Disclaimer.- Sailor Moon no me pertenece, ni ninguno de sus personajes. Todos son propiedad de Naoko Takeuchi, a la cual estoy muy agradecida por haber compartido con todos nosotros su fantástica historia y creaciones.
Nota: ¡Hola! Aki otra vez con nuevo fic, aunque éste no será largo. En realidad, la idea era que fuera un oneshot… peeroo xD algunas ya me conocen, soy impredecible y de repente me da por escribir y escribir y termino haciendo las cosas más largas de lo que debería ^/^ Okis, este fic será, espero yo, de dos chaps, y pues jeje, la intención era que fuera con algo de terror pero creo que no me ha salido jaja así que esta es la primera parte. Al final de este chap espero sus impresiones, de acuerdo? ^^ El género en sí es: Fantasía, romance y pues yo espero aunque sea un pokito de terror^^
Weno, pues como aclaración este doubleshot es para continuar con mi 'Tabla de los Enamorados' de Retos a la Carta. Reto #11: Amor.
Ahora, lo más importante: Este fic es un regalo para una kerida amiga y nena moxa que kiza algunos por aki conozcan como Liebende Lesung, pero a la que yo, en lo personal, bautizo como la 'mujer asesina de FF' jajjaja Jaemmy!! Este es para ti sobrinieta! ~.~ Mi regalo super atrasado de cumpleaños (Creo que ya hace dos meses xP je!) Gomen x mi tardanza, pero he aki ya la primera parte, para ti, con cariño. Espero te guste^^
Ahora si las dejo. Gracias x leerme *-*
AMOR ESPECTRAL
por
Sams Brok
En la oscuridad de la noche, bajo una torrencial lluvia ella estaba corriendo. Dos, cuatro, seis pasos más que se perdieron entre el lodo que ya calaba hasta sus piernas…
Su respiración era tan agitada y fría que incluso punzaba en sus pulmones…
Ella estaba corriendo, huyendo de algo y… ¡el corazón se le estaba desbocando de terror!
Costándole respirar, empapada por completo, en ese momento la rubia trataba de concentrar toda su aterrada atención en el camino delante de ella, su cuerpo se estremecía por el miedo que recorría cada uno de sus nervios, el sudor frio y la sensación de algo terrible alcanzándola apenas la dejaba pensar... Con su corazón pidiendo ayuda a gritos, sus ojos humedecieron por la desesperación de reconocer que el camino delante y a su alrededor se veía exactamente igual: grandes y frondosos árboles que apenas podían contener la fuerza de la tormenta, espeluznantes malezas y oscuros senderos cubiertos de lodo que se disfrazaban para engañar a las mentes llenas de pánico como la suya…
-"Aahh…"- lloriqueó apenas conteniendo el aliento.
Serena Tsukino corría sin detenerse aguantando el llanto a causa del pavor que la estaba consumiendo. Con el corazón a mil, sentía sus rodillas flaquear de pánico y sus presurosas pisadas volverse más y más pesadas haciéndola ir tan lento que, aterrada, sentía escalofríos abrazar su espalda; Corría apartando maleza que inevitablemente arañaba su piel y sus ropas, rezando por no dar un mal paso y caer en los grandes y pantanosos charcos, llevándose instintivamente una mano al pecho en una búsqueda inconsciente del broche que sabía bien había perdido muchos metros atrás.
Serena sentía el frio sudor mezclarse con la lluvia que mojaba sus cabellos pegándolos a su piel, su carrera era tan desesperada que sus costillas no tardaron en punzar contra sus pulmones, sin embargo, con horror sabía que no debía detenerse. En ese momento, y a pesar de terror que la recorría, la rubia comprendía la importancia de ser los ojos de su amiga y compañera, Lita Kino quien, ahora como Sailor Jupiter, corría detrás de ella cuidando sus espaldas de la horripilante criatura que las estaba acechando…
-"¡Corre Serena! ¡No te detengas!"- gritó la castaña con ahogado pavor.
Ambas casi podían sentir el terrible cosquilleo de ser alcanzadas y sujetadas por la bestia… Serena y Lita, siendo absorbidas por la oscuridad del bosque estaban huyendo de una pesadilla ¡De algo tan sobrenatural y espantoso que ni siquiera se atrevían a ver por completo!: Un espeluznante ser con ojos tan rojos que resaltaban en la negrura de la tempestuosa noche, un ente que, matándolas de miedo se asomaba observándolas tétricamente tras los arboles, tras matorrales, detrás y hasta por encima de ellas, a sus lados, hasta en el suelo reflejándose en el agua encharcada; siguiéndolas, oliendo sus miedos y contemplándolas con bestial ansiedad mientras se relamía disfrutando su cacería. Las suaves facciones de la rubia se descomponían por el miedo al escuchar una y otra vez escalofriantes sonidos burlarse de ella en las penumbras de su alrededor. El hueco en su estomago se hacía más y más grande deseando a toda costa no observar las espantosas figuras que sabía se ocultaban en la aspereza de las sombras…
A pesar del estrepitoso sonido de sus agitadas respiraciones, podían sentirlo y escucharlo correr detrás de ellas…
Un par de días antes. En el Center Crown.
-"¡ ¿Un viaje al campo?"- preguntó la rubia con gran exclamación.
-"Si"- respondió Lita mientras observaba el menú fingiendo desinterés en lo que estaba diciendo. Las cinco chicas se encontraban en el Center Crown reunidas para almorzar. La castaña completó –"Y me ha salido totalmente gratis por ser un premio…"-
Las reacciones no se hicieron esperar: Mina Aino abrió los ojos de par en par con los labios temblándole de incredulidad, Amy Mizuno sonrió abiertamente, y Rei Hino, cruzada de brazos y una ceja levantada, sonreía con suspicacia; Serena Tsukino en cambio, con los ojos cristalizados y haciendo un gracioso puchero, parecía mortificada por algo.
-"P-pero no es justo, Lita…"- lloriqueó la rubia infantilmente –"Y-yo te dije… la respuesta correcta…"- hipó.
