Título: And a Owl Named Romeo

Original: Aquí. .?view=347910#t347910

Autora: Rickey_a .com/

Traductora: Yune

Beta: McMusic8. Gracias hombre XD

Género: Romance, Drama/ligeramente cómico. (¿Dramico?)

Clasificación: NC-17

Summary: Draco es criador de lechuzas, Harry es auror y una lechuza llamada Romeo los reunirá.

Disclaimer: Todo pertenece a JK Rowling. Hago esto por diversión. La trama le pertenece a la autora arriba citada. Tengo permiso para publicarlo.

Notas de autora:Gracias a la magnífica y talentosa sansa1970 por ser mi beta y a mis amigos en FFC y yo. Smith por su honesta opinión, ánimo y amada compañía. :) Postearé esta historia en cinco partes. Completo.

Notas de la traductora: Mal que bien leí éste fic y me enamoré de Romeo, me dije a mi misma: Mi misma, tienes que traducirlo y compartirlo. Así que aquí está por fin. No sé con qué regularidad actualizaré, pero espero que no sea mucho el espacio de tiempo entre capítulo y capítulo. Son cinco capítulos y un epilogo.

Si algo sale mal en la publicación, agradecería si alguien me echase una mano.

No fue sino hasta después de que Harry se había aparecido que pensaba en las coordenadas. Definitivamente estaba en Wiltshire. Entrecerró los ojos y pensó que podía ver Malfoy Manor a la distancia. Singular lugar para un criadero de lechuzas. Caminó los cien metros restantes delante de él. Era un hangar muy parecido a un invernadero de gran tamaño, sólo que había muchos pequeños orificios espaciados uniformemente a lo largo de la parte superior de las paredes justo debajo del techo. Harry supuso que eran para que las lechuzas entraran y salieran a placer.

Mientras pensaba en la construcción del lugar, se dio cuenta de que no sabía nada acerca de las lechuzas mágicas, ni siquiera en qué eran diferentes de las no mágicas. Le pareció curioso que Hagrid nunca les diera una clase sobre eso. Harry consideraba una cosa; de todas las criaturas mágicas que conocía, las lechuzas eran las únicas que interactuaban con los magos en el día a día y aún así no tenía idea de cómo sabían los que sabían o por qué hacían lo que hacían.

Era una tarde de verano maravillosamente cálida. La puerta estaba abierta así que cruzó el umbral. Las paredes internas estaban llenas de cajas de madera algo grandes con aberturas considerables. Varios árboles crecieron en el centro del hangar y sus ramas habían creado un tapiz de perchas a través de la buhardilla. Pudo ver alrededor de diez lechuzas, todas de diferentes razas sobre las ramas y otras más asomando la cabeza por el agujero de las cajas que les servía de hogar. Una lechuza blanca le llamó la atención y tuvo que suprimir la punzada de culpa que tiraba de su corazón.

Continuó mirando alrededor. En la esquina opuesta a la puerta de la entrada había un pequeño escritorio de madera cubierto de trozos de pergamino y algunas plumas. Todo estaba tranquillo, excepto por el goteo de la fuente en forma de lechuza de bronce en el centro y el ocasional ulular o gorjeo de alguna lechuza real.

—¿Ey? —Llamó Harry tentativamente.

—¿Hola? —Una sobresaltada voz llamó a sus espaldas.

Harry siguió el camino, entrando más en el hangar. —Humm Eeylops me mandó—. Tuvo que esquivar algunas ramas para llegar hasta atrás. Harry se detuvo en seco. De pie frente a uno de los nidos-cajas estaba Draco Malfoy, con su atención sólidamente enfocada en el difuso búho marrón de la palma de su mano. Malfoy estaba haciéndole suaves ruiditos y frotaba la parte superior de la cabeza del búho con el más gentil de los toques.

Harry parpadeó varias veces y trató de comparar esa imagen con la última vez que lo había visto. Su expresión era un poco mayor, pero realmente no era mucho el cambio. Su cabello estaba un poco más largo y lo había recogido en una cola de caballo, pero básicamente se veía igual. Habían pasado casi cuatro años desde la audiencia.

Malfoy estaba saliendo del ministerio con su familia. Tropezó con Harry en su carrera por llegar a la red floo. —Perdón—, dijo antes de darse cuenta de que era Harry. La expresión de Malfoy cambió inmediatamente de avergonzada a extremadamente reservada.

