Capítulo 1


La noche en la ciudad de Nueva York había llegado. La temperatura rondaba entre los 15 y 17 grados, sin duda la temperatura ideal para disfrutar de una caminata por el parque más famoso de la ciudad el famoso "Central Park", realizar alguna actividad al aire libre, ir a cenar, al cine e incluso ir a ver a los Yankees si eres amante del beisbol o cualquiera de esas actividades que ayudan a relajarse y distraerse de las actividades cotidianas que día a día afrontaban los neoyorquinos en sus vidas.

Aunque no todos tenían tiempo para eso, puesto que la policía no podía darse esos lujos y ahora menos al haberse reflejado en los periódicos y en los diversos medios de comunicación que la tasa de robos y homicidios había aumentado casi al doble que el año pasado. Pero no todo era malo puesto que también los casos resueltos habían aumentado al doble, sin embargo no se encontraban ni cercas del número negativo que arrojaron los medios. Por consecuencia los altos mandos ordenaron a todos los pertenecientes al cuerpo a trabajar horas extras para bajar dicha tasa negativa. Una llamada anónima al departamento 6 de la policía de Nueva York había avisado a las autoridades del hallazgo de un cuerpo sin vida en un departamento en el este de Nueva York. Muchas veces estas llamadas solo se trataban de alguna broma pesada por parte de gente que no tiene nada que hacer, sin embargo el protocolo indicaba mandar a la unidad más cercana al lugar para inspeccionar si lo dicho por la llamada resultaba cierto y lo cual en este caso no era así.

Diez minutos más tarde dos vehículos del departamento de homicidios de Nueva York habían llegado al lugar de la escena del crimen. En cada vehículo se encontraba una pareja perteneciente al cuerpo de homicidios. Ambas parejas bajaron del vehículo, se voltearon haber, asintieron y caminaron hacia la entrada del edificio pasando por debajo de la famosa cinta amarrilla para después saludar amablemente a los policías que se encontraban resguardando el edificio; y una vez adentró tomar el ascensor que los llevaría al piso en donde se había cometido el homicidio. En el trayecto ninguno había comentado nada o realizado algún sonido, todo esto perteneciente a una especie de ritual que inconscientemente habían desarrollado a lo largo de los diferentes casos en los que los cuatro habían trabajado juntos. Las puertas se abrieron y uno después del otro fue saliendo del ascensor hasta llegar a la habitación en donde comenzaba otro ritual para uno de los detectives de homicidios.

La detective se detuvo debajo del marco de la puerta de la habitación que conducía a la víctima, coloco un mechón de su rubia cabellera detrás de su oreja, cerró los ojos, inhalo aire; paso sus manos por ambos lados de la cadera, abrió los ojos y soltó el aire retenido. Haciendo de esta pausa ni muy larga ni muy corta, solo lo necesaria para acordarse de lo único que nunca falta en su vida. Otro cadáver la esperaba. Entro a la habitación encontrándose a la víctima en el suelo encima de una alfombra azul marina, se acercó al cuerpo y se colocó de cuclillas para observar fijamente a la víctima en busca de algún detalle que resaltara en particular. Eso era algo que siempre hacia con cada una de sus víctimas. Asintió y se levantó sin dejar de observar comenzando a rodear el cuerpo buscando de diferentes ángulos. Coloco las manos en la cintura y frunció el ceño al no encontrar nada.

-¿Termino detective Kyoyama?-pregunto Jeanne la forense que se encontraba realizando las pruebas correspondientes hasta que vio entrar a los detectives sabiendo con antemano lo que Anna haría con la víctima y para no estorbar se había echo aun lado.

-Aun no…apenas estoy comenzando-contesto con una leve sonrisa mientras se colocaba los guantes.

-¡Qué bien! porque la noche aun es joven-respondió también con una sonrisa-Mujer no identificada, sin bolso, sin identificación alguna. Edad aproximada de veintiséis a veintinueve años. Traumatismo severo en la cabeza, marcas en ambos brazos, cuello; obviamente el cuchillo en su corazón y por su temperatura yo diría que lleva aquí entr tres horas. Eso es lo que puedo darte por el momento

-Bien, por sus uñas rotas diría que forcejeo con el asesino, la lanzo contra esta pared-apunto la pared que se encontraba detrás de ella y la cual tenía manchas de sangre-la trato de asfixiar, después la arrojo con fuerza hacia la alfombra golpeándose de nueva cuenta la cabeza y para rematarla clavo el cuchillo en el corazón…vaya sí que la quería muerta

-Puede ser, pero hasta hacer las pruebas en el laboratorio te diré que fue lo primero que la mato, si el cuchillo o el traumatismo en su cabeza

-¿Huellas del asesino?