El turno de asombrarse fue de Amy, pero Rei, pareciendo contener su risa, se llevó una mano a la frente. La peliazul con orgullo en su mirar, comentó–"Eso es admirable Serena, sabía que todas esas tardes de estudio para poder entrar a la universidad las estabas aprovechando…"-
Un poco cohibida, pero recibiendo el cumplido de una de sus mejores amigas, la rubia se sintió grande; pero entonces, una gran carcajada de Rei la bajó de su nube…
-"JaJaJaJa… Ni siquiera tienes idea, Amy"- dijo la pelinegra apenas pudiendo hablar por la risa. Serena, por completo seria, frunció las cejas y los labios viéndola de reojo. Rei, todavía riendo sin contemplación, añadió –"Es que es algo ridículo…"-
-"¡Siempre me subestimas, Rei!"- exclamó Serena llena de orgullo y con los ojos entrecerrados.
-"Como sea, chicas…"- interrumpió Lita sonriendo conciliadoramente –"Y sí, Serena…"- añadió cuando notó que la rubia estaba por volver a reclamar –"Tu me ayudaste en ese momento, y por eso, he canjeado el premio"- declaró.
Sus cuatro sorprendidas amigas abrieron la boca y Mina estaba por sufrir un colapso. La castaña, pasando todo por alto, continuó con calma –"El premio consistía en un viaje en primera clase, y dos días y tres noches para dos personas en una elegante suite de un grandioso hotel a las afueras de Kioto; pero, bueno, he cambiado esa parte del premio por dos habitaciones sencillas, para cinco personas… Así que, vienen conmigo"- confesó con la cándida y tierna mirada que la caracterizaba.
La reacción fue inmediata: Serena y Mina lanzaron un emotivo chillido y se lanzaron a los brazos de su desprevenida amiga, Amy rió melodiosamente y, lo único que contuvo a una agradecida Rei de también lanzarse sobre su amiga, fue la molesta mesa que se interponía en su camino…
Ante la divertida mirada de todos los presentes, la acogedora cafetería se volvió un caos. Y Andrew, quien trabajaba en el lugar y conocía a las cinco chicas desde unos cuantos años atrás, cruzado de brazos reía con resignación. En verdad que esas chicas eran únicas, y ese sitio definitivamente sería muy aburrido sin ellas de vez en cuando por ahí. El rubio soltó un gracioso suspiro; en realidad las que 'vagaban' siempre por ahí eran Serena y Mina, quienes a cada oportunidad escapaban de sus deberes ocultándose en el Crown. Pero eran lindas, todas ellas; grandes amigas que ahora eran unas bellas jovencitas de 18 años que acababan de terminar la preparatoria y unos días atrás habían presentado exámenes para la universidad. Andrew, como amigo de ellas, se sentía muy orgulloso de las cinco jovencitas ya que le constaba el esfuerzo que habían dado en los estudios… Sobre todo Serena Tsukino quien, todavía un par de semanas atrás, se atormentaba por no poder ver ni salir con su querido Darien qué, curiosamente, se trataba del mejor amigo de Andrew. El rubio contuvo la risa, le era gracioso recordar los dulces y a veces desesperantes disparates de su más antigua y divertida amiga.
Y así, escuchándolas reír y desvivirse de agradecimiento a Lita, y viendo luego como Serena y Rei comenzaban una eterna pelea por algo sin importancia, Andrew se sintió orgulloso de ellas por la increíble amistad que compartían.
Dos días después. Temprano, en el aeropuerto de Kioto.
-"¡Wii!"- festejaba todavía la rubia con los ojos brillándole de emoción girando la vista a todos lados posibles.
-"¡Basta, Serena tonta!"- regaño la pelinegra tratando de ocultar su rostro con una mano –"Las personas nos quedan viendo como tontas…"- susurró sujetando con fuerza su maleta.
Mina sonreía y levantaba el rostro con suficiencia–"Te comportas como una turista, Serena…"- comentó con gracia.
Sin cohibirse, Serena respondió con una sonrisa de oreja a oreja –"¡Pero somos turistas!"- y rió.
Con una gota en la cabeza y una tierna sonrisa, Lita completó –"Pero todavía estamos en el aeropuerto, Serena"-
-"¡Listo!"- exclamó Amy llegando con ellas y sosteniendo un mapa entre sus manos –"Hice algunos arreglos y un taxi especial nos llevara al hotel"-
-"¡Fantástico Amy!"- exaltó Mina colgándosele del cuello y comenzando a caminar todas juntas mientras la peliazul comenzaba a platicarles –"Dicen que el hotel es esplendido. Se encuentra en una buena posición entre las montañas, así que ofrece muchísimas actividades y servicios…"- entonces notó que sólo Lita estaba a su lado, mientras que Mina, Rei y Serena se entretenían con suma emoción con un vendedor ambulante de souvenirs. Riendo con resignación, Amy añadió mientras esperaban el taxi–"Ha sido muy generoso invitarnos Lita, gracias"-
La aludida sonrió con sinceridad –"No es nada Amy. Fue una suerte haber respondido la llamada de ese concurso de radio y que Serena haya estado conmigo para ayudarme… Pero anda, sigue contándome ¿que más nos espera?"-
La peliazul le sonrió con comprensión y, recordando algo, comentó –"Por cierto, nunca nos contaste cual fue la pregunta que les hizo ganar este premio…"-
Lita estaba por responder con total confianza cuando fue interrumpida por las dos rubias que, eufóricas y con cámara en mano, casi las arrastraron al taxi que ya aguardaba por ellas.
…...
El trayecto fue largo, pero agradable. Se dirigían a un maravilloso lugar fuera de la ciudad de Kioto; un campo rodeado de un vasto bosque y legendarias montañas.
La camioneta rebosaba de risas y graciosos gritos. Resignadas, Lita y Amy sólo podían reír ante el comportamiento de sus tres amigas: Mina y Rei acaparaban las dos ventanas tomando todo tipo de fotos, mientras Serena lloriqueaba y forcejeaba con ellas intentando tomar una foto decente qué, según ella, quería para poder mostrársela a su queridísimo Darien qué, un día atrás le había obsequiado una simpática cámara digital con caratula de conejitos que esperaba usar en cada oportunidad que se le presentara.
