-Pero si no le hice nada.-Se quejó el hombre el casi adulto mayor corpulento molesto.
-Para tu suerte... sin embargo te lo tengo anotado y Luna ahora no esta... ya tiene cliente. –Vio al hombre alejarse un tanto enfadado.- Estúpido- Bufo la rubia. -¿Y entonces quieres llevarte a Luna? Lo has visto es solicitada...
-Dijiste que se pasó ¿cómo sé que en realidad seré el primero? Además pides una suma exagerada.
-Ella lo vale... y sobre ese pendejo si la toqueteó pero solo el frente ella lo frenó... como dama de compañía de esta empresa ella solo le acompaña en eventos, quizás uno que otro besito pero ningún tocamiento tu sabes que por eso se cobra diferente... te va a agradar es muy sumisa, cuando digo que es tímida literalmente lo es, sin embargo sabe porque está aquí así que te va a complacer... y para que veas que no te miento puedes pagarme cuando me la regreses de esa manera confió en ti.
Sasuke sonrió a la mujer que tenía enfrente su oferta era muy tentativa demostrándole que estaba totalmente segura de lo que le estaba ofreciendo y aquello lo motivo.
-Muéstramela, ya decidiré si vale lo que pides. –La rubia se levantó desapareciendo del lugar, Sasuke pidió su tercer trago para beberlo de un solo golpe pidiendo el cuarto sin descuidar el lugar por el cual se perdió la rubia.
Finalmente vio aparecer a la rubia cuando llevaba su quinta copa, no era su interés emborracharse pero ya podía sentirse un tanto animado por culpa del alcohol, luego la vio era un poco baja, unas piernas blancas muy bien torneadas, podía ver que efectivamente tenía un cuerpazo como presumía Tsunade: una caderas prominentes, sus pechos era eran grandes redondos, su cara era dulce y aunque vestía muy similar a las chicas que andaban deambulando por ahí, ella lucía elegante y con porte claro con un toque muy sexy, pudo ver que dibujo una leve sonrisa en sus labios cuando Tsunade se sentó en la mesa mientras le ordenaba que se diera la vuelta frente al moreno, ella le obedeció nerviosa.
Hinata ahora entendía el por qué Tsunade estaba emocionada, sabía que la mujer la compadecía porque le contó la razón por la cual estaba metida ahí, incluso porque había dejado sus estudios de economía... sin embargo comprendía que Tsunade quería mayores ganancias y simplemente le había buscado a un chico joven y apuesto para su primera vez pero nada cambiaba eso sería un sexo sin amor y por necesidad, por luchar para mantener con vida a Hanabi y ayudarle a vencer esa terrible enfermedad donde pocas posibilidades de supervivencia tenía, pero no se dejaría vencer con ese pensamiento fue con el que conseguía sonreírle a ese hombre que la miraba descaradamente. Sasuke terminó su trago mientras Hinata hundía la mirada en el suelo, avergonzada y sus mejillas aumentaban el color rojo... acto suficiente para que el Uchiha se decidiera.
-Bien... si me has mentido no te pagare nada ¿de acuerdo? –Tsunade soltó una carcajada.
-No te he mentido, Hinata te va a complacer ¿cierto?- Miró a la peliazul un tanto amenazante que asintió nerviosa por la revelación del Uchiha no obtener ningún pago no era admitido, Tsunade se lo cobraría a ella y necesitaba cualquier cantidad de dinero para el tratamiento de su hermanita y no más deudas.
Sin más el chico se levantó y después de un "sígueme" comenzó a caminar hacia la salida, Hinata miró un tanto asustada a su jefa pero aturdida por la voz del moreno que comenzaba a alejarse.
-Date prisa y acuérdate todo lo que te hemos enseñado, complácelo va a pagar muy bien, apúrate o lo vas a perder.-Le urgió la rubia, sabía que ese junior era perfecto para Hinata no podía conseguirle mejor prospecto para que perdiera su virginidad encontrándose en ese mundo, además sabía que podía obtener una excelente ganancia de él.
La peliazul asintió nuevamente dando zancadas detrás del Uchiha que ya le llevaba bastante ventaja, nerviosa queriendo huir del lugar pero ya no había opción no podía endeudarse con Tsunade, ya tenía demasiadas deudas, al salir al estacionamiento siguió al chico hasta llegar a un auto demasiado lujoso debía ser carísimo, ella no tenía opciones cerró sus orbes al ver que él se subía y se dijo internamente "Por ti Hanabi, venceremos al cáncer" y se subió con una mirada más determinada. Sasuke chasqueó la lengua al darse cuenta que no le había pedido el cuarto a Tsunade.
-¿A dónde?- Le preguntó seco a la chica curvilínea que tenía frente a él, prestando más atención a la cara, era verdaderamente hermosa teniéndola más cerca percibió que era demasiado joven, ella abrió la boca pero él volvía a cuestionarle- ¿Cuántos años tienes? –No era tonto y esa chica no parecía tener 18 y tenía razón ese era un secreto que guardaba Hinata, como era lista consiguió graduarse antes de la academia logrando entrar a la facultad de economía dos años antes... ahora tenía apenas 17 años, pero al ser estudiante del segundo año de la universidad logró engañar a Tsunade.
-18- Contestó sin tartamudear pero volviendo su mirada al dobladillo de su vestido intentando cubrir lo más posible sus piernas, Sasuke desvío su mirada hacia donde ahora las manos de la chica se posaban llevando su mano a las piernas de ésta, captando de inmediato la sorpresa y vergüenza de la peliazul que por reflejo había tomado las manos del Uchiha pero casi al instante aflojo su agarre recordando que ya no podía evitarlo, él había pagado por tocarle... Sasuke sonrió ladinamente, la vieja no le había mentido esa chica estaba dispuesta a complacerlo aunque era evidente que le costaba dejarlo tocarla, divertido comenzó a ascender su mano acariciando la pierna cercana, pasando a la siguiente colando su mano en la entrepierna, viendo como ella se llevaba una mano cerca de su boca contrariada con la mirada puesta en la ventana del coche queriendo evadir todo aquello.