Está bien. Necesito hablar contigo— dijo Harry, tratando de mantener sus emociones a ralla.

Supongo que quieres que te agradezca.

No, quiero que… no sé qué quiero— Harry sacudió su cabeza. —Sólo estoy feliz de que terminara.

Malfoy lo miró con clara confusión. Había pasado tanto entre ellos, entre Harry y todos los Malfoy, tanto que a pesar de la enemistad pasada, Harry se sentía extrañamente conectado. En ese instante calló en cuenta de que no podía seguir odiando a Draco Malfoy.

Harry le tendió la mano. —Buena suerte.

Malfoy lo miró a los ojos con escepticismo. Desde las chimeneas, Narcissa y Lucius veían todo con interés. Titubeante, Malfoy tomó la mano de Harry para sacudirla brevemente y luego se dirigió a la red floo sin mirar atrás.

—¿Malfoy? —Preguntó Harry a unos metros de distancia.

Malfoy no lo miró. Cuidadosamente puso al ave dentro de su nido y sacudió sus manos. Harry se mantuvo en silencio mientras veía como el rubio ordenaba sus pensamientos.

—¿Qué estás haciendo aquí? —Preguntó finalmente, esforzándose tanto que Harry pudo oír el leve temblor en la voz del otro hombre—. Estoy bastante seguro de que tengo mis permisos al día y la inspección anual a la mansión fue hace sólo dos meses.

—Vengo de parte de Eeylops. Estoy buscando una lechuza. ¿Éste lugar es tuyo?

Malfoy lo estudió detalladamente. —Yo crió las lechuzas y se las mando a su tienda. Yo no…

—Él me dijo lo mismo. No he… No importa—. La tensión era tanta que Harry sentía como si estuviera nadando en melaza. Cuando se giró para dirigirse a la entrada, se golpeó la frente con una rama baja—. ¡Ow! —Se tambaleó dando un paso para atrás y frotándose la frente donde seguro para en la noche tendría un moretón. Malfoy se estaba riendo detrás de él. Harry tomó un respiro para tranquilizarse y luego se agachó para salir de ahí. Malfoy lo siguió algunos pasos atrás de él.

Cuando llegó a la puerta, Malfoy le preguntó —¿Por qué viniste?

Harry se dio la vuelta esperando ver al burlón y altivo Malfoy. En su lugar, todo lo que vio fue una suave expresión inquisitiva. —Hermione y Ron me regalaron una lechuza por mi cumpleaños, sólo que no terminaba de conectar con ella. La llevé de regreso con Eeylops y traté con otras tres—. Harry no sabía cómo explicarse—. Ellas simplemente no eran… la indicada.

—Duro de complacer ¿eh? —Malfoy dijo, sonando más como el bruto arrogante que Harry recordaba.

Harry negó con la cabeza. —Esto fue un error.

—¿Por qué? ¿Mis lechuzas no son lo suficientemente buenas para el elegido?

—¿Cuál es tu problema? Vine porque Eeylops creyó que yo podría lograrlo con una lechuza recién formada que nunca hubiera tenido un dueño. Él no tenía ninguna y pensó que tú podrías tener alguna, pero obviamente estoy perdiendo mi tiempo.

—Pues estas perdiendo el tiempo, definitivamente. Todas mis lechuzas son recién nacidas o las parejas reproductoras— dijo Malfoy con orgullo—. Creo que habrá unas diez disponibles a finales de otoño y algunas más en invierno.

—Oh—. Por las barbas de Merlín, Harry no podía imaginar a Malfoy como un criador de lechuzas. El chico que Harry recordaba despreciaba a cualquier criatura menos a un sangre pura con siete generaciones de pedigrí, aunque podía recordarlo siendo amable con su lechuza real cada vez que le llevaba dulces. Harry siempre asumió que era simple orgullo. Tal vez era algo más que eso.

—¿Por qué no puedes encontrar una lechuza que te guste? —La pregunta de Malfoy sonó sincera.

—No he tenido una lechuza desde Hedwig. Ella murió en la guerra. Salvó mi vida—. Harry casi se atragantó con esa confesión. Había pasado ya mucho tiempo desde que hablará acerca de su amada lechuza blanca. Malfoy guardó silencio y Harry creyó ver un atisbo de tristeza en sus ojos, así que procedió a explicarse—. Después de la guerra Ron y Hermione se fueron a vivir conmigo.