Fue hasta llegar a los pies del famoso hotel cuando, fascinadas, al unísono las cinco soltaron un 'Wooaaw' ante la elegancia y belleza del lugar, y, con total encanto, observaron de arriba abajo el escenario completo:
Era un imponente edificio abastecido de gente que iba y venía, parejas, grupos de amigos y familias completas que reían y jugaban en diversas partes del lugar que brindaba diferentes actividades y servicios en su estructura. El verde y frondoso bosque de los alrededores parecía una alfombra a los pies de las inmensas montañas; la luz radiante del sol y las brisas de la mañana cerraban el magnífico cuadro.
Serena, totalmente embelesada con la vista de las montañas, sonrió radiante al tener por fin un bello paisaje para fotografiar. Decidida, tomó su cámara y con ansias buscó el mejor lugar; al encontrarlo, apuntó hasta enfocar la imagen. Se trataba de un extenso campo abierto, rodeado de una gran cantidad de coloridas flores, frondosos árboles y como fondo una majestuosa montaña qué, quizá no era la más grande de los alrededores, pero era la más hermosa al estar repleta de vida.
Fascinada con la naturaleza, la rubia enfocó el lente y, justo un instante antes de pulsar el click, a través de la lentilla Serena alcanzó a vislumbrar algo extraño: parecía una oscura silueta colocada al borde del campo. Sintió un escalofrió recorrerla, el click sonó y, dudosa, Serena levantó el rostro… No había nada ¿lo había imaginado? Un ligero estremecimiento la hizo sentir tonta y estaba por checar su cámara cuando Mina llamó su atención apurándola para por fin entrar al hotel.
…...
En el hotel.
El día paso divertidamente rápido. Entre tiendas, paseos, juegos y algunos deportes, curiosamente las cinco chicas coincidieron en pasar el resto del tiempo en la piscina después de un tentador comentario de Mina sobre decenas de chicos guapos que se encontraban ahí.
Y así, disfrutando del sol y los colores del agua, el resto del día fue de diversión pura. Tras juegos, chapoteos y risas, comenzando a sentirse agotada y huyendo del torbellino de Mina y Lita, Serena salió del agua y se recostó a la tenue sombra de un colorido parasol; respirando con tranquilidad, e inevitablemente volviendo a dirigir sus pensamientos hacía cierto joven pelinegro, con una gran sonrisa ella cerró los ojos…
…...
-"Has vuelto… Has vuelto a mí…"- Aclamó una gallarda voz proviniendo de la tenue silueta al borde del campo de flores de esa mañana.
Sin comprenderlo, instintivamente la joven dio un paso atrás; entonces, todo se volvió oscuro, un escalofrío se apoderó de ella y el ambiente se tornó tan pesado y desconsolador que inevitablemente sus ojos y su corazón palpitaron de miedo…
-"No…"- susurró con cierto temor una voz que no era la suya, pero que sintió salir de sus propios labios. Repentinamente, y con excesiva claridad, sintió una helada presencia rozar su espalda como si intentara abrazarla y que la hizo tiritar hasta los huesos. Pasó tan rápido: No podía moverse ni sus labios respondían, sin embargo abrió los ojos de par en par cuando se percató que la difusa silueta que había visto en el campo ya no estaba y que un par de tétricos brazos comenzaban a cerrarse a su alrededor desde atrás. El pánico la invadió, sus ojos se cristalizaron de terror y de nuevo, con esa voz que no era la suya, exclamó –"¡NO!"-
Y otra mano jaló la suya…
…...
-"¡AH!"- soltó de pronto Serena despertando abruptamente.
Con el corazón latiéndole salvajemente, de nuevo el calor de la tarde pareció llegar a su rostro, en donde casi podía jurar todavía sentía el frio sudor resbalando en su frente. Respirando agitadamente, tardó en reparar en que una jovencita estaba a su lado, y que no solamente le estaba hablando, sino que también le estaba tomando la mano.
-"¿Estás bien?"-
Levantando la mirada, Serena se encontró con un femenino y bello rostro. Se trataba de otra chica que nunca antes había visto, pero que le resultó extrañamente familiar: era una joven de quizá su misma edad, pero de cabellos de un conocido color rosa y de ojos de un tono parecido que resaltaban bajo una pícara y al mismo tiempo tierna mirada.
Tomada por sorpresa y todavía confundida, la rubia se quedo estática. La chica en cambió, sonrió con afecto y repitió –"¿Estás bien? Te has quedado dormida y parecías tener un mal sueño…"-
Entonces el recuerdo de la reciente pesadilla volvió y la rubia se estremeció. Instintivamente sus ojos buscaron a sus amigas y, tras la risa de una alegre Mina, las encontró un poco más allá, todavía dentro de la piscina.
-"Disculpa si fui atrevida…"- insistió la pelirrosa soltando su mano.
Serena pareció reaccionar y, sonrojándose, contestó con rapidez –"N-no, al contrario, gracias por despertarme"-
La joven sonrió en respuesta e inevitablemente la rubia fijó su mirada en ella. Era una chica muy linda, que de cierta forma la hacía sentir rara, pero en un buen sentido; algo en ella le era muy familiar. Estaba segura que no era, sin embargo, por el tono de su cabello y las facciones de su rostro, se parecía a…
-"Debió ser un sueño aterrador"- comentó la chica con cierta preocupación.
-"… Menos mal que sólo fue eso, un sueño"- completó la rubia soltando un suspiro de alivio.
-"Sin embargo,"- añadió la otra con tímida seriedad –"algunos sueños pueden advertirnos cosas de forma inconsciente…"-
Serena se estremeció tan sólo recordar las difusas imágenes de ese sueño.
Volviendo a sonreír, la pelirrosa se puso en pie y en una leve reverencia se despidió –"Debo irme. Cuídate y…"- pausó, entonces de forma protectora añadió con timidez –"Serena, evita salir de noche ¿de acuerdo?"-
Sorprendida, pero sobre todo confundida, la rubia no tuvo ni tiempo de comprender lo escuchado cuando un divertido y animado grito de Mina la llamó instándola a volver a entrar al agua en el justo momento en que, entre salto y salto, ésta resbalaba chistosamente y se perdía en el fondo de la piscina provocando la risa de todas las demás.
