Prologo: Soran Ibrahim.

-Año 2013, Japon, Ciudad Kuoh, (Habitación en un Departamento, 5:30 de la mañana)-

La Ciudad de Kuoh era una ciudad bastante bonita y tranquila en este mundo moderno. Para las personas comunes y corrientes era un buen lugar para vivir con lo más notable siendo la Academia Kuoh la cual hasta hace poco aceptaba solo a chicas.

En otro mundo y con otras circunstancias nuestra atención hubiese ido a la casa en donde cierto chico de cabello castaño y un gran deseo por los pechos estaba dormido, soñando con un futuro donde lograba cumplir su sueño de tener un harem.

Sin embargo aquí y ahora ese no era el caso debido a circunstancias demasiado raras…

Por eso mismo ahora nos enfocamos en la habitación de un edificio de departamentos de 15 pisos que había sido terminado hace poco, por lo mismo había pocos habitantes. Nuestra atención se dirige hacia el último piso donde solo uno de los departamentos se encontraba habitado.

Ni muy grande pero a la vez ni muy pequeño, no era para gente con dinero, pero tampoco era para gente pobre, así podía describirse ese departamento.

Para una familia el tamaño era adecuado pero para una sola persona era más que suficiente y quizás un poco grande.

Dentro de este departamento nos enfocamos en una de las habitaciones en donde un joven barón se encontraba durmiendo en su cama lo que era lógico por la hora.

Por su altura y estado de la piel uno podía decir con certeza que esa ese chico era un adolecente, quizás de 16 o 17 años de edad. Ese chico poseía un cabello de color negro y una piel ligeramente bronceada… por su tono de piel y características faciales uno podría ubicar el origen de ese chico en… el Oriente Medio.

Algo raro de encontrar en Japón pero a la vez no imposible.

Lo más raro aquí era el cuarto de ese chico en donde ahora nos encontramos ya que fuera de la cama no había nada más, ni una tv, ni un escritorio… ni siquiera una computadora, únicamente una cama.

Era extraño vivir en un cuarto que carece de cualquier comodidad común para oras personas como muebles, mesas o incluso algún tipo de decoración.

Para este chico tales cosas eran simplemente innecesarias, con tan solo una cama él se encontraba satisfecho.

Aunque por la forma en la que ese chico se movía al dormir uno podía decir con certeza que sus sueños no eran exactamente dulces. Incluso uno podía decir que ese chico estaba teniendo una pesadilla.

Y fuese lo que fuese que ese chico había soñado… realmente pareció afectarlo porque ahora estaba comenzando a sudar.

De forma muy rápida los ojos del chico de piel morena se abrieron. Esos ojos estaban fijados en el techo de su habitación.

Era notable que el sonido de un grito u al menos un gemido de sorpresa no se hubiese escuchado luego de tal sueño.

Lo que si se escucho fue una respiración agitada junto con el pecho de ese chico bajando y subiendo de forma acelerada debido al extraño sueño. Además de que su pulso cardiaco era tan rápido que ese chico podía sentir su corazón golpear contra su pecho.

"…Que fue eso…" Murmuro para sí mismo ese chico mientras su mano izquierda seguía sobre su corazón para intentar calmar esas palpitaciones rápidas.

Respirando tranquilamente para calmarse el joven de cabello negro eventualmente logro normalizar sus latidos.

El nombre de ese chico era… Soran Ibrahim, un inmigrante de la joven y lejana Republica de Krugis, un país que había sido formado hace algunos años luego de una guerra civil en Oriente Medio en donde el pueblo Kurdo logro crear una nación aprovechando el caos.

Él y sus padres terminaron en Japón cuando su padre recibió una oferta de trabajo, sin embargo el trabajo de su padre era tan importante que este debía pasar mucho tiempo fuera de casa y la madre de Soran se encontraba acompañando a su esposo.

Aunque… Soran debía admitir el no haberlos visto en algún tiempo que se sentía mucho más de lo que parecía ser ya que según sus recuerdos sus padres se fueron hace unos meses.

Pero para Soran se sentía como años.

Uno pensaría que era tan simple como usar su celular y llamarlos… pero a diferencia de todos los jóvenes modernos, Soran no poseía un teléfono celular.

