Disclaimer: Ok sí todos sabemos que esto es de Rowling así que para qué lo repetimos tanto.
Antes que nada esto es una continuación para mi fic anterior de Herederos del Destino, para los que no lo han leído pues también van a entenderle a este fic porque voy a poner explicaciones además el pequeño (muy pequeño) resumen de lo anterior es este:
Hermione descubre que no es hija de muggles sino una Dumbledore, nieta del director, esto trae complicaciones a su vida porque los mortífagos la quieren de su lado así que Lucius toma a sus padres muggles de rehenes para obligarla a servirle aunque ella confiesa la verdad a sus amigos, mientras tanto en el último curso finge servir a Voldemort quien esta raramente interesado en ella pero Draco se va encariñando con la joven y cuando Harry le confiesa que la ama le tienden una trampa por lo que matan a su abuelo y les hacen creer que ella es una traidora y como consecuencia la desprecian. Pasan tres años y ella convive con Draco y Severus haciéndose novia del primer pero no puede olvidar a Harry; Voldemort ataca con mayor fuerza y se enteran de una profecía que involucra a tres de los fundadores, descubren que Hermione es la reencarnación de Ravenclaw pero demasiado tarde pues Voldemort la controla mediante un anillo y su dolor , finalmente se enfrentan Harry y Voldemort, mientras Hermione es salvada por Draco del poder del anillo pero este último muere en el proceso y la castaña une fuerzas al ojiverde derrotando a la serpiente de una vez por todas, o eso creían...
HUELLAS DEL PASADO
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Reunión
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16 años ya han pasado
un largo tiempo para que estén confiados,
rían mientras puedan
porque yo ya estoy de vuelta,
vine a recuperar lo robado,
a cobrar venganza por su insolencia.
Me dan asco,
pronto sus vidas cambiarán
y ni siquiera sabrán cómo pasó
sufrirán y llorarán
mientras yo disfruto de su dolor.
Sonrían,
Mientras puedan.
-Lord Voldemort
Una mujer de cabellos castaños caminaba de una lado a otro por la mansión tratado de que todo estuviera en orden y a tiempo ya que solo faltaban unos minutos para que sus invitados llegaran a comer, venía toda una tribu y ella misma se había encargado de cocinar ya que le encantaba, además no quería abusar de los pobres elfos domésticos. Se dirigió a la cocina revisando los alimentos cuando de pronto una hombre de cabellera negra entró al lugar y, a grandes zancadas, se colocódetrás de la mujer acercando su boca al oído de ella.
- Hola amor- susurró él provocando una sonrisa por parte de la mujer.
- Hola- contestó ella al tiempo que se giraba para darle un tierno beso mas él trató de profundizarlo- Ahora no- negó ella retrocediendo un poco, no era que no deseara mayor roce pero ese no era el momento adecuado.
- Mmm- gruñó el hombre conformándose de momento al entender que el raciocinio siempre predominaría en su amada castaña- Me debes esta- condicionó simplemente.
- Ya veremos…- sonrió ella tomando un poco de comida con una cuchara, a la cual le sopló un poco y se la ofreció al otro- ¿Le das el visto bueno?- él esbozó una sonrisita probando lo que se le ofrecía- ¿Y?- preguntó ella algo ansiosa mirando al hombre masticar, sin embargo este no respondió sino que comenzó a toser llevando sus manos a la garganta, parecía que se asfixiaba, esto preocupó a su interlocutora- ¿Harry?-
- Esto…-trató de hablar- esto…está- en ese punto dejó de toser para pasar la comida tranquilamente- Está muy bueno, Herm- elogió sonriente.
- Ashh, eres un tonto- lo reprendió ella al comprender el truco.
- Oye, estoy diciendo que eres una excelente cocinera y me dices tonto?- fingió ofenderse al tiempo que tomaba a su mujer en brazos obligándola a reír.
- Basta Harry- pidió ella al verlo acercar su rostro peligrosamente- Van a llegar en cualquier momento…- musitó sin poder evitar perderse en sus ojos esmeralda que tanto le gustaban y en ese instante supo que era su fin, una vez atrapada en ellos se dejaría llevar olvidando todos sus pensamientos. Sin embargo, el timbre resonó por la casa devolviendo a la pareja a la realidad, el hombre suspiró pues sabía que casi lo lograba pero tuvo que soltarla resignado.