Con una gotita en la frente, apenas conteniéndose, Serena volvió el rostro pero la chica pelirrosa ya no estaba.
-'Qué extraño'- pensó la rubia rascándose la cabeza –'No me despedí, y ni siquiera supe su nombre… ¡Ah! ¿En qué momento le dije el mío?'- notó entrecerrando los ojos tratando de recordar, pero entonces un ataque de chapoteos de agua de sus amigas, que se habían ido acercando la interrumpió. Y así, riendo sin parar, lanzándose de nuevo a la piscina, y accidentalmente cayendo sobre Rei, una nueva guerra de agua comenzó…
El atardecer llegó demasiado pronto y, para sorpresa de las emocionadas chicas, justo después de salir de la piscina un grupo de atractivos chicos se les acercó coquetamente a charlar con ellas…
…...
Algunas horas, y varios teléfonos intercambiados después, Serena y Rei volvían a pelear después de haber cenado en el restaurante exterior del hotel. Había sido hasta la noche que las cinco amigas repararon en lo agotadas que se encontraban, sin embargo, al parecer eso no impedía que tanto la rubia como la pelinegra discutieran por una u otra cosa…
-"¡Pero Rei! No es justo que no me dejaran recibir ningún número telefónico de esos chicos guapos… buaa"- lloriqueaba Serena mientras todas se levantaban de la mesa y comenzaban a avanzar hacía uno de los hermosos y transitados jardines cercanos al campo abierto que Serena había fotografiado esa mañana, y donde varios metros más allá ahora se encontraba una fogata que era rodeada de varias chicas y chicos que parecían estarse divirtiendo. Esa tarde, en la piscina, las cinco habían sido invitadas a reunirse con todos ellos.
-"Serena,"- intentó Mina una vez más mientras jugueteaba distraídamente con una pequeña ramita–"Tú tienes a Darien ¿recuerdas?"-
-"P-pero ¡sólo quería saber que se sentía intercambiar números telefónicos!"- se defendió con los ojos cristalizados.
Rei rodó los ojos –"¡Serena tonta! ¿Y si te llaman cuando estas con Darien?"-
-"P-pero…"- intentó la rubia hipando –"¿Por qué tu si lo has hecho?"-
Mina sonrió pícaramente en acuerdo con esa pregunta. Rei enrojeció tenuemente y contestó con firmeza –"Es diferente"-
Mina levantó las cejas insinuadoramente –"Porque cada vez que Nicolas parece avanzar un paso, retrocede dos más"- y rió con picardía seguida por Lita y Amy que no pudo contenerse. Rei enrojeció, frunció el ceño y se cruzó de brazos.
A pesar de la discusión, disfrutando del lugar, platicando y contemplando los alrededores, era evidente que las cinco chicas estaban muy contentas después de, en palabras de Serena, haber sufrido tanto al tener que estudiar para los exámenes de la universidad. Una vez frente a la gran fogata, con cámara en mano Serena les pidió a sus amigas una foto en grupo y, aceptando, fue uno de sus nuevos amigos quien las ayudo para tomarla.
El click sonó y capturó un animado cuadro formado por las cinco chicas y una gran fogata como fondo con al menos un par de despistados adolescentes que pasaban por detrás.
Después de eso la noche transcurrió tranquila, todas se divirtieron charlando animadamente con jóvenes que venían de diferentes sitios de Japón e incluso del extranjero. Los jóvenes que las habían invitado disfrutaban ya de su segunda visita al lugar y resultaron ser, aparte de guapos muy agradables e inclusive, en opinión de Rei, muy ingeniosos también…
Sucedió que, cuando varias de las personas comenzaban a retirarse para ir a descansar y evidentemente el grupo fue haciéndose más y más pequeño, los pocos que quedaron se acomodaron alrededor de la fogata que ya comenzaba a extinguirse y, como si se tratase de regla obligatoria, uno de ellos, un joven con la insignia del hotel en su camiseta, comenzó con algo que Serena consideró terriblemente aberrante:
Historias de terror.
Sólo bastó la primera frase de ese chico castaño para que la rubia entrara en un gracioso pánico:
'Se dice qué, en las noches de luna llena, y cuando todos los demás duermen, una bestia tan negra como la noche ronda estos bosques…'
-"¡Ahh!"- gritó Serena aferrándose al brazo de una resignada Lita que, tragando en seco, 'por precaución' no tenía intención de alejar a su amiga; Mina sudó frio y pareció congelarse en su lugar; Amy rió nerviosamente y Rei, cruzada de brazos, levantó una ceja tratando de fingir desinterés…
Algunos gritillos de otras chicas, y esperados cuchicheos de incredulidad de algunos varones, se dejaron escuchar. El castaño fue respaldado por otro par de chicos que añadieron:
-"Es verdad, todos por aquí lo saben. Y él… "-Señalando al castaño –"ha trabajado aquí por años"-
-"Ningún invento"- dijo el segundo chico –"En nuestra primera visita mi primo jura haberlo visto…"-
Los cuchicheos fueron apagándose y el castaño, con voz seria, añadió:
-"Ha sucedido al menos un par de veces desde que trabajo aquí: Una de ellas sucedió en uno de los campamentos que el hotel programa en el bosque para sus huéspedes; fue hace 4 años…"- su voz fue agravándose e instintivamente todos guardaron silencio fijando la vista en el castaño –"Una joven chica desapareció después de la primera noche; nadie vio nada, sin embargo, un asustadizo niño aseguraba haber oído los pasos y la respiración de un enorme animal pasear alrededor de su tienda…"- Serena comenzó a temblar e inconscientemente Lita se acercó todavía más –"El hotel coordinó con su personal una exhaustiva búsqueda, yo entre ellos, pero todo fue inútil durante dos noches. Fue hasta el tercer día cuando nos preparábamos para volver a salir en su búsqueda que, pasando junto a la tienda que ella había utilizado, una delgado y escalofriante voz se escuchó desde dentro erizándonos la piel a todos: 'Por favor… tengo frio…' "- imitó él infantilmente.
