Este fic está dedicado a MeriAnne Black como regalo que le prometí si ganaba en Club de Duelo. Y, como lo prometido es deuda, aquí va el primer capítulo. Espero que te guste. :)
El ayudante
Prólogo
El cielo nublado comienza a bañar la ciudad con sus finos copos de nieve. El invierno está demasiado cerca y pronto todo comenzará a teñirse de blanco.
En el pequeño dormitorio donde está tumbado Draco Malfoy entra una fina brisa de aire helado. Abre los ojos lentamente, sintiendo el helor en su piel y el vello erizándose al tacto con él. Se levanta despacio, con los ojos aún soñolientos. Arrastra los pies hasta la ventana, que está ligeramente abierta; seguramente la habrá cerrado mal anoche.
Oye cómo algo repica en el cristal. Se rasca la nuca sin saber exactamente qué es hasta que se percata de la presencia de una lechuza. Del pico le quita la carta que le ha llevado y ve el inconfundible sello del Ministerio de Magia. Será otra carta de rechazo más, piensa. Se acerca al ave y le da una galleta; le ha visitado tantas veces este mes que sabe perfectamente que, si no le da una propina, le morderá en el dedo. Por enésima vez.
Abre la carta sin mucha gana. Sabe a ciencia cierta lo que pone. Ya es la cuarta vez, en lo que lleva de mes, que le mandan una de esas cartas diciéndole que, pese a tener unas notas excelentes, no pueden contratarle.
Panda de hipócritas.
Es una manera fina y educada de decirles que no, que no piensan tener a un exmortífago en su estúpido ministerio de marras. Aquel tatuaje de su brazo, más que una marca tenebrosa es una condena para él. Da igual que tenga una de las mejores notas de su promoción, haga lo que haga, diga lo que diga, siempre le señalarán con el dedo y le verán como el mortífago que una vez fue, obligado por un padre que no pensaba más que en sí mismo.
Lleva más de cinco meses viviendo en un pequeño apartamente en Hogsmeade, lejos, muy lejos, de la mansión donde nació, se crió y le llevó a la ruina. A pesar de las súplicas de su madre, Draco decidió que era lo mejor. Todo lo que había en esa casa le recordaba lo miserable que había sido en el pasado y necesitaba olvidar, empezar de cero.
Le costase lo que le costase.
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Lleva un rato con la carta en la mano y el ceño fruncido sin entender absolutamente nada. No sabe si su rostro se debe a la sorpresa de que por fin le hayan admitido para trabajar en el Ministerio de Magia o por las razones que se lo dan. Ha leído tantas veces esa extraña carta, que hasta podría recitarla de memoria. Aún no sabe si creer en lo que pone o no. Pero, desde luego, un tanto extraña sí que es:
«Estimado Señor Draco Malfoy:
Le informamos de que hemos recibido su solicitud para ingresar en nuestro departamento del Ministerio de Magia y hemos evaluado con detenimiento su currículum vitae. Tras recibir muy buenas referencias hacia usted, queremos darle la oportunidad de trabajar en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas.
Para ello, debe usted presentarse mañana, 7 de noviembre de 2000, en el mencionado departamento a las 8:00 am, donde se le realizará una entrevista personalmente.
Le rogamos que sea muy puntual.
Un cordial saludo,
Philippa Metcalf
(Secretaria del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas)»
Toma una gran bocanada de aire para digerir aquella carta. A su mente se le vienen demasiadas cosas, demasiadas preguntas. ¿Regulación y Control de Criaturas Mágicas? Y lo que es más inquietante, ¿buenas referencias hacia él?
Se dirige hacia la licorera que tiene en el salón, justo al lado de la estantería de libros. Abre una de sus puertas y saca de la repisa una botella de whisky de fuego que le regaló Zabini cuando se instaló en el piso. Lleva mucho más tiempo del que quisiera sobrio, pero, tras recibir esta noticia, necesita un buen trago para soportar la que se le viene encima.
Sobre todo porque él no soporta a los animales, menos tener que controlarlos. Y más, cuando él no envió ninguna solicitud a ese departamento, ni mucho menos sabe quién le ha dado referencias sobre él.
Lo único que sabe es que esa entrevista le resultará bastante larga.
NDA: Sí, sé que es bastante corto, pero de momento es lo que me ha salido. La verdad es que no sé ni cómo me ha quedado, pero bueno, prometo que el siguiente capitulo será más lago. O al menos lo intentaré.
Espero que al menos te haya gustado este comienzo. Comienzo que no sé de cuántos capítulos serán, si de dos, de tres, de veinte o de cien; vaya usted a saber. Lo que la inspiración me lleve.
Un saludo y hasta el próximo capítulo,
~Miss Lefroy Fraser~