- Siempre tienes que tener la razón, verdad?- se quejó el ojiverde a manera de broma mientras su esposa se limitaba a sonreír pícaramente para encaminarse al vestíbulo, él la siguió.
Ambos llegaron a la puerta principal donde sus amigos, su familia mejor dicho, era echa pasar por un elfo quien hizo una respetuosa reverencia y despareció dejando a los anfitriones para que se hicieran cargo de los invitados.
La manada de personas vio al matrimonio con una gran sonrisa abalanzándose hacia ellos para saludarlos como era debido.
- ¡Harry! ¡Hermione!- un ojiazul se apresuró a envolverlos en un abrazo marca Weasley.
- ¡Ron! Que gusto que hayan llegado- correspondió al gesto el morocho.
- ¡Nunca faltaríamos a su aniversario!- exclamó su hermana también abrazándolos efusivamente.
- ¡Tíos!- exclamaron de pronto unas voces infantiles haciéndose espacio entre los adultos.
- Niños, ¿cómo has estado?- saludó Hermione agachándose para abrazarlos.
- Bien, ¡Felicidades!- siguieron los niños sonrientes.
- Gracias pequeños- respondió Harry también saludando.
- ¿Cuántos años ya?- intervino la voz de Neville.
- 16…16 maravillosos años de matrimonio- contestó el pelinegro estrechándole la mano sonriente.
- No sé cómo has podido aguantarlo tanto Herm- saludó una risueña Luna.
- De la misma manera que tú lo has hecho con Ron y Gin con Neville, con amor- respondió la castaña radiante haciendo reír a los demás.
- A un lado que es mi turno de felicitar a la parejita- la Señora Lupin se abrió paso torpemente- Remus, no te quedes atrás, ven- dijo la metamorfomaga tomando la mano de su hijito para felicitar a la pareja.
- Gracias Tonks, Remus pero ¿dónde está Remus grande?-
- Ya voy Harry- contestó el castaño entrando a la casa con una pila de regalos en sus brazos los cuales entregó sonriente.- Felicitaciones hijo- lo estrechó entre sus brazos con efusividad, era el último de los merodeadores y nada le daba más gusto que ver al hijo de uno de sus mejores amigos tan feliz finalmente después de todo lo pasado.
- Creo que lo mejor es ir al comedor- propuso la señora Weasley en su típico tono maternal.
- Desde luego, adelante- accedió Harry gustoso.
- ¿Y nuestros primos?- preguntaron los infantes.
- Ahora bajan- sonrió su tía- ¡Lily, Sirius, James!- llamó Herm a sus tres hijos, los cuales bajaron las escaleras corriendo directo a saludar a sus primos.
- ¡Sarah, Bill, Frank, Remus!- exclamaron abrazándose.
Lilian Jane y Sirius Brian Potter Dumbledore eran mellizos, contaban con 15 años de edad, la jovencita era idéntica a su madre excepto por sus ojos verde esmeralda que mantenían viva a su abuela paterna, por esa razón le había puesto el primer nombre, era muy inteligente como era de esperarse conociendo a su progenitora, tenía un apetito enorme por el conocimiento, amaba volar y más aún jugar Quidditch, en su equipo era la mejor buscadora, su carácter era severo a veces pero la mayoría del tiempo se relajaba para jugar con sus hermanos. En cuanto al jovencito, era idéntico a la otra pero con facciones masculinas y sus ojos eran de un azul celeste intenso como los del fallecido Albus, él también era muy listo pero no le gustaba demostrarlo como a su hermana, prefería ser despreocupado y travieso, era digno nieto de un merodeador, adoraba el Quidditch pero jugaba en la posición de cazador, protegía mucho a su hermana y definitivamente era una caos en el colegio.
