Live 1: Tercer Grado.

Sus ojos cafés se abrieron lentamente con la tenue luz de la mañana, mechones de su azulada cabellera cubrían su rostro que aun se escondía entre las cobijas de su cama, cobijas a las cuales se aferraba como lo hace a sus sueños… pero esa mañana era diferente, sería su primer día sin ver esas sonrisas, esos rostros, a esas chicas cuyo retrato enmarcado elegantemente mantenía en la repisa a un lado de su cama… este sería el primer día de tercer grado en la preparatoria para Azusa Nakano.

La delicada niña se levanto de la cama lentamente sabedora que aun le restaba tiempo para llegar a la escuela. Con la misma delicadeza de siempre tomo un baño y arreglo su cabello con sus acostumbradas largas coletas. Mientras lo hacia se miraba al espejo pensando en lo mucho que le disgustaba el hecho de que todos creyeran que era una simple muñeca japonesa de cabello largo y lacio… pero a pesar de los comentarios de los demás Azusa no podía negar lo mucho que apreciaba su cabellera.

El desayuno de la chica fue breve y el momento de partir hacia la escuela llego finalmente. La chica tomo su mochila de la cual colgaba el pendiente que sus amigas le habían comprado durante su viaje escolar, al igual que también su guitarra Muttan que siempre la acompañaba a ese club tan extraño al que se había unido y del cual a partir de ahora seria la presidenta. Sin más que hacer en su hogar por ahora y con el tiempo justo con sus planes la chica se encamino a la escuela. Su paso por las calles fue rápido, aunque no lo aparentaba pero el entusiasmo la desbordaba nuevamente como en el pasado…

Todo en la escuela parecía idéntico a como lo había dejado en el curso anterior desde la estatua del director hasta la multitud en la entrada de todas las chicas que deseaban ver cuál sería su grupo para este nuevo periodo… nada parecía haber cambiado… la única diferencia notable hasta ese momento es que nadie la había abrazado, no había presenciado ninguna broma o escuchado alguna historia de terror ridícula. Resultaba claro que sus sempai ya no estaban ahí.

-¡Azusa- san!- escucho la peli azul. La voz inequívoca y proveniente de la hermana de una de sus sempai: la castaña Hirasawa Ui quien saludaba enérgicamente y venia acompañada de una mucho menos enérgica y casi somnolienta Suzuki Jun. Ambas chicas se mostraban al igual que todo lo demás sin ningún cambio significativo, Ui vistiendo el uniforme de manera impecable y su coleta alta y atada de manera usual al igual que su amigable y tierno comportamiento. Mientras que Jun con su característico toque de ligero desinterés y sus dos coletas a los lados de su crespa cabellera.

-Las vacaciones no fueron suficientes…- se quejaba Jun mientras bostezaba.

-¿Y cómo está Yui Sempai?- pregunto Azusa a Ui. La chica intentaba ocultar su curiosidad, pero esta la desbordaba en su mirada al punto de incomodar a la castaña quien respondió la pregunta con un rostro dulce y lleno de lágrimas que la hacían ver aun más tierna.

-Esta mañana se levanto temprano y se fue a la universidad… y no pidió mi ayuda para nada…-

-¿Pero eso está bien no?... digo que Yui sempai actué como… una chica madura- Añadió Azusa intentando calmar un poco a su amiga quien parecía más una mamá preocupada que una hermana menor. La peli azul menciono sus palabras con cierto tono de incertidumbre pues ni ella se imaginaba a su amiga actuando de manera madura e intelectual.

-¿Y en qué grupo están?- pregunto Jun desinteresada de la conversación que mantenían Azusa y Ui. Al buscar en las listas las tres apreciaron sin mucha sorpresa como nuevamente el pasado se rehusaba a cambiar y las costumbres de las personas se mantenían igual.

-Buenos días soy Yamanaka Sawako, la profesora de música de la preparatoria y este año seré la profesora asignada para el grupo 3-2- menciono la profesora de piel clara y cabello rojizo, sus ojos eran hermosos y su figura era delicada y gentil. Su belleza y su reconocida amabilidad la hacen muy popular entre los alumnos y profesores además de ser muy buena con diversos instrumentos y tener una hermosa voz… el rostro de Azusa, Ui y Jun mostraba muy poca sorpresa ante el hecho de que las tres hayan terminado en el mismo grupo bajo la tutela de la profesora cuya verdadera naturaleza perezosa y salvaje era bien conocida por los miembros del club de música ligera.