Usaba su lechuza cada que la necesitaba. A veces usaba la de Ginny, pero eso fue antes, cuando salíamos. Vivo solo ahora y Ron y Hermione creen que es tiempo.

De repente, una lechuza marrón cubierta de pequeñas manchas blancas se abalanzó desde una rama cercana y se posó en el hombro de Harry. Era de tamaño mediano, unos diez centímetros de altura. Tenía grandes ojos amarillos que parecían brillantes en contraste con su cara blanca.

—Ey, hola —dijo Harry. La lechuza le dio un leve sonido como un "wood"* y mordisqueó su cabello con su pico negro nítido.

—Crees que eres muy inteligente ¿eh Romeo? Yo creo que tienes las ideas cruzadas.

Romeo miró a Malfoy y después de un breve instante regresó su atención a Harry.

—¿Romeo? —preguntó Harry.

—Sí, su nombre es Romeo y es un total puto —dijo Malfoy, más para el ave que para Harry.

Harry se rió entre dientes y Romeo soltó otro "wood" —¿Qué clase de lechuza es?

—Es una Boreal. A veces son llamados Tengmalm's. Aves muy leales. Son poco comunes, pero se pueden criar fácilmente.

—¿Es uno de los tuyos? —Harry extendió su brazo y Romeo se recorrió hacia su codo.

—¿Romeo? Difícilmente. Es un ocioso —dijo Malfoy. A pesar de sus palabras, había afecto en su tono—. Traté con tres hembras Boreal diferentes antes de renunciar a él. Tengo dos pares con crías actualmente. Es la niñera residente. Se queda por la comida gratis.

Harry miró a los ojos de Romeo. —Tal vez no ha encontrado a la chica indicada.

Malfoy soltó una risita. —No exactamente.

Buscando en la expresión de Malfoy, Harry trató de darle sentido a esa frase pero no pudo. —Creo que debo irme. Perdón por quitarte tu tiempo—. Harry movió el brazo de arriba abajo para espantar a Romeo pero el ave no cedió.

—¿Qué te traes entre manos Romeo? —preguntó Malfoy con intensa curiosidad.

—Vamos —dijo Harry suavemente, tratando de espantar a Romeo.

—Bien entonces —dictó Malfoy—. Cachorro oportunista. Eres más inteligente de lo que creí, de mortífago a héroe del universo de un solo golpe.

—¿Huh?

—Quiere irse contigo, Potter. ¿Eres tonto o qué? No respondas eso.

—Pensé que habías dicho que no tenías lechuzas en venta.

—Él no está en venta. Él es su propio dueño.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Harry realmente confundido.

—Se mudó a propia voluntad después de la guerra. Traté de mandarlo de regreso con su dueño original, pero no tuve suerte. Tal vez… de todos modos, sus días de gorrón han terminado. Está decidido en aceptar tu oferta de trabajo.

—Pero, yo no…

—Sí que lo hiciste.

—Déjame pagarte, al menos.

—No necesito tu dinero Potter. Adiós Romeo. Que tengas una buena vida. —Draco agitó la mano con una floritura oscilante.

—Pero…

—Adiós Potter.

Draco lo miró con tal firmeza que Harry supo que la conversación había terminado, a menos que se decidiera a sacar la varita, pero no lo hizo… al menos por la lechuza. —Gracias. En serio, digo.

—No necesito que me agradezcas.

—Si esto no funciona, ¿puedo mandarla de vuelta?

Malfoy estudió a Romeo por un momento y después una sonrisa apareció en sus labios. —Creo que Romeo tiene todo bajo control.

Harry no sabía qué hacer con esa declaración tampoco. —Me aparecí aquí. ¿Cómo me la voy a llevar a casa? —preguntó Harry esperando que Draco tuviera una solución.

—Realmente eres un tonto —Draco se dirigió al escritorio y escribió algo en un pequeño trozo de pergamino—. ¿Cuál es tu dirección?

—¿Mi dirección? Oh —dijo Harry avergonzado—. Número 12 de Grimmauld Place, Londres—. El encantamiento fidelio se había roto hacía mucho.

Draco escribió la dirección y ató la nota en la pata de Romeo. —Ahí va. No dejes que la puerta se (te) golpee.