-¿Dónde diablos te voy a coger? –Le cuestionó ansioso, las reacciones de la chica le gustaban no sabía si eran reales pero le agradaba verla así apenada, avergonzada y dispuesta a abrirle las piernas, pudo verla sonrojarse completamente y entre tartamudeos le dio una dirección.
No le agradaba el tartamudeo le divertía pero quería algo conciso, en ese momento sólo quería irse ya, bufó molesto ese lugar no estaba tan cerca de ese burdel de categoría, sin embargo se apresuró mientras Hinata se hundía en su asiento un tanto asustada por la velocidad en la cual conducía el Uchiha, sin embargo finalmente él tuvo que detenerse había varios coches en una gran fila y podían ver al frente algunas luces y señales de precaución, escuchaban sirenas y demasiado movimiento policiaco sin duda alguna adelante había ocurrido un accidente de tránsito que ahora los tenían embotellados en el tráfico, él resignado volvió a posar sus orbes negras en ella que miraba al frente mordiéndose su labio inferior sin darle tiempo de nada, más que sentir los labios de su acompañante fundirse con violencia con los de ella mientras sentía como una de las manos del moreno se colaba por su pierna hasta llegar a su nalga, ¿cómo iba a lidiar con todo aquello? Intentaba responder al beso demandante pero el chico apretujaba su glúteo con cierta fuerza a su pensar innecesaria, quería mover sus manos tomar las de él o simplemente bajar de aquel auto y salir corriendo pero de nueva cuenta el recuerdo de su hermanita venía a ella impidiéndoselo...
-Has algo ¿acaso no te pago para eso?- El ordenamiento del Uchiha la hizo reaccionar, estaba tan rígida besando precariamente a ese chico que era muy obvio que solo quería tener una relación algo ruda con ella (quizás como las de esas películas XXX)... sus mejillas se colorearon aún más con ese sólo pensamiento, vio como él dibujo una sonrisa ladina realmente seductora en su hermoso rostro de niño rico, sintió una de sus manos ser guiada por alguna de él y ser depositada en su paquete, abrió levemente la boca sorprendida y sus ojos como platos... era la primera vez que tocaba alguno y estaba petrificada.
Había visto algunos: fotografías, dibujos, consoladores y algunas películas porno por orden de sus mentoras Tsunade y Shizune intentando que ella abandonara su timidez y reaccionara como es debido cuando tuviera esas experiencias, pero aquello superaba la realidad, vio al chico cerrar los ojos molesto mientras su sonrisa desaparecía, volvía a su asiento fastidiado.
-Tsunade- Dijo irritado haciendo evidente que pensaba que la rubia se había equivocado y sopesaba en su espejo retrovisor sus opciones para dar vuelta atrás aunque era evidente que eran nulas, Hinata se percató de aquello y de inmediato vino la cara de su hermanita, sus llantos si ella era capaz de soportar todo aquello ¿por qué ella no haría lo mismo? Sólo era un sacrificio ¿sería sin amor? Claro que no, lo haría por todo el amor que le tenía a su hermanita pequeña el único familiar que le quedaba en este mundo, después de perder a su padre.
Llevo tímidamente su mano cercana hasta la hombría del azabache que se encontraba frustrado viendo al frente ansioso moviendo sus dedos en el volante deseando que ya solucionaran ese disturbio que lo estaba deteniendo haciéndole perder el tiempo, ella tocó dándose cuenta que seguramente el miembro de su acompañante ya estaba algo erguido con algo de nerviosismo bajo la cremallera del pantalón para colar su mano hasta conseguir tocarlo por sí misma, se sorprendió un tanto de la textura y del tamaño sin duda alguna, solo esperaba que ya no creciera más mucho más, era grande más de lo que había observado en sus clases, empezó a mover sus manos en torno al pene mientras el moreno ahogaba un suspiro y echaba su cabeza hacia atrás recargándose en el asiento un tanto complacido, sintiendo las suaves manos de la chica moverse en torno a su polla o bien de arriba a bajo, sin embargo cuando pudo sentir los labios en su punta abrió los ojos sorprendido siendo solo presente de la cabellera azulina que se perdía en su regazo haciéndole imposible ver su miembro, soltó un suspiro volviendo a recargase en el asiento mientras sentía los labios de la chica succionarlo, repartir pequeños besos y lamerlo como si de algún helado se tratase, soltó un gruñido cuando la ojiperla decidió adentrarlo en su garganta, él simplemente se dejó hacer llevando su mano a la nuca de la chica satisfecho del trabajo que le estaba haciendo justo ahora, empezó a escuchar algunos cláxones abrió sus orbes oscuras fastidiado para darse cuenta que los autos avanzaban a sus lados.
-Mierda- Espetó ¿tenía que ser justo ahora? Hinata estaba dispuesta a dejar el miembro del Uchiha pero su mano la freno mientras era testigo como el pie derecho del Uchiha accionaba el acelerador.
-Quédate ahí, sigue haciéndolo lo haces muy bien.