-Justo cuando me alegraba de haber tenido suerte y haber quedado en el mismo grupo de mis amigas nuevamente… descubro que en realidad fui víctima de la pereza de mi profesora quien me añadió a su grupo seguramente para no tener que memorizar tantos nombres…- pensaba Azusa algo decepcionada, había conseguido lo que quería pero no como ella deseaba.

Las horas de las primeras clases transcurrieron con normalidad. Ui siempre atenta y tomando buenos apuntes mientras que Jun estaba en su propio universo dibujando en su cuaderno ante la molestia de la profesora Sawako quien noto a la chica de inmediato al estar sentada en la primera fila. Azusa por su parte observaba el paisaje por la ventana ahora que su lugar se lo permitía al estar en la penúltima banca del salón junto a la ventana y justo detrás de ella su amiga Ui quien a pesar de la atención no podía ocultar su felicidad al ocupar el mismo sitio que su hermana alguna vez utilizo.

Durante el almuerzo las tres chicas observaron como los diversos clubes del instituto buscaban desde el primer día atraer nuevos miembros a sus filas. Ui y Jun no quisieron mencionar nada, pero notaron el rostro de preocupación de Azusa quien ahora estaba sola en el club de música ligera y tendría que conseguir tres nuevos miembros de alguna manera para continuar con lo que sus amigas habían salvado hace tres años.

Las chicas de primero se notaban desconcertadas ante la enorme cantidad de propaganda que repartían en los corredores de la escuela, algunos de manera muy original y llamativa mientras que otras simplemente por su discreción llamaban la atención de las novatas y ninguna parecía tener interés en un club como aquel del que Azusa era presidenta.

Las clases continuaron y tanto Jun como Ui se mostraban preocupadas por Azusa quien se había mantenido todo el almuerzo callada y evadiendo el tema del club. La mirada de la niña miraba hacia el horizonte de manera distraída, mirada que incluso la profesora Sawako noto pero esta no llamo la atención de la niña al saber a la perfección lo que tenía en la mente.

Las clases habían terminado y Azusa salió del salón sin prestar atención a nada, subió lentamente esos escalones emblemáticos y abrió la puerta que se encontraba a la izquierda, aquel salón que alguna vez estaba lleno de sonrisas, dulces y té ahora estaba vacío y solo Ton la tortuga mascota del club estaba ahí esperando a que alguien apareciera. Azusa se acerco a los lugares de sus compañeras y los miro con nostalgia pensando en cómo estarían sus sempai ahora que habían sido separadas de ella.

La peli azul sonrió pensando en lo lindo y tierno que era la rubia Mugi, en lo unidas que eran y lo mucho que a su vez Ritsu hacia sufrir a Mio… en lo torpe pero linda que podía llegar a ser Yui y lo mucho que le molestaba pero que a su vez extrañaba sus abrazos. Los recuerdos sobrepasaban su capacidad y su ánimo y a pesar de pensar en los problemas que tendría a partir de ahora y de cómo atraer nuevos miembros la peli azul simplemente deseaba tocar algo con su guitarra y tal vez probar el dulce sabor del acostumbrado té después de la escuela.

Las notas de la roja guitarra de Azusa eran lentas y hasta algo tristes, pero al final siempre terminaba recordando algo que hacía que el ritmo cambiara y la triste melodía se transformaba lentamente en una versión simple de una de las canciones creadas por sus amigas.

El sonido de la puerta del salón de música interrumpió los sonidos de la guitarra de Azusa quien observo cómo sus dos amigas entraban en el lugar.

-Azusa hay una persona que desea unirse al club de música ligera- menciono Jun refiriéndose a sí misma.

-Dos personas de hecho- Añadió Ui.

La sorpresa se apodero de la peli azul que de inmediato se dirigió a la entrada del salón de música observando hacia afuera.

-¿Dónde están?- pregunto la chica al no observar a nadie.

- ¿De verdad eres idiota o solo lo haces a propósito?...Nosotras nos uniremos- respondieron asombradas ambas chicas ante la reacción de Azusa… no cavia duda que la chica había heredado sin querer muchas de las costumbres y comportamientos exenticos e infantiles del anterior club de música.