James Edward Potter Dumbledore era el más pequeño con tan solo 11 años, él era el que había sacado lo Potter, era casi igual a su padre y abuelo, lo único que hacía la diferencia entre los tres eran los ojos, los de su abuelo había sido avellanados, los de su padre eran verdes pero los de él eran ámbar tal como los de su madre, él era igual de listo que sus hermanos sin embargo era sumamente tímido, era muy aprensivo con su madre, si era posible pasaba todo el tiempo con ella, ni siquiera su padre podía separarlo de ella a veces, esta actitud llegó a preocupar a sus padres pero pronto se acostumbraron a esa peculiar forma de ser, además su madre lo amaba mucho y permitía la cercanía; algo muy curioso era que al infante no le gustaba volar en lo absoluto, su padre tenía la esperanza de inducirlo al noble arte del Quidditch pero no lo lograba.
Sara Molly y Billius Arthur Weasley Lovegood eran los hijos de Ron y Luna, el joven era el mayo con 15 años y la niña tenía 14, Bill era pelirrojo sin duda con los azules ojos de su padre, era juguetón y muy amigable, a veces tenía el aire soñador de su madre pero casi siempre mantenía una actitud apacible y era el más sensato de todos. Su hermana era rubia y de ojos cafés pero con todo el carácter Weasley, amante del Quidditch, de la comida y de la flojera, su padre y ella se parecían tanto que Luna debía arroparlos cuando se quedaban tarde a volar o comer, pero por lo menos ella contaba con la belleza de su madre.
Frank Charles Longbottom Weasley, único hijo de Gin y Nev porque la pelirroja no deseaba parecer conejo como su madre, era un chico extrovertido y sociable como su madre pero los genes paternos predominaban en su físico dejándole como herencia el cabello negro y crespo y los ojos cafés del adulto, sentía pasión por volar y no por las plantas, además era el perfecto compañero de travesuras de Sirius.
Finalmente Remus Lupin Jr contaba con 10 años y era el menor de toda esa generación, el pequeño era medio hiperactivo pero muy agradable y risueño, además su madre lo consentía en sus pequeñas travesuras que sacaban de sus casillas al padre que era muy sobre protector con el pequeño.
- Siéntense por favor- pidió la dueña de la mansión una vez que les abrió paso al comedor previamente decorado, una vez que lo hicieron una manita tiró suavemente de su vestido.
- Mami- era su pequeñito- ¿Puedo sentarme contigo, verdad?- preguntó con voz bajita.
-Claro mi vida- ella lo cargó sentándolo a su lado sin más, su marido se acomodó en la silla al otro lado de ella mandándole una sonrisa.- Disfruten de la comida- con un aplauso por parte de la anfitriona los platos de en medio se llenaron al instante con deliciosos guisados que los demás no tardaron en probar recordándoles sus viejos tiempos en Hogwarts y dejándoles en claro que la castaña era la nieta de Albus Dumbledore pues ambos hacían el mismo gesto para iniciar una comida.
- Esto está delicioso como siempre- alabó Ron engullendo una enorme porción de lasaña.
- Modales Ronald, ¿qué ejemplo les das a los niños?- le riñó dulcemente su esposa.
- No te preocupes mamá, yo opino igual- intervino la niña también con grandes cantidades de comida en la boca.
- Sara- la reprendió Molly.
- Lo siento abuelita-
- Deja a la niña querida- dijo Arthur con la boca llena lo que provocó un suspiro por parte de su esposa.
- Así sé que son mi familia- bromeó la regordeta mujer dando por perdida la batalla y causando risas- Pero de verdad Hermione, todo te quedó delicioso-
- Muchas gracias Molly, te lo debo a ti-
- Pues creo que me superaste y me alegra que por lo menos alguien herede este arte- dijo mirando de reojo a su hija de sangre.
- Oye mamá, sabes que la cocina no es mi pasión además a Neville le encanta cocinar- se defendió la pecosa con el tenedor en la mano y un gesto de enfado como el de cuando era pequeña y su madre la excluía de algo, esto causó aún más risas.
- En otro asunto- intervino Harry- ¿Qué han sabido de los demás Weasley?-
- Bill y Fleur siguen en Francia y no creo que vengan pronto- respondió Ron.
- Charlie no ha regresado de Rumania pero creo que llegará con una sorpresa- sonrió Fred.
- Al parecer tiene una novia pero esta en serio…- agregó George.
