Buenas chicos
Primero que nada quiero pedirles disculpas por la tardanza en actualizar No Tengas Miedo de Aceptarme, he tenido varios problemas personales y también un poco con la trama del fic, muchos lectores (se los agradezco) me han comentado que les encanta la trama actual y eso me llena, pero también he recibido un par de comentarios donde me piden que sucedan ciertas cosas en la trama de la historia.
Sinceramente, tengo escrito uno dos capítulos, (para algunos será como relleno) pero no sabría como realizar el séptimo año en Hogwarts, el fic ha ganado mas de lo que me imagine; al tratarse de un one shot que termino convirtiéndose en esta maravillosa historia no tenia en mente toda la trama completa o incluso un final, se me han ocurrido varias ideas pero no se cual es la mejor ni mucho menos si ustedes mis queridos lectores quedaran satisfechos, sobre todo en estos momentos que los comentarios dejados por ustedes bajaron un poco.
Gracias a ustedes es que ese fic es lo que es, se los debo a todos los que lo leen y a todos los que me dejan comentarios y también a los que me dejan criticas ya que a pesar de todo yo las aprecio.
Revisare lo que tengo escrito y hare todo lo posible por subir la actualización hoy mismo, espero acepten mis disculpas y me entiendan, este es mi primer fic largo, soy nueva en esto de historias largas, eso si, les quiero avisar a los que leyeron aquel comentario acerca de que opinaban de que subiera otra historia donde Harry tuviera una prima, que he estado escribiéndola, me siento atrapada con ella y espero cuando la publique que también sea de su agrado e iguale o supere todo lo que obtuve con No Tengas Miedo de Aceptarme.
Este pequeño one shot es una disculpa por todo, espero lo aprecien y me dejen comentarios acerca del fic y de cualquier cosa que quieran decirme respecto a No Tengas Miedo…
Sin más que decir me despido y pido disculpas por dejar una nota tan larga y a los lectores que no me conozcan los invito a que pasen por mi perfil y por mis otras historias.
Ministerio de Magia
Departamento de Seguridad Mágica
10 de agosto de 2016
10:00pm
Una castaña suspiraba cansada mientras se recostaba completamente en el respaldo de la silla, se sentía totalmente agotada tanto física como mentalmente, había pasado toda la tarde de aquí para allá, de reunión en reunión, gracias a eso tenía demasiado trabajo sobre su escritorio, en la mañana cuando salía de su casa había planeado adelantar todo el papeleo que pudiera, pero no contó con todas las reuniones que surgieron a ultima hora, como cosa rara.
Eso la enfurecía de sobremanera ya que estropeaban completamente todos sus planes, su agenda minuciosamente organizada, odiaba que todo se hiciera a ultima hora, por eso, ella siempre planeaba todo con anterioridad, pero los del Ministerio no lo entendían y eso la frustraba.
Miró su reloj de muñeca, ya era demasiado tarde, obviamente sobrepasaba su hora de salida, volvió a dirigir la vista a su escritorio, a pesar del inminente retraso que le ocasionaron las reuniones había podido adelantar suficiente trabajo por hoy, se levantó con lentitud de su silla, cogió su túnica y su bolso dirigiéndose a la chimenea no sin antes echar un último vistazo a su oficina comprobando que todo estuviera en completo orden ya que no planeaba colocar un pie ahí ni mañana ni pasado, trataría de descansar todo lo que pudiera el fin de semana.
Al salir de la chimenea encontró la sala en penumbra, no le extrañó por las altas horas que eran, después de conjurar un lumos para iluminar la estancia y no tropezar, subió las escaleras en completo silencio, al llegar a la puerta de su dormitorio suspiró profundamente antes de entrar, sabia que su marido estaba despierto ya que la luz se colaba por debajo de la puerta.
-Hermy-.Rodó los ojos, ¡Qué me llamo Hermione!.-Qué bien que ya llegas amor, por un momento pensé que te quedarías hasta más tarde.