Realmente este joven era bastante diferente a lo que uno esperaría a encontrar en un mundo moderno y relativamente tranquilo como este.

Y era un joven como este… el héroe de esta historia donde el mundo que los humanos veían como uno de fantasía comenzaría ser visto por Soran.

-Cocina del Departamento de Soran-

Abriendo el refrigerador Soran saco una caja de jugo de naranja de la cual él bebió luego de servirse en un vaso.

Y aprovechando que el refrigerador estaba abierto Soran también saco su desayuno para el día el cual era… un sándwich para calentar en el microondas.

Lamentablemente las artes culinarias no eran algo en lo que Soran hubiese sido bendecido… y eso era decirlo de forma amable.

La comida quemada de los anteriores intentos era un testamento de que ese chico estaba mejor fuera de la cocina… incluso un extintor fue necesario luego del último intento. Desde ese entonces Soran decidió que era mejor mantenerse alejado de la cocina excepto para usar el refrigerador.

Por eso todas sus comidas eran de aquellas que ya venían preparadas o simplemente comer afuera.

Quizás no era lo más saludable… pero uno tenía que sobrevivir con lo que se podía. Como el dinero no era problema entonces Soran no tenía problemas continuando ese estilo de vida alimenticia.

El reloj en la cocina indicaba que eran las 6 de la mañana por lo que todavía faltaban tres horas para entrar a la Academia.

Si bien al despertarse a tal hora muchos jóvenes elegirían el volver a dormir, para Soran ese no era el caso, una vez él se despertaba él no conseguía volverse a dormir.

"En ese caso mejor usar ese tiempo para algo" Dijo Soran quien no vio mucho sentido a simplemente quedarse ahí haciendo nada mientras el tiempo para ir a la escuela llegaba.

Sin embargo él no iba a ver TV o algo así… sino algo mucho más provechoso según sus ojos.

Soran regreso a su habitación después de haberse alimentado. En momentos como este era que el tener una habitación vacía con excepción de la cama era algo muy útil.

Soran se puso a hacer abdominales contra el suelo. El ejercitar su cuerpo fue su elección sobre cómo gastar su tiempo libre.

Para muchos jóvenes el tiempo libre podría haberse gastado en cosas más normales como jugar videojuegos o navegar por la internet, leer mangas o novelas ligeras… incluso escuchar música.

Pero ese no era el caso para Soran, al chico de cabello negro simplemente no le interesaban cosas como esas que eran normales para los otros jóvenes.

Asique entrenar su cuerpo era lo único que ese chico hacía en su tiempo libre aunque Soran siempre procuraba tener un descanso apropiado para no desgastar demasiado su cuerpo. Aun cuando Soran no hacia ejercicio ni tenia a nadie como enemigo para justificar ese entrenamiento… el simplemente lo hacía aun sin saber la razón.

Y… básicamente esta era su vida.

Únicamente ir a la escuela y entrenar su cuerpo en sus momentos libres para luego descansar… realmente la vida de Soran Ibrahim era una vida vacía para un joven de su edad si uno se lo ponía a pensar.

Eso era… terrible.

Tan joven y sin amigos, viviendo solo una vida sin intereses… ¿Realmente es eso vivir o simplemente continuar respirando hasta que el fin llegase?

Lamentablemente para este joven no había otra forma de hacer las cosas.

Soran simplemente era así, aun si su pasado era normal y libre de tragedia el simplemente tenía esa personalidad antisocial y prácticamente nada de pasatiempos. Por supuesto que eso incluía algún club para pasar el tiempo después de clases.

Ninguna de las actividades de esos clubes le interesaba. Si Soran iba y se apuntaba en alguno entonces el terminaría estando simplemente ahí sin aportar mucho.

Siendo así él no quería hacerle pasar un rato ni a sí mismo ni tampoco a los otros jóvenes con los que el posiblemente interactuaría.

Un estilo de vida así… no era realmente bueno para un joven.

-Treinta Minutos Después-

Luego de darse un baño para quitar el sudor y ponerse su uniforme, Soran estaba poniendo sus cuadernos y libros en su mochila.