Hinata se sonrojó pero acato la orden del Uchiha mientras sentía como avanzaban, un tanto asustada el miembro del Uchiha había crecido mucho más y apenas le entraba en la boca estaba teniendo problemas sin embargo tenía que dar lo mejor de ella y conseguir que su cliente terminara ¿pero cuánto le llevaría aquello? Se le acababan las ideas aunque podía sentir la mano de su acompañante con cierta fuerza empujándola hacia su miembro seguramente deseando que lo hundiera más en su boca, escucho algún tipo de gemido después de un buen rato y después algún líquido caliente correr en su garganta para su buena suerte aquel líquido no era de sabor desagradable, como le habían mencionado algunas chicas así que no tuvo que fingir demasiado, con cuidado reacomodo el miembro flácido de su acompañante cubriéndolo correctamente, ahora mismo se cuestionaba como era capaz de seguir conduciendo, realmente ni el Uchiha se entendía era una clase de prendido automático, para ser una inexperta como Tsunade le había dicho era demasiado buena, seguramente le había mentido... aunque estaba por ver su vagina, después de todo por aquello era por lo que pagaba.
Hinata volvió a reacomodarse en su asiento logrando ver las calles nuevamente, limpiando con sus manos los restos de semen que quedaron en su boca ante la mirada de reojo del moreno que estaba a su lado, finalmente encontró la privada se introdujo y después de que la chica le indicara la casa se estacionó, no era una privada muy lujosa pero tampoco estaba mal seguramente para inquilinos de clase media, Hinata se apresuró a descender del auto aún nerviosa y con las piernas empezando a temblarle por el miedo de lo que se avecinaba, Sasuke se quedó en el auto dando los últimos detalles a sus ropas que la chica intentó reacomodar sin tanto éxito, sonrío mientras lo hacía recordando nuevamente lo recién vivido.
-¡Ey Hinata!- Escuchó que la nombraban cuando la puerta de su pequeña casa se abría, miró sorprendida al estudiante de veterinaria que tenía como vecino de pelo color castaño mientras su enorme perro olisqueaba el pasto cercano.-Que guapa luces- Le dijo sorprendido, habitualmente la veía vestida con ropas holgadas y aunque aquello no fue impedimento para que notara la belleza de esa chica, jamás imaginó verla tan linda.
-Ho hola- Le respondió nerviosa incapaz de decir algo más al sentir la mano del Uchiha posarse en su pequeña cintura. , el Uchiha se hab+ia acercado a ellos, no le agradaba la mirada del estúpido aquel le dedicaba a la chica por la que estaba pagando.
-Vamos-Le dijo sin darle tiempo de despedirse de Kiba que miraba sorprendido a aquel hombre elegante que se había introducido cerrando la puerta recién abierta detrás de él, torció su boca un tanto decepcionado, seguramente aquel hombre sería el novio de su hermosa, tímida y dulce vecina que apenas hace 5 meses vivía en ese residencial.
En cuánto se cerró la puerta, y detrás de una leve inspección por parte del moreno que pudo visualizar una pequeña sala con 3 sillones quizás de imitación de piel negros, una mesa de centro de cristal, al fondo podía visualizar un comedor oscuro de madera de 4 piezas y atrás una pequeña cocina integral, no prestó mucha atención en aquello, llevó a la pequeña chica hasta la mesa del comedor sentándola en la mesa para a continuación posar sus labios en su cuello mientras sus manos apretaban las nalgas mientras la acercaba a su sexo, tomó los labios de la chica y sin miramientos mordió el labio inferior mientras ella emitía un quejido en protesta, soltó el trasero de la chica para llevar sus manos directo a los pechos infiltrándose en las ropas logrando descubrirlos y abalanzarse a lamerlos y chupar los pezones de la chica, que no podía entender que estaba pasando aquellos movimientos hacían que su vientre sintiera sensaciones extrañas aunque al mismo tiempo se sentía ultrajada y aun peor puesto que no podía detener a aquel hombre que la tocaba sin miramientos, porque aunque sus manos quisieran moverse y alejarlo siempre venía el recuerdo de Hanabi llorando desesperadamente por el dolor.
-¿Dónde está la habitación? –Le cuestionó ronco, Hinata tomó un poco de aire un tanto aliviada de ya no sentir los dientes del moreno en torno a sus pezones.
-Arriba- Le señalo una escalera que él no había visto con su mano un tanto temblorosa, sonrío al verla así por alguna razón estaba de nueva cuenta excitadísimo.
La atrajo hacia él cargando su peso dándose cuenta que también era liviana la sostuvo del trasero, mientras ella asustada y nerviosa se abrazó a él por el cuello emitiendo un leve gritito por la sorpresa, él sonrío ladinamente realmente aquellos actos no le agradaban sin embargo los de ella eran tan naturales que era imposible ponerse de mal humor, de hecho solo le servían para sentir más deseo sexual hacia aquella chica que había contratado, se cuestionaba qué era lo quería ¿cómo romperle el himen a esa chica? Sin duda algunas quería algo rudo, con esa idea logró visualizar tres puertas en el pequeño corredor de arriba, ella le indico que entrase a la primera y así lo hizo, pudo ver una cama matrimonial dentro con mesas de noche a lado en una de ellas una lámpara, una cómoda con un gran espejo en un extremo a lado de una ventana, un pequeño plasma a lado de la puerta, parecía que las tonalidades eran pastel donde el lila destacaba, no presto mucha atención realmente solo arrojo a la chica sobre la cama mientras él frente a ella comenzaba a desvestirse ante la atenta mirada aperlada que era acompañada de un rubor en ascenso finalmente desviaba su mirada al clavarla directo en sus piernas mientras inconscientemente cubría sus pechos intentando reacomodar su vestido para cubrirlos, pero las manos de su acompañante detuvieron las suyas.
-¿Qué haces? Justo ahora viene lo bueno, si es cierto lo que me dijo aquella vieja voy a hacerte mujer ahora mismo- Hinata posó sus orbes aperladas en él nerviosa, asustada comenzando a hiperventilar mientras él erróneamente pensaba que su respirar ineficaz se desvía a la excitación.
