El hongo alucinógeno, primera parte
Estaban Casei y April sentados en una banca, en medio de la ciudad. Ambos escuchaban música. Compartían los audífonos.
-Sabes Casei, me encanta que alguien más sepa de las tortugas.- dijo April. –De verdad. No tenía nadie con quién hablar. En especial ahora que papá es un murciélago mutante.-
-Admito que todo esto me ha impresionado. ¿Unas tortugas ninja que viven en las alcantarillas con su maestro rata? No podías haberlo inventado.- dijo Casi.
Parecían vigilantes. Miraban de reojo a los que se paseaban en rededor. Hasta que en un momento, todos se habían ausentado.
-Ahora.- susurró April.
-Entremos ahora.- respondió Casei, mientras se levantaban.
Casei abrió la tapa de la alcantarilla y April comenzó a bajar por la húmeda y oxidada escalera.
-Oye, ¿Por qué la máscara? – preguntó al ver a su amigo colocarse la máscara de hockey. –Como si las tortugas no supieran quién eres.- se burló.
-Por lo mismo que muchos la han usado a través de la historia. Te da estilo.- presumió.
Casi terminaban de bajar y Casei no dejaba de quejarse por el mal olor.
-Buajj. Pero no me protege del mal olor.-
Ambos se dejaron caer al faltar unos cuantos escalones. Salpicaron el agua sucia al caer.
-Qué asco, ¿Cómo pueden soportarlo?- preguntó Casei.
-Tuve que vivir semanas aquí. Te acostumbras.- respondió April.
-Hay, yo no.- se quejó Casei.
-De hecho, algo huele realmente extraño. – se retractó la muchacha. –Como a queso podrido y vómito.-
De repente se escuchó un grito de terror de un hombre. Solo segundos después, apareció un tipo de los que trabajaban ahí. Corría atemorizado. Y también gritaba disparates. Algo sobre una ardilla gigante y mutante.
Ambos decidieron correr detrás de él. Para averiguar lo que ocurría. Pero le perdieron el paso.
-¿Dónde está?- preguntó Casei. –Hola…- gritaba para ver si le respondía. –Señor loco…-
-Algo está mal.- decía April mientras miraba en rededor con mucha atención.
De uno de los pequeños ductos de aguas negras, tres ojos pequeños y amarillos relumbraron en la oscuridad. Esto llamó la atención de April. Ella se acercó para ver mejor la extraña aparición. Ese bicho extraño se defendió lanzando una especie de polvo que brillaba en la oscuridad sobre el rostro de la kunoichi.
-¿Te encuentras bien? ¿Qué viste?- preguntó Casei.
Ella levantó la mirada. Logró ver como Casei ahora era un murciélago mutante que le lanzó un enorme chillido. Ella gritó con espanto y trató de huir.
Era solo una alucinación de ella. Casei estaba tan asustado como ella al verla hacer un drama tan grande.
April se dejó caer y cuando volvió a levantar la mirada, vio a su padre transformado en murciélago que le gruñía enojado.
Leonardo y Splinter meditaban en el dojo. Estaban tan concentrados que parecían que se iluminaban con una luz misteriosa de su interior.
Pero Leo parecía desconcertado. A penas mantenía unos segundos de total concentración y se quejaba cuando salía del trance. No lo estaba logrando. ¿Qué pasaba?
-Leonardo…- dijo Splinter de repente.
Él no esperaba que el sensei le hablara. Lo hiso saltar y hasta caer de la impresión.
-Lo siento sensei. No puedo concentrarme. – dijo Leo desde el suelo aún.
-Me di cuenta. ¿Qué es lo que te preocupa hijo mío?-
-Sigo teniendo la misma pesadilla. Cada noche defraudo al equipo. Caen en las tinieblas y no puedo ayudarlos.-
-Eso es normal.- le consolaba Splinter poniendo su mano sobre su hombro. –Un líder debe enfrentar el miedo de perder a su equipo. Yo lo vivo cada vez que ustedes salen de la alcantarilla.-
Los demás hermanos estaban viendo su nueva serie. Esa caricatura extraña sobre cuatro tipos y su mono que manejaban un enorme robot. En este capítulo, el villano había tomado el control de su robot. Y al parecer estaban muy asustados.