Ui tocaría el órgano momentáneamente mientras que Jun se mantendría con el bajo al igual que solía hacerlo en el club de Jazz. Las tres chicas realizaron un pequeño ensayo que mostraba lo armonioso que podían llegar a ser las tres juntas… pero aun así les faltaba algo importante.

-¡Chicas tomemos té!- menciono Sawako entrando súbitamente en el cuarto del club interrumpiendo el ensayo. Las miradas de Jun y Ui se desviaron hacia Azusa quien a pesar de haberse prometido ser fuerte, ante la proposición de Sawako estaba al borde del llanto, lo cual la hacía ver aun más tierna de lo usual.

Las tres chicas con su profesora se reunieron nuevamente en la mesa donde era la acostumbrada fiesta del té. Azusa conservaba su tasa característica mientras que Sawako había levado otras tres para ella y las dos chicas recién llegadas ante la sorpresa de las chicas.

-¿Cómo sabia que nos uniríamos al club? Pregunto Jun mientras observaba el té preparado por Ui.

-Supuse que no dejarían sola a Azusa y decidí venir preparada, así que es mejor que estemos de acuerdo en quien va a traer aperitivos para cada día- menciono la profesora dejando completamente a un lado la delicadeza que la caracterizaba en el salón de clases.

-… No deberíamos mejor pensar en la música o en cosas relacionadas con las actividades del club…- pregunto Jun con un tono serio. La chica ya se había hecho una idea de lo que el club de música ligera hacia con su tiempo pero nunca espero que inclusive la profesora estuviera mucho más interesada en los dulces que en la música.

-¡La hora del té es tan importante como la música!, ¡es una tradición milenaria pasada de generación en generación por el club de música ligera!- exclamo Sawako… claramente más interesada en seguir utilizando el club como un lugar para comer dulces y relajarse.

-Yo preparare galletas para mañana- menciono Ui consintiendo la opinión de Sawako quien aceptaba la proposición de la misma manera alegre. Jun se mantenía al margen intentando no resaltar demasiado sin embargo el comportamiento de su profesora aunado con el de Ui se le hacía demasiado infantil y ridículo, como si Ui hubiera decidido cuidar de su profesora ahora que su hermana quería hacer las cosas por su cuenta.

La profesora Sawako continuaba sentada en el lugar de siempre, Ui había tomado el lugar de su hermana y Jun el de Mio mientras que la peli azul y nueva presidenta Azusa ocupaba el lugar de la anterior presidenta Ritsu. La escena que la chica presenciaba le recordaba a los viejos tiempos… pero era innegablemente diferente. Ella no deseaba admitirlo demasiado pero en verdad todo había cambiado y por el bien del club ella también debía hacerlo.

-¡Basta!- grito Azusa poniendo orden entre el sorprendido grupo de chicas – El club de música ligera no es una cafetería y no deberíamos estar decidiendo quien va a traer dulces sino como atraer a un miembro más al club antes de que termine el mes, de lo contrario el club será suspendido- menciono imponiendo su nueva autoridad en el club ante la mirada aun atónita de las chicas.

-Azusa- chan, eso déjamelo a mí- menciono Sawako con su sonrisa malévola enmarcando su rostro.

-¿Tiene algo en mente profesora?- pregunto Ui con tono de inocencia.

-Algo así, no se preocupen demasiado por eso- añadió la profesora.

La hora del té después de clases llego nuevamente al día siguiente y las tres chicas terminaron tomando el té y holgazaneando como las predecesoras solían hacerlo… el ritmo del club era muy relajado aunque la justificación del día de hoy era el plan de la profesora.

-¡Ya llegue!- grito la profesora al entrar al salón nuevamente en el salón, de inmediato tomo su lugar y le menciono a Ui que ella deseaba un té con leche.

-¡Cual es el plan profesora!- grito Azusa desesperada y cansada de el grado en que las cosas se estaban relajando, incluso con ella al mando del club.

-Paciencia Azusa, aquí esta- menciono la profesora mientras azotaba en la mesa un expediente bastante grueso, incluso con fotografías. Las chicas observaron lo que la profesora había hecho durante todo el día…

-¿Profesora… esto acaso no podría ser catalogado como acoso?- pregunto seriamente Jun.

