Notas deautor: Viendo imágenes en mi Pinterest me encontré con esta en particular: Tony y Steve caminando hacia el atardecer en medio de una ciudad destruida, ambos llevando armas y mirándose entre ellos con una sonrisa. Eso me dio esta idea, y ya la historia se desarrollo en mi mente desde allí.

Avisos: Apocalipsis zombie AU. Omegaverse.


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Prologo

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Miro los Twinkies con un sentimiento entre hastío e ironía.

Si le hubieran dicho hace dos años que terminaría en medio de la nada, buscando refugio del apocalipsis zombie en una granja, y encontrando solo Twinkies como su única opción de alimentación en la alacena; probablemente hubiera respondido con una carcajada y comentado qué Zombieland es una gran película pero no una que fuera científicamente posible porque, vamos, ¿zombies? La vida real no es Hollywood.

Escuchando pasos cerca, Tony volteo a observar la entrada a la cocina. No sonaba como un no muerto, pero en estos tiempos hasta un ser humano común y corriente no era mucho de fiar. Y solo al ver llegar a su rubio acompañante en vez de algún loco granjero queriendo echarlo de su casa, fue cuando el castaño finalmente se relajó.

—El granero esta despejado. —dijo él, soltando un suspiro para seguidamente dejar su arma sobre la pequeña mesa de comedor, sentarse, y rodar sus hombros en un claro intento de aliviar sus músculos. Desde que se quedaron sin gasolina habían tenido que recurrir a caminar por largas horas bajo el sol. Por suerte lograron encontrar esta granja antes de que anocheciera, a ninguno de los dos se le hacía ilusión acampar con los no vivientes—. Deberíamos hacer un perímetro y cerciorarnos de que es un lugar seguro.

Tony rodó sus ojos, tomó un Twinkie y cerró las puertas de la alacena. Había algunos pocos tarros de comida en conserva, pero en general verduras podridas, carne congelada, y una muy cuestionable olla de lo que tal vez alguna vez pudo ser un guiso. Quien quiera que viviera aquí por lo mínimo llevaba dos semanas sin regresar.

—Es seguro. Estamos en medio de la nada por si no te has dado cuenta Cap.

—Tony, eso dijiste sobre nuestro último refugio y luego encontramos que el ruido extraño no eran las tuberías, sino un zombie en el sótano.

—¡Le puede pasar a cualquiera! Vive un poco cariño. —dijo con despreocupación, lanzándole el Twinkie al rubio quien lo atrapó como si nada. Si no fuera porque lo ha visto usar la tapa de un basurero cual boomerang estaría sorprendido.

Steve miro la envoltura y sonrió.

—¿No tienes de vainilla?

El castaño volvió a rodar los ojos pero le devolvió la sonrisa y avanzó hacia el rubio.

—Ja, ja, muy gracioso Steve. No estamos en una película. —dijo sentándose en las piernas del otro, el alpha no dudo en dejar el bocadillo sobre la mesa y posicionar sus manos en la cintura de su omega—. ¿Pero sabes lo qué sucedería ahora si lo fuera? —Tony se acercó más, pasando sus brazos por los hombros de Steve y acariciando con las yemas de sus dedos aquella cabellera dorada en suaves movimientos circulares, tal como a su pareja le gustaba.

—Este sería el momento perfecto para que apareciera un zombie a atacarnos. —contestó Steve soltando un suspiro, acercando su nariz hacia el cuello del castaño e inhalando aquel aroma tan particular que solo podía pertenecer a Tony.

—O podría ser el momento perfecto para estrenar esta casa...—un roce de labios. Luego uno, y dos pequeños besos—. ...con una sesión de sexo desenfrenado.

—¿Y luego un zombie?

Podía sentir la sonrisa de Steve en su boca y eso hizo que sonriera divertido también. No, no era una película. No serían la típica pareja que se separa del grupo para que luego el asesino de turno los agarre desprevenidos. Las posibilidades de que eso pase eran bajas. Tan solo le alegraba que Steve fuera ahora más abierto y menos amargado con la vida como lo era cuando se conocieron.

Tony siempre se ha considerado a sí mismo un omega independiente, con un repeluz impresionante hacia la palabra "compromiso". No le veía lo atractivo a ser tratado como propiedad, a tener que complacer siempre a un alpha y dejarse pasar por encima con tal de no enojar al otro. Pero Steve era diferente a todo lo que alguna vez creyó saber. Steve es lo que nunca creyó algún día poder tener.

Quien diría que solo tomaría el mismo fin de los tiempos para que llegaran a encontrarse por casualidad.

—Luego un zombie. —prometió.


Notas finales: Si no se han visto Zombieland, tienen que ir a verla. La recontra-recomiendo.