Vee y Mikey miraban casi sin respirar desde el suelo. Los otros dos estaban sentados en el sofá.
-Yo sé que en la versión japonesa de la caricatura, a Coolstar lo aplastan y muere.- aseguró Mikey.
-¿En serio? No tendría sentido.- opinó Vee.
-Eso es un mito de la caricatura.- dijo Donnie.
-Nerds.- se quejó Raph.
Casei llegó de pronto corriendo casi sin aliento.
-¡Chicos! ¡April… alcantarilla!- gritó a como pudo.
-¿Qué?- preguntó Vee con mucha duda. No había entendido absolutamente nada.
-Casei ¿Qué sucede?- preguntó Raph.
-¿Son los robopies?- preguntó Leo.
-Veníamos para acá y April, de repente, no sé por qué pero comienza a volverse loca y sale corriendo. ¡Se ha ido!- trataba de explicar Casei.
-Un segundo. ¿Dices que perdiste a April?- le comenzó a gritar Donnie.
-Tranquilo. Debe haber una explicación lógica.- le frenó Mikey. –Ni que se la hubiera tragado una víbora gigante de alcantarilla.-
-¡Vamos! – gritó alarmado Donatello. Se arrolló a Casei mientras corría hacia la salida.
-Se nota que le gusta…- susurró Vee.
Caminaban por las alcantarillas.
-Creo que la perdí por aquí.- dijo Casei.
-¿Tú crees? Es una aseveración vaga.- comenzó a retarlo Donnie.
-¿Qué te pasa maestro del bastón?-
-¿A quién le dices maestro del bastón? Cabeza hueca.-
-tranquilícense. No hay tiempo para eso.- interrumpió Leo.
Entonces continuaron caminando. Donnie le empujó al propio.
-Oye…- se quejó Casei.
-¿Tienes algún problema?- se burló Raph.
Mientras seguían caminando, Casei logró pasar adelante y devolverle el empujón a Donnie. Pero algo lo frenó de repente. Unas ratas se revolcaban entre la basura.
-¡¿Ratas?! ¿Por qué tenían que ser ratas?- se quejó Casei.
-Oye. Aquí abundan las ratas. Son animalitos de la naturaleza.- dijo Mikey mientras cogió una y se la comenzó a arrastrar por la cara.
-¡Mikey no; La lastimarás!- dijo Vee mientras trataba de apartarla del agarre de su hermano.
-¿Cómo pueden hacer eso?- se asqueó aún más el chico de los palos de hockey.
Un sonido extraño como de animal nocturno se hiso escuchar. Eso llamó la atención de Casei y de Vee que era meramente curiosa.
-¿Oyeron?- preguntó Casei.
-Sí…- respondió Vee, mientras liberaba a la rata que había arrancado de las manos de Mikey.
Eso hiso que Vee prestara más atención a su entorno. Notó un montón de hongos que alumbraban en la oscuridad.
-Wow…-susurró mientras los miraba hipnóticamente.
Mientras Casei se acercó a un ducto más pequeño. En él, vio un estilo de monstruito que le hacía sonidos de animalito bonito. Pero de repente este le lanzó los polvos luminosos a la cara.
Salió tosiendo hasta casi caer a los pies de los chicos.
-¡Huele horrible!...- se quejó entre tosidos.
-Oye, si metes la nariz en una alcantarilla de New york, ¿Qué esperas? ¿Aroma a Flores?- se burló Raph.
-Creí ver…- dijo Casei cuando se quedó callado viendo nuevamente el sintió del sonido extraño pero esta vez de lejos. Gritó del susto mientras corría hacia atrás hasta chocar con la pared.
-Casei ¿Qué sucede?- preguntó Leo.