-Créanme, conozco a las de su tipo- respondió Sawako mientras las chicas observaban las fotografías y el "informe" que la profesora había preparado.

-Hayashi Asuka de primer año, pelirroja y de ojos azules quien pertenece al grupo de 1-2, muy atenta con los profesores pero muy tímida, una vez que tratas con ella es muy dulce y tierna… parece un sueño pero yo sé que no lo es- mencionaba Sawako mientras las cuatro chicas del club de música ligera se escondían detrás de un muro y espiaban a la novata quien caminaba tiernamente por los corredores de la escuela.

-¿Ella? pero si no parece tener nada de especial además de lo que acabas de mencionar- replico Azusa.

-Tiene otra característica- respondió Sawako.

-¿Y cuál es?- pregunto Ui.

-Se vería muy linda con un taje de sirvienta-

Las miradas de las chicas se concentraron en la sonrisa soñadora de su profesora quien soñaba despierta en el posible atuendo que podía hacerle a la chica en cuestión.

-¿Quieres un nuevo miembro para el club o solo quieres tener alguien a quien disfrazar a gusto?- pregunto Azusa algo molesta.

-Disculpen… ¿se les ofrece algo?- pregunto una dulce voz que era demasiado tierna para cualquiera, se trataba de la pelirroja que miraba fijamente a las chicas del club. El alboroto que las chicas creaban era demasiado para no ser notado y ya que la chica era la única que estaba en el corredor en ese momento resultaba obvio que la estaban siguiendo a ella.

Al instante todas se pusieron nerviosas sin saber que hacer al tener frente a ellas a la chica que derrochaba ternura. Su cabello largo y pelirrojo ondeaba con el viento y su uniforme estaba impecable.

-¿Dime hay algo que quieras decirme?- pregunto la chica refiriéndose a Azusa.

La peli azul volteo y se percato que todas se habían hecho hacia atrás dejándola a ella al frente y con todo el problema, el malentendido y la responsabilidad.

-… ¡Perdón por espiarte! Es solo que… nos preguntábamos si… ¡¿quieres entrar en el club de música ligera?- pregunto casi gritando la nerviosa peli azul.

El rostro de la pelirroja mostro sorpresa por un instante… se mantuvo asombrada pero no dijo ni una palabra por un largo tiempo. Azusa pensaba que tal vez se había metido en algún problema la mencionar que la estaban espiando y que podría tachada de algún tipo de acosadora.

-Lo lamento pero… yo no sé tocar ningún instrumento- respondió de manera tierna y sonriente la pelirroja antes de darse media vuelta y continuar caminando tan delicadamente como lo hacía antes de la interrupción.

-Espera ahí, ¿a quién crees que engañas con esa actitud de niña dulce?- replico Sawako quien de inmediato tomo a la niña del brazo.

La pelirroja haciendo gala de extrema fuerza se soltó del agarre de la profesora y menciono unas palabras que sorprendieron a las chicas del club:

-¡Suéltame anciana que crees que estás haciendo!-

-Lo sabia- menciono Sawako mientras sonreía. Las chicas e incluso la misma Asuka se habían quedado heladas ante la reacción de la pelirroja. -Con esa fuerza en los brazos es seguro que tocas la batería y no lo niegues- añadió la profesora.

-Podemos discutirlo en un lugar con menos personas por favor…- pregunto la chica a las integrantes del club de música ligera. Azusa decidió continuar en el cuarto del club así que todas se dirigieron al lugar.

Al cerrarse la puerta Ui comenzó a preparar el té, Jun y Azusa junto con la profesora Sawako se sentaron e invitaron a Asuka a tomar asiento con ellas. La pelirroja se quedo de pie cerca de la entrada mirando hacia abajo.

-¿Te ocurre algo malo?- pregunto Azusa a la recién llegada.

-Basta de farsas, ¿¡Anciana como es que sabes lo que soy y que toco la batería!- grito Asuka. Su mirada había cambiado súbitamente de una llena de bondad a una llena de agresividad, su uniforme impecable ahora estaba desalineado y su corbata colgaba a los lados suelta. La chica se veía muy molesta y avanzaba directamente hacia la profesora.

-¿¡A quién crees que le estas llamando anciana!- respondió Sawako mostrando su verdadera personalidad, asustando a la chica pelirroja que hasta hace unos instantes parecía ser la más agresiva del lugar.

