Capítulo 1
Un plan macabro puede traer grandes consecuencias.
Había pasado un año desde que Kamui y Abuto se unieron al Kiheitai, Kamui no se sentía un súbdito de Takasugi, si no que parecía que ambos eran los líderes, ya que la 7ma división del Harusame siguió a Kamui y a Abuto en su viaje con los samuráis del espacio. Takasugi no dio ninguna queja al respecto, solo le molestaba que Kamui lo tratara con tanta confianza.
-Shinsuke, tengo que pedirte algo.- Dijo Kamui recostado en el borde de una de las ventanas de la nave.
-¿Ahora qué es? – Pregunto mirando el espacio desde otra ventana.
-Desde que fui a Yoshiwara por última vez… He tenido deseos de volver a mi hermanita.- Comento sonriente.
-Ohh, ¿No que las personas que mantienen esos "absurdos" lazos familiares nunca obtendrá la verdadera fuerza? – Se burló.
-No es eso.- Dijo sonriente.- Quiero pelear contra ella.- Abrió sus ojos mirando hacia el espacio.- Cuando le pegue estaba seguro de que la había matado, pero no fue así. Y eso me sorprendió; se ha vuelto más fuerte. Tengo deseos de ver que tan fuerte es ahora, ¿Quién sabe? Incluso podríamos reclutarla como miembro del Kiheitai, nos sería útil. Además… Me lo debes por haberte ido solo al país de los samuráis, yo también tenía ganas de ir ¿sabes? – Bufo.
Takasugi exhalo humo.- Ese fue un asunto de último momento, además no estaba en mis planes asesinar al anterior Shogun Sadasada. Solo fui a hacer negocios con el Mimawarigumi.- Takasugi comenzó a recordar a la hermana de Kamui, quien peleaba junto al shinsengumi, y que habían ocultado el cuerpo de la princesa Soyo. El había estado expectante de todo.- Puede que no sea una mala idea después de todo el ir a visitar a tu hermana menor.- Sonrió con malicia.
Kamui le miro sorprendido, y luego sonrió.- ¿Qué hizo que aceptaras mi propuesta? –
-Tú hermana, Kagura, es aliada de los perros del bakufu, y también de la princesa Soyo.-
-¿Eh? ¿Enserio? No estaba enterado.- Comento sonriente.
-Podremos hacerle una gran emboscada al Shogun-sama con tu hermana.- Sonrió maliciosamente mientras ideaba un plan.- Necesitaremos al Mimawarigumi. Por suerte el idiota de su líder me dejo un teléfono móvil diciéndome "mantengamos contacto", me ha mandado mensajes desde entonces pero… No sé cómo se utiliza esto.- Comento Takasugi mientras tomaba el móvil al revés.
-¡Yo le enseño Shinsuke-sama! – Exclamo Matako alegre lanzándose encima de Takasugi, pero este puso su mano en el rostro para evitar contacto.
-¿Cuántas veces te he dicho que no espíes mis charlas? –
…..
-Finalmente contestaste mis mensajes, Takasugi Shinsuke.- Decía Isaburo, mientras que Nobume estaba detrás de el.- Pensé que te había dicho que mantengamos contactos, estaba a punto de borrar tu e-mail de mi lista de contactos.-
-Ah… Si, lo siento.- Dijo sin importancia, en verdad no soportaba a Isaburo.-
-¿Y bien? ¿Para qué nos has llamado? –
-Necesito un favor, si es posible me gustaría hablar contigo en privado.- Dijo Shinsuke mirando a Nobume.
Nobume miro a Isaburo, y este asintió con la cabeza. Inmediatamente Nobume salió de la habitación y se dirigió a la sala, donde se topó con Kamui.- Tú… Tienes un gran parecido a una conocida mía. Solo que tus ojos son diferentes, son los de un asesino.- Dijo seria como siempre.
-¿Quién eres tú? – Pregunto sonriente como siempre.
-Imai Nobume, del Mimawarigumi. ¿Y tú quién eres?-
-Kamui.- Contesto alegre.- Dijiste que me parecía a una conocida tuya, ¿a quién te referías? – Pregunto intrigado.
-Su nombre es Kagura.-
-Ahh, mi hermana menor.- Contesto sin perder su sonrisa.