-¿Acaso creíste que el caso sería fácil y que te irías a casa rápido?-cuestiona Jeanne alzando su ceja derecha.

-Y yo que quería tomar una par de cervezas con una amiga-dijo sonando algo resignada.

-Detective, estoy segura que su amiga accederá a acompañarla no importa la hora en la que termine su trabajo-dijo con una leve sonrisa.

-Tienes razón y creo que le pediré que page la cuenta esta vez

-Definitivamente su amiga no accederá-dijo Jeanne negando con su cabeza-Por cierto, ¿dónde está…

Jeanne no termino la pregunta porque precisamente en ese momento apareció la persona que iba a mencionar.

-¡Vaya!, ¡pero si es una excelente alfombra de poliéster azul marino!...o debería decir rojo sangre-dijo Yoh haciendo una mueca de desagrado al momento que se acercó a la escena del crimen-de todos modos luciría bien en mi apartamento

-Yoh-se limitó Anna a pronunciar su nombre, suspirando y sin voltearlo a ver.

Anna se preguntaba que fue lo que hizo mal en su vida para tener que soportar a Yoh. Y con esa ya eran treinta veces que se repetía la misma pregunta. Desde hace un mes Yoh la seguía con el pretexto de realizar un artículo para mejorar la imagen de la policía de Nueva York, después de los resultados negativos que arrojaron y que los habían expuesto a nivel nacional. Aun no entendía cómo es que este periodista que jugaba a ser policía, había llegado a su comisaria y de todos los policías que había en dicha comisaria a ella le había tocado cargara con él.

-Detective Kyoyama, al menos demuestre que se alegra de mi presencia y buenas noches Jeanne yo sé que tu si sabes apreciarme-saludo mostrando una gran sonrisa.

-Claro que si Yoh-sonrió mientras Anna hacía gestos para que su amiga no le diera motivos para agrandarse-por cierto tu cabello esta mojado, ¿porque será? ¿Acaso olerás a jabón chiquito?

-Jiji yo no frecuento esos lugres-rio divertido-por eso tengo mi lujoso apartamento en donde yo puedo tener mis encuentros sex…

-Así, pues no nos interesa saber-interrumpió Anna dejando a Yoh con las palabra en la boca decidiendo mejor caminar hacia donde se encontraba la escalera de emergencias. Yoh la acompaño.

-Por cierto gracias por llamar. Si no fuera por Usui no habría llegado a tiempo

Anna decidió ignorarlo al mismo tiempo que pensó la manera de hacer sufrir al detective Usui por haber llamado a Yoh para este caso. Usui se acercó a ellos.

-Bien, ya pregunte a los vecinos si es que vieron a alguien salir o entra al apartamento; y si también escucharon algún ruido extraño-hizo una pausa al ver que Yoh le hacía señales extrañas las cuales intentaban expresar de algún modo que Anna se encontraba enojada.

-¿Y bien?-pregunto Anna tras la pausa de Horo.

-Perdón-aclaro su garganta y prosiguió-nadie vio o escucho nada e incluso mostré la foto de la chica, pero nadie la conoce ni la habían visto antes

-Así que este apartamento no es suyo… interesante-hablo Yoh mientras observaba por la venta la vista del lugar.

-Así es, entonces pregunte a quien pertenecía y no supieron darme respuesta alguna

-¿Qué hay de Ren y Lyserg?-pregunto la rubia, ya que eso le parcia muy extraño.

-Ren fue hablar con el portero para saber a quién le pertenece el apartamento, mientras que Lyserg habla con las personas de los pisos de abajo para saber si lograron ver a alguien bajando las escaleras de emergencia

-Bien, esperemos a que regresen, mientras tanto baja y sube por las escaleras de emergencia en busca de algo sospechoso-ahí estaba el castigo para Usui.

-Pero…pero son 20 pisos-dijo un poco aterrado al imaginarse subir y bajar 20 pisos.

-¿Algún problema detective?

-N…no enseguida lo are-y salió por la ventana para comenzar con su tarea.

-Jiji quien diría que lo tienes muy bien entrenado, aunque más bien diría aterrorizado. Bien ¿qué hago yo?-pregunto con una enorme sonrisa.

-Podrías ayudara al detective Usui a buscar en las escaleras, cuatro ojos son mejores que dos-y camino hacia el dormitorio. Seguida por Yoh.

-Estoy cociente que realizar ejercicio ayuda a la salud, pero en este caso me temo que declinare ya he hecho suficiente ejercicio por hoy-sonrió pícaramente, pero Anna no lo noto ya que estaba más atenta en buscar alguna pista en la habitación que condujera al dueño o dueña del apartamento.