-… Creo que no soy la única que se la pasa fingiendo ser alguien que no es…- pensó para sí misma Asuka.

Al llegar el té de Ui todas se sentaron en la mesa y observaron a la pelirroja quien se había tranquilizado, al igual que las demás chicas quienes estaban asustadas al estar en medio de el duelo entre Sawako y Asuka quienes parecían idénticas en más de un aspecto.

-Mi nombre es Hayashi Asuka… y no soy nada de lo que dicen por ahí. Toco la batería desde que tengo 7 años y me gusta la música extranjera. Mi grupo favorito es Sepultura, una banda de origen brasileño cuyas canciones no son precisamente de lo más acorde para este club o para una "señorita" como muchos me han dicho. Este año entre a este colegio más que nada porque nadie a quien conozca asiste aquí, eso me daría una oportunidad de cambiar y ser quien yo quiero ser… alguien aceptado, como ya se imaginaran mi forma de decir y hacer las cosas no es muy popular entre las personas así que pensé que tal vez me aceptarían aquí si era como todos esperaban que fuera… una niña tierna y dulce… el plan perfecto que casi lo arruina la anciana, ¡digo la hermosa profesora…!- recompuso Asuka al final al ver el rostro de Sawako molesta.

-Pero no es correcto que actúes para ganarte el afecto de las personas…- menciono Ui.

-Eso me da igual… solo quería saber lo que se siente ser aceptada una vez en la vida… ¡un momento aun no me dicen cómo es que sabían que yo toco la batería!- exclamo molesta la chica al instante en que todas las miradas se desviaron hacia Sawako.

-… La verdad es que te vi en una presentación en vivo con tu anterior banda de la secundaria- respondió la profesora con una sonrisa sínica en el rostro. Respuesta que sorprendió a todos por la falta de misticismo ya que cada chica tenía una teoría extraña y acorde a su personalidad de cómo la profesora había obtenido la información.

-¿Entonces quieres unirte al club de música ligera?- pregunto Azusa a la pelirroja.

-No- respondió sin dudar Asuka. –Además, un órgano, una guitarra y un bajo ¿Qué clase de música esperan crear con eso?- añadió la chica.

-Los instrumentos no son importantes sino la música que creemos con nuestros corazones- respondió molesta Azusa ante las palabras sarcásticas de Asuka.

-Que cursi eres, seguramente la música que aquí hacen debe ser como tú y yo aquí no encajo. Lo mejor es que me vaya- respondió la chica mientras se levantaba de la silla.

-¡Oye torpe, aun no acabo contigo!- menciono Sawako nuevamente mostrando su personalidad oculta. – Sepultura dijiste, te mostrare lo que en verdad es música- añadió la profesora con su guitarra en mano.

Ante el asombro de todo el club de música ligera la profesora se remonto a sus antiguos días en el club. Los acordes de la profesora eran poderosos, precisos y veloces. La guitarra desataba un sonido estruendoso que llamaba la atención de todo el colegio y Azusa miraba asombrada deseosa de obtener un nivel similar, al igual que la peli azul Asuka también estaba asombrada ante la demostración de la maestra a quien simplemente tachaba de cretina hasta ese momento.

El solo de la profesora termino y Asuka de inmediato se lanzo a tomar las manos de Sawako.

-Es increíble- menciono completamente extasiada la chica mirando el rostro de la sensei, quien simplemente se quito lentamente la guitarra y se desplomo sobre su silla.

-Ui- chan, estoy cansada sírveme un poco mas de té por favor…- menciono Sawako para asombro de Asuka… aunque para Azusa, Jun y Ui no había nada nuevo en la perezosa actitud de la profesora.

Asuka estaba asombrada como sus ojos azules lo demostraban… se le hacía increíble que alguien en ese club tuviera ese nivel que creía imposible de alcanzar. Las miradas se desviaron a la pelirroja quien continúo en el mismo lugar sin moverse por más de una hora.

-¿Entonces Asuka- San que dices?- pregunto Jun.

-Yo… lo pensare- menciono la pelirroja y salió del salón inmediatamente.

La pelirroja cerró la puerta del club y se recargo un instante detrás de ella pensando en el pasado, en todo lo que había pasado en la secundaria y como siempre su actitud y su manera de hacer las cosas le habían quitado muchas amistades y oportunidades…

-Pero… ya no vivo en esa época… ahora eso es historia…- susurraba la pelirroja para sí misma.