- Así debe ser, ustedes ¿cuándo lo harán? ¿cuándo asentarán cabeza?-
- ¡Oh vamos mamá! Nosotros somos espíritus libre, la creatividad necesita espacio…-
-…necesitamos explorar más horizontes, descubrir nuevas cosas…-
- ¡Solo son un par de mujeriegos!- bromeó Ginny conociendo a sus hermanos.
Hubo más risas por parte de la gente, nadie se atrevió a mencionar a Percy porque desde que se había convertido en asistente del Ministro de España casi no los veía, ellos no sabían casi nada de su vida personal y dudaban que la tuviera por su enfermiza adicción al trabajo.
- Y tú Remus ¿cómo sigues?-
- Muy bien Hermione, gracias a ti- dijo el hombre amablemente.
Hacías poco más de diez años que Hermione había descubierto una posible cura para la licantropía, desde entonces se dedicó a probarla y perfeccionarla para dársela lista, con un tratamiento de solo unos meses funcionó como un milagro, ya que un día Lupin tocó a casa de los Potter a plena media noche y con una enorme sonrisa señaló el cielo, ellos vieron la luna llena con lágrimas de felicidad. Entones, y solo entonces, el castaño se animó a tener un hijo con su esposa, disfrutando plenamente de su vida. Aunque hacía un mes aproximadamente, cuando vio la luna, le dio el impulso de aullar y esto le preocupó, temió recaer por eso llamó a la castaña pero fue una falsa alarma era tan solo un instinto que salió, era normal que algunos vestigios del lobo no desapareciesen del todo luego de tantos años.
- Vamos, no fue nada, al fin y al cabo tenía mucho tiempo libre- restó importancia.
- Sí…digo, quién preferiría ir de compras, pasear, platicar con amigos, viajar, comer, dormir y esas cosas insulsas cuando puedes descubrir la cura a la licantropía, algo muy difícil y casi imposible, en tu propia casa?- preguntó una mujer con marcado sarcasmo.
- Ja, ja Tonks- ante la respuesta de la ojimiel la mesa entera rió.
- Por cierto ¿cuándo entrenamos capitán?- dijo uno de los pelirrojos.
- Mmm, no lo sé pero definitivamente hoy no…- el moreno depositó un beso en la comisura de los labios de su esposa mirándola con picardía.
- Sí, supongo que tendrán otros planes…- se burló el ojiazul- Nosotros también.- insinuó a su esposa.
- ¿Qué quiere decir el tío Ron, mami?- preguntó James inocentemente.
- Nada pequeño, lo que pasa es que al tío Ronny se le subió el vino- explicó la mujer lanzándole una mirada asesina a su amigo.
- ¡Ey!- estaba a punto de replicar por cómo lo había llamado.
- Ya amor- lo calmó Luna- Supongo que empezarán a entrenar en poco tiempo porque se acerca la Copa Nacional, no chicos?-
- Así es Luna aunque nosotros tres ya sabemos mucho no nos caería mal ejercitarnos- dijo Ginny orgullosa.
- Presumida…- le dijo cariñosamente su esposo dándole un tierno beso que complació a la mujer.
- Y dime Remus ¿alguna novedad?- soltó el Señor Weasley.
- Sí, ya están pensando en encargar otro hijito?- se burló uno de los gemelos.
- ¡Fred!-
- ¡O talvez ya está embarazada!- el otro siguió con la burla.
- ¡George! ¡Basta!- regañó su madre al ver como tomate al hombre y a los niños riéndose de él por las ocurrencias de sus tíos- Saben a lo que se refiere…- agregó seria y los demás asintieron.
- Todo en orden afortunadamente- respondió, se referían a las cosas de la Orden pues ellos eran los únicos, además de los gemelos en los que no se podía confiar mucho, que seguían activos como aurores.
- Mis papis son los mejores aurores del mundo- exclamó repentinamente Remus Jr recibiendo miradas indulgentes de los adultos.
- Entonces ¿por qué no vino Minerva?- inquirió la anfitriona con un deje de tristeza.
- Sabes que tiene muchos compromisos, ahora mismo debe de estar apurada mandando cartas- explicó Molly tranquilamente.