Romeo salió volando por la puerta abierta y Harry lo siguió con la mirada hasta que se perdió de vista totalmente. Se giró hacía Malfoy y dijo avergonzado. —Entonces creo que ya me voy.

—Arrivederci. Sayonara. Good bye. Au revoir. Do Svi…

—Ya entendí —Harry alzó ambas manos en señal de rendición.

—Lo dudo, pero no dudes en aparecerte a voluntad. Tengo trabajo que hacer —Malfoy giró sobre sus talones y se dirigió hacia la parte posterior del hangar.

No del todo seguro de lo que había ocurrido, Harry suspiró, desenfundó su varita y se apareció en su casa.

~ooOOOoo~

Romeo llegó tarde aquella noche. Harry tenía una jaula, regalo de cumpleaños de parte de Ginny, y una delicia para lechuzas esperando. Abrió la nota de Malfoy, con la clara imitación de su voz en la cabeza.

Potter.

Las lechuzas vuelan a donde sea que dirijas una carta. Idiota.

D. Malfoy

Agosto 14 del 2002.

Querido Malfoy,

Pensé en darle su primer envío a Romeo. Sé que dijiste que él no era realmente tuyo, pero de todas formas quiero darte las gracias. Por mucho no he tenido suerte con las lechuzas, así que tal vez él termine contigo para que lo acojas de vuelta.

Gracias de nuevo,

Harry Potter

Agosto 14 del 2002.

Potter,

Sólo un tonto puede mandar a su lechuza a su hogar previo inmediatamente después de obtenerla. NO lo mandes aquí; sólo lo confundes.

No es necesario que agradezcas. Es un flojo gorrón excusa de lechuza.

Adiós y que les vaya bien,

Malfoy

Agosto 17 del 2002.

Malfoy,

Envié a Romeo a entregar varias cartas estos días. Lo hizo muy bien. No parece flojo en absoluto. A pesar de que no se come los bocadillos que le compre y se la pasa registrando mis armarios. Se ha comido todas mis galletas de chocolate.

Potter

Agosto 17 del 2002.

Potter,

Está tratando de dar una buena primera impresión. Ya verás. Esconde bien tus dulces. Se comerá los ratones. Deja de hablarme.

Malfoy

Septiembre 1 de 2002

Malfoy,

Pensé en ti el día de hoy. El primero de septiembre siempre me hace recordar el Expreso de Hogwarts. Por supuesto eso me trae recuerdo de ti, rompiéndome la nariz y dejándome desangrar, pero después comencé a pensar en tus lechuzas, en cómo les está yendo a las más jóvenes y si están volando ya. Romeo ya se instaló. Es buena compañía incluso si ha masticado el marco de todos los cuadros de la casa. Es como si se hubiera propuesto el rediseñarlos. Todos son de viejos parientes de Sirius, así que no me importan realmente. También rompió el papel tapiz de la cocina. Eso estuvo bien también. Era horrible y me forzó a pintar. Como te mencioné, no había tenido una lechuza desde hace mucho tiempo. Me alegro de que funcionara. Es triste, el día de hoy también me recuerda a Hedwig y el traerla para la escuela. Como sea, sólo quería hacerte saber que me quedaré con Romeo. Sé que dijiste que no te diera las gracias, pero lo haré de todas formas. Gracias.

Sinceramente,

Harry Potter

Septiembre 2 del 2002.

Potter,

¿Qué pinche carta fue esa? ¿Podrías haber llenado de más incongruencias sólo un párrafo? Por supuesto que te quebré la nariz, estabas espiándome. Deja de escribirme. No me importa si Romeo y tú han estado remodelando la casa. No me importan tu papel tapiz y los marcos de los retratos.

Adiós (espero que por última vez).

Malfoy

Septiembre 2 del 2002.

Malfoy,

¿Por qué eres tan idiota?

Potter

Septiembre 2 del 2002

Potter,

¿Por qué eres tan patético?

Malfoy

Septiembre 3 del 2002.

Malfoy,

Sólo estaba tratando de ser amable.

Potter

Septiembre 3 del 2002.

Potter,

No trates. Deja de escribir. Romeo roba comida cada vez que viene al hangar.

Malfoy

Septiembre 3 del 2002.

Bien.

Potter

Septiembre 3 del 2002

Deja de escribir. Eres un completo imbécil.

Malfoy