–¡Hana Asakura, la próxima vez que vuelvas a hacer algo tan estúpido no saldrás vivo de esta!– Gritó Tamao, mientras él sentía como se le salía el alma.

–¡Rayos Namaha ¿Por qué no estuvimos ahí?!– Quejó Gakko de brazos cruzados. –Yo también quería pelear…– Bufó.

–No tomes esto como una broma Gakko, él en verdad tiene dominado el modo Setsubun. – Respondió el espíritu, ella se veía preocupada, su tono era serio y tranquilo, cosa que no pasaba casi nunca.

–Maldición…– Dijo Alumi. –Silver Rod, Silver Wing.– Llamó la itako, y los espíritus de la serpiente y el águila aparecieron a su lado.

–Alumi, esto no es una broma, sabes que él estuvo en el medio oriente.– Dijo Silver Wing posándose en su hombro.

–Shi no es alguien que debamos tomar a la ligera, de todos modos.–Esta vez fue Silver Rod la que habló.

–Hmp, Yvs ya lo tenía todo planeado.– Alumi posó sus ojos en las estrellas que adornaban el cielo.

–¿De qué… hablas?– Preguntaron ambos espíritus.

–¿Por qué creen que el Espíritu de Tierra no pudo parar las balas?–

–¿¡Ehhh!?– Se alarmó el águila. –¿¡Un disparo…!?–

–¿¡De Furyoku!?– Terminó Silver Rod.

–Lo más probable.– Respondió ella.

–Un disparo fue inútil, "Ese sujeto" lo trajo de vuelta de todas formas.– Habló la serpiente.

–Él sabía que Yvs metería a ese demonio en el torneo, así que "Ese sujeto" consiguió la excusa perfecta convertir a Hana en el suyo.–Alumi estaba seria, su voz estaba un poco apagada.

–Ya veo, pero…– Comenzó Silver Rod.

–Si ellos pelean… podrían morir juntos Alumi.– Completó Silver Wing.

–No, Hana sí, pero él solo necesita alimentarse de su sangre, entonces, todo habrá acabado, ese maldito vampiro e Yvs ganan.– Suspiró antes de cerrar los ojos, dejando al viento jugar con su cabello. –Hana…–

–¡Maldición Yohane, ¿Cómo se supone que pelee con un desgraciado vampiro?!– Se quejó el rubio.

–No lo sé, Hana-kun, deberías de obedecer a Tamao-san, ella sabe de qué habla.– Respondió acomodándose las gafas.

–Ella lo conoce, yo sé, Ryu y Manta también, pero no sé por qué… ¡No me lo quieren decir! –Pateó una piedra que estaba en ese momento en el suelo, lanzándola lejos.

–Shi, ¿Qué hacías, por qué no lo mataste?– Replicó una persona, de cabello azabache y ojos negros, penetrantes como la noche, tenía la mano derecha blindada con metal, de la cual salía una escopeta, como medio de over soul, y de la otra, una metralleta.

–Porque no.– Solamente respondió como si no le importara.

–Todo esto es culpa de Death Cannon.– Se burló una mujer, escondida entre las sombras.

–¿¡Mi culpa!?– Blasfemó el azabache.

–¡Pues claro, si lo hubieras matado en ese entonces, el equipo Hao no sería una amenaza tan grande para Yvs!– Respondió mientras reía maliciosamente.

–¡Mira, no fue mi culpa que el Espíritu de Tierra hubiera salido, tuve que desviar las balas de mi over soul, no le pude dar en el corazón como era el plan!–

–Estabas en un helicóptero de guerra, sólo tenías que apuntar bien y tu over soul lo hubiera dejado muerto… ¡Sólo a él, pero no, le diste en el estómago y a los otros dos también les disparaste!– Replicó ella levantándose de su asiento.

–Suficiente, el daño ya está hecho.– Dijo Shi, ya harto de la discusión. –Lo que haya ocurrido hace trece años ya no importa, somos el equipo de Yvs y eso es todo, ya me hartaron con estas malditas discusiones.– Dijo caminando hacia una puerta, ya que se encontraban en las ruinas de un viejo edificio quemado.

–Shi…– Llamó el azabache. –La próxima vez, mátalo, sabes que son órdenes de Yvs.–

–No me importa lo que diga Yvs, ya es suficiente con haber aceptado entrar en Flor de Maíz, hermano.– Y cerró la puerta detrás de él.

–Tiene una bofeteada marcada en la mejilla.– Dijo ella.

–Que necio es…Asakura, ese apellido me enferma con sólo decirlo.–

–Hana.– Llamó Alumi, que entraba en la pensión.

–¿Qué?– Preguntó sin interés viendo T.V.

–Hay algo que debo darte.– Ella traía consigo una caja y la puso en la mesa de la sala de estar.