-No podía, he estado todo el día de pie y me siento sumamente agotada, me voy a dar una ducha antes de acostarme-.Le dijo mientras se iba desvistiendo.
-Por cierto, Harry ya volvió de su misión.
-Que bueno-.Comentó con voz cansada.
-Si, mañana es el cumpleaños de Ginny, por esa razón es que llegó antes, estamos invitados a La Madriguera a una reunión familiar para celebrar.
-Mañana es sábado, planeaba quedarme en casa descansando-Suspiro resignada.-¿Es en la tarde? Asi por lo menos puedo descansar en la mañana.
-Si, no te preocupes-.Suspiró.-Hermione sigo insistiendo que no deberías trabajar tanto, por un momento pensé que era por Harry qué te quedabas hasta tarde en el Ministerio, pero a pesar de que estuvo de misión este mes, tu sigues llegando tarde.
-Ron no empecemos por favor, realmente me siento cansada y si, como te diste cuenta no es por Harry, es por mi trabajo, últimamente tengo demasiado y cuando me quedo hasta tarde es adelantando para poder llegar los demás días temprano.
Se levantó de golpe sin dejar que el pelirrojo dijera algo, se encerró en el baño dispuesta a tardarse mas de lo normal para cuando saliera encontrarlo dormido.
Y asi fue, cuando salió del baño con la bata puesta, ya el pelirrojo se encontraba profundamente dormido, se sentó en su cama quitándose la bata, alargó la mano cogiendo su crema olor a vainilla, se echó en la palma de la mano para después pasarla por sus piernas, muslos, brazos y cuello.
Cerró los ojos disfrutando de la sensación, suspiró relajándose, pero su subconsciente la traicionó cuando inevitablemente dejándose llevar por sus caricias se imaginó otro par de manos mas grandes y fuertes que las de ella acariciando de esa manera tan intima su cuerpo.
Se estaba dejando llevar por aquella fantasía cuando unos ojos verde esmeralda y brillantes aparecieron en su mente, abrió los ojos topándose con la oscuridad de su habitación, resignada dejó la crema sobre la mesita, se levantó para con intención de ir a colgar la bata y colocarse su camisón holgado para dormir.
-¡Madrina! ¡Madrina!
Un niño de unos aproximadamente 5 años, blanco, ojos verde esmeralda y cabello azul eléctrico se estrelló contra sus piernas en cuanto hubo pisado La Madriguera.
Sonriendo con total felicidad, lo cargó abrazándolo contra su pecho, el niño automáticamente pasó sus bracitos por el cuello de la chica, esta le llenó el rostro de besos.
-Hola precioso, ¿Como estas?-.Le preguntó después de dejar un último beso sobre su nariz haciéndolo reír.
-Bien madrina Mione.
La chica sonrió al escucharlo decirle asi, solo una persona le decía asi desde que tenia memoria; cuando el niño estaba mas pequeño le costaba pronunciar su nombre, asi que lo instaron a que le dijera: Herm o simplemente madrina, al principio el niño obedeció, pero después de escuchar a su padrino decirle Mione, el también comenzó a llamarla asi.
-Me alegro pequeño, oye, estas mas grande, dentro de poco no podré cargarte-.Le dijo juntando sus narices, el niño volvió a reír.
-No importa, te haré caballito como papá le hace a mamá.
La chica se rió al escuchar la ocurrencia del pequeño.
Antes de que pudiera preguntarle que hacia ahí solo, escucho un pequeño grito provenir de la entrada de la cocina que daba a la sala.
-¡Teddy! Te estaba buscando, ¿Por que te fuiste? ¿Ya no quieres jugo?
Ginny Wesley hizo acto de presencia en la cocina con una caja cuadrada en la mano, el jugo de Teddy.
-Hola Ginny, feliz cumpleaños-.La felicitó su cuñada sonriendo.
-Hola Hermione, gracias-.Le respondió de manera "amable"
Ron se acercó hasta su hermana dándole un abrazo y un beso mientras la felicitaba.
-Si quiero jugo-.Le dijo el niño.