Serena se aferró todavía más al brazo de Lita y Mina se abalanzó sobre ella también.
El castaño continuó con tétrica voz –"Fue entonces cuando al entrar, vi algo que me heló la sangre: En el rincón de la tienda, acurrucada bajo una delgada sábana y ladeándose hacia atrás y hacía delante se encontraba ella, la chica, mojada de pies a cabeza con su negro cabello cubriéndole medio rostro; Sorprendidos, todos nos quedamos ahí, viéndola temblando de frio, pero entonces ella levantó la vista y, de una forma espeluznante que nunca olvidare, dibujó una vacía sonrisa y susurró: 'No lo soy… Yo no soy ella…'."-
Tiritando, todos parecían haber contenido la respiración y nadie hizo ningún movimiento. Todos tenían su atención en el relato.
-"Cautelosos,"- continuó el chico bajando la voz hasta convertirla en un susurro grave –"un compañero y yo nos acercamos hasta ella, parecía estar en un tipo de trance; no parecía vernos, así que toque su hombro y ¡ella enloqueció! Comenzó a gritar repitiendo lo mismo una y otra vez: '¡NO LO SOY! ¡NO LO SOY!'. Fue aterrador. Tuvieron que inyectarle calmantes; cuando volvió en sí parecía haber perdido la noción del tiempo y cuando se le cuestionaba, rompía en llanto recordando una-sola-cosa: un par de bestiales ojos rojos acechándola por todos lados."-
Con un escalofrío recorriendo su espalda y erizándole los vellos, Serena cerró los ojos y ocultó la cara en el brazo de Lita.
-"Situaciones similares han ocurrido desde mucho antes de que este hotel fuera fundado: desapariciones y regresos, ataques de pánico, sucesos extraños y encuentros con ese par de aterradores ojos."- finalizó -"Algunos dicen que es un lobo, otros que es algo más grande y espantoso… Con temibles fauces, y ojos tan rojos que resaltan en la oscuridad. Cuentan…"- continuó –"que en estas noches de luna llena esa bestia ronda por aquí, y que si lo ven a los ojos, el pavor los hace perder la razón, acorralándolos hasta perderlos en el bosque… Se dice que 'eso' busca algo, o a alguien"- completó con tétrica voz –"Llevándose siempre a sus presas qué,"- pausó viendo lentamente a cada uno de los presentes –"desafortunadamente…"- con cinismo sonrió de forma espeluznante deteniendo su mirada en las cinco chicas –"son mujeres"-
El escalofrío fue general. Serena trató de cubrirse los oídos, Mina sintió su piel erizarse, Lita cerró los ojos, Amy apenas fue capaz de disimular sus nervios y Rei, incrédula bostezó disimulando el inevitable escalofrío.
-"¿M-mujeres?"- cuestionó otra asustada joven.
-"Así es. Sólo jóvenes y guapas mujeres son sus víctimas…"-
-"¿Victimas?"- preguntó Rei con suspicacia –"¿Alguna de ellas ha reconocido haberlo sido?"-
Sonriendo con resignación, el castaño contestó -"Desdichadamente las declaraciones son demasiado confusas. Y el hotel intenta por muchos medios evitar los escándalos…"-
-"Así que no hay versiones oficiales"- completó Rei restándole importancia –"Muy conveniente, aunque, también es posible que el mismo hotel propague estos cuentos para atraer turistas…"-
Varios rieron en acuerdo, el castaño entre ellos. Algunas chicas, un poco más tranquilas, sonrieron a la pelinegra en agradecimiento por haber relajado el ambiente, y antes de que otra historia comenzara, poco a poco todos decidieron regresar a sus habitaciones.
...
Casi una hora después.
Lita y Serena compartían uno de los dos cuartos. Sin embargo, y a pesar que ambas estaban cansadas, ninguna de las dos se había acostado aún.
-"¡No está aquí, Lita!"- sollozaba la rubia sentándose en la cama–"¡La he perdido!"-
-"Cálmate Serena…"- intentaba la castaña un poco preocupada –"Trata de recordar ¿cuál fue el último lugar en donde la viste?"-
Con los ojos cristalizados, conteniéndose la rubia trató de pensar. Hacía casi media hora que ambas registraban la habitación en búsqueda de la adorada cámara digital que Darien le había obsequiado a la rubia. Cámara que ella cargaba a todos lados, pero que un rato después de llegar al cuarto, con desesperación había reparado en su ausencia.
-"¡Ah!"- exclamó de repente –"Ya recuerdo… ¡la utilice por última vez en la fogata!"-
Observándola, Lita sonrió, pero bastó un segundo para que ambos rostros iluminados decayeran al mismo tiempo que expresaban:
-"¡Se quedó allá!"-
Serena palideció con total tristeza. Esa cámara había sido un obsequio de su adorado Darien, obsequio que no sólo había sido caro, sino que, en palabras del pelinegro, durante esos días representaría un vínculo entre ambos: -'Cada fotografía que tomes'- había dicho –'será el número de veces que yo estuve pensando en ti…'-
El silencio se había hecho en la habitación, y Lita contempló con impotencia la desolación en los azules ojos de su amiga. Tratando de ser optimista, la castaña comentó:
-"Mañana temprano podemos ir a buscarla, seguramente seguirá ahí"- sonrió con sinceridad –"o es probable que personal del hotel la encuentre y podemos reclamarla en objetos perdidos…"-
-"No"- con voz suave interrumpió la rubia, entonces su voz pareció tartamudear por el esfuerzo –"d-debo ir por ella, ahora…"-
-"Serena…"- intervino Lita con dulzura –"Todos duermen ya. Esta oscuro y podríamos molestar a los demás."-
Serena sabía que a su amiga no le agradaba la idea de salir a tales horas, incluso a ella misma no le hacía nada de gracia, la parecía una horrible idea… Pero, si esperaba a la mañana, cabía la posibilidad de no recuperar la cámara. Poniéndose en pie, cabizbaja, la rubia se llevo ambas manos al pecho en donde, como costumbre, siempre llevaba su inseparable broche de transformación y, de cierta forma e inconscientemente, eso le dio más confianza.