Sin más contemplaciones soltó sus manos para llevarlas debajo de las ropas de la chica tomando los laterales de la ropa interior de ella quitándosela de un solo movimiento, provocando que otro gritito fuera emitido por ella.
-Tranquila aún no te meto mi polla, esa si te hará gritar.
No hubo tiempo de que ella razonara las palabras del hombre que tenía frente a ella, no hubo tiempo ni siquiera de darse cuenta como él tomo sus rodillas y abrió sus piernas y se metió entre ellas porque justo en ese instante que su cerebro quiso reaccionar, sintió un ardor y dolor en su parte intima provocada por el miembro erecto del Uchiha que se había colado en la vagina de la chica provocándole un dolor que sentía que la rompería o desgarraría, él soltó un gemido al sentir como traspasaba esa pequeña membrana rompiéndola de una sola estocada, también sintió que ella no se encontraba bien lubricada pero poco le importo, escucho el grito en forma de quejido que soltó la sintió tensarse debajo de él pero aquello solo servía para sentirse motivado y sin darle tiempo de acostumbrarse a su miembro salió de ella volviéndose a introducirse con rudeza, esta vez unas pequeñas lagrimas brotaron de sus ojos aperlados mientras sus manos se aferraban a las sábanas de su cama, lágrimas que no pasaron advertidas por quién la estaba tomando de aquella manera tan poco amable ya que estaba entretenido en los pechos de ella mientras la embestía con todas sus fuerzas, deseoso de romper cualquier rastro de virginidad en ella, cualquier rastro de pureza por eso había pagado, el celular del moreno rompió el silencio de aquella habitación donde momentos antes solo podía escucharse el sonido provocado por el choque de los cuerpos que yacían sobre la cama, y algunos quejidos lastimosos de la peliazul que en algún momento sus manos se habían posado en los pectorales y vagado por los brazos masculinos en un intento de alejarlo de ella, darse una tregua de ese dolor insoportable en su zona íntima.
-Mierda- Espeto Sasuke mientras seguía moviéndose dentro de la chica, que sin poder evitarlo emitía un sollozo debajo de él, abrió sus orbes negras buscando en la cama por ahí había dejado su saco negro al poco tiempo lo ubico a un costado de la cadera de la chica que estaba poseyendo, sonrío ladinamente al ver la mueca de la chica mordiéndose el labio inferior, sus ojos cerrados, su entrecejo arrugado, en fin lo que ella hacía; finalmente con el celular aun vibrando en su mano lo acercó a su oído pero antes de responder la llamada le susurró al oído a la peliazul:
-Te dije que mi polla te haría gritar por un motivo verdadero- La chica hipo intentando controlar su llanto, no quería llorar y menos que él se diera cuenta de aquello.
Mordió el lóbulo de la oreja de la chica mientras se acomodaba el celular en su oído después de activar la llamada sin descuidar los movimientos de su pelvis pero haciéndolos más lentos y menos lastimeros para ella.
-Bueno- Respondió tratando de sonar normal, recostándose lo necesario sobre la chica apoyándose con su mano libre para sostener la mayor parte de su cuerpo.
-Sasuke ¿ya viste la hora qué es?- El nombrado rodo los ojos poniéndolos en blanco la voz molesta de su esposa le motivo para volver a hundirse con todas sus fuerzas dentro de la chica que protestó haciendo que él dibujara una sonrisa ladina, mientras una pelirosada entornaba los ojos ¿aquello había sido un gemido?
-No me esperes Sakura trabajare hasta tarde- Le respondió dispuesto a colgar el teléfono mientras tomaba posesivamente los labios de la chica que había lanzado su primer gemido.
-¡Sasuke! ¿Qué diablos haces?- No hubo respuesta por parte por él puesto que seguía besando a la ojiluna que le devolvía su beso por obvia obligación, y realmente avergonzada puesto que empezaba a disfrutar los movimientos de su acompañante sin ser consciente que su cuerpo empezaba a buscar las estocadas del moreno- ¡Contéstame! ¿Dónde diablos estas? Estoy segura que no estás en la oficina.- El moreno sonrío al escuchar esto último soltando los labios rojos de la chica que estaba poseyendo mirándola quedándose un tanto aturdido.
-Efectivamente no estoy ahí...-Dijo volviendo a tomar los labios de la morena que luchaba por no emitir sonidos puesto que era consciente que él estaba hablaba al teléfono con una mujer.
-Sasuke- Dijo con la voz quebrada la ojijade, mirando su gran y lujosa habitación desalentada, su amado cada vez se parecía más a aquel del cual se había enamorado, ése que solo la ignoraba que no le prestaba ninguna atención, aquel que incluso empezando a tener una relación le era infiel... aunque eso cambio después de seis meses de novios ella ya no pudo seguir con ese dolor decidió alejarse pero él la había buscado volviendo a ella prometiéndole que sería la única, así lo creyó y así lo había hecho incluso le había pedido matrimonio se habían casado y ahora esperaban a su primer hijo pero en los últimos meses él había cambiado, evitándola ¿él estaría con alguien más?
-Sakura, necesito un tiempo para razonar las nuevas estrategias que pienso implementar en la empresa no me presiones, comeremos juntos mañana- Le dijo sin poder seguir manteniendo su voz normal para finalmente colgar la llamada fastidiado, volviendo su atención a la actividad sexual para llevarse la sorpresa de aquella chica se atrevía a querer llegar al orgasmo sin él...
Salió de inmediato de ella viendo al instante la cara de sorpresa que tomaba, cara que no fue para nada buscada por la peliazul, ella se sentía tan abrumada ahora, no entendía ni siquiera qué sentía o qué quería porque su cerebro le decía que todo aquello estaba mal, sin embargo aquello había dejado de doler y se había convertido en algo... realmente placentero.