A simple vista esas eran las pertenencias normales de un chico que iba a clases, pero lo más peculiar que uno podría encontrar entre sus pertenencias… era un cuaderno de dibujos junto con lápices de varios colores para dibujar, algo que parecía fuera de lugar en un chico como él.

Y como no se veía nuevo se podría decir que Soran ha tenido por un tiempo ese cuaderno de dibujos.

Quizás… la vida de Soran no estaba tan vacía como parecía en primer lugar.

Quizás haya mucho más de lo que se puede ver a simple vista de ese chico serio y estoico.

Y quizás… Soran Ibrahim sea alguien que pueda cambiar el futuro de este mundo de forma drástica aun si en estos momentos él era únicamente un chico viviendo una existencia vacía.

-Academia Kuoh, (Entrada)-

Luego de un rato de caminar por las calles de la ciudad Soran pudo ver a la distancia el lugar donde él debía atender.

La Academia Kuoh era un lugar de buen tamaño además de en si ser un lugar famoso por ser hacer poco una escuela solo para chicas, sin embargo recientemente había comenzado a aceptar chicos lo que naturalmente hizo que muchos chicos intentasen entrar, Soran estuvo entre aquellos a los que su recomendación para entrar fue aceptada.

Si bien a Soran no le importaba mucho el lugar donde el tuviese que estudiar él debía admitir que la Academia Kuoh era un lugar agradable.

Para comenzar el hecho de que hubiese sido hasta hace poco una escuela solo para chicas no le importaba en nada a Soran, podría incluso ser una escuela solo para chicos y aun así él hubiese atendido sin problemas.

Lo importante para Soran era el ambiente tranquilo de la Academia. Fuera de algunos incidentes con ciertos chicos con… un muy claro deseo sexual, Kuoh era un lugar ideal para una vida calmada de estudiante.

Y así Soran entro por la puerta de entrada de la Academia y camino entre los estudiantes sin nadie prestándole particularmente algo de atención excepto para moverse para así no tener que chocar con él.

Soran era del tipo de chico que se perdía entre la multitud de gente gracias a su actitud reservada, cosa que verdaderamente no le molestaba. Aun si lo más notable de Soran era el hecho de que él era extranjero, en Kuoh había cierta estudiante que también era extranjera y llamaba mucho más la atención.

Al inicio de su año escolar hubo quienes intentaron acercársele en los primeros días, en si esas personas eran pocas ya que por su rostro estoico y personalidad callada, Soran resultaba un tanto intimidante para la mayoría de las chicas, en el caso de los chicos había más interés en amistad con las chicas que en amistad con un extranjero que no hablaba con nadie.

Sin embargo luego de negarse a esos intentos de entablar al menos una relación de conocidos eventualmente la gente dejo solo a Soran simplemente aceptando que estaba en su naturaleza el ser así.

Una vida de escuela siendo únicamente alguien que no era notado… quizás si Soran hubiese sido una chica las cosas serían distintas pero ese no era el caso.

Quizás ciertos pervertidos hubiesen intentado acerarse a una linda chica estoica…

Pero como ese no era el caso Soran continuo caminando él solo.

Y así caminando entre los múltiples estudiantes sin ser notado… ni siquiera los Demonios que asistían a Kuoh sabían de la existencia de Soran al ser el solo un chico más.

Puede que él no pareciese tener un gran poder o siquiera tener un poder en si siendo solo notable en habilidades únicamente humanas… pero realmente el chico de Krugis poseía dentro de él un poder el cual nadie se hubiese imaginado.

Lo único que faltaba era despertarlo.

-Salón de Clase de Primer Año-

Abriendo la puerta de su salón Soran procedió a entrar y caminar hacia su asiento mientras los demás continuaban conversando como si nada, de cierta forma los demás ya se habían acostumbrado al chico silencioso y lo veían como parte de todos los días.

Soran rápidamente fue a su lugar el cual se encontraba ubicado justo en la parte de atrás del salón de clases. El plan del chico era muy simple… el quedarse en su asiento hasta que llegase la profesora para iniciar las clases.

Él no tenía ningún amigo ni tampoco siquiera un conocido para hablar a diferencia de dos chicos que estaban conversando casualmente cerca de Soran.

"¿Escuchaste? Nuevamente hay otro enfrentamiento militar en Tamil" Comento uno de los chicos a otro chico que se veía como su amigo estaba despreocupadamente enviando mensajes de texto en su celular.