Jugando con sus dedos, apenada y temiendo la respuesta, la ojiazul comentó –"No es necesario que me acompañes Lita, no quiero ser una molestia…"-
Resignada, la castaña sonrió con comprensión –"No te apures Serena, te acompañare. No sería bueno dejarte sola en la oscuridad de la noche despertando a todo mundo jeje"-
La rubia soltó una gran sonrisa con alivio. Lita siempre la comprendía y la apoyaba sin reclamos. Entonces, decididas tomaron un par de pequeñas linternas que habían en la habitación y salieron en silencio y, para alivio de la rubia, el pasillo estaba iluminado por tenues luces pero, apenas pasando frente a la habitación de junto en donde estaban sus amigas, en un gracioso descuido por tratar de ir lo más despacio posible, Serena trabó sus propios pies y cayó de bruces a pesar del intento de Lita por sostenerla. El resultado fue un golpe seco que pareció retumbar en los oídos de ambas chicas.
-"Shhh"- fue la reacción de Lita al observar el intentó de la rubia por quejarse –"No debemos despertarlas…"-
Serena tragó en seco, lo menos que deseaba era despertar a una furiosa Rei que sólo la regañaría por ser tan descuidada.
…...
En la otra habitación.
Rei, Mina y Amy compartían el cuarto, y hacía al menos media hora que las luces habían sido apagadas para dormir. En la habitación habían sólo dos camas, una frente a la puerta y otra junto a la ventana, por lo tanto, después de discutirlo con un exhaustivo 'piedra, papel y tijeras', Mina terminó compartiendo el lugar junto a la ventana con Amy.
En esos momentos la pelinegra y la peliazul dormían plácidamente; sin embargo, recostada en la cama y sin poder conciliar el sueño, Mina estaba tan emocionada planeando todo lo que podrían hacer al día siguiente. La rubia comenzaba a pestañear a punto de dormirse, cuando un golpe seco llamó su atención alertando sus sentidos.
Extrañada, y sin hacer ningún movimiento, Mina frunció el ceño. El golpe se había escuchado muy cerca, quizá justo frente a la puerta. Entonces, y sin ninguna razón, la historia que habían contado en la fogata llegó a su memoria e inevitablemente la hizo tiritar haciéndola sentir tonta. Tratando de calmarse, cerró los ojos y respiró profundo; era una tontería recordar esos cuentos para niños…
Sonriendo para sí misma, abrió los ojos y se acomodaba para dormir cuando de pronto lo vio: tapando la suave luz de la luna, pegado a la ventana estaba un rostro tan pálido y tétrico que le heló la sangre y la paralizó de miedo… ¡un rostro humano! terroríficamente pegándose en el cristal y que con horror descubrió la estaba viendo fijamente.
-"¡Aahhh!"- gritó sintiendo el más escalofriante frio inyectarse en su espalda y recorrer cada uno de sus nervios…
La luz se encendió dejando ver a una asustada Rei y Amy levantándose por inercia de las camas.
Con el corazón a mil por hora y sintiendo todavía ese escalofrío mezclarse con su respiración, costándole hablar, Mina descubrió que esa horripilante visión había desaparecido. Casi un minuto pasó antes que la rubia pudiera explicar lo que, en opinión de Amy, quizá había creído ver.
Rei en cambio, tratando de aparentar tranquilidad se acercó a la ventana y se asomó por ella. Todo parecía muy tranquilo en la oscuridad de la noche, la luna llena brillaba con intensidad e iluminaba con belleza los campos de los alrededores. Sonriendo con alivio, la pelinegra estaba por volver el rostro cuando algo pareció llamar su atención y la hizo fruncir el ceño, movimiento que no pasó desapercibido por una todavía alterada rubia que cuestionó con reserva -"¿V-ves algo?"-
Rei pareció pensar por un momento, entonces comentó con tranquilidad –"Hay algo haya abajo, en los límites del bosque…"- y, dispuesta a ir de nuevo a la cama, sonrió restándole importancia. Mina y Amy la observaron con interés, la pelinegra lo notó y cuestionó con sarcástica travesura –"¿Creen que se trate del feroz lobo?"- la rubia se estremeció e hizo un puchero. Rei rió –"Tranquilas, debe ser personal del hotel que vigila los alrededores… Y no, Mina,"- añadió rodando los ojos –"es imposible que alguno de ellos haya asomado por la ventana, estamos en el tercer piso y no hay forma"-
Todavía asustada, lloriqueando Mina sentía su corazón retumbando violentamente y se juraba a si misma nunca volver a escuchar historias de terror.
…...
Casi al mismo tiempo.
Serena y Lita salían del hotel y, casi por inercia, ambas giraron la mirada observando los alrededores. En realidad, dentro del hotel había mucha iluminación, y a pesar de lo desierto que se encontraba a esas horas de la noche, en ningún momento se sintió solitario; El verdadero problema era en el exterior, en donde la poca luz del cercano restaurante en donde habían cenado se dejaba ver tenuemente, acompañado de sólo dos hermosos y antiguos faros que brindaban iluminación al campo, dejando el resto a la luz natural de la luna. Visto objetivamente, era un escenario hermoso al brindar tanta naturalidad, pero en ese momento Serena estaba segura que debajo de cualquier sombra algo le brincaría encima de repente…
Las dos chicas se dirigían al mismo campo que la rubia había fotografiado esa mañana y, al contemplar los alrededores y notar la soledad del sitio, con linterna en mano comenzaron a andar con cierta cautela. Después de unos segundos Lita empezaba a pensar lo largo que parecía el camino a comparación de algunas horas antes. Serena en cambio, prefería caminar casi por inercia y con la vista en el suelo, tratando de poner su atención en la búsqueda de la ansiada cámara. Fue justo cuando iban a la mitad de camino cuando a la castaña extrañamente le pareció sentir el ambiente cambiar: el suave viento aumentó y gruesas nubes oscuras amenazaban con ocultar la luz de la luna. Lita, repentinamente nerviosa apresuró sus pasos y comentó a la rubia que llovería pronto y debían darse prisa.