-Se supone que el que paga para gozar soy yo-Le dijo soberbio- Y no me apetece darte un orgasmo, no sin que me venga yo antes.
Le dijo y motivado a que ella lo hubiera perdido le dio la vuelta haciendo que quedara en cuatro, mientras Hinata prestaba poca atención dándose cuenta que el moreno tenía razón aquel placer que estaba sintiendo ¿podría tratarse de su primer orgasmo? Estaba confundida y avergonzada ¿cómo podía estar sintiendo placer? Si hasta hace un momento aquello le parecía tan doloroso e insoportable que pensó que sería incapaz de disfrutarlo, sus pensamientos se cortaron al sentir como nuevamente era llenada emitiendo sin poder controlarlo un gemido, cerró los ojos entregándose al deseo y las sensaciones que el moreno le provocaba, sintiendo como él profundizaba y aumentaba sus estocadas, acrecentando las sensaciones que invadían esa zona tan sensible de su cuerpo que él tocaba con su miembro dentro de ella, soltó un gemido mientras su interior comenzaba a convulsionar apretando el miembro de su acompañante que sólo pudo volver a introducirse lo más profundo a lo que tuvo acceso para correrse en el interior de la chica que caía rendida en la cama, él le siguió recostándose en la espalda que aún estaba cubierta por aquel vestido negro que ahora le llegaba hasta la cintura sintiendo su trasero expuesto.
Ambos respiraban tratando de ubicarse ella por su parte se sentía en un éxtasis había olvidado todo entregándose completamente, él estaba sorprendido quizás era por lo caliente que había estado los últimos meses Sakura se había puesto pesada diciendo que se veía poco atractiva en un inicio él trato de consolarla y calmarla realmente no le importaba, comprendía que llevaba a su hijo dentro de ella pero con el tiempo se había puesto insoportable, siendo casi imposible intimar con ella, o quizás se debía a que la chica le había parecido hermosa, o el hecho de saber que se quedaba con la virginidad, no tenía una maldita idea pero había disfrutado demasiado eso, así que en cuanto se repuso se hincó tomando el vestido de la chica obligándola a quedarse completamente desnuda.
Evidentemente ella protesto nerviosa, pero pronto dejo de hacerlo recordando que esa noche ella le pertenecía a él... él que pagaría parte de la deuda del hospital que mantenía viva a su hermana...
-Tienes una piel muy limpia- Sasuke no se dio cuenta que dejo que aquella observación saliera de sus labios, mientras acariciaba la espalda de la ojiluna, viendo como la piel de ella reaccionaba ante su tacto poniéndose chinita.
La obligó a girarse para tenerla de frente colándose entre las piernas de la chica rozando sus sexos intentando tener otra erección.
-Tócame, caliéntame tienes buen cuerpo pero tienes que usarlo, quiero follarte nuevamente.- Le indicó el moreno, ella lo miró un tanto sorprendida, sabía lo que él quería sin embargo le costaba hacerlo sobre todo al tener su vista clavada en la de ella.
Se enrojeció y apartando la mirada intentó acariciar la espalda del moreno ¿qué podía hacer? Tan pronto como obtuvo la respuesta comenzó a repartir besos en el cuello mientras se atrevía a probarlo nuevamente con su lengua, Sasuke le dio acceso mientras disfrutaba de la calidez y humedad de la zona intima de aquella chica, su buen cuerpo; tenía tanto que no follaba de aquella manera y ahora estaba agradecido, finalmente obtuvo lo que quería y pudo volver a colarse en la vagina de la peliazul dándole como a él le gustaba duro, finalmente ambos liberaron la tensión que se había juntado provocada por su unión quedando sin aire.
La vio tan angelical entrecerrando sus ojos, cansada, quizás agotada podría estar adolorida... sonrío ladinamente poniendo su cara frente a la de ella tras haber abandonado sus pechos que le habían servido de almohada hace unos instantes después de descansar de su reciente orgasmo; así que por su mente paso una idea bastante lujuriosa.
-Ey- La llamó olvidando el nombre por el cual la rubia la había llamado pero al ver sus ojos, lo recordó Luna.- Te voy a quitar todas tus virginidades- Le dijo dejando que la perversión reluciera en su voz, ella no comprendió.
Pero lo siguiente que vio fue el pelo azabache del chico descender repartiendo besos nuevamente en sus pechos, abrió enormemente sus orbes aperladas al darse cuenta que la lengua de él se colaba entre su sexo, por instinto intento cerrar sus piernas, nerviosa, realmente apenada pero de nada le sirvió al sentir como él arrinconaba una parte de ella haciéndole sentir tantas sensaciones, empezó a sentir como de igual manera una de sus manos comenzaban a acariciarle una nalga colándose hacia su sexo así creía ella sin embargo se detuvo antes y sintió uno de los dedos juguetear con su ano, se puso nerviosa y tensa pero las succiones que depositaba en su clítoris mientras otro dedo de su otra mano se introducía en su mojada vagina la distrajeron, suspiró sintiendo como ese intruso se movía en forma circular buscando ese punto que la podía hacer sentir de forma única pero la dejó con ganas ya que salió de ella y volvió a sentirlo emitiendo un quejido y provocando que se tensara al haberse adentrando en su ano, de alguna forma el azabache consiguió introducirlo mientras lo movía tratando de liberar espacio para adentrar su verga en ese lugar tan cerrado, la escuchó quejarse e inclusive querer huir, pero él no se quedaría con las ganas sabía lo molesto que solía para ser las chicas además para ella sería su primera vez, así que solo por eso estaba cediendo dándole placer oral además lo hacía porque sabía que nadie más había estado dentro de ella.