"Creo que lo vi en las noticias anoche" Contesto el chico del celular sin despegar los ojos de su pantalla, mostrando lo poco que le importaba el tema "¿En dónde quedaba ese lugar?".

"Creo que cerca de la India…" Respondió el amigo del chico del celular quien también se veía despreocupado, al final parecía que ese tema surgió solo para matar el tiempo.

Pero… Soran se encontraba en el rango para escuchar.

Al oír sobre ese conflicto armado…. Soran Ibrahim apretó con fuerza sus puños y su mirada se volvió distinta, se volvió más enfocada además de poder notarse una cantidad notable de ira.

Era afortunado que estuviese mirando hacia afuera de la ventana ya que si uno hubiese sido lo suficientemente desafortunado como para terminar siendo a quien esa mirada le cállese entonces esa persona hubiese terminado temblando.

Podía parecer una reacción exagerada ante un conflicto que estaba a medio mundo de distancia y no lo involucraba a uno…

Pero con solo oír de las guerras y conflictos armados que había en el mundo… simplemente escucharlo hacia que a Soran le diese ganas de irse a esos campos de batalla para detener el conflicto.

Sin embargo Soran no sentía deseos de pelear por algún lado en específico.

En lugar de eso la descabellada idea de atacar a ambos lados para detener el conflicto era la más atractiva para Soran, entonces lo que el chico de Krugis deseaba poder hacer era una…

"Intervención Armada…" Dijo Soran en un susurro casi inaudible.

Si… lo que Soran deseaba era conseguir algún tipo de máquina de alto poder y usarla para terminar ese conflicto armado.

'¿Por qué pienso esas cosas?' A pesar de todo Soran no podía evitar preguntarse a sí mismo esa clase de cosas ya que incluso él sabía que eso era anormal.

Sus memorias eran las de una vida normal con sus padres, el nunca experimento algo como un conflicto armado o un ataque terrorista.

¿Entonces porque él tenía ese gran odio a la guerra a pesar de nunca haberla experimentado?

Soran no lo sabía, simplemente él no lo sabía.

Pero en ese momento se pudo escuchar la puerta del salón de clases abrirse y los estudiantes rápidamente fueron a sus asientos.

Asique aprovechando que iniciaban las clases Soran se enfocó en su profesor para ignorar esos pensamientos sobre sus sentimientos hacia los conflictos armados.

Si tan solo Soran supiese… realmente de como esos sentimientos se originaron.

-Academia Kuoh, (Hora de Almuerzo)-

Eventualmente las clases terminaron y la hora del almuerzo llego para los hambrientos estudiantes luego de lo que hasta ahora había sido un día cansador.

Ahora mismo los estudiantes se encontraban o comiendo afuera en el patio de la Academia, dentro de sus salones de clase o sino comiendo en la cafetería.

Sin embargo solo uno de ellos se encontraba en un lugar un tanto particular… específicamente hablando un salón de clase abandonado en cual tenía todas sus mesas y escritorio del profesor.

Debido a su tamaño no era difícil de imaginar que en Kuoh pudiese haber uno o dos cuartos abandonados y olvidados. En el caso de Soran, él había encontrado lo que era un puesto para comer lo suficientemente tranquilo y en buena posición para alguien como él.

Soran prefería lugares tranquilos como este en lugar de los típicos lugares que estaban llenos de otros estudiantes. Él todavía podía comer pasando desapercibido en el salón de clases, pero un lugar como este era mejor para sus gustos.

Sin embargo en lugar de comer como era su plan original… Soran se encontraba dibujando en su cuaderno de dibujos que el trajo junto con su mochila.

Soran descubrió un talento para dibujar que él ni siquiera sabía que existía completamente por casualidad.

Todo ocurrió un día normal en el cual él estaba solo en su departamento en plena tarde terminando su tarea. Soran la termino de forma rápida lo que lo dejo sin nada que hacer ya que no había ningún programa de tv que le gustase y el no poseía una computadora.

La opción de ejercitarse estaba y de hecho eso era lo que el joven iba a hacer… de no ser porque Soran termino distrayéndose al pensar en su vida.