- Sí…- suspiró extrañando la presencia de la que había sido como otra madre para ella, justo en eso por la ventana entró una lechuza con varias cartas.
- ¿Ves?- preguntó Molly satisfecha de sí misma mientras los niños las recibían y otra llegaba a manos de la ojimiel.
- ¡Mamá!-
- Lo sé Billy, ya pronto regresarán al Colegio- a Luna se le humedecieron los ojos.
- ¿Yo cuándo recibiré una?-
- Todavía falta Remus- contestó su padre con cariño.
- Mamá, estoy muy emocionado- dijo James releyendo su carta- Crees…crees que me quede en Gryffindor, como tú y papá?-
- No lo dudes hermano, los Potter siempre seremos leones- le animó Sirius.
- Los Weasley también- intervino Sarah.
- Más te vale recordar que tú madre fue Ravenclaw y tu hermano es Hufflepuff- dijo Nev a su sobrina.
- Bueno eso lo decidirá el sombrero- clamó Harry emocionado- ¿No, Herm?- la aludida se encontraba sumida en la lectura de su propia carta- ¿Herm?- volvió a llamarla- ¿Herm? ¿Qué dice tu carta, amor?- ella reaccionó finalmente.
- Eh, solo nos felicita y manda saludos a todos- respondió pensativa.
- ¿Mami?- James la miró a los ojos, ámbar contra ámbar, él siempre sentía cuando algo le preocupaba.
- Mmm, si me disculpan tengo que ir a la cocina por el postre- comenzó a levantarse sin ser capaz de sostener la mirada interrogante de su hijo.
- ¿Por qué no lo apareces y ya?- la detuvo su esposo suspicaz.
- Prefiero ir personalmente para dar mayor suspenso- debatió ella desapareciendo por la puerta del comedor.
Lily rió para sus adentros, era divertido escuchar dialogar a sus padres, sobre todo cuando algo no le parecía a su padre y su madre lo convencía de lo contrario solo hablando, ella siempre salía airosa. A Sirius también le gustaba escucharlos y lamentaba que su padre no pudiera defenderse, el pobre estaba lleno de amor, él jamás actuaría así desde luego. Mientras James sentía que su madre iba a tomar una decisión, la conocía y sabía interpretar esas señales.
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La castaña lavó sus manos en la llave de la cocina dispuesta a tomar una decisión, hacía mucho tiempo que pensaba en algo así y Minerva se lo había facilitado muchísimo auque tenía que pensarlo muy bien, sus hijos entrarían al Colegio y…bueno no importaba, tendría que hacer algunos cambios, por otro lado ya habían pasado 16 años enteros desde aquellas tragedias, era momento de dar un paso más.
Sí, era un hecho, miró el moose de fresa que había preparado dispuesta a tomarlo, pero un presentimiento la invadió y un escalofrío recorrió su columna vertebral inmovilizándola, se giró lentamente inspeccionando la cocina, hacía años que no sentía algo así.
- He regresado- un siseo la hizo tomar su varita con firmeza, conocía esa voz pero no recordaba a quién pertenecía, además era pársel…eso de verdad la asustó- Mía…- ese apelativo nadie lo empleaba desde…no, no! No podía ser! Imposible! Volteó a todos lados buscando la fuente del sonido, miró una ventana ligeramente abierta, se acercó inspeccionando el jardín, estaba obscureciendo pero no había nada ni nadie…la cerró con un hechizo y la sensación de miedo la abandonó, respiró profundamente tratando de tranquilizarse sin mucho éxito, tocó su pecho sintiendo el agitado latido de su corazón…no podía ser, no ahora, pero a lo mejor solo era su imaginación, ya se estaba volviendo paranoica, sí eso debió haber sido.
El chirrido de la puerta la alertó apuntando con la varita a quien había entrado.
- ¿Herm?- el hombre levantó las manos ante la clara amenaza de su mujer.
- Oh Harry, eres tú…- reconoció ella bajando su arma para guardarla y disimular un poco su nerviosismo.
- ¿Quién creías? ¿Qué pasa amor?- preguntó él levantando su cara para que lo mirase.
- Nada…es solo que…- calló.