Días pasaron lentamente y los tres miembros del club de música ligera y amigas se reunieron a comer a la hora del almuerzo como era su costumbre. Azusa aun estaba preocupada por el hecho de haber pasado dos semanas desde el inicio de cursos y aun no encontrar a nadie quien quisiera unirse al club. La preocupación se notaba en la chica y Jun intentaba animarla con sus chistes sencillos y sin gracia pero que hicieron sonreír a la peli azul en más de una ocasión por el simple intento de su amiga.

Ui desvió su mirada un instante y observo esa cabellera pelirroja inconfundible… su forma de portar el uniforme mostraba su verdadera personalidad y ya no fingía ser alguien que no era. Asuka observaba a las tres chicas desde afuera del salón, aun indecisa acerca de lo que estaba a punto de hacer.

Las tres chicas salieron al encuentro de la pelirroja quien puso frente al rostro de Azusa su mano con tres discos.

-Antes de que piensen cualquier cosa quiero que escuchen la música que me gusta y practiquen lo mejor posible la primera canción. Mañana traeré mi batería al club y quiero ver que tan buenas son, si me agrada lo que escuche entonces me uniré a su club- menciono la chica y se esfumo sin decir nada mas ante la mirada atónita de Azusa, Ui y Jun.

La noche llego rápidamente y ese día Azusa decidió suspender las actividades del club. Desde que llego a su hogar la peli azul escucho sin parar cada uno de los acordes de la música preferida de la pelirroja. El sonido era agresivo y diferente, ella ya había escuchado algo de ese tipo pero los ritmos de la batería no eran comunes y Azusa también estaba impresionada por la velocidad y el poder de las guitarras… Asuka probaría al club de música y ella deseaba estar preparada para todo.

Al llegar al club las tres chicas de tercero observaron esa batería negra en posición y a Asuka observando de manera alegre a Ton, la tortuga del club mientras cantaba una canción infantil acerca de la tortuga… al percatarse de la presencia de las integrantes del club de música la pelirroja de inmediato recupero su comportamiento habitual.

-Ya era hora, llegan tarde…- menciono insegura la chica ya que la habían descubierto actuando infantilmente… las chicas ya no sabían cuál era el papel que la pelirroja actuaba si el de chica ruda o el de chica tierna.

La pelirroja tomo posición en la batería y estaba lista para iniciar su prueba para el club. Azusa saco su guitarra y Jun el bajo… Ui se quedo simplemente sentada observando a las chicas.

-¿Por qué tu no haces nada?- pregunto la pelirroja mientras presumía su habilidad con las baquetas moviéndolas ágilmente entre sus dedos.

-No había órgano en la música que escuche…- menciono la castaña algo apenada y sin poder hacer nada.

-Toma mi guitarra Ui- chan, se que puedes tocarla muy bien- menciono Sawako ante la sorpresa de todas las chicas a excepción de Azusa.

-¿Ella estaba aquí?... ¿y cómo es que no te sorprendió a ti Azusa?- pregunto Jun algo alterada.

-Ella hace eso a veces, ya te acostumbraras…- respondió la peli azul.

Ui tomo la guitarra de la profesora y esta observaba sentada lo que parecía ser una banda. Azusa en la guitarra principal con fuerza y carisma, Ui capaz de tocar guitarra y órgano con agilidad y elegancia, Jun en el bajo equilibrando los sonidos de la banda y Asuka en la batería con poder y fuerza.

La canción impuesta por la pelirroja comenzó a sonar cuando esta dio la señal con sus baquetas y… para Sawako que escuchaba era innegable el hecho de que… al principio parecía ser solo ruido. El sonido era desagradable y los acordes estaban desordenados. La batería parecía saber perfectamente lo que tenía que hacer mientras que las guitarras y el bajo estaban perdidos por completo. Después de unos instantes Azusa detuvo a todas.

-¡Danos una oportunidad más, lo haremos mejor!- menciono la chica mirando fijamente a Asuka.

La pelirroja asintió con la cabeza y la canción comenzó nuevamente desde el inicio.