La tenía hincada en el suelo, con sus pechos recargados en la piecera de la cama, nuevamente escucho quejidos e incluso un "no duele mucho por favor" entre lloriqueos incluso algunas imploraciones pero no se contuvo "pronto te dejara de doler y lo vas a disfrutar" fue la única respuesta que obtuvo la peliazul que volvía a apretar las sábanas intentando mitigar ese profundo dolor causado por el miembro de ese moreno, sus ojos estaban llenos de lágrimas, lágrimas que esta vez si fueron presenciadas por él pero aún así no lo hicieron detenerse siguió abriéndose paso dentro de ella.
-Estas tan apretada- Le dijo ronco disfrutando de la estrechez, recordando que lo mismo pensó cuando estuvo en su vagina, la nalgueó intentando desviar un poco de las ganas que tenía de embestirla despiadadamente, se fue directo al cuello de la chica mordiéndole y succionándole importándole un carajo si Tsunade después le reclamaba por marcarle justo ahí siendo tan evidente, sabía que los pechos ya deberían estar llenos de marcas pero esas podrían cubrirlas en su posición de dama de compañía.
-M me du duele-Volvió a quejarse con la voz entrecortada, implorando que ya dejara de penetrarla por aquella parte que no tenía nada de gratificante, ya lo sabía y aunque intentaba a esperanzarse en las palabras de Shizune donde le decía que si se relajaba después de un rato ya no le molestaría a esto no le veía nada de lógico, desconfiaba de esas palabras que alguna vez le dio la morena intentando prepararla para ese momento que finalmente había llegado.
Sasuke tomo los pechos de la chica, y deslizando su lengua por el blanco cuello de ésta, la llevo hasta su mejilla degustando un par de lágrimas llevándola hasta sus labios para finalmente adentrarse a su boca probándola nuevamente, comenzando una lucha de lenguas, un beso agresivo por parte de él y un tanto descoordinado y precavido por parte de ella.
-Es porque estas demasiado apretada... y de todas partes- Le respondió ronco envuelto en el deseo, olvidando que aquella chica solo estaba para satisfacerle e intentando instruirla de alguna manera- Solo relájate- Le dijo tomando con delicadeza su labio inferior mientras seguía saliendo y entrando, Hinata cerró sus ojos para luego sentir como el hombre le acariciaba su clítoris e introducía dos dedos a su cavidad vaginal.
Con un gemido el moreno se dejó ir, después de lo que al inicio había sido un calvario que pensó que no terminaría finalmente lo hacía respiró agitada.
-Te dije que te gustaría- Le dijo Sasuke tras retirarse después de venirse dentro de esa cavidad que se cerraba tan pronto como él la abandonaba sin embargo no estaba dispuesto a volverla a penetrar estaba exhausto.
Sintió la luz de día molestarle arrancándolo del sueño, apretó con fuerza sus ojos sintiendo al instante un olor de lavanda colarse por sus fosas nasales era bastante relajante de pronto abrió los ojos al darse cuenta que esa no era su cama, mucho menos su habitación, vio a "Luna" dormida plácidamente estaba en posición fetal con las sábanas cubriendo su cuerpo, lucía muy joven y linda, dibujó un intento de sonrisa al verla de esa forma cuestionándose nuevamente si realmente tenía 18 años... lucía mucho más joven y él a sus casi 27 años no le interesaba meterse en problemas, no con un hijo en camino, aquello había sido placentero una buena venganza contra Sakura, después de todo su familia era una vengadora y él solo había querido desquitarse por la acusación que le hizo la pelirosa esa que le ofendió demasiado, por la falta de sexo y por diversión además al ver a Luna no pudo resistirse a llevarla a la cama y realmente habían valido los 100 mil pesos que ahora tendría que pagar.
Se levantó buscando el baño vio una puerta así que se dirigió ahí pero ese era el armario no prestó atención y salió de ahí un tanto molesto caminó directo a la segunda puerta esperando encontrar el lugar que quería, necesitaba una ducha debía marchase de ahí, al abrir la puerta se encontró un baño frunció las cejas al ver la tonalidad que resaltaba con el blanco: lila, sonrío burlesco ¿acaso para esa chica no conocía otro color? Encogió los hombros eso ¿qué diablos le importaba a él? revisó en el pequeño mueble debajo del lavabo esperando encontrar toallas, sólo había dos una blanca y una lila.
-No sé porque no me sorprende.- Susurró mientras intentaba regular la temperatura del agua.
Conforme le caía en su cuerpo se dejó ir al frente deteniéndose con sus brazos mientras el agua le golpeteaba la espalda, se incorporó y cogió la botella que contenía shampoo para lavar su cabello descubriendo que el olor era bastante femenino sonrío resignado esperando que Sakura no fuera a pillarlo, tomó la esponja para untarle jabón líquido y empezar a lavar su cuerpo empezando a razonar lo que había ocurrido la noche pasada, sintiendo culpabilidad por haber sido infiel a su esposa embarazada, bufó molesto él no debió dejarse llevar por la cólera ¿qué estaba haciendo? Realmente no quería lastimar a Sakura, sea como fuese sentía algún sentimiento por ella... por alguna extraña razón recordó la cara y quejas de "Luna" mientras la poseía, no era de las personas que solían lamentarse de sus acciones pero ahora se sentía una mierda por Sakura y aquella chica que había lastimado mientras la penetraba, sonrío ladinamente recordando cómo aunque lo hubiese hecho la había hecho llegar a orgasmos demasiado intensos y placenteros para ellos, además después de todo él pagaría por eso, esa tipa sabía que le esperaba y lo aguanto porque quería el maldito dinero ¿qué hacía preocupándose por una extraña? Debía preocuparse por su esposa y su hija, solo por ellas, con ese pensamiento salió de la ducha se colocó la toalla blanca en su cintura después de secarse superficialmente y tomó la otra color lila para secar su cabello, mientras emprendía su camino regreso a la habitación para vestirse.