Ginny se acercó hasta donde la castaña abriendo los brazos hacia el pequeño.
-Ven conmigo, acuérdate que vinimos a buscarlo.
El niño vio el ofrecimiento de la pelirroja, alzó la carita mirando a su madrina y volvió a mirar a la pelirroja esta vez negando con la cabeza.
-No, quiero quedarme con mi madrina Mione-.Al decir eso, se agarro con mas fuerza al cuello de la mujer.
Ginny suspiró con frustración, miró con total molestia a la castaña antes de entregarle de manera un poco brusca el jugo del niño y salir de la cocina rápidamente.
-Por cierto, ¿Se te olvida que existo enano?-.Le preguntó Ron sonriéndole mientras le alborotaba el cabello.
-Hola Ron-.Frunció el ceño.-No me digas enano.
Hermione le entregó el jugo al pelirrojo antes de que le dijera algo mas al niño pidiéndole que por favor lo abriera ya que ella no podía hacerlo mientras cargaba a Teddy.
Una vez lo abrió y le coloco el pitillo para que Teddy pudiera beberlo, salieron al patio trasero, ahí se encontraron con toda la familia Wesley, junto a ellos también estaban, Harry, Sirius, Tonks y Remus.
Se acercaron para saludar uno a uno a todos los presentes.
-Teddy, hijo, tu pesas, deja a Hermione descansar-.Le dijo su madre.
-No, yo no peso mucho y a mi madrina le gusta cargarme y a mi me gusta estar en sus brazos.
Hermione le sonrió a Tonks.-No importa Dora, es verdad lo que dice, adoro tenerlo en mis brazos-.Respondió mientras lo abrazaba mas contra ella.
Remus acomodó una silla entre él y Harry.
-Por lo menos siéntate.
La chica se acercó sentándose en la silla, viró su cabeza sonriéndole a Harry, este se acercó dándole un beso en la mejilla.
-¿Como estas?-.Le preguntó en un susurro.
-Bien, me sentía un poco cansada, sabes, mucho trabajo, pero dos pares de ojos verdes esmeralda me alegraron completamente el día-.Le susurró bajito.
Teddy estaba atento a sus padrinos, los miraba fijamente y con suma curiosidad, él aún no entendía porque sus padrinos no estaban juntos como su papi y su mami.
En cambio estaban con esos pelirrojos que no le gustaban, él quería muchísimo a sus padrinos por eso quería que estuvieran juntos como su papi y su mami, asi no tenia que visitar primero a uno y después al otro, incluso si vivían juntos podía quedarse en su casa y dormir con ellos.
Hizo un leve puchero al recordar las pocas veces que se había quedado en la casa de su padrino, la mujer pelirroja nunca lo dejaba dormir con su padrino en su cama y cuando se quedaba donde su madrina y quería dormir con ella, el hombre pelirrojo roncaba muy fuerte en las noches y no lo dejaba dormir.
-Hey, ¿Que te pasa enano?-.Le pregunto Harry al ver su expresión.
El chico quitó rápidamente su puchero observando los ojos verdes de su padrino, él era el único que le podía decir enano.
Suspiro antes de responderle, no podía decirle todo lo que había pensado ya que su mamá le había dicho que eso no era posible, que su madrina y su padrino eran solo mejores amigos.
-Nada-.Respondió acurrucándose más en el regazo de Hermione.
-No mientas Teddy, es malo decir mentiras-.Escuchó la voz de su madrina.
-Es que... Mamá me va a regañar si se los digo.
Harry y Hermione se miraron sin comprender, ¿Por que Tonks regañaría al pequeño?
-Te prometo que tu mamá no se va a enterar que no los dijiste-.Lo apremió Harry sonriendo con confianza.
-¿Por que mi madrina y tú no viven juntos?-.Harry miro de soslayo a Hermione.-Yo quiero que ustedes vivan juntos asi puedo ir a su casa y dormir los tres juntos, asi no tengo que visitarlos por separado.
