Nada de esto me pertenece. Pertenece a sus dueños. Menos Jim, que pertenece a Sebastian y a Molly.
Una idea tonta que me vino en mitad de clase...
No le encuentro demasiado sentido, pero... no importa, es una pequeña desvariación mía.
Primer Beso
Porque no todos los primeros besos son iguales.
John Watson. Trigo Maduro.
Se llama Lucy y tiene el cabello del color del trigo maduro, pecas por todo el rostro y las rodillas llenas de heridas. No es lo que se dice guapa, pero para John Watson, a sus doce años, es la chica más bella del universo. La conoce desde hace solo unos días, pero su mente le dice que es la mujer de su vida. Está decidido a casarse con ella. Y por eso mismo, decide besarla suavemente en medio del bosquecillo donde jugaban a esconderse, un bosque que ve al joven jurarle fidelidad eterna, acariciando sus cabellos color trigo.
Irene Adler. Una verdadera Dama.
Una verdadera dama no da su primer beso hasta despues de su puesta de largo. Una verdadera dama sabe que el primer beso es algo sumamente especial y único, que no ser regala a la ligera. E Irene Adler, de dieciseis años, es toda una dama. Una dama que sabe que su primer beso está destinado a un chico de buena familia, destinado al chico perfecto. El problema llega cuando el día de su puesta de largo no puede resistirlo más y confiesa a su dama de compañia algo que le hace sentir sucia, algo que todo el mundo le ha dicho que es pecado. Pero su querida Susan, en vez de reprenderla, la rodea con los brazos y la atrae hacia si, compartiendo un beso suave como la espuma. Y tras ese momento, Irene descubre, que ya no quiere ser una Dama.
James Moriarty. Cerveza.
No sabe porqué, pero le gustan sus tatuajes y la forma en que su fuerte espalda de nadador se marca bajo la camiseta, y por eso cuando el le invita a su casa, es incapaz de negarse. Acaba de cumplir once años pero no es tonto, y se espera más o menos lo que ocurrirá. Lo que no se espera es la cerveza. Se bebe dos latas seguidas, mientras Carl solo abre una y lo mira. Y en el moemnto que ve que el pequeño cuerpo de Jim comienza a perder el sentido, se abalanza sobre el sujetandole fuertemente de las muñecas, robandole algo más que un beso. Y aunque su cuerpo no reaccione correctamente, su mente aún esta lucida, y mientras Carl devora algo más que su cuerpo, James Moriarty planea una venganza a la altura de Carl Powers.
Sherlock Holmes. Mazapán.
Sherlock Holmes no es del tipo romántico, para el eso del "Primer beso" no es más que una tontería.
El sería incapaz de recordar la cantidad de personas a las que había besado. En sus épocas más oscuras, cuando aún era un adicto, había llegado a pagar por unos gramos de su "medicina" con algo más que con besos. Y no le importaba, simple y llanamente se había valido de su cuerpo para conseguir lo que necesitaba.
Nada de eso le había incomodado hasta el día en que vio a John Watson comiendo mazapán.
La manera en que se llevaba el dulce desde la caja hasta los labios, cerrando los ojos y disfrutando resultaban extrañamente estimulantes al detective consultor. Y por eso había terminado de rodillas entre las piernas del doctor, sonriendo como un felino grande, mientras le sujetaba suavemente las muñecas para evitar que lo golpease. Inclinandose hacía el y robandole de la comisura de los labios el diminuto trozo de mazapán que allí se había pegado.
Oficialmente, no había sido un beso, pero para él, el grandioso Sherlock Holmes lo era. Un perfecto y dulce primer beso.
Tras leer, espero que no me mateis, y me dejeis un pequeño comentario, tanto si pensais que es basura como si quereis que siga con los otros personajes de la Serie.
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