Vale, esta historia termino siendo cualquier cosa, juraría que cuando comencé a escribirla la chica de los sueños de Yui era un demonio y no su ángel guardias, pero bueno, aquí acabamos.

Si, ya se que todavía no he terminado mi otro Fic, por si alguien mas me lo quiere recordar, pero es que no lo puedo evitar.

La imaginación fluye sin descanso.

Pero bueno, no me iré por las ramas, espero que disfrutéis el Fic.

Summary completo:

Komori Yui desde que tiene memoria a tenido unos extraños sueños sobre una chica morena de grandes ojos verdes, que sorpresa se llevara cuando se entere de que, en realidad, esa muchacha es su mismísimo ángel guardián, quien, entre ilusiones mientras duerme, se comunica con ella.
Ahora, la llegada de la muchacha Komori a la casa Sakamaki parece inevitable, para poder evitar su sufrimiento, la dama de ojos verdes acudirá a su ayuda.


Yui comenzó a abrir los ojos de manera lenta.

Podía ver a las estrellas, mas brillantes que nunca, descansando sobre su cabeza en un cielo despejado y tan oscuro como era de esperarse. Se incorporo lentamente, mirando los alrededores con completa curiosidad, pudo divisar un montón de arboles a su alrededor que formaban una especie de fortaleza a su alrededor, formando una especie de claro circular y completamente despejado, ella se encontraba justo en el centro.

Se incorporo lentamente, procurando que nada mas que ella se encontrara por los alrededores y, de vez en cuando, echando una ojeada maravillada a las flores que crecían en los arbustos, al pie de los arboles. Tenían un color muy peculiar, de hecho, juraría que parecían estar bañadas en una sangre carmesí. Luego, mas arriba, pendiendo de la copa de los arboles se encontraban los frutos con la apariencia mas apetitosa que hubiera visto jamas, tenían un color verde muy suave y bonito, tal vez si trepaba el árbol lograría darles una buena probada, pensó, sin embargo, desecho la idea al instante.

A pesar de que ciertas cosas no eran como antes, recordaba ese bosque, había estado siempre dentro de sus sueños.

Antes, esos bonitos frutos solo eran unas pequeñas bayas muy poco crecidas y esas preciosas flores no florecían, recordaba que en el cielo siempre brillaba el sol con todo su esplendor, en lugar de esa luna llena tan grande, y recodaba... recordaba... recordaba...

Examino los alrededores con entusiasmo plasmado en todo su bello rostro, suplicando a todos los dioses que se pusieran de su lado y que ella apareciera. La recordaba perfectamente, con ese precioso vestido negro y ese moño gigante sobre su cabeza, con esa piel tan blanca y suave y esos ojos tan verdes que era difícil explicar con palabra lo profundos y misteriosos que resultaban junto al cabello negruzco cayéndoles encima. Ella era una niña de lo mas preciosa.

Comenzó a preguntarse si ya habría crecido, ¿Seria mas alta o mas baja que ella, tendría el cabello mas largo o mas corto, la recordaría o no?, es decir, había sido una niña importante en su vida, a pesar de que nunca hablaba y de que era solo un sueño, había formado parte de su infancia y, por lo que sabia, siempre que venia era para dar buenas noticias.

¡Podían tratarla como loca si querían, pero estaba mas que emocionada por volver a ver a esa jovencita!

De repente, empezó a escuchar el repiqueteo de uno de sus tacones a sus espaldas, se giro con una sonrisa enorme y miro por, aunque estaba segura de que antes no estaba allí, un gran y oscuro sendero, en el, un par de gatunos ojos verdosos brillaban con una intensidad deslumbradora. Para cuando esos ojos estuvieron lo suficientemente cerca como para que pudiera divisar también el rostro que poseían, Yui se quedo sin aliento.

Era ella, en ilusión y sueño, estaba parada justo frente a su persona, sonriendole ligeramente de una manera tímida. Noto que era tal vez unos dos centímetros mas alta que ella, que su cabello negro seguía tan corto como antes y que, a pesar de que le dolió admitirlo, sus atributos eran mas grandes que los suyos. Se sintió un poco decepcionada de que el moño enorme ya no estuviera enredado en su delicado cabello oscuro y de que ese vestido tan bonito que siempre traía, posiblemente le quedara chico. Sin embargo, aun así estaba mas que feliz de verle.

-Hola...-Saludo Yui, sintiéndose repentinamente tímida.

Obviamente, la muchacha no respondió, sin embargo, sonrió de una forma muy brillante y notablemente alegre. Esas era su forma de comunicarse.

-Me da gusto volver a verte, no lo he hecho hace bastante tiempo.

La de ojos verdosos hizo una mueca que indicaba un "yo también te extrañe" y luego levanto cinco dedos de su mano derecha. Yui asintió alegremente, sonriendo.

-¡Así es!-Exclamo, levantando ella también cinco dedos de su mano.-Cinco años ya.

Ella volvió a asentir e hizo una seña que Yui, con el paso de los años, aprendió a interpretar como un "tengo algo que decirte"

-¿Es bueno o malo?.

La muchacha se limito a balancear la cabeza de un lado a otro, en señal de que la noticia seria "neutral". Luego, con una vara que Yui le había visto coger del suelo unos segundos antes, comenzó a trazar dibujos en la tierra. Yui se acerco y miro con curiosidad. Lo que parecía una casa muy grande y bella, sin embargo, la de ojos verdes hizo su clásica señal de "poco prudente" o, en otras palabras, "peligroso", así que la ojirosa procuro tomar nota mental de que no debía entrar a una casa con un jardín de rosales como los que había dibujado su amiga. Luego de este dibujo, pareció dibujar a una adolescente de cabello corto, la cual Yui pensó al principio que se trataba de la morena, pero se retracto rápidamente al ver como le señalaba con un dedo el pecho y luego al dibujo, fue que entendió que se trataba de ella. Finalmente, la muchacha de su infancia, dibujo a seis adolescentes hombres y, en lugar de hacerle algún gesto, esta vez escribió claramente "SAKAMAKI: muy peligroso" sobre el dibujo de los jóvenes.

-Entonces...-Dijo Yui, apuntando al dibujo que se suponía que era ella, para luego apuntar con rapidez a la casa dibujada sobre la tierra. Sintió un escalofrió al notar que su acompañante se puso tiesa al ver como ella, por accidente, había trazado una linea sobre el cuello de su propio dibujo.-Dices que no entre a las casa de..-Apunto al dibujo de los adolescentes.-Los.. ¿Primos?-La morena negó.-¿Amigos?-Negó otra vez.-¿Hermanos?, oh, hermanos Sakamaki, porque son peligrosos.

Su acompañante asintió, pero luego tomo nuevamente la vara y comenzó a escribir en el suelo.

"En todo caso...", comenzó a escribir la morena, "si terminas entrando a la casa, no vayas a preocuparte."

-¿Mmmh?

"Yo me encargare de que estés a salvo, solo procura evitar...", a continuación, la de ojos verdes trazo lo que parecía ser una linea recta curvada hacia arriba, de la cual pendían un par de triángulos muy delgados y afilados.

-Colmillos...-Murmuro Yui.

Entonces comenzó a sentir ese vació que sentía cada vez que despertaba de uno de aquello sueños, levanto la mirada y se despido de su compañera con una ultima sonrisa.