- ¿Qué?-
- Es que…¡oye! ¿Tú qué haces aquí?- preguntó de pronto cambiando de tema bruscamente negándose a contarle sobre su paranoia.
- Vine a ver porqué demorabas tanto y te encontré así ¿qué pasó?- insistió el ojiverde.
- Nada, solo me sorprendiste mientras pensaba-
- ¿Pues qué pensabas?-
- Nada importante…-
- ¿Es sobre la carta?-
- Sí…sí, es que Minerva me pidió algo pero quiero que sea sorpresa- mintió salvando la verdad para ella.
- Bueno…regresemos o se armará una caos por el postre- sonrió él.
- Claro…- tomó el platillo mirando una última vez esa ventana.
La pareja regresó al comedor con sus invitados sin cruzar otra palabra, en cuanto les vieron dejaron de hablar.
- Herm ¿por qué estas tan pálida?- le preguntó Ginny algo preocupada.
-…- no se le ocurría nada que decir, pensó que no se le notaría.
- Lo que sucede es que la sorprendí en la cocina- respondió por ella su marido pícaramente haciéndola enrojecer por cómo la miraba- Pero como ven ya está mejor- bromeó.
- Basta de tanta charla ¡yo quiero mi postre!-
- ¡Ronald!-
- ¿Qué?-
- Sé más educado-
- Luna…los conozco desde que teníamos la edad de James, no me vengas con eso- riñó el hombre cual niño pequeño.
- ¿Desde entonces han sido amigos?- preguntó inocentemente Remus.
- Sí- contestó Ron entre alegre y orgulloso.
- ¿Muy muy buenos amigos?- insistió el niño.
Un súbito silencio invadió la sala pues aún recordaban los ratos amargos que cada uno había pasado.
- Pudimos ser mejores- dijo Harry finalmente mirando con culpa a su mujer.
- Fuimos los mejores- le corrigió ella abrazándolo dulcemente.
- ¡También yo!- exclamó el pelirrojo del trío dorado abrazando a sus amigos.
- ¡Y nosotros!- se les unieron Nev, Gin y Luna a la muestra de afecto recordando lo mucho que tuvieron que pasar para darse cuenta cuan fuerte era su amistad.
- Chicos…- la Señora Weasley estaba a punto de llorar cuando los vio y a punto de abrazarlos pero su marido la detuvo justo a tiempo, no quería que murieran asfixiados.
Siguieron platicando por un rato más, recordando sus aventuras de niños para complacer a sus hijos, riendo de lo más lindo como una gran familia feliz, la sobremesa duró mucho más de los esperado pero no se dieron cuenta hasta que el pequeño Remus soltó un bostezo y James estaba dormitando en el regazo de su madre.
- Una velada maravillosa…-
-…pero debemos retirarnos…- los gemelos se levantaron sobándose el estómago.
- Sí, es lo mejor, los niños ya tienen sueño y ya no estamos tan jóvenes para desmañanarnos- secundó Neville sensatamente.
- Yo sí podría quedarme un rato más…- un codazo de su esposa y una mirada significativa hicieron entrar en razón a Ron- …¡Oh sí! Ustedes tendrán que celebrar en privado…- sonrió levantándose.
- Exacto y requieren que nos vayamos ya- siguió su hermana igual de sonriente.
- Lo que hagan o no, no es asunto nuestro. Así que vamonos.-
- Molly, amor, no te exaltes…-
- ¡Vamonos Arthur!- dijo ella firmemente caminando hacia la salida.
- Muchas gracias por la maravillosa comida Herm-
- No, gracias a ustedes por habernos acompañado en este día tan especial- todos se pararon en el vestíbulo terminando de despedirse afectuosamente prometiendo reunirse nuevamente en unos días para ir a comprar los útiles al Callejón Diagon.
Los Potter quedaron finalmente solos en la mansión del Valle Godric que ocupaban desde hacía 16 baños, mismo que llevaban casados claro.
- Me parece que ya estamos solos…- murmuró el moreno a la castaña.
- Mami…- le pequeño Potter llamó la atención.
- Aún no Harry- con su varita levitó a James escaleras arriba como tanto le gustaba al menor- Lil, Sirius vengan también- llamó la mujer.