Lo dicho por el pequeño sorprendió a los adultos, se miraron sin saber exactamente que responder, Harry le sonrió a Hermione antes de bajarse de la silla y agacharse para quedar a la altura del niño.
-Escúchame Teddy, eso no es posible campeón, pero que te parece si cambiamos eso de dormir los tres juntos, por un día de completa diversión, ¿Que opinas? Un día entero donde solo vamos a estar los tres.
El niño alzó el rostro mirando a su padrino, este le sonreía asi que asintió lentamente.
-Esta bien, pero tienes que prometer que seremos solo los tres-.Le dijo mirándolo con seriedad.-No quiero que vayan ninguno de los pelirrojos y también que me van a comprar muchos dulces.
Harry y Hermione se rieron sin poder evitarlo sobre todo al escuchar lo último, lo de Ron y Ginny ya estaban acostumbrados, Teddy resultaba ser muy celoso con ellos.
Hermione alzó al niño para que quedara a la altura de su cara, lo miró sonriendo con diversión.
-Sabes que yo no estoy de acuerdo de que comas tantos dulces, pero ese día haré una excepción y permitiré que tu padrino te compre todos los dulces que quieras-.Junto su nariz con la del niño.
-Gracias madrina-.Le sonrió radiante antes de lanzarse a su cuello abrazándola con fuerza.
-¿Y por que tengo que comprarle yo todos los dulces?-.Preguntó Harry sonriendo con diversión.
-Porque tú, padrino, fuiste él de la idea-.Le respondió Hermione divertida ocasionando una risa en su amigo.
Inconscientemente, tanto Ron como Ginny miraron a sus respectivas parejas, siempre era lo mismo, cuando se reunían ellos se sentaban juntos, siempre riéndose, mirándose sin hablar, ignorando todo a su alrededor y centrándose nada mas en su compañía.
Por otro lado, un par de ojos negros también los miraban pero de distinta manera, Sirius Black no podía entender la situación tan absurda que presenciaba cada día, Harry y Ginny juntos y Hermione y Ron igual, era irónico que esos fueran sus esposos cuando claramente se podía notar la conexión tan grande que tenia su ahijado con su mejor amiga.
Cabe destacar que él no estuvo de acuerdo con Harry cuando este le conto de su compromiso con la menor de los Wesley, claro, siendo su padrino no le quedo mas remedio que apoyarlo, al igual manera que nunca entendió el porque Hermione había aceptado ser la esposa de un hombre como Ronald Wesley, no es que le cayera mal el chico, pero no era el hombre indicado para la maravillosa bruja que es Hermione Granger.
Mientras su amigo y su esposa se enfrascaban en una conversación, el solo observaba a la parejita, siempre mirándose como justo en ese momento lo hacían, expresándose todo con la mirada, es que hasta la visión de Teddy en el regazo de Hermione los hacia parecer una familia, hermosa y feliz y eso esta todo lo que el quería para el hijo del que fue su mejor amigo, deseaba que pudiera formar una familia grande, hermosa y sumamente feliz.
Y al lado de aquella pelirroja no lo iba a conseguir, menos aun cuando Harry le comento que Ginny no estaba interesada por ahora en tener hijos, obviamente eso le había sentado mal al pobre chico ya que el ansiaba ser padre y sobre todo ahora que reinaba la paz en el mundo mágico.
Ajenos a las miradas que recibían, la pareja seguía enfrascada en su burbuja, esa que siempre los rodeaba y los aislaba de todos cuando estaban juntos.
Harry se disponía a levantarse para volverse a sentar en la silla, inconsciente buscando apoyó para poder colocarse de pie, posó una mano sobre la rodilla de Hermione dándose impulso, la chica se tensó cuando sintió un escalofrió recorrerle la columna al sentir la mano en la rodilla, Harry sintió lo tensa que se puso, bajo la mirada para encontrarse con sus ojos, estos habían adquirido un pequeño brillo.
-¡Que linda te ves con Teddy en tu regazo Hermione!
El comentario de Molly Wesley los obligo a apartar la mirada rápidamente.