-Entonces vete a casa "no te necesitamos aquí"-dijo Anna haciendo énfasis en no te necesitamos, mientras revisaba los cajones de las mesitas de noche que se encontraban en ambos lados de la cama.

-Jiji que graciosa, pero yo solo estoy realizando mi trabajo lo cual implica estar aquí-respondió Yoh mientras pasaba su mano por el mueble de madera que estaba cubierto por polvo.

-Y yo también. Y créeme podría hacer mejor mi trabajo si tu no estuvieras aquí

-Lo dudo-sonrió mientras se ganaba una mirada de desprecio por parte de Anna-jiji solo bromeo detective-en eso abrió el ropero llevándose una gran sorpresa-¡pero que tenemos aquí!-grito, sonrió y tomo la prenda que se encontraba colgada-yo diría que es de su talla detective-sonreía mientras mostraba el sensual traje de enfermera-o si lo prefiere también podría ser una sensual mucama-decía mientras tomaba con la mano vacía el traje-por favor elija uno de estos dos-suplico.

-Solo en una de tus enfermizas fantasías sexuales podrías verme vestida así-comento Anna mientras se acercaba para revisar el ropero.

-Ya lo hice, ¿quiere saber con cuál de los dos me la imagine?

Una hora después la detective Anna se encontraba en la comisaria pensando en donde comenzar con las pistas que ella y su equipo habían conseguido. Lyserg había logrado el testimonio de una vecina que había visto a un hombre bajar rápidamente por las escaleras de emergencia y ya se encontraba realizando un retrato hablado sobre el presunto asesino. Ren descubrió que el apartamento pertenecía a un sujeto llamado Pino Graham que se encontraba en su país natal de vista. Lo que explicaba el polvo en el departamento, pero no que los vecinos no lo conocieran y eso le parecía extraño, además de su gusto por la ropa extravagante. Aunque Pino Graham no fuera el asesino, ya que poseía una cuartada sólida; presentía que hablar con él podría ayudar un poco en la investigación. Afortunadamente al saber lo sucedido había dicho que regresaría cuanto antes. Horo-Horo se encontraba exhausto por bajar veinte pisos y después subir otros veinte. Así que había pedido conseguir los videos de las calles cercanas debido a que le edificio no contaba con cámaras de seguridad, después a revisar cada uno de ellos en busca del sospechoso y todo por estar sentado un muy buen rato. Por ultimo Yoh había sido mandado a casa después de su último comentario.

Aun no se le podía pasar el coraje por lo último con el castaño y hasta le había regresado el fuerte dolor de cabeza al recordar la escena con Yoh. La cual había ocurrido de esta manera: Anna lo había ignorado por completo, pero eso no bastaba para que Yoh diera el tema por finalizado. Así que comenzó a hablar de la fantasía que había tenido con ella vestida de enfermera y de cómo ambos "jugaban al doctor". Colmando por completo la paciencia de la rubia que estalló amenazándolo con echarlo del lugar custodiado por policías y hasta dejarlo encerrado unas cuantas horas si no se callaba y la dejaba realizar su trabajo en paz. A lo cual el castaño muy amablemente había accedido a la petición de Anna y abandono con sus propios pies el lugar, no sin antes objetar "cualquier persona tiene el derecho de fantasear con quien guste, ¿no es así?" e informar a cada policía que se encontraba presente en el lugar "la detective Kyoyama me echo por haberle contado de mi fantasía con ella vestida de enfermera". Aunque eso último le saco una sonrisa y al darse cuenta que había sonreído movió bruscamente su cabeza para sacer esa eso rápidamente de su mente y volverse a enfocar en el caso que tenía frente a ella.

-¡La tengo!-apareció repentinamente Ren y pego una foto en la gran pizarra blanca que tenía Anna frente a ella la cual no solo servía para reunir la información respecto al caso, sino para que ella y su equipo desecharan teorías y que Yoh había bautizado como "lluvia de ideas" debido a que ahí podía expresar teorías locas sobre el asesinato.

-¿Dime que hablas del caso y no de otra cosa?-se burló Anna.

-Jaja-rio sarcásticamente-hable con Jeanne hace unos momentos y nos dio el nombre de nuestra victima la cual es…Matilda Matisse procedente de Scotland, Escocia. Sin familiares, trabajo hace seis meses en una campaña política y actualmente vivía con una amiga llamada Kanna Bismarch la cual no contesta el teléfono debido a que está de viaje por su trabajo y regresa mañana según su contestadora. Además Jeanne especifico la hora de muerte la cual fue a las 6 p.m.