Sin darse cuenta Soran termino haciendo un dibujo en una hoja vacía de su cuaderno… y el resultado final fue una enorme nave espacial.

Esa era una nave espacial como las que uno vería en esas series o películas de ciencia ficción. Por su tamaño masivo uno podía imaginarse que esa nave era del tipo que tenía una gran tripulación y varias cosas adentro.

El título que Soran le puso a esa nave fue: CBS-70 Ptolemaios.

Verdaderamente incluso el nombre de esa nave sonaba ideal y perfecto para algo de ciencia ficción.

Y esa nave espacial no era lo único notable que se encontraba en el cuaderno de dibujo de Soran Ibrahim, únicamente lo que ocupaba la primera página al Soran decidir dibujarla de nuevo cuando compro ese cuaderno de dibujos.

Si uno pudiese ver las demás páginas de su cuaderno de dibujos entonces uno se sorprendería por las cosas que había dibujadas en esas páginas. Además su habilidad y detalle era tal que uno hubiese asumido que Soran pertenecía a un club de arte o estaba planeando volverse un autor de manga especializado en la ciencia ficción.

Sin embargo aun con esas habilidades notables de dibujo nuestro héroe no planeaba darles ningún uso en especial, únicamente el planeaba dibujar en su cuaderno de dibujos y nada más, Soran no tenía interés en sacarle más provecho a su habilidad.

Para Soran dibujar era algo para pasar el tiempo únicamente, no había nada más profundo… aunque quizás esos dibujos podían tener un significado más profundo.

Y lo que termino siendo dibujado en esta ocasión fue… el rostro de una mujer.

Una mujer de largo cabello castaño con ojos del mismo color que el cabello, al parecer esa mujer se encontraba en sus veinte por lo joven que se veía en el dibujo pero al mismo tiempo no muy madura. Una mujer muy hermosa diría aquellos que viesen ese dibujo.

"Sumeragi Lee Noriega…" Murmuro Soran el nombre que le vino a la mente para esa chica que el jamás había conocido. Simplemente ese nombre se le vino a la mente al chico de Krugis y el decidió que era el indicado para ese dibujo.

Y con eso el chico de Krugis escribió aquel nombre en el borde de la página del libro de dibujos.

De donde salían esos nombres que Soran usaba para todo lo que dibujaba él no lo sabía, esos nombres simplemente aparecían en su mente y listo.

Aunque si bien todo salía de forma espontánea de su cabeza al ver a aquella mujer en su dibujo Soran Ibrahim sintió… un sentimiento de seguridad, un sentimiento que uno sentiría al ver a una hermana mayor o algo por el estilo.

Qué raro era es si uno se lo ponía a pensar, el sentir ese tipo de cosas por una mujer que él nunca había visto y únicamente había dibujado.

Sin embargo Soran no tuvo mucho tiempo para preguntarse eso.

"Todavía no he comido" Se dijo a sí mismo el pelinegro quien guardo su cuaderno de dibujo en uno de los escritorios de este salón abandonado. Como nadie venia por aquí más tarde Soran lo haría una visita rápida a este lugar para llevarse a casa ese cuaderno de dibujos.

Normalmente el habría comido antes de dibujar, sin embargo el deseo de terminar el dibujo de esa mujer fue tal que Soran se enfocó en terminar el dibujo y nada más.

Pero como su dijo ya había sido terminado entonces Soran podía comer en paz, aunque ahora él debía apurarse ya que el almuerzo terminaría dentro de poco. De su bolsillo nuestro héroe saco la que sería su comida este día lunes.

Un simple pan que Soran compro en una tienda de camino a la escuela, ese era su almuerzo el día de hoy.

A veces comiendo su comida en este salón abandonado, Soran se preguntó cómo era la comida cacera… ya que se sentía como si un tiempo muy largo hubiese transcurrido desde la última vez que él pudo probar ese tipo de comida.

El resto de esa solitaria hora de almuerzo en aquel salón vacío continúo con en completa armonía.

-Calles de Kuoh, (Noche, 22:00)-

Ya habían pasado horas desde que las clases terminaron por lo que el cielo se encontraba oscuro. Todos los estudiantes ya se encontraban en sus casa igualmente que la mayoría de gente que trabajaba.