–Shh… mira las noticias.– Dijo Gakko que ahí se encontraba, junto con Yohane, Tamao, Ryu y hasta Manta, además de las Hanagumi.

Reporte de hoy.

Se han encontrado varias personas con mucha pérdida de sangre y algunas muertas debido a esto, lo más raro es que tienen unas marcas en distintas partes del cuerpo, todas son del mismo tamaño y forma, las personas las asocian con las marcas de la mordida de un ser ficticio, el vampiro, ¿Creen que los vampiros existan? Quédense para saber más de este reportaje, voy contigo al hospital. –Dijo el presentador en la T.V.

Estoy en el hospital donde entrevistaré a esta jovencita de diecisiete años que fue atacada por el famoso "Vampiro"– Dijo la reportera ahora en cámara.

Él… simplemente apareció de la nada, tenía ojos rojos y de repente sentí que me incrustaba algo en el cuello, no pude ver nada más porque apareció de las sombras, me dijo que mi sangre se veía bella y que él quería comer, luego me desmayé. –

–¡Arg, es él de nuevo!– Gritó Hana furioso, mandando a volar un canasto con naranjas que estaba en la mesa.

–Él ha vuelto a comer.– Dijo Tamao seria, mientras veía el televisor.

–Es obvio que tenga hambre, luego de usar Furyoku para invocar a sus onis.– Dijo Manta.

–Alumi.– Llamó a su prometida. –Si en esa caja viene lo que puede derrotar a ese desgraciado, será mejor que me lo des.–

–Sí.– Dijo ella, y abrió la caja. –Es un regalo de tu madre, es el rosario de los 1080.– Ella lo sacó, y se lo entregó en las manos.

–¿Y qué hace eso?– Preguntó Yohane mientras veía como Hana lo sostenía mientras lo observaba detenidamente.

–¿¡Eso es todo!? ¡Eso no es nada, no servirá para nada!– Dijo Gakko mientras apuntaba al 1080.

–Se equivocan.– Dijo Tamao. –Jaaku le tiene miedo al 1080.–

–¿¡Ehh!?– Hana, Yohane, Namaha y Gakko se sorprendieron.

–¿Po-por qué?– Preguntó el espíritu acompañante de Gakko.

–Eso es porque Anna-san lo podía controlar con él.– Dijo Manta con una sonrisa triunfadora.

–Él y doña Anna se conocen, y él le tiene mucho respeto, por el simple hecho de que ella fue la única que pudo con él y sus onis.– Dijo Ryu.

–El vampiro ese no tiene oportunidad contra esto, pero es necesario que lo aprendas a usar como es debido, Hana, si lo sujetas con esto, él quedará inmóvil e indefenso.– Dijo la itako.

–¡Entonces podríamos atacar!– Dijo Yohane.

–Así es, pero… no estoy muy segura.– Dijo Alumi algo preocupada.

–¿Eh, por qué?– Preguntó Hana.

–Si no lo logramos, él podría…– Su voz comenzó a apagarse, pero de repente sintió que alguien la abrazaba.

–Ehm… gracias…– Dijo Hana todo rojo debido a que nunca hubiera creído hacer eso antes.

–Pero… no podemos atacarlo sin un plan.– Dijo Namaha, mientras se cruzaba de brazos.

–Eso es fácil.– Dijo Manta. –Sólo tenemos que esperar a que aparezca. –

–¿Así nada más?– Cuestionó la itako.

–Sí, a Jaaku le atrae la sangre de Hana, no sería sorpresa que lo encontráramos.– Dijo Ryu.

–Hana, escúchame, por ningún motivo te alejes del 1080.– Le dijo Tamao mientras veía por la ventana.

–Tiene razón, Hana-kun, no sabemos de lo que es capaz.– Esta vez fue Yohane, que estaba sentado mientras ponía atención a la situación.

–¡Mañana le daremos un golpe sorpresa al vampiro ese!– Gritó Gakko en pose de victoria.

Hana ahora caminaba por en medio de la noche, en los alrededores de Funbari, no había nadie a esas horas, estaba totalmente solo, o al menos eso aparentaba, llevaba consigo el 1080.

–¿Hola cómo estás?– Preguntó una voz, desde arriba de un edificio, sólo se veían esos ojos rojos.

–Hmp… sabía que vendrías, desgraciado.– Le dijo sin verlo, entre las sombras, su capucha y la máscara tapaban su rostro llevaba en funda su Katana.

–Siempre que quieras, Hana Asakura… Kyoyama.– Al decir eso último, sus colmillos salieron de su boca, mientras que sus pupilas comenzaban a tornarse delgadas y largas, como los ojos de un gato, hábilmente bajó y cayó atrás de Hana, pero antes de hacer cualquier cosa, un rayo pasó a través de su cara, el cuál evadió hasta quedar a distancia.

