–¡Mierda Steve! – Nat dio un respingo y un quejido al sentir como la mano de su novio se había estampado fuertemente en su nalga derecha.

–Lenguaje! Y es Capitán Rogers – acto seguido le dio una nalgada en el lado izquierdo – y espero que no se te olvide o este lindo traserito va a sufrir las consecuencias – a continuación, se agacho para besar de forma sonora los glúteos de su novia, quien sólo lograba gemir sin articular palabra alguna, especialmente cuando sintió como una tibia lengua le recorría desde la cadera hasta medio muslo.

Steve no perdía el tiempo, no paraba de besarla y lamerla, inclusive le dio algunos pequeños mordiscos. Odiaba marcar de esa forma a su novia, pero las ganas de sentir ese firme trasero en su boca le eran mucho más.

Rápidamente dio vuelta a Natasha, colocándose a horcajas sobre ella. Tomo con delicadeza sus manos para amarrarla a la cama, mientras la mujer sólo abría los ojos ante la inesperada acción, exaltándose mucho más cuando sus pies también fueron amarrados, quedando totalmente expuesta, sobre todo su intimidad, sonrojándose de forma involuntaria.

–Oooh no lo puedo creer la sexy viuda negra también se sonroja – Steve estaba aprovechándose de vengarse, por todas las veces en que su desesperante novia lo había hecho caer en sus bromas dada su inocencia, pero con el tiempo había aprendido y al parecer estaba superando a la maestra.

–Vete al demonio Steven – Natasha lo fulminaba con la mirada, como odiaba que le señalaran sus debilidades, pero rápidamente se arrepintió de las palabras pronunciadas.

–No gatita, a mí no me hablas de esa forma, recuerda bien quien manda aquí – rápidamente Rogers le vendo los ojos, mientras Nat emitió algunas protestas, aunque sabía que no lograría gran cosa, pues había molestado a su novio, dos faltas graves, maldecir y llamarlo Steven, cuando ya le había dejado más que claro que para ella era "Capitán Rogers".

Steve la dejo amarrada y vendada saliendo de la habitación, sabía que eso provocaría desesperación en su novia, pues odiaba no saber que estaba sucediendo a su alrededor, pero se lo tenía merecido, había faltado a las reglas, pero por sobre todo no lograba depurar su lenguaje.

Tomo un poco de agua para calmarse y tomo algunas cosas interesantes de la cocina, al parecer este día estaba bastante creativo y ya que tenía a una deliciosa pelirroja a su disposición, porque no aprovecharse de la situación.

Steve emitió una sonora carcajada al pensar que su yo adolescente jamás hubiera pensado como él lo hacía en este momento, es más, el Steve Rogers de hace un par de años tampoco. Pero un torbellino pelirrojo lo había sacudido, le había cambiado su vida y hoy en día era su amor eterno.

Natasha en la habitación escucho a su amor y en su cara se dibujó una sonrisa, amaba escuchar reír a su rubio, amaba todo de él. Desde sus mañas de anciano hasta sus jugadas más atrevidas. Se removió un tanto ansiosa, ella fácilmente se podría liberar, pero no lo haría, como la había cambiado su maravilloso novio.

Steve entró de forma sigilosa en el marco de la puerta se dedicó a mirar a su amor, necesitaba recordar cada detalle de ese momento, para dibujarlo en la noche. Necesitaba recordar cada peca, cada estría, cada mancha y cada centímetro de la piel de su vida.

–Maravilloso y hermoso Capitán Rogers, puedo sentir tu olor y sé que estas mirándome hace algunos minutos – Steve comenzó a reír, jamás podría ganarle a la espía – una dulce gatita ya está aburrida de esperarlo, ven daddy y juega con tu niña –

Inmediatamente la anatomía del Capitán comenzó a palpitar de forma cálida, pero aún no era tiempo, primero haría sufrir a su novia, pues se merecía un gran castigo.

Romanoff dio un gritito al sentir algo frío sobre su clítoris, de inmediato comenzó a notar como un cubo de hielo se novia por distintas partes de su intimidad, si bien al principio se hizo bastante extraña la situación, de inmediato lo comenzó a sentir realmente placentero.

–¿Veo que alguien está sumamente caliente no? Pues este hielo se está derritiendo más rápido de lo que imaginaba –

Cuando Steve se dio cuenta que la intimidad de su chica palpitaba y estaba próxima a estallar se detuvo y de inmediato pudo ver como ella le respondía con un mohín, espero unos minutos y la estimulo nuevamente, pero parando cuando estaba a punto del orgasmo, de esta forma su querida pelirroja no podía correrse y él estaba disfrutando esta dulce tortura.