Hoy era un lunes por lo que la cantidad de gente caminando por las calles a esta hora era poca comparado con lo que sería una noche de viernes o sábado. Todos simplemente estaban ya dormidos o preparándose para lo que sería un nuevo día de obligaciones.

Sin embargo contrario a lo que uno esperaría de un día lunes a esta hora… un chico con uniforme de su escuela se encontraba caminando por las calles.

Soran Ibrahim se encontraba caminando en las calles un poco tarde y con su uniforme escolar todavía puesto. Ahora mismo Soran llevaba consigo un hot-dog de tamaño medio el cual él iba comiendo a la vez que caminaba hacia su hogar.

Efectivamente esa simple comida era su cena. Muchos pensarían que comer así le afectaría la salud sin embargo Soran hacia suficiente ejercicio para mantener su cuerpo en forma.

Nuestro héroe había llegado a casa hace unas horas luego de que terminasen las clases, de ahí en más el hizo su tarea y luego nuevamente se puso a trabajar en su cuaderno de dibujos.

Por alguna razón Soran tenía bastante inspiración para dibujar el día de hoy, quizás ese extraño sueño que él tuvo esta mañana podría haber sido un factor.

El punto fue que luego de hacer el dibujo del planeta tierra rodeado de unos anillos tecnológicos (Siendo esa la mejor palabra que Soran pudo encontrar), sin embargo el nivel de detalle para los anillos le tomo a Soran un buen rato y antes de darse cuenta ya era tarde.

Y como incluso él se podía cansar de la comida de supermercado que el calentaba para servir de desayuno y cena el chico de Krugis el decidió ir a buscar algo de comer afuera.

Y así caminando por las calles con su cena, cierto pensamiento apareció en la cabeza de nuestro héroe…

'¿Me quedare viviendo así todo el tiempo?' Soran no pudo evitar hacerse aquella pregunta a si mismo… ya que incluso él sabía que su existencia era una existencia monótona.

Tristemente Soran no encontraba una buena manera de acabar con esa monotonía, el simplemente carecía de la iniciativa necesaria para buscar ese cambio por sí mismo, aun cuando sería tan fácil como preguntarle a un grupo de estudiantes el acompañarlos o buscar un club.

Y cuando Soran se ponía a pensar en el futuro, no podía evitar sentirse superado por la incertidumbre.

Él no tenía sueños o intereses para una carrera futura, únicamente una rutina que él seguía casi mecánicamente al no tener nada más.

Sin embargo para una existencia como la suya, alguien mucho más especial de lo que los demás se hubiese podido imaginar… aquellos días pacíficos estaban condenados a terminar.

Después de todo y tristemente el conflicto parecía seguir a este joven, aun en esta monótona y tranquila vida de estudiante.

"¡Por favor necesito ayuda!" Pero por ese grito perteneciente a una mujer al parecer la noche de Soran no iba a ser una típica noche pacifica después de todo.

Inmediatamente la atención de Soran se dirigió hacia el origen de aquella voz siendo un callejón de donde había surgido la voz de esa chica.

Y lo que él pudo ver lo dejo sorprendido.

Tan solo un poco dentro del callejón Soran pudo ver a una chica de largo cabello negro y un vestido de color blanco que estaba rasgado en varias partes, en general se le podían ver bastante bien las piernas y partes del estómago… sin mencionar que los pechos de esa chica estaban a penas cubiertos por su vestido el cual ocultaba las partes sensibles pero se podía ver la parte baja de sus pechos.

A simple vista una vista ideal para un pervertido… de no ser por las heridas notables en el rostro de esa chica más sangre fluyendo de una herida en su cabeza.

Puede que Soran Ibrahim fuese un chico estoico que daba la impresión de no preocuparse de los demás, sin embargo ese no era el caso ya que en el pasado el salvo a esa compañera de clases de los delincuentes.

Y por eso mismo al ver a esa chica en tal estado, Soran se preocupó e inmediatamente se acercó hacia aquella mujer.

"¿Te encuentras bien?" Pregunto un Soran cuya voz incluso se le notaba un poco de preocupación lo que mostraba que era un sentimiento genuino.

