Como Magikarp en Triana.
Capítulo 1.
La tragedia asoló Sevilla el día que aquella dulce muchacha, tan indefensa y con boca de comer pollas como un Magikarp salvaje fue despojada de su oportunidad de convertirse en un Gyarados.
Esta es la historia de Marta del Castillo.
Su vida en la superficie terminó la noche en que su entrenador, Dominguero Carcaño decidió liberarla de su pokéball. Al ver que ésta no se abría con facilidad, optó por usar un cenicero como método abrefácil.
Su pokémon falleció al no acertar con el golpe, y como el cementerio pokémon de Pueblo Lavanda le quedaba muy lejos, lo mejor sería hacer lo que se hace con todos los peces: al agua con ella.
Dominguero Carcaño fue visto por un testigo ocular. O más bien subnormal. Un cuidador pasaba esa noche en una silla de ruedas con un joven con síndrome de Down. El cuidador iba drogado, y el Down, al que llamaban Luis cariñosamente para que no se arrancara los pelos de las cejas en ataques de ira, lo pudo ver todo.
Se puso a gritar de tal forma que hizo las aguas del Guadalquivir removerse.
Dominguero Carcaño huyó.
Esa última acción fue la que atrajo al rey de los mares. Al indiscutible rey del Guadalquivir.
Aquaman ha vuelto. Y lo ha hecho en Sevilla.