-¡La vi, amigo! ¡La rata demonio!- respondió aún alarmado.
-¿La rata demonio?- preguntó Raph.
-Oigan chicos…- comenzó a decir Vee cuando Casei comenzó a hacer algo loco y extraño a la vez.
-¡No me toquen!- gritaba mientras lanzaba golpes con su palo de hockey al vacío. -¡Nos tienen rodeados!-
Los chicos se miraban unos a otros sin comprender nada.
Donnie y Raph lo prensaron contra la pared para tratar de tranquilizarlo.
-No voy a mentir. Me gustó hacer eso.- dijo Donnie.
Casei suplicaba que le dejaran salir, mientras Raph comenzaba a hablarle para hacerlo entrar en razón.
-Oigan chicos…- volvía a tratar de decir Vee otra vez. Pero vió a Casei dejarse caer rendido al suelo. -¿Qué le pasa? ¿Está llorando? ¿Cómo un bebé?- preguntó muy extrañada.
-Al parecer…- dijo Leo.
-¡A sí! Chicos hay unos hong…- otra vez trataba de decir Vee cuando fue interrumpida otra vez por un grito desesperado. Sin duda de April.
-¡April!- gritó Donnie en su auxilio.
La encontró relativamente cerca. Parecía estar muy asustada con nada. No había nada pero ella gritaba y se apartaba como si estuviera rodeada de fantasmas.
-April, soy yo Donnie. Tu papá no trata de comerte. Tranquila; Cálmate. Todo va a estar bien. -
Mientras los demás se acercaban detrás.
-Escuchen. ¿Qué es ese ruido?- preguntó Leo volteando a atrás.
Los demás, por reacción también lo hicieron. Una pelota luminosa que rodaba hasta ellos apareció. Luego se extendió como balón ponchando y se figuró en un hongo.
-¿Qué es eso?- preguntó Raph.
-Son los hongos de los que les trataba de decir hace un rato. Solo que no los vi moverse así.- respondió Vee.
-¡Tiene patas!- dijo Mikey.
-¡Y ojos!- dijo Vee detrás.
-Hay… ternurita…- decía Mikey cuando fue atacado por el bichito.
Se le pegó a la cara. Parecía un gorro. Y Mikey solo gritaba que se lo quitaran.
Leo se lo arrancó y lo tiró lo más lejos que pudo. Pero este se hiso una bola y comenzó a rodar hacía ellos otra vez.
-Nos ataca. – dijo Leo mientras sacaba sus katanas.
-¿Por qué? No le hemos hecho nada.- se quejaba Vee sacando su t-sen.
-Yo me encargo.- dijo Raph atacándolo también.
-Fascinante. ¡Un hongo envolvente!- dijo Donnie.
-¿Cómo los erizos?- preguntó Vee.
-Sí.-
El hongo le lanzó su polvo brillante a la cara de Raph. Haciéndolo toser. Entonces los demás se prepararon para atacar.
El bicho era mañoso y este se le pegó a la cara a Leo. Asustado de lo que le ocurría, dio unos pasos atrás tratando de quitárselo. Pero se enredó en Raph que estaba en el suelo y calló de espalda.
El hongo se soltó y rodó hacía Mikey que estaba despistado. Pero Donnie le dio con su bastón, haciéndolo caer casi a los pies de Vee.
Ella no lo pensó mucho y al estar en esa posición, le arrió una solemne patada. Lo hiso caer alcantarilla abajo.
Manera tica de expresar como alguien pateó demasiado fuerte a algo.
-¡Goooool!- festejaba como una niña pequeña.
Casei y April gritaban en pánico. Y por nada. Ya estaban comenzado a sacar de quicio a los chicos.
-¡¿Qué está pasando?!- gritaba Mikey ya desesperado.
-Raphael. ¿Te encuentras bien?- preguntó Leo.