-¿Hermana? – Pregunto sorprendida.- No sabía que tenía un hermano.-
-No le gusta hablar de mí, ella me odia.- Aun sonriendo.
Nobume rio levemente.- No preguntare la razón por la que te odia, pero escuche rumores entre unos amantos que están en la nave que ustedes quien ir a Edo y utilizar a Kagura, ¿no es así? –
-Vaya, que bien informada estas. Bueno, esta nave es pequeña a comparación de la que tenía en el Harusame, supongo que los rumores corren rápido.-
-¿Para qué quieren utilizarla? – Pregunto seria, no quería que Kamui desviara el tema.
-¿Acaso es tu amiga? – Pregunto abriendo sus ojos, sin perder su sonrisa.
-Yo no tengo amigos. Dije que solo es una conocida.-
-Bien entonces respóndeme algo, ¿ella es fuerte? –
-Por lo que vi… Sí. Si lo es.-
Kamui sonrió con satisfacción.- Que bueno.- Dijo con un tono algo macabro.- Y dime, ¿Cómo es ella? – Él no sabía cómo era la actitud de su hermana, ya que con él siempre estaba enojada y trataba de matarlo.
-Es una tonta. Es una bruta, y descarada chica.- Sonrió.- Pero tiene algo que hace que seas amable con ella, gana amigos rápidamente.-
-¿Qué clase de amigos? – Escuchaba atento.-
-Pues… Como los sujetos que viven con ella, y el chico del shinsengumi.-
-¿Qué chico del shinsengumi? – Pregunto extrañado.
-El capitán de la 1ra división, Okita Sougo. Aun no se si ellos son novios o que, por cómo se comportan parecen dos niños discutiendo "te odio" "yo te odio más", pero que todos saben que es al contrario.-
-Ya veo.-
-¿De qué están parloteando ustedes dos? – Pregunto Takasugi, junto a Isaburo.
-¿Ya terminaron con su malévola alianza? – Pregunto Kamui sonriendo.
-Si.-
-Volvamos a Edo, Nobuko.- Dijo Isaburo con una rosquilla en la mano, inmediatamente Nobume salto a morder la mano de Isaburo y ambos se fueron.-
Luego de que los Mimawarigumi se marcharan, Kamui le pregunto a Takasugi.- ¿Y bien, cual es el plan? –
-El plan se basa en ti. Eres esencial en este plan. Tal vez te desagrade un poco, pero deberás aguantarlo ya que tu insististe con la idea de ir a ver tu hermana.- Comenzó a aspirar su pipa.- El plan es el siguiente.-
…..
Era un nuevo día en la ciudad de Edo, Kagura, Gintoki y Sadaharu aún se encontraban durmiendo. En ese momento sonó el justaway alarma, Gintoki lo golpeo con su puño haciendo que se rompiera.- Ah… Demonios. Otra vez lo rompí.- Murmuro molesto mientras se levantaba.- Oye Kagura, levántate.- Dijo golpeando la puerta del armario, Kagura hizo ruidos raros en señal de que aún estaba muy dormida, así que Gin decidió ir a bañarse mientras la mocosa se dignaba a despertarse.
-¡Buenos días! – Exclamo Shinpachi entrando a la Yorozuya, pero no obtuvo respuesta. Se dio una vuelta por toda la casa y logro ver que Gin se estaba duchando, y Kagura continuaba durmiendo.- Bien, creo que preparare el desayuno de mientras.- Comento alegre y fue a la cocina a cocinar arroz frito. Kagura inmediatamente sintió ese delicioso aroma y se levantó como un zombie y se dirigió a la cocina.- Ah, buenos días Kagura-chan.- Saludo Shinpachi alegre.
-Comida.- Dijo Kagura aun estando medio dormida y con saliva en su labio.
-¿Aun no te has despertado del todo? – Pregunto Shinpachi mientras revolvía el arroz en la freidora.
-Comida.- Repitió, y en ese momento sonó el timbre.-
-Kagura-chan ¿puedes atender? Tengo las manos ocupadas.- Dijo Shinpachi mientras sostenía una cuchara y el mango de la freidora.
-Comida…- Murmuro Kagura de camino hasta la puerta, abrió sin antes preguntar quién era.-
-Hola.- Saludo Kamui alegre, y Kagura reaccionó inmediatamente saltando hacia atrás y tomando su paraguas.-
-¿Qué quieres bastardo? – Pregunto Kagura muy molesta.-
-Vaya que eres precavida, bien hecho.- Dijo al notar la inmediata reacción de su hermana.