El ruido de la puerta al ser cerrada despertó a la chica que dormía plácidamente sobre su cama, tan ajena a cualquier recuerdo que le pudiese lastimar, pero al abrir sus orbes todo lo vivido la noche pasada vino a ella sobre todo al visualizar al hombre que le había quitado su virginidad tomar su bóxer negro, cerró los ojos apenada dejando que sus mejillas se tiñeran de rosa que se intensificó casi al instante, el azabache la miró y no pudo evitar dibujar una sonrisa ladina al darse cuenta que su anterior desnudez había provocado eso, la vio moverse para después hacer una mueca de dolor aún con sus ojos completamente cerrados, tomó su pantalón ubicando su camisa dispuesto a terminar de vestirse, no tenía nada que decirle a aquella extraña, se colocó la corbata mirándose en el espejo del tocador siendo testigo de cómo la chica se sentaba en su cama un tanto desconcertada tratando de cubrir su cuerpo con las sábanas.
El azabache no supo cómo llegó hasta allá pero después de verla y dibujar una sonrisa le planto un beso posesivo al cual ella no correspondió como la noche pasada, solo le miro pasmada, él desvío la mirada fastidiado ¿qué hacía besando nuevamente esa chica?
-Quizás vuelva a contratar tus servicios- Le dijo antes de perderse tras la puerta.
Hinata se echó a llorar en cuanto lo vio salir, se sentía vacía ¿cómo había sido capaz de darle su pureza a alguien que era tan indiferente con ella? Alguien que solo quería sexo y nada más...
-Hanabi- Dijo Hinata.
Dándose fuerzas, queriendo eliminar el dolor emocional y físico que sentía por haberse vendido aunque realmente su mirada estaba llena de amargura, Tsunade se había equivocado aquel chico no había sido muy amable con ella de hecho podía sentir su zona íntima y anal lastimada, además sus pechos también estaban doloridos de todo lo que ese hombre los había tocado, besado e incluso mordido, echó un vistazo para encontrarse varios chupetones inclusive marcas de dientes en ellos, cerró los ojos frustrada sin poder evitar que sus lágrimas volvieran a brotar... era un hombre muy apuesto pero tan malvado, pensó tristemente... además recordó que se había atrevido a hablar por celular mientras... se sonrojó nuevamente, mientras se lo hacía y era a alguna chica que seguramente tenía algo que ver con él... sólo podía sentir repulsión hacia él, aunque no la hubiese obligado simplemente sentía desagrado.
Sasuke llegó a su oficina, su secretaria Karin una mujer con algunos estudios de contabilidad le saludó notándolo evidentemente más relajado que los días anteriores pero sin duda alguna bastante pensativo.
-Sasuke- Escuchó la voz del encargado de finanzas Suigetsu, un hombre que para el cargo que tenía en la corporación lucía bastante infantil con su pelo teñido de azul cielo además de que sin ningún reparo le coqueteaba los observó sin que ellos posaran sus miradas en ella.- Ayer me hablo Sakura- Aquella información le interesaba no gustaba de la esposa de su jefe y tenía la esperanza de que ellos terminasen y ser ella la siguiente, vio a su jefe, el presidente de la compañía Uchiha en Japón mirar a su amigo un tanto intrigado mostrándole que quería que se explicara- Andaba como loca, terca que si te cubría algún amorío.
Sasuke arqueó la ceja, le dedicó una mirada austera a Karin que era más que obvio que estaba demasiado atenta a sus conversaciones.
-En mi oficina- Le dijo serio y hosco a su amigo al instante que con su mano le indicaba el camino.
En cuanto entraron Karin se levantó curiosa y fue corriendo hacia la puerta dispuesta a escuchar lo que esos dos tenían que decirse.
-Siento lo de Sakura, ayer no tuve un buen día y sólo vino a empeorarlo más- Dijo cansado el moreno mientras miraba desde el ventanal de su oficina que le mostraba una gran vista de la ciudad.
-Trate de calmarla porque es obvio que yo sabría si tu sales con alguien, incluso intenté llamarte pero tu celular estaba apagado- El moreno sonrío ladinamente ante la confianza que su amigo tenía depositado en él ¿acaso todo este tiempo no servía para nada? ¿Aún no comprendía hasta donde era capaz?, en absoluto desconfiaba de las palabras que acababa de decirle lo sabía él había intentado llamarlo estaba seguro pero después de hablar con Sakura, él había apagado su celular no quería más molestias, escondió su sonrisa decidido a no confesarle su desliz.
-Sólo necesitaba huir un rato de ella, el embarazo la tiene bastante alterada.
-De por si- Agregó divertido el de pelo azul recibiendo una mirada hostil del esposo de la ofendida así que prefirió huir de esa oficina antes de que su amigo decidiera desquitarse con él.
Por la tarde Hinata llegaba a su lugar de trabajo vestida como siempre unos jeans ajustados y una playera bastante grande para ella, al verla entrar Shizune fue corriendo a la oficina de Tsunade, ambas querían saber cómo había marchado la noche anterior, así que de prisa fueron hasta el camerino de la peliazul, la encontraron sentada y cabizbaja.
-¿Qué tal todo?- Le preguntó la rubia, sabía que el acto se había consumado el azabache le llamó por la mañana después de hacerle la transferencia acordada la noche anterior.
Hinata las miró sin saber qué decir ¿qué podía contarles? Que se sentía mal, sucia y demás...