-¿Verdad que si?-.La siguió Fleur con una sonrisa en el rostro.-Te sientan los niños Hermione.
-¿Para cuando mi segundo nieto?-.Le preguntó risueña Molly.
-Oh, por ahora no creo Molly, últimamente he tenido demasiado trabajo en el Ministerio asi que no creo conveniente quedar embarazada en estos momentos-.Le respondió de manera sutil, eso y contando que llevaba como tres semanas sin tener intimidad con Ronald.
-Y antes de que digas algo mas, yo tampoco puedo quedar embarazada en este preciso momento mamá-.Hablo la pelirroja de manera hostil.-Asi que por ahora, te toca conformarte con Victoire al menos que tus otros hijos se dignen a ser padres.
-Hay que ver que estos jóvenes de hoy en día...-.Murmuró Molly.
-No te preocupes mamá, dentro de poco encargo a la cigüeña-.Respondieron Fred y George al mismo tiempo.
Estos se miraron para luego echarse a reír, Angelina y Anabelle se miraron sonrojadas para luego reírse.
-Eso me gustaría bastante-.Comento feliz la monarca Wesley antes de entrar a la casa.
-¿Te imaginas dos pares de mellizos iguales de traviesos, divertidos e inventores como sus padres?-.Le pregunto Harry a Hermione.
-Me apiado de McGonagall, no me quisiera imaginar todo el desastre que causarían durante los siete años en Hogwarts.
Una pequeña y hermosa pelirroja de grandes ojos azules iguales a los de su madre y pequeñas pecas adornando sus mejillas se acercó hasta apoyar sus manitas en las rodillas de Hermione sonriendo alegre.
-¡Teddy! Ven, vamos a jugar.
Victoire Wesley agarró la mano del niño para que se bajara del regazo de su madrina.
-Esta bien-.Contesto resignado.
Se bajó rápidamente de las piernas de Hermione no sin antes entregarle el pote del jugo vacío, todos sabían que la pequeña pelirroja era la debilidad del pequeño Edward Lupin.
El resto de la tarde la pasaron entre charlas y charlas de todo tipo, Hermione disfruto mucho conversando con Harry, Tonks, Remus e incluso Sirius, ya entrada la noche picaron el pastel de cumpleaños y después cada quien se macho para su casa.
Ya habían pasado tres semanas desde que Harry había vuelto y durante esos días no había podido hablar con el, los dos andaban full de trabajos, pero estos últimos días se encontraban un poco mas despejados.
-Hermione, disculpa que te moleste, pero, ¿Crees que puedas atenderme al finalizar la tarde? Este mes de ausencia me dejó con ciertos papeleos y necesito de tu ayuda.
Harry Potter acababa de hacer acto de presencia en la oficina de Hermione Granger.
-¿Cuando será que el jefe de Aurores no necesite de mi ayuda?-.Le preguntó sonriendo.
Hizo un gesto pensativo.-Creo que eso nunca va a pasar, siempre necesitaré de ti-.La miró con intensidad, Hermione se ruborizó ligeramente.
-Hermy...-.Entro interrumpiendo el momento.-Oh, Harry, no sabias que estabas aquí-.Comento el pelirrojo cuando había entrado a la oficina.
-Le vine pedir ayuda a tu mujer con unos pergaminos que me están volviendo loco.
-Típico, no puedes hacer nada sin la ayuda de Hermione.
-Eso mismo le estaba diciendo-.Sonrio.
-Bueno, yo venia a decirle a Hermione que esta noche saldré con los chicos, incluso pensaba invitarte a ti-.Dijo viendo a su amigo.-Pero creo que ya se cual será tu respuesta.
-Me gustaría, pero en serio necesito salir de esos pergaminos, el Ministro los necesita con urgencia, ¿Entonces no te molesta que retenga a Hermione durante la noche?
-Si realmente son tan importantes esos papeles y ella esta de acuerdo, no puedo negarme, además, asi no tiene que quedarse sola en la casa en lo que yo llego.
Harry besaba con fervor el cuello blanquecino que estaba