–¡Rayos, no le di!– Susurró Gakko.

–Valla, valla, la flor de loto no está sola, trajo consigo amigos, el equipo Hao. – Dijo observando que Alumi, Gakko y Yohane le apuntaban con sus over soul.

–Será mejor que estés listo Jaaku… ¡Para morir!– Gritó Gakko mientras preparaba otro tiro.

–¿¡Reconoces esto, maldito!?– Le dijo Hana mientras tomaba el 1080 en sus manos y corría hacia él.

–¡El 1080!– Blasfemó sorprendido, inmediatamente subió a uno de los edificios cercanos. –¿C-cómo es que lo tienes?–

–Fue un regalo de doña Anna.– Dijo una voz detrás suyo, mientras blandía una espada, él evadió el golpe saltando encima de ella.

–Sabemos que le tienes miedo, Kurayami.– Dijo Tamao, su espíritu pareció aplastarlo, sin embargo él ya estaba encima de un poste de luz.

–Onis…– Comenzó a decir, sin embargo.

–¡Hana ahora!– Gritó Alumi lanzando a Silver Wing contra el enemigo, y Gakko disparando, Yohane había apuntado su lanza hacia él, las evadió todas, sin embargo, al momento de caer sobre otro poste de luz, quedó paralizado, el 1080 casi lo atrapa, pero fue lo suficientemente rápido como parta evadirlo.

–Eres muy valiente para enfrentarte a alguien como yo, Asakura Hana.– Le dijo con una risa demoniaca.

–Te presento a la Futsunomitama no Tsurugi.– Le dijo mientras la desenvainaba y saltaba hacia él, impulsado por la lanza de Yohane, sin embargo, antes del choque, el golpe de Hana fue esquivado por él.

–Será mejor que no tienten a la suerte…– Evadía una y otra vez al 1080 que traba de sujetarlo, hasta el punto de quedar cara a cara con Hana.

–Dime… ¿Qué es lo que quieres?– Preguntó Hana furioso, ya varias veces había estado frente a él, pero ninguna con el 1080 y la Futsunomitama no Tsurugi listo para atacar.

–Hace trece años mi hermano te disparó, Hana Asakura, sin embargo el disparo fue desviado, haciendo que dos de las tres balas que iban hacia ti, le dieran a tus padres, y una de ellas dándote en el estómago.– Comenzó a explicar, mientras acomodaba su máscara.

–¿¡Q-qué!?– Preguntó él aturdido, nunca antes le había hablado directamente de aquello.

–Fue el Espíritu de Tierra quién las desvió, de lo contrario las tres hubieran dado en su objetico, tu corazón, una vez destruido totalmente, no sería capaz revivirte, por lo tanto, el equipo Hao perdería uno de sus miembros más poderosos, pero todo dio un giro cuando reviviste y entraste en modo Setsubun.–

–Esto es lo que ocurrió en el medio oriente.– Dijo Alumi, mientras deshacía su over soul. –Él te detuvo cuando entraste en ese modo, él estuvo allí.–

Trece Años atrás, Medio Oriente.

¿¡Qu-qué!?– Preguntó el castaño muy confundido.

Un oni…– Susurró la mujer al ver a la bestia destruir todo lo que podía.

¡Anna, Yoh!– Gritó una voz desde un helicóptero.

¡Manta!– Dijeron ambos muy sorprendidos.

¡Hey! ¿Cómo pudieron hacer algo tan estúpido? ¡Jajaja!– Rió un sujeto al lado de Manta.

¡Shi, ¿Qué es eso?!– Preguntó Yoh mientras veía al oni.

¡Eso es el modo Setsubun, es un mecanismo de autodefensa que consta de invocar onis cuando el usuario está en peligro de muerte!– Respondió saltando del helicóptero a un edificio cercano.

¿¡Dónde está Hana!?– Preguntó Anna notablemente preocupada.

¡ÉL es Hana!– Respondió sacando sus colmillos evadiendo un golpe del oni.

¿¡Qué dices!?– Preguntó la pareja y Manta mientas veían como la bestia atacaba al encapuchado.

¡Mm…mmm….mue….muerrreeee!– Gritó el oni lanzando un rayo en dirección a Shi.

¡Joder!– Desenvainó su Katana al mismo tiempo que el rayo le impactaría. –¡Modo Setsubun, onis salgan!–

–Te conozco bien, Asakura Hana, y sé de lo que eres capaz, pero aún no estás listo para demostrarlo.– Dio media vuelta, y comenzó a desaparecer nuevamente, dejándolos atrás a todos.

–¡E-espera!– Gritó Hana. –Te conozco… por eso te conozco… y cuando te vuelva a encontrar…–

–La batalla de los demonios se reanudará…–