Disclaimer: Nada es mío, solo la idea y las palabras.
Creo que no hay ningún otro fic como este. Me refiero, a esta pareja, Terri/ Carl (Terca ¿O.O?). Se me ocurrió de repente y se me antojó escribir sobre ello. Terri me parece un gran personaje que casi no hemos visto esta mitad de temporada.
A lo mejor no gusta, no lo sé... Espero que sí. Disfrutad ^^
Capítulo 1
Crucé con seguridad el patio del instituto ignorando todas las miradas adolescentes que caían en mí, sobre todo las masculinas. No pude evitar sentirme bien y deseada, aunque fuesen pardillos llenos de acnés que solo pensaban en videos de +18. Era como volver quince años atrás, cuando era la animadora que con solo hacer un gesto tenía a todo los tíos comiendo de mi mano. El único punto negativo era que el hombre que quería que me desease me debía un pago de nuestro divorcio. Aunque… si bien lo miraba, ya no hacía falta ponerme el cartel de "Ocupada" en la frente cada vez que algún guaperas se acercaba a coquetear. Pero con treinta años no se te acercan tanto como a los veinte. Todos dan por sentado que estás casada o tienes una relación estable. Había más de uno que había que golpearle para que se diese cuenta que estaba totalmente disponible. Bueno, totalmente, totalmente, no. De todas formas, nunca encontraba a ninguno lo suficientemente bueno.
Me alegré de que la oficina de Will estuviese donde la recordaba. Aunque claro, no le iban a salir patitas y moverse, ¿verdad? De lo que no estaba tan segura es de si le encontraría allí. A lo peor había ido a almorzar con la pelirroja esa que no sabía nada de hombres. Estaba convencida de que a lo máximo que llegó fue a jugar a los papás y las mamás. Pero, ¿quién sabe? Si había conseguido atrapar entre sus garras a un hombre casado y que creía esperar un bebé, quizá no fuese tan tonta como parecía a simple vista.
Toqué a la puerta y se abrió sola ante la fuerza de mis golpes. Al parecer, no estaba bien cerrada.
-Hola –dije pasando sin esperar la invitación mientras echaba un vistazo a la habitación. Estaba un poco desordenada, como si llevase tiempo sin concentrarse bien en nada de lo que hacía. Él estaba sentado en su silla, inclinado sobre un taco de folios que más tarde comprobé que eran exámenes para corregir. Unos chicos con suerte, porque el ánimo bajo de su profesor parecía creer que si les puntuaba para arriba podrías darle la felicidad que a él le faltaba.
-Terri –pronunció mi nombre con sorpresa. Soltó su bolígrafo y se puso de pie. Todo un recibimiento por su parte- ¿Qué haces aquí?
-Nah, tenía la mañana libre y me dije: ¿por qué no acercarme a ver a Will y tomamos algo mientras intercambiamos viejos recuerdos? –al ver cómo me miraba añadí- Era broma –me quité las ganas de sol y las enganché a mi camiseta por el escote- Sólo me estaba preguntando si alguna vez piensas cubrir tu pago.
Chasqueó la lengua con fastidio.
-Lo había olvidado completamente. Te lo pagaré. ¿Cuánto era? –le recordé la cifre, aunque estaba seguro que la revisaría en cuanto llegase a su apartamento- ¿Te viene bien el sábado? ¿Por la mañana?
Me parecía muy bien.
-Estaré en casa de mi hermana. Es el cumpleaños los críos y van a celebrarlo.
-Te lo llevaré allí –acordó y se volvió a sentar. Era un claro gesto de decir que la conversación había finalizado y que quería que me fuera. Así que me volví a poner las gafas y me recoloqué bien la chaqueta.
-Nos vemos, Will.
No me molesté en cerrar la puerta. Aquellos eran mis pequeños gestos de venganza.
La campana sonó mientras abandonaba los pasillos que se vaciaban de alumnos malhumorados por tener que regresar a las clases. Oh, el instituto. Que aburrido era escuchar al profesor parlotear sobre cosas que no te concernían. Qué divertido era caminar por el lugar prohibido desde una hora a la otra. Te daba un sentimiento de poder y superioridad como si dijeras: Pringados, estáis ahí escuchando parrafadas mientras yo puedo hacer lo que me da la gana aquí fuera.
Iba tan absorta en mis dilemas sobre adolescentes que no me di cuenta de que había alguien más aparte de mí que se paseaba a sus anchas. Y si lo hubiese notado nunca habría imaginado que sería un moreno alto, guapo y de buen porte. En esa descripción entraba el perfecto obstáculo con el que tropecé.
-Perdón, profesor.
N/A: Es cortito, pero van ser así casi todos los capítulos de este fic. Eso sí, iré actualizando rápido.
Si os gusta, tengo otro Fic, llamado Frozen, del que pronto subiré el segundo capítulo. Ese sí es Wemma.