La luz del atardecer comenzó a desvanecerse en el horizonte y en la escuela sonaba el tono que indicaba el cierre de esta. A pesar de las horas que habían pasado las chicas no conseguían siquiera acercarse al sonido que necesitaban producir.

-¡Por favor una última vez!- rogaba Azusa a la pelirroja.

-Lo lamento, pero simplemente no son lo que creí… mañana volveré para recoger mi batería- respondió la chica y salió del salón de música sin darles otra oportunidad a las chicas.

El silencio se apodero de las chicas. Azusa se desplomo en su lugar observando como había perdido la oportunidad de conseguir a un miembro valioso que no solo complementaria sino que también mantendría vivo el club que tanto amaba y que había sido encomendado a ella por sus amigas. Las chicas regresaron a sus hogares derrotadas sin más que hacer.

Al día siguiente en el salón de clases de 1-2 Asuka observaba por la ventana a la distancia mientras que también de reojo a algunas de sus compañeras que le habían estado hablando hasta que demostró su verdadera forma de ser y como ahora parecían sentir repulsión hacia ella.

-… y pensar que mi farsa pudo haber funcionado de no ser por ese tonto club que ni siquiera pudo tocar algo sencillo… pude haber tenido tantas amigas…- pensaba Asuka para sí misma.

-Hola- escucho la pelirroja, una voz dulce, tierna y hermosa que se dirigía a ella. Al voltear al frente la pelirroja observo a una de sus compañeras de salón, una chica de melena castaña y alborotada, sus ojos oscuros resaltaban lo claro de su piel y en su rostro una sonrisa hermosa mostraba su amistad hacia la pelirroja.

-¿Estás hablando conmigo?- pregunto asombrada Asuka.

-Claro… hay algo que he querido decirte desde el primer día de clases pero siempre estabas rodeada de personas y me daba mucha pena molestarte… solo quería decirte que tienes un muy bonito cabello- menciono la chica con una linda sonrisa en su rostro que incluso hizo sonrojar a la pelirroja.

-Gracias…- respondió apenada Asuka. -¿Tu nombre es…?- añadió,

-Yaida Sakura, mucho gusto en conocerte- respondió la dulce chica. –¿Te importaría que almorzáramos juntas?- pregunto la chica.

-No, no hay problema… pero ¿Por qué vienes aquí conmigo en lugar de estar con tus amigas?- pregunto la pelirroja.

-… la verdad es que hay algo mas quería preguntarte y espero que no te ofendas… ¿puedo?-

-Claro… creo…-

-¿Por qué el cambio tan repentino de actitud?, cuando entramos eras muy popular y todas querían estar contigo… y ahora eres…-

-Ahora soy lo que soy en realidad y si a ellas no les gusta eso pues no me importa, prefiero quedarme sola- respondió con gran seguridad Asuka.

La mirada de la castaña se lleno de ilusión ante el pequeño discurso de la pelirroja. Llena de entusiasmo la chica le respondió:

-Eres muy hermosa y valiente… no te importa lo que los demás digan de ti… yo quisiera ser como tu… ¿me dejarías al menos ser tu amiga?- pregunto la chica.

El rostro de Asuka no demostraba lo que en realidad estaba sintiendo… por primera vez en su vida no escuchaba un comentario desagradable de alguien por su manera de ser, al contrario había sido elogiada por su rebeldía… sin embargo la mueca en su rostro se mantenía firme.

-¿De qué planeta vienes?, eres muy rara… de cualquier forma no tengo porque rechazarte si tu no lo has hecho conmigo.

Las dos chicas conversaron durante el almuerzo y en muy poco tiempo ya estaban riéndose de cualquier tontería que Asuka realizaba. La inocencia de Sakura se le hacía muy entretenida a la pelirroja quien por primera vez en su vida sentía se estaba llevando bien con alguien.

-¿Y dime qué clase de música escuchas?- pregunto Sakura.

-… Metal- respondió casi sin querer Asuka esperando una respuesta negativa de su nueva amiga.

-¿Y qué es eso?- pregunto inocentemente la castaña para sorpresa de la pelirroja.

Asuka saco su celular y compartió uno de los audífonos con su amiga. La chica parecía escuchar detenidamente y hacía comentarios eventualmente acerca de la velocidad de la melodía o de la letra que estaba en otro idioma que no lograba comprender. Pacientemente Asuka le explico cada duda que la chica tenia esperando alguna respuesta de desaprobación por parte de la castaña, sin embargo Sakura no actuó jamás como la pelirroja esperaba.