- Espera un poquito más papá- comentó su hijo mayor sonriente.
- Sí, hasta mañana- se despidió su hija dejando al hombre algo desconcertado por el primer comentario.
- Aquí toda mi familia me abandona…- se quejó mirando al techo.
- ¡Harry!- la voz cantarina de su esposa lo llamó desde arriba- ¡Adelántate a nuestra habitación, ahora voy!- gritó ella.
- ¡Enseguida!- contestó él olvidando su comentario anterior para correr en dirección a su alcoba y alistarse, usó la colonia que encantaba a su esposa y conjuró unas velas flotantes para darle un aire más romántico al lugar.
Hermione despidió a sus hijos con un cálido beso en sus frentes y se encaminó a su habitación donde seguro su marido la esperaba impaciente, en efecto, lo encontró aguardándola sonriente en su cama matrimonial.
- Pensé que no llegarías nunca…- la invitó a sentarse.
- No me lo perdería por nada…- se le acercó peligrosamente.
- Me alegra, porque sería un desperdicio- la besó en la boca.
- ¿De verdad?- dijo ella tomando aire.
- De verdad- la envolvió en un abrazo apasionado, besándola por toda la cara lentamente, bajando a su cuello hasta que la pasión los dominó y las prendas estorbaron…la hizo su mujer como lo llevaba haciéndolo desde hace 16 años…
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16 años…todo ese tiempo llevaba escondido, ocultando su verdadera apariencia, administrando su fortuna, observando su objetivo, tratando de planear algo cruel y perfecto…odiaba esperar pero no deseaba morir aún, además su cuerpo estaba en muy buen estado desde que lo tomó, nadie lo presionaba ni le buscaba porque a un muerto no se le persigue…aunque pensaba regresar para continuar con su estrategia, sabía que era arriesgado pero hacía unos momentos había tomado su decisión.
Flashback
El hombre se apareció en el Valle Godric…cuanto odiaba ese nombre…encontró con facilidad la mansión Potter…aborrecía ese apellido…y nada le impidió entrar a sus jardines puesto que la seguridad no era suficientemente buena como para detenerlo, menos bajo una capa de invisibilidad, miró las luces concentradas en el comedor asomándose con curiosidad y los vio: a los odiosos Weasley, al licántropo con su torpe esposa y a Hermione con Potter, además cada cual con sus hijos, sí, ya los había visto pero ahora celebraban su aniversario, odiaba sus sonrisas…de pronto observó cómo Hermione se ponía de pie para ir por el postre, no dudó ni un segundo corriendo a las afueras de la cocina, se aproximó a una de sus ventanas abriéndola ligeramente. Ahí estaba ella, con sus hermosos bucles castaños cayendo por sus hombros y espalda, su fino rostro alegre, su sonrisa perfecta con finas arrugas que evidenciaban lo mucho que la mostraba, sus labios apetitosos y esos ojos color del ámbar tan bonitos…pero no era suya, era de Potter, aquel que lo había vencido y se la había quedado, ese insecto pagaría por todo…el juego empezaba ahora.
- He regresado- pronunció quedamente en pársel, ese era el primer paso, miró cómo la mujer se ponía alerta inspeccionando el lugar- Mía…- eso era de él exclusivamente…se hizo a un lado cuando ella miró por la ventana, estaba temblando y su rostro estaba demasiado pálido, a continuación ella cerró la ventana quedando intranquila…justo lo que quería, vio cuando Potter llegó y se fueron con los demás gusanos.
Su primer objetivo estaba realizado y había tomado una decisión, ella estaba intranquila, nerviosa y temerosa lo que significaba que aún no lo había olvidado, además él regresaría para hacer pagar a todos los que osaron enfrentarlo en el pasado, a él, a Lord Voldemort…
Fin Flashback
El hombre esbozó una sonrisa maligna y se miró en un espejo, Lord Voldemort restauraría la época del terror, unificaría a los mortífagos que quedaban, reclutaría a más, haría un nuevo ejército…todo bajo la falsa apariencia de un muerto, bajo la piel de Draco Malfoy…
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Primer capitulo ¿que tal? R e vi e w s por favor para saber su opinión!!
Atte.
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