N.A.: Los personajes ni la historia me pertenecen, esto es una adaptación de un libro que me gusto mucho y pues me encanto la idea de adaptarla xD


Prologo


Londres, 25 Mayo, 1821

Con el pánico recorriendo todo su cuerpo, Sakura se apresuro por aquel pasillo del hospital de Middlesex, guiado por un enviado del Ministerio del Interior. El hombre señalo una puerta y ella entro en una sala con unas veinte camas. El olor, algo fétido y sucio, impregnaba el aire.

-Por aquí, señorita Kinomoto – dijo su acompañante, y la dirigió hacia una cortina situada al otro extremo de la sala.

Sakura redujo el paso, vacilante después de toda esa urgencia. El hombre, lord Tsukishiro, había intentado prepararla, le dijo que tal vez no reconociera a Naoko, que tendría que prepararse y ser fuerte. Volvió a mirarlo buscando seguridad en su rostro pero no lo encontró.

Deseaba haber podido esperar a que su madre regresara de buscar a Naoko en el parque, pero lord Tsukishiro le había dicho que no había tiempo que perder. Había dejado a su hermana Tomoyo encargada de llevar a su madre y a Chiharu al hospital cuando regresaran. Luego lord Tsukishiro la había llevado allí para identificar a Naoko durante el trayecto le había contado a Sakura lo sucedido. Naoko había sido golpeada, mancillada, desfigurada y abandonada en un camino polvoriento, donde había sido encontrada por los guardias. Ahora, estando tan cerca, Sakura temía lo que fuera a encontrar.

Trago saliva.

-¿Necesita unos segundos, señorita Kinomoto?

Sakura negó con la cabeza y avanzo lentamente. Lord Tsukishiro se dirigió a la cama y descorrió la cortina. Le toco el hombro cuando ella se acerco.

-La esperare, señorita.

La única luz era la que entraba por una ventana sucia, pero no parecía haber nada de Paolo allí. ¿Dónde estaba su capa? ¿Su vestido o sus zapatos?

Sakura se acerco mas. El ocupante de la cama tenia las muñecas y el cuello vendado. Miraba para el otro lado, y Sakura reunió el poco de coraje que le quedaba antes de tocarle el hombre.

-¿Naoko?

Lentamente, su hermana se volvió, y Sakura no pudo evitar un gemido de dolor. Pensaba que estaba preparada para cualquier cosa, pero no para aquello… aquella parodia de Naoko. Y, en efecto, era Naoko; su pelo castaño estaba manchado de sangre seca, le faltaba un pedazo de piel de la frente, y sus ojos cafeses estaban tan hinchados que apenas podía abrirlos.

Aquellos labios cortados e hinchados se abrieron levemente y Naoko emitió un suspiro.

-Sakura…

-Estoy aquí, Naoko –Dijo Sakura tomándole la mano-. Te pondrás bien. Estoy aquí y voy a llevarte a casa.

-No… no voy a irme a casa –dijo Naoko.

-No por favor, Naoko…

-No finjas.

Sakura no pudo aguantar las lágrimas por más tiempo.

-Se… valiente –susurro Naoko-. Véngame Sakura –Naoko se detuvo un instante cuando su labio hinchado se rasgo y comenzó a sangrar-. Me mintió en todo… No era quien decía ser.

-¿Quién? ¿Y como puedo conocerlo? –Pregunto Sakura-. Si mintió sobre su nombre…

-Un caballero. De la alta sociedad. Encantador, de pelo negro y ojos obscuros… mas alto de lo que era papa.

-Eso no es suficiente, Naoko. Necesito más. Tienes que aguantar. Debes ponerte bien…

-Sus besos –suspiro su hermana como si estuviera recordado-. Siempre… se humedece los labios después de besar. Como si saborease… y sabe a… a algo amargo.

-Pero…

Naoko abrió los ojos y la intensidad de su mirada inmovilizo a Sakura.

-Promételo, Sakura.

-Te… te lo prometo. Lo juro por mi vida. Descansa, Naoko. Mama llegara enseguida y…

Pero la mano de Naoko se relajo y su cara se helo mientras contemplaba a Sakura, como si se lo suplicara, incluso después de muerta.

-No… -gimió Sakura-. No… no…

Lord Tsukishiro se acerco y la abraso.

-Apártese, señorita Kinomoto. Debemos esperar a su madre en el despacho de la matrona.

Pero en ese preciso instante su madre y sus hermanas entraron corriendo a la sala.

-¡Sakura! ¡Sakura! ¡Di que no es nuestra Naoko! Di que se trata de un horrible error.

-Mama…

Sakura trato de evitar que su madre y sus hermanas se acercaran a la cama de Naoko, pero la echaron a un lado, empujándola contra lord Tsukishiro. Un segundo después, un alarido rompió la quietud de la sala mientras su madre se lanzaba sobre el cuerpo inerte de Naoko.

-¡Mi pequeña! ¡Mi querida niña! ¿Cómo has podido? ¿Cómo as podido dejar que llegara a esto?

-Yo no sabia que…

-¡Era tu deber saberlo! –su madre hundió la cara contra el pecho de Naoko y sollozo mientras hablaba-. Deberías haber sido tu. ¿Por qué no as sido tu?

Las palabras cruelmente sinceras, se clavaron en el corazón a Sakura e hicieron que le costara trabajo respirar. Se dio la vuelta y sintió como las lágrimas le resbalaban por las mejillas. Tomoyo y Chiharu se abrasaron con fuerza una a la otra con fuerza, pero Sakura jamás se había sentido tan sola en toda su vida.

Lord Tsukishiro, un completo desconocido, le ofreció el único consuelo que pudo encontrar. Le paso un brazo por la cintura para sujetarla y murmuro alguna trivialidad. La pena, la rabia, el dolor y ola soledad se apoderaron de su cuerpo mientras Sakura renovaba en silencio su promesa.

"Descansa en paz, Naoko. Te vengare".

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Bueno, bueno, se que había borrado la historia pero he regresado de nuevo, ahora si sin importarme lo que algunos puedan decirme, he de aclarar que es una adaptación, asi que ya saben hoy solo dejare el epilogo pero esperemos k entre mañana y pasado podremos quedarnos en el capitulo donde estábamos…

Nos leemos =]