"P-por favor, necesito a-ayuda…" Respondió esa mujer con un tono de voz que tenía miedo y dolor causado por sus heridas físicas.

"Entendido, te llevare a un hospital" Dijo Setsuna decidiendo que ese sería su primer curso de acción.

Sin embargo…

"¡No por favor, no hay tiempo!" Respondió aquella chica quien rechazo la oportunidad de ser llevada a donde pudiesen ayudarla "¡Me hermana necesita ayuda!".

Al oír esa respuesta Soran se preocupó aún más al saber que había otra chica en problemas, y por el estado de la chica en frente de sus ojos el pelinegro estaba comenzando a sacar sus propias conclusiones sobre que paso… y ninguna de ellas era buena.

"¿Qué fue lo que paso?" Pregunto Soran esperando tener una respuesta para entender mejor esta inesperada situación con la cual él se encontró luego de lo que había sido un día perfectamente normal.

"A-alguien entro en nuestra casa y nos atacó" Explico la chica de cabello negro a Soran, se notaba que ella estaba conteniendo sus lágrimas "Yo logre escapar para buscar ayuda, pero mi hermana menor sigue ahí sola con ese monstruo".

"De acuerdo" Asintió Soran viendo que esa chica necesitaba ayuda inmediata "Guíame para poder ayudarte" Si bien podía ser alguien que no mostrase mucho en términos emocionales Soran no era el tipo de persona que simplemente ignoraría a alguien si este le pide ayuda de esa forma.

"G-gracias, e-eres muy amable" Respondió la chica de cabello negro quien parecía estar aguantando las lágrimas de felicidad al encontrar ayuda.

Y así caminando por los callejones Soran Ibrahim siguió a una chica inocente que había sido atacada.

Lo que Soran no noto fue la mirada en aquella 'inocente chica', una mirada que no era inocente en lo absoluto.

Desafortunadamente no era aquella 'mirada poco inocente' que le pertenecía a una chica teniendo pensamientos eróticos sobre un chico.

No… esa mirada era la mirada maliciosa de un depredador observando a su próxima víctima… una mirada que era un presagio de muerte.

Porque la Demonio Vagabundo conocida como Viser había encontrado una buena presa, un joven estudiante que caminaba solo durante la noche.

Ella planeaba llevárselo a su escondite… y entonces devorarlo.

Pero quizás el simple acto de un Demonio Vagabundo podría terminar trayendo el inicio de la Innovación para este mundo.

Soran Ibrahim… no, Setsuna F. Seiei nuevamente volvería a la acción.

NOTAS DEL AUTOR:

Y aquí tenemos nuevamente una historia. Una que combina magia y lo sobrenatural con tecnología, pero por lo visto no será de forma inmediata.

Si bien de entre las series de Gundam entre todas Wing es mi favorita, 00 no se queda nada atrás… aunque quizás mi amor por Wing es porque es la primera seria de Gundam que vi.

00 es una serie increíble y me gusta su protagonista, de cómo el comienza y como va cambiando mientras la historia de 00 se da a lo largo de la serie.

Como DxD también es di mis favoritos eventualmente nació el deseo de juntar a DxD con Gundam. Originalmente iba a ser con Wing dando a Heero como el protagonista.

Pero luego de consultarlo con Hyakki Yako decidí que un cross con 00 era lo mejor, incluso el me ayudo a pulir detalles que saldrán más adelante.

Sé que ahora mismo las circunstancias de Setsuna pueden ser algo confusas, como por ejemplo porque está en Kuoh y porque usa su verdadero nombre a pesar de odiarlo y porque él tiene sueños y dibuja cosas de la era Anno Domini.

Pero por ahora seguiré llamándolo Soran y tratare de explicar poco a poco las circunstancias.

Y finalmente…

Asique… ¿Sona o Rias, quien será la suertuda que pueda tener al Piloto del Exia y el 00 como miembro de su sequito?

Eso es todo, espero que esta idea les agrade mis queridos lectores.

El inicio fue tranquilo, pero fue solo para introducir a Soran/Setsuna. Por como lo vieron al final se viene en el siguiente capítulo la acción.

Asique si no han visto 00 se las recomiendo totalmente ya que es una serie épica de Gundam.

Con eso me despido. Espero que les haya gustado esta historia.