Al llegar junto al sitio en donde habían encendido la ahora extinta fogata, con cierta impaciencia Serena comenzó a alumbrar con la linterna en todos sitios: cada rincón y detrás de las rocas en las que junto a sus amigas se habían reunido y sentado; alrededor de la fogata y hasta un tramo que se dirigía hacia el cercano restaurante… Pero nada, su preciada cámara no parecía estar ahí.
Lita, quien en silencio también buscaba alumbrando el césped de los alrededores, de pronto y acelerándole el corazón, escuchó un leve crujido e inmediatamente apuntó su luz a los arbustos que antecedían la entrada al bosque… no había nada, todo parecía estar en silencio, sin embargo, inexplicablemente la castaña se vio inquieta… era, era un extraño sentimiento de sentirse observada. Tragando en seco, Lita estaba por apresurar a la rubia cuando en otro extremo un crujido más la hizo saltar y, temerosa, apuntó de nuevo la luz alcanzando esta vez a ver como los arbustos se movían un poco… Un escalofrío recorrió su espalda y, sin dejar de apuntar hacia los arbustos, camino con precaución hasta su amiga.
Todavía buscando en cada parte del suelo, Serena, sin notarlo se fue acercando más y más a uno de los bordes del bosque, y, justo un segundo antes de que Lita la llamara, con el brillo de su linterna Serena encontró la cámara tirada sobre el césped, entonces su rostro se iluminó pero fue tan rápido como palideció cuando, erizándole la piel, un resoplido se dejó escuchar entre la maleza justo frente a ella…
Abriendo los ojos de par en par, el frio se coló hasta sus pulmones y su cuerpo se paralizó de miedo cuando, aterradoramente, descubrió una horripilante mirada sobre ella: Un par de espantosos y brillantes ojos rojos que resaltaban en la oscuridad del bosque estaban fijos sobre ella…
-"¡Ahh!"- gritó ahogadamente, cayendo de bruces sin poder apartar su horrorizada vista.
Sintiendo estremecimientos en cada uno de sus nervios, Lita se congeló en su sitio con la vista fija en esos ojos tan rojos que incluso brillaban. Serena se petrificó sin poder dejar de ver, con total pavor, como esos ojos que parecían levitar por si mismos comenzaron a acercarse lentamente al mismo tiempo que un enorme y bestial bulto, tan negro como la noche, salía de entre las sombras resoplando pesadamente, descubriéndose…
-"No-te-muevas-Serena"- murmuró una pálida Lita con el corazón latiéndole a mil por hora al contemplar cómo sus miedos se personificaban ante ambas.
Eso de ahí no… no era… natural. Era… parecía... Era una bestia enorme, y tratar de contemplar cada una de sus características le espigaba cada nervio impidiéndole pensar con claridad por el miedo. Parecía… Un lobo. Un enorme y sobrenatural lobo con pelaje negro y salvajes ojos rojos que observaban minuciosamente sus rostros y cada una de sus reacciones, y con una enorme y feroz mandíbula entreabierta de donde asomaban poderosos colmillos que con facilidad les destrozarían los huesos.
Después de unos instantes que parecieron eternos, el feroz animal soltó un gruñido y fijó su enloquecida vista sobre la paralizada rubia… Entonces Lita reaccionó, y con el corazón dándole un vuelco, sin detenerse a pensarlo llamó su atención con un grito y corrió hacía él lanzando una patada al aire. Patada qué el feroz, y ahora furioso animal, esquivó soltando un terrible gruñido cuando la pierna de ella, apenas por milésimas, escapó de sus fauces. Lita, tras una casi perfecta maniobra, deslizándose aterrizó en el suelo al mismo tiempo que levantaba su pluma de transformación. Quizá era la adrenalina consecuencia del miedo que le helaba la sangre, pero la castaña supo en ese instante que esa había sido la transformación más rápida que había tenido.
La fuerte lluvia comenzó y la feroz bestia, con los rojos ojos destilando furia, mostrando los dientes gruñó tan fuerte que hizo saltar a la rubia haciéndola reaccionar. El animal enterró sus enormes garras en el suelo que comenzaba a enlodarse, sus intenciones fueron claras… De pronto Sailor Jupiter gritó:
-"Corre, Serena ¡corre!"-
Las asustadas palabras apenas comenzaban a ser comprendidas por la pálida rubia cuando, como si lo hubiese entendido, el rabioso lobo gruñó espantosamente y se abalanzó hacia una aterrada Serena que a tientas se llevó una mano a su broche de transformación.
-"¡Trueno de Jupiter!… ¡resuena!"- gritó la castaña antes de que el corazón se le helara de terror al ver que su técnica simplemente pasó a través del furioso animal qué, sin detenerse, llegó hasta la impactada rubia justo en el momento en que ésta levantaba su broche y, esquivando apenas las fauces, se lanzaba hacia un lado.
Horrorizada, Jupiter corrió hasta Serena, y fue hasta que sintió la mano de su amiga apretando la suya, que fue capaz de soltar la respiración que estaba conteniendo. La lluvia arreció empapando todo y con ello entorpeciendo la visibilidad de los alrededores.
Ilesa y llena de lodo, Serena estaba temblando cuando Jupiter llegó hasta ella, y la rubia se aferró a su mano en busca de protección –"Lita ¿Q-qué es eso?"- cuestionó con horror sin poder dejar de ver a la bestia bajo la lluvia a unos metros de ellas. La castaña respiraba tan entrecortadamente que sólo pudo responder con un movimiento negativo de cabeza. El oscuro y enorme monstruo enseñó sus amenazadores colmillos e instintivamente Serena de nuevo buscó en su pecho su broche de transformación. No estaba. La desesperada rubia buscó por todos lados. La garganta se le secó y un helado peso cayó hasta su estomago al constatar que lo había perdido… Con los ojos abiertos de par en par, Serena no tuvo tiempo de buscar más cuando la enorme bestia lanzó tronadores y roncos ladridos que provocaron escalofríos recorrer sus espaldas.