El final de las clases había llegado y para sorpresa de Asuka, Sakura aun estaba interesada en su amistad e incluso la había invitado a ir a su casa.

-Lo lamento Sakura, será en otra ocasión… tengo que ir al club de música ligera a recoger mi batería, tal vez en otra ocasión acepte con gusto…- menciono apenada la pelirroja… era la primera vez que una amiga la invitaba a su casa, pero tenía un compromiso que no podía deshacer, no pensaba dejar la batería en el lugar si no pensaba unirse después de todo.

-¿El club de música ligera?, ¿son las chicas que tocaron en la presentación?, ¿formas parte del club?, ¿tocas la batería?- preguntaba la castaña ilusionada incesantemente.

-… e, no pensaba unirme pero… no era lo que creía…- respondió Sakura.

-¿No son lo que creías?... a mí me pareció que la guitarrista era muy buena en la presentación, al menos es mejor que yo- respondió Sakura.

-… a pues no lo sé yo fui y… ¿¡Tu tocas la guitarra!- pregunto asombrada Asuka. Con solo ver a Sakura era imposible imaginársela tocando.

-Solo unos acordes… pero solo lo hice porque mi ex novio me la obsequio- respondió Sakura sonriendo.

En la mente de Asuka no cabían tantos datos que Sakura simplemente soltaba sin que nadie se los preguntara… al final de una conversación interminable en la que la castaña cada vez revelaba más cosas, Asuka finalmente subió las escaleras y se dirigía a la sala de música. Solo la puerta impedía entrar y ver esos rostros nuevamente, pero esta vez algo era muy diferente. El sonido que provenía de adentro del salón aun estaba muy desordenado pero también era muy superior a lo que había escuchado el día anterior. La guitarra de Azusa mostraba un enorme progreso al igual que la de Ui mientras que el bajo de Jun parecía estar mucho más acorde a la melodía que tocaban… sin embargo aun faltaba esa pieza fundamental… la batería.

Asuka abrió la puerta del club y todas las miradas cayeron nuevamente sobre ella. Azusa de inmediato se acerco a ella y mirándola a los ojos le menciono:

-¡Por favor danos otra oportunidad!-

La mirada de Azusa por un instante le recordó a la de su nueva amiga, llena de inocencia pero también de gran determinación.

-¿Por qué insistes tanto en que me una a este club?- pregunto la pelirroja.

-Porque mis amigas que ya no están aquí me lo encomendaron a mí, incluso las que aun están aquí me están ayudando y dan lo mejor para que yo pueda mantener este club que tanto significa para nuestra amistad… pero si no tenemos cuatro miembros para finales de mes de nada servirá todo el esfuerzo y este club quedara como un simple recuerdo… seria como perder un amigo- respondió Azusa sin mostrar dudas en sus palabras.

Asuka se mantuvo en silencio un momento mientras sus pensamientos divagaban en todo lo que le había ocurrido desde que entro en esa escuela.

-Yo no sé lo que es tener un amigo de verdad… incluso ahora tengo mis dudas y tampoco puedo imaginarme lo que se sentiría perderlo… pero no me malinterpretes lo que mis oídos escucharon es más que suficiente, creo que si se esfuerzan un poco mas… me uniré a su club-

-¿En serio?- grito emocionada Azusa al igual que Ui y Jun.

-Pero no esperen que comparta esa tradición extraña de tomar el té con ustedes- menciono la pelirroja, sin embargo unos minutos después de haber anunciado su decisión final las cuatro ya estaban tomando el té como era la costumbre del club. Las horas de la tarde pasaron rápidamente y Asuka regreso a su hogar aun sin saber lo que había pasado… hasta hace algunas horas ella no tenía ninguna amiga y ahora parecía tener cinco.

Por su parte Azusa se fue a la cama cuando la hora llego, su felicidad la sobrepasaba ya que había cumplido el primer objetivo del club que sus amigas habían salvado y ahora era su responsabilidad encaminar correctamente al nuevo grupo para hacer digno el club a los ojos de sus predecesoras. Ahora solo una pregunta rondaba la mente de Azusa:

¿En qué clase de club se convertirá ahora que tenemos nuevos miembros?...