-Mierda, maldito Sasuke ahora entiendo los 10 mil extras- Dijo la rubia molesta al acercarse a ella y hacer que le mostrara cierta parte de su cuello donde podía verse moretones seguramente provocados por los labios de el moreno -¿Qué diablos? ¿Por qué se lo permitiste? –Cuestionó molesta.
-Y-yo- Dijo nerviosa, ella misma después de su baño se había reprimido recordaba haber sentido aquello sin embargo empezaba a disfrutar lo que el moreno le estaba haciendo en cierta zona de su cuerpo, sus colores subieron sin poder encontrar una respuesta.
-Tsunade-Le llamó la morena tratando de suavizar la molestia de la rubia decidida a recordarle el motivo por el cual la habían estado esperando desde que salió la noche pasada- Hinata, tienes qué contarnos ¿qué tal estuvo? Sasuke tiene fama o bueno tenía de conquistador no usó demasiado nuestros servicios puesto que a él le sobra el sexo, sin embargo quizás contrató a un par de chicas, una de ella Ino- Le explicó, la peliazul se sorprendió al oír el nombre de aquella hermosa rubia que hace poco había salido de ese mundo cuando un pintor en acenso le había pedido matrimonio.- De hecho ella se enamoró profundamente de él...
-Cosa que no iba a funcionar, sólo la usó- Agregó Tsunade dejando que la historia que parecía hacerse romántica no lo fuera, puesto que así era -él solo consiguió sexo gratis... no vayas a cometer la misma estupidez de Ino, sobre todo porque ahora has sacado un buen dinero.
Hinata asintió aún sorprendida de lo que se le acaba de revelar.
-¿Y bien?- Cuestionó entusiasmada Shizune.
-No fue agradable- Se decidió a responder, siendo demasiado concisa e incluso haciendo obvia la repulsión que le causaba aquel recuerdo.
-¿Te golpeó? –Preguntó molesta Tsunade.
-N-no- Contestó de inmediato al darse cuenta de nuevamente el humor de su jefa se tornaba peligroso- Es sólo que...
-Fue brusco y directo-Agregó con tristeza Shizune mientras la ojiperla asentía nuevamente con la cabeza mientras sus mejillas se ponías rosadas.- No fue buena idea- Volvió a hablar mirando a Tsunade- Él es bastante egocéntrico además por Ino sé que está muy bien dotado de esa parte y que le gusta dominar.
-Tsk- Expresó molesta la rubia, había querido darle un buen recuerdo a la peliazul de su primera vez, había tardado en encontrarle el candidato negándosela a otros porque quería que un hombre apuesto le hiciera sentir bien, sin embargo no había considerado que del Uchiha no tenía muy buenas referencias él iba directo sexo, solo sexo y había pagado por él y no poco sólo se había desquitado- Maldito- Bufó intentando ocultar la culpabilidad que la embargaba.
Ella apreciaba a esa chica que lucía cabizbaja al inicio no creía que ella pudiera ser buena para ese tipo de trabajo, pero le suplicó tanto que cedió aun pensando que no funcionaría por la extrema timidez que mostraba, sin embargo tenía porte, era educada, guapa y un cuerpo digno de presumir; tendría muchísimos clientes si lograba vencer aquello... sin embargo cuando estaba por darse por vencida y correrla se enteró de la causa que la había llevado a ese lugar su hermana enferma de cáncer, ella sabía bien lo que eso era había perdido a su hermano menor a causa de la leucemia sabía lo caro que era costear ese tipo de enfermedades, el dolor, la prepotencia y sabía que aquello era lo que le daría fuerza para comportarse con los clientes a pesar de su personalidad, así que solo hizo lo que podía: irla preparando enseñándole todo lo que sabía acerca del sexo y las relaciones, era la única arma que podía brindar a una persona tan tímida, dulce y con tan poca experiencia. Cerró los ojos frustrada y sintiéndose aún más culpable del estado de la ojiperla que hace tiempo había decidido apodar Luna en honor a sus ojos, para salir del cuarto in querer escuchar más.
-Cuéntame, como empezó- Le suplicó la morena, Hinata suspiró resignada al comprender que tendría que hacerlo.
-En el coche, él empezó a molestarse porque yo no lo excitaba, entonces le hice sexo oral- Dijo ausente tratando de resumir todo, mientras Shizune mostraba emoción por escuchar algo tan atrevido de la chica que tenía frente a ella- Llegué a casa, empezó a tocarme pero fuimos a la habitación, fue ahí... sólo la metió sin más, me dolió mucho y él sólo quería hacerlo... no quiero hablar de eso, no fue la gran cosa.
Shizune miró un tanto preocupada por la actitud que tomaba la pequeña que tenía frente a ella que parecía querer a soltarse a llorar, sin darle muchos detalles.
-Entonces fue una verdadera mierda no te hizo sentir nada- La peliazul se sonrojó por el comentario y porque ella sabía que no era así, no del todo.
-So-solo me siento mal- Le confesó mientras la otra la abrazaba, mordiendo su labio inferior sin querer aceptar y confesarle que si había tenido sensaciones que la hicieron olvidar por un momento.
-No tienes porque Hinata, es sólo sexo si... pero pienso ¿cuánta gente tiene sexo casual?
-Pero yo me vendí- Le respondió enseguida.
-Sí, pero por una causa, no porque no quieras ganar dinero de otra forma como muchas, lo haces porque esta fue la única forma que encontraste para costear todos tus gastos... y no deberías pensar tanto en si está bien o mal porque ya estás aquí y sólo te va a afectar, te haces daño a ti misma nena- Le dijo seria tratando de despejarla de todas las culpas que cargaba.
-Fue por amor- Dijo la peliazul sonriendo levemente- Por amor a Hanabi.
Shizune sonrió al escuchar la explicación de la peliazul.