El oscuro animal se lanzó de vuelta a ellas y Jupiter haló la mano de su amiga comenzando a correr al mismo tiempo. Corriendo en dirección al hotel, la castaña contuvo la respiración cuando su feroz enemigo se interpuso en su camino. Sin soltar la ahora húmeda mano de su amiga, enterrando sus pisadas en el lodo, instintivamente Jupiter giró hacía el restorán y de nuevo fue interceptada por el salvaje lobo que poco a poco pretendía acercarse a ambas. Respirando agitadamente, la castaña intentó una vez más…
-"¡Ataques de hojas de roble de Jupiter!"-
Las dos chicas tragaron en seco cuando vieron como el oscuro lobo ni siquiera evadió el ataque y éste simplemente paso a través de él, como si no estuviera ahí… Sudando frio, con la lluvia estorbando su vista y ahora consciente que sus técnicas no funcionarían, la castaña, corriendo y sin soltar la mano de Serena, trató de buscar algún punto de escape pero una y otra vez fue bloqueada y al mismo tiempo obligada a retroceder, hasta reparar en que habían sido arrinconadas contra la entrada del mismo bosque. Paso muy rápido:
La bestia gruñó y se lanzó a sobre ellas, Serena sintió la mano de Júpiter apretar la suya y halar su brazo obligándola a correr sin detenerse, al mismo tiempo que con aterradora ferocidad el rabioso animal cerraba ruidosamente sus fauces a centímetros de ellas. Con escalofríos apoderándose de cada uno de sus nervios, Jupiter siguió a la rubia, ambas internándose en la oscuridad del bosque. Todo parecia irreal, quizá era el miedo dominándola, pero desde la maleza a su alrededor, la castaña sentía y creía escuchar la burla del mismo bosque. Concentrando su atención en su misión, siendo dirigida por Serena, corría vigilando cada lado, dispuesta a proteger a su amiga. Su corazón latía ferozmente cada vez que ambas giraban cambiando de camino cuando de vez en vez la bestia asomaba y atacaba desde la oscuridad de los frondosos arbustos, fue entonces que la castaña, apenas pudiendo pensar, reparó en lo que estaba sucediendo: Él aterrador animal las estaba guiando…
Fue demasiado tarde. La oscuridad aclaró tenuemente y Serena se detuvo de forma brusca, Jupiter casi tropieza con ella. Ambas abrieron los ojos de par en par al darse cuenta que habían llegado al borde de una cañada. Estaban atrapadas. La lluvia calaba hasta sus huesos. Las dos asomaron por instinto alcanzando a ver, varios metros debajo, la corriente de un furioso rio…
Un relámpago cruzó la oscura noche resplandeciendo y mostrando completamente al terrible y enorme monstruo que llegó hasta ellas. Un ensordecedor trueno ocultó el aterrador aullido que les erizó la piel. Lita observó al animal, volvió la vista hacia la caída del acantilado y echó un último vistazo a una petrificada Serena antes de tomar nuevamente su mano.
De pronto, el letal monstruo se lanzó hacia ellas.
Un gritó.
Silencio.
Un furioso aullido.
Tokio. Al mismo tiempo.
-"¡Serena!"- exclamó una varonil voz con ahogado terror.
Era casi media noche y el departamento estaba casi a oscuras, a excepción de un escritorio que era tenuemente iluminado. Sentado frente a él, se encontraba un apuesto pelinegro de bellos ojos azules que, sin haberlo notado, se había quedado dormido trabajando, y en ese momento una fuerte punzada en su pecho lo había despertado de golpe.
Todavía sentado, respirando agitadamente, Darien Chiba, con miedo en sus ojos, un poco desorientado trataba de entender lo que había sucedido. Desde el día anterior estaba trabajando en un importante caso médico y ahora comprendía que el cansancio lo había vencido. Sin embargo, lo que instantes antes había sentido había sido demasiado real. Era… extraño, pero… ahora… inexplicablemente sentía que algo le hacía falta; que, de una forma que le estremecía, algo le había sido arrebatado. Un aterrador presentimiento punzó sin detenerse en su corazón. Algo importante… demasiado importante ¡Más que su existencia misma!
-"Serena…"- murmuró poniéndose en pie y cerrando fuertemente los puños. Sus pensamientos sólo se dirigían a ella y, con miedo inundándole el alma, en ese momento él se sentía impotente al no saber. Con nerviosismo tomó el teléfono entre sus manos y notó sus dedos temblar. Apenas podía pensar, algo no estaba bien, era… era como si su propio aliento le faltase. Como… ¡como si ya no pudiera sentirla a ella!
Ese simple pensamiento le heló la sangre.
...
Continuara…
Holis!^^ Pues weno, sí, este es mi nuevo proyecto jeje. Esta raro, no? xD Espero les haya gustado e interesado.
Como mencionaba arriba, el plan es que sólo sean dos chaps, pero si se llega a extender a tres entonces será para evitar aburrirles con un chap demasiado largo.
Y de nuevo: FELIZ CUMPLEAÑOS (atrasados) JAEMMY ^^ Se te kele niña linda.
Y weno, que opinan? Sé que quizá sea algo confuso, pero kien me haya leído antes sabrá que me gusta mantener la intriga hasta el último momento, pero kiza sí me emocione un poco^^
Okis, en el siguiente chap:
-¿Qué habrá pasado con ellas? ¿Las atrapó?
-¿Qué cosa es esa que los poderes de Jupiter no le afectan?
-¿Qué harán las chicas cuando sepan lo que paso? ¿Qué hará Darien?
-¿Qué vio Mina?
-¿Quién era la chica de cabello rosa?
-Y la pregunta más misteriosa de todas… ¿Cuál habrá sido la dichosa pregunta que las hizo ganar ese premio? xD xD jajajja Okis, kiza no sea la más importante jajajja pero si tendrá que ver en el siguiente chap^^ (se aceptan sugerencias*-* neee jeje (no, en serio xP jajajja) Si se saben alguna buena y sencilla pregunta de concurso (sobre Japón) será bienvenida^^)
Pues weno, por último: GRACIAS POR LEERME ^^ Y, como siempre, me gustaría conocer sus opiniones, impresiones o criticas, o kiza hasta correcciones en la ortografía lo cual se agradecerá ya que mi intención es mejorar *-*
Así que, plisss, a dar click aki abajito en las letritas azules que dicen: Review this chapter. Sus comentarios son y serán siempre mi mayor tesoro ^^