-Bien, mañana iré a su casa dame su dirección por favor-pidió Anna a lo que Ren asintió e iba a ir a su escritorio para entregarle la dirección cuando Lyserg llego enseguida.

-¡Ya tengo el retrato hablado!-pego el retrato a la pizarra-desafortunadamente no hay nada en la base de datos que nos diga quien es-en el retrato se apreciaba a un hombre de tez negra, cuerpo robusto, barba de candado, lentes negros; utilizaba una chaqueta negra y un gorra de los Yankees-lo que nos deja la mitad de hombres negros que son amantes delos Yankees en esta ciudad-hablo un poco desilusionado por encontrar al presunto asesino.

-Tal vez, pero si en realidad mato a esa mujer lo más seguro es que intente abandonar la ciudad-miro su reloj el cual marcaba las 10 p.m.-envía el retrato a los aeropuertos, centrales de autobuses y si contamos con suerte tal vez aún haya abandonado la ciudad, también dale el retrato a Usui para que lo busque en los videos y ver si podemos encontrar testigos que lo puedan identificar o incluso donde se esconde

-Cuenta con ello, por cierto ¿quieres que ayude a Usui? o ¿tienes otros planes para mí?

-No, ayuda a Usui así podríamos encontrar más rápido a nuestro asesino y Tao busca en la cuentas banquearías de Matilda si hubo algo fuera de lo normal y pide un registro a su proveedor de teléfono. Si llego a ese departamento debieron haberla contactado

-Lo de las cuantas puedo hacerlo en este momento, pero para el registro será hasta mañana, ya que las oficinas del proveedor se encuentran cerradas

-Bien, pero quiero saber todo acerca de sus movimientos bancarios para entes de que nos vayamos

-Tú déjamelo a mí

Y sin decir nada más Lyserg y Ren inmediatamente se pusieron a trabajar en las tareas que Anna les había encomendado. Mientras ella se colocó frente de la enorme pizarra blanca con las manos en la cintura observando detenidamente por donde comenzar. Tomo un plumón de tinta negra y dibujo una línea en todo lo ancho de la tabla, saco un rama de esa línea colocando con un plumón de tinta roja la hora de la muerte. Hacer una cronología sobre el día de la muerte de su víctima era algo que siempre con todos los casos que llevaba y que además resultaba muy útil. Después acomodo el retrato hablado escribiendo debajo de este "asesino y un signo de interrogación", a un lado coloco la fotografía de Pino Graham el dueño del apartamento escribiendo "sospechoso e investigar por ropa extravagante y desconocimiento de vecinos". Una vez terminado se sentó en la silla de su escritorio y contemplo una foto que se encontraba en este, tomo la foto que se encontraba en un bello retrato hecho de madera color chocolate y sonrió melancólicamente, la dejo en su lugar y se levantó susurrando un gracias.

Mientras unos trabajaban otros llegaban a sus casas como el caso de Yoh, al que hoy no dejaron realizar su trabajo o más bien el mismo había renunciado a trabajar por el día de hoy, después de provocar a Anna para que lo echara del lugar de la escena del crimen. Aunque no se arrepentía por lo echo, ya que se había divertido en grande al ver la expresión de la rubia cuando le conto de su "supuesta fantasía sexual". De regreso a casa había pasado por el restaurante chino que se encontraba a unas cuantas calles de su apartamento, esa era una desventaja de vivir solo nadie te espera en casa con la comida echa. Una vez frente la puerta de su apartamento coloco las llaves en la ranura y giro el picaporte llevándose la sorpresa de que la puerta ya no tenía seguro. Vivía solo así que se trataba de un ladrón o de una de sus tantas ex novias con un niño de 5 años que al entrar le dirían felicidades eras papa. Lo que para ambas opciones debía ser muy precavido, ya sea para atacar al maleante o correr para no hacerse cargo de su supuesto hijo. Así que dejo la comida en el pasillo y abrió lentamente la puerta para observar si lograba divisar a alguien, pero en el instante que coloco un pie adentro luces se apagaron y sintió como una mano cubría su boca con fuerza.


Notas del autor:

Hola como podrán darse cuenta es mi primer fic y espero que les haya gustado el primer capítulo. Me encantaría que me dejaran un review en verdad significaría mucho para mí y más que me dijeran si estoy haciendo bien las cosa o si les parecio corto por favorc. Por cierto planeo subir un capitulo por semana o si es posible antes según el tiempo con el que cuente.

Y en verdad muchas gracias por tomarse un poco de su tiempo para leer.