-¡Hay no! ¡Eres tú!- dijo Raph muy asustado al levantar la mirada y ver a Leo. -¡Quien sea menos tú! ¡Aléjate de mí!-
-Raph, tranquilízate amigo.- le decía Leo, acercándosele.
-¡Alto ahí! Si no me dejas en paz, te voy a aplastar.- amenazó Raph.
Falló el ataque. Estaba demasiado asustado para ser tan ágil.
-Raph…- decía Leo ya asustado. -¿Qué pasa con tigo?-
-Donnie, explícanos rápido…- pidió Mikey.
-Ojala lo supiera…- le respondió preparándose para contener a su desquiciado hermano.
-¡Aléjate cucaracha! Te aplaste una vez y lo haré otra vez. – amenazó nuevamente Raph.
-¿Cucaracha?- preguntó Leo con duda.
-¿Qué clase de insulto es ese?- preguntó Vee también con duda.
Raph volvió a atacar a Leo pero esta vez los demás le defendieron. Mikey le golpeó por la cabeza con sus ninchakos.
Raph cayó al suelo casi noqueado.
-Lo siento hermano. Estas fuera de control.- dijo Mikey tristemente.
-Tranquilo hermano. No te haremos daño.- le trataba de consolar Donnie.
-No. Esto es imposible…- decía Raph recostado a la pared casi rendido. -¡Atrás!- gritó con un nuevo aire. Le lanzó una patada a Donnie, haciéndolo caer.
Pero Mikey lo atrapó en cadenas. Dejándolo inmóvil.
Raph forcejeaba fuertemente.
-Ya, tranquilo.- le decía Mikey. –Respira con migo…-
-Mikey, está muy asustado…- le decía Vee con un nudo en la garganta. Le dolía ver a su hermano en esa situación. –Shssss. Ya cálmate hermanito…- le decía a Raph mientras le acariciaba la cabeza. –Muchas veces tú eres el que me tranquiliza cuando tengo miedo; ahora es mi turno Raph. Yo te voy a proteger con todo. Y lo sabes.- le decía suavemente.
Poco a poco, Raph se fue relajando. Vee no le dejaba de hablar ni se le apartaba de su lado.
Raphael estaba exhausto. Había perdido muchas fuerzas tratando de defenderse de su propia imaginación. Respiraba duro aún amarrado por las cadenas, pero mientras su hermanita estuviera a su lado hablándole, parecía más tranquilo.
Donnie trataba de tranquilizar a April. Pero era inútil.
-April, no hay murciélagos…- le decía. Pero ella reaccionaba bruscamente. Hasta le dio un manotazo en la cara a él.
-¡El hongo!- de repente dijo Donnie.
-Habla con propiedad. Hay una dama presente.- dijo Mikey.
-¿Solo una? ¿Y yo qué?- reclamó Vee.
-Tú no cuentas. Eres nuestra hermana.- le respondió Mikey.
Raph comenzó a forcejear de nuevo. Entonces Vee se percató que lo había descuidado.
-Ya, ya… aquí estoy. No te voy a dejar. Lo prometo…-
-No. Lo que le pasa a Raph, le pasa a April y a Casei.- dijo Donnie. –Parece que están experimentando sus peores miedos…-
-No me digas, Donnie.- dijo Vee con sarcasmo.
-Sí pero creo saber por qué…- respondió Donnie.
Continuará…
Notas de la autora:
TMNT no me pertenece es de Nickelodeon. Únicamente Vee es de mi propiedad.
Iba a hacer todo en un solo capitulo pero me arrepentí porque quedaría extremadamente largo. Así que lo haré en dos o tres. Pero voy a procurar subirlos rápido.
Las palabras o frases marcadas son expresiones costarricenses (Soy de Costa Rica) así que para una mejor comprensión, seguido del párrafo vendrá una explicación corta en letra más pequeña. Espero les funcione.
Espero que les esté gustando y bueno, escríbanme sus revews para saber si les está gustando y si quieren algún otro capítulo de la serie con Vee incluida. Y ¡feliz navidad!