-¡Te pregunte que qué rayos haces aquí maldito! – Exclamo molesta y Kamui camino sonriente hasta donde estaba ella, Kagura retrocedía lentamente.- ¡A-Aléjate de mí! ¡O te mato! – Dijo sin pensar, y Kamui la abrazo dejando helada a Kagura.
-… Lo siento.- Dijo Kamui seriamente.- ¿Te hice pasar por malos momentos Kagura-chan? – Pregunto con el mismo tono serio.-
-¿Q-Que… Estas haciendo? – Pregunto shockeada e inmediatamente lo alejo para subir su guardia usando su paraguas.
-Veo que todavía no confías en mí, bueno no es de extrañar.- Dijo Kamui con una expresión un tanto triste.
-¿A qué demonios has venido aquí? – Pregunto Kagura enojada, aun con su paraguas en mano apuntándole en la cabeza a Kamui.
-Tenía ganas de verte.-
-¿D-De que rayos me hablas? – Dudo.-
-De eso. Siento haberte hecho pasar por tantos malos momentos, quería verte solo para eso, para disculparme.- La miro a los ojos, serio.- Bien eso es todo, nos vemos.- Dijo sonriendo.
-¿Qué? ¡E-Espera! – Le agarro de su traje oriental. Ni ella sabía bien porque lo hizo, solo sintió que no quería ver marchar nuevamente a su querido hermano.- ¿Qué es lo que te sucede? –
Kamui le miro serio por unos segundos.- Salí del Harusame y me uní a un samurái, es una buena persona, creo. Me dejo venir a verte después de todo.- Dijo sonriente.
-Pero ¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes? – Pregunto dudando y a punto de llorar. Ella sabía que su hermano era un maldito bastardo, tal vez le estaba engañando.-
-Los viejos del Harusame no querían que me involucrara con las personas de la tierra si no era por negocios, además sabían de tu existencia. Día a día yo me oponía sus reglas, pero me mantuvieron allí amenazándome con lastimarte.- Las pupilas de Kagura se contrajeron.-
-¿Q-Que? – Pregunto Kagura shockeada, en ese momento se apareció Shinpachi.
-¿Qué sucede Kagura-chan? ¿Por qué el esca- No termino de decir la frase al ver a Kamui.- ¿Qué…? ¡¿Qué estás haciendo aquí bastardo?! – Exclamo tomando su espada de madera.-
-Oigan, oigan, ¿Qué pasa? – Pregunto Gintoki con una toalla cubriendo sus partes, en ese momento vio a Kamui y tomo su espada.- ¡¿Qué hace este aquí?! ¡Kagura aléjate de el! –
-¡No! ¡Espera Gin-chan! – Exclamo Kagura con desesperación, cosa que sorprendió a todos, incluyendo a Kamui.
-Siento haberte causado molestias Kagura, nos vemos en otra ocasión.- Dijo mientras se iba, pero Kagura lo detuvo abrazándolo por la espalda.
-… ¿Te iras de nuevo? – Kamui no contesto al ver a su hermana llorando.- ¡No…! ¡No me dejes sola de nuevo! – Exclamo llorando, se había tragado todas las palabras de su hermano a pesar de que ella sabía bien la clase de persona que era él. Pero aun así tenía un rayo de esperanza en su corazón que le hacía creer en las palabras de Kamui.
Kamui giro para tener a su hermana de frente, y la abrazo.- Me quedare contigo algunos días ¿te parece? – Pregunto alegre posando su mano en la cabeza de Kagura. Esta asintió con la cabeza mientras continuaba llorando sobre el pecho de su hermano.
Shinpachi y Gintoki no entendían muy bien lo que estaba pasando, pero aun así les alegro ver feliz a su pequeña Kagura. Ellos sabían bien lo mucho que sufría ella por nunca haber podido rescatar a su querido hermano, por lo que verlos en esa situación de alguna manera los relajaba. Pero ellos no eran tontos, a pesar de que lo eran 23 horas al día. Ellos sabían distinguir muy bien a una mala persona con una buena, tal vez Kagura había caído en su trampa, pero ellos no lo harían jamás. Por su bien, y por el de su querida Kagura-chan.