Ella estaba desesperada, no podía creer que el tierno Capitán Rogers, tuviera esta faceta tan malévola, pero su cuerpo estaba disfrutando plenamente, se sentía hervir entre las caricias de él.

Luego de unos minutos en que no sintió el caprichoso hielo moverse por su interior, estallo en un gran orgasmo cuando la cálida lengua de Steve la estaba devorando por completo. Ese hombre sí que la sabia hacer disfrutar, quería verlo y por sobre todo acariciar sus suaves cabellos, lamentablemente estaba amarrada y vendaba.

–Baby ¿Quién te dio permiso para correrte? –

–Perdón Capitan Rogers, perdón – Imploro Natasha mordiéndose el labio.

–Estás castigada, ahora sabrás quien manda –

Natasha sintió como algo pegajoso y tibio era derrapado sobre su pecho, un dulce olor le hizo saber que estaba derramando su novio y no era nada menos que chocolate, se le hizo agua la boca. A continuación, Steve se dedicó a chupar su cuerpo y juguetear con sus pezones. Ella no sabía que era más desesperante, sí que Steve la estuviera provocando o sentir ese maravilloso aroma y no probar bocado.

Cuando Steve no pudo más, se puso sobre su novia para entrar lentamente, una vez que ambos se acostumbraron, comenzó a dar fuertes embestidas, siempre con cuidado de no cargar las caderas de su chica, ambos estaban por llegar al éxtasis.

–Tienes permiso gatita –

No falto mucho más, para que ambos tuvieran la "petit mort" juntos. Natasha no supo como, pero en un par de segundos estuvo desatada y sobre el pecho del Capitán quien la acunaba de una forma realmente protectora.

–Se acabó el juego Romanoff, creo que soy más clásico – luego de eso, Steve le saco la venda de los ojos y la abrazó aún más fuerte, mientras repartía tiernos besos por su cuello haciendo reír a Natasha.

–Steve, estabas haciendo muy bien la dinámica – dijo ella de forma coqueta alagándolo.

–Cariño, odie profundamente no sentir tus brazos en mi cuello y mucho más tus labios al momento del orgasmo, odio tener el mando – a Nat se le derritió el corazón, Steve era el hombre más dulce del mundo, jamás dejaría que otra mujer lo tuviera.

– Gracias por cumplir mis fantasías bebé –

– Que no se te olvide widow, acabo de cumplir de cuatro de tus fantasías en una sola sesión: sumisión, nalgadas, bondage y ojos vendados. Por cierto, serías la peor sumisa del mundo, apenas acataste las ordenes y créeme que la regla en cuanto al lenguaje sigue presente – ella no pudo más que reír ante esta última aclaración, Steve solo lo dijo para escuchar aquella dulce risa, para él no había sonido más dulce, rápidamente le dio un suave beso.

– Eres adorable, gracias por cumplir todo lo que te pido, eres el mejor novio del mundo. Créeme Rogers jamás te dejaré. Estás obligado a estar toda tu vida conmigo, y si llegara a morir antes que tú, iría cada noche a visitarte para que la zorra de Carter no estuviera en nuestra cama – el estallo en una carcajada ante esta última divertida aclaración, pues Nat era la novia más celosa del mundo, ya ninguna mujer de SHIELD se atrevía a saludarlo de beso, pues cierta espía las tenía a todas bajo amenaza de dejarlas calvas.

– Tu tampoco estás autorizada a mirar a otro hombre, gatita – Al terminar de decirlo le dio una suave nalgada – No me des solo las gracias, sólo recuerda que debes cumplir mis fantasías – acto seguido él le regalo una sonrisa, mientras ella arqueo una ceja, necesitaba saber que demonios le pediría Rogers.

Se fundieron en abrazos y besos quedando aún más pegajosos producto del chocolate, sus cuerpos se ansiaban como siempre.

–Necesitamos un baño bonita y con la crisis mundial de escases de agua ¿Por qué no compartir ducha? – Rápidamente la cargó al estilo princesa, ambos sabían que ir a la ducha no era más que una excusa para seguir teniendo sexo.

Hola, espero les haya gustado, es primera vez que escribo de forma tan detallada, no se como estuvo así que realmente me gustaría saber sus opiniones y criticas.

Pensaba que fuera un one-shot, podría existir una segunda parte con la fantasía de Steve ¿les gustaría?.

¿Que opinan? ¿Se les ocurre cual es su fantasía?

Un abrazo y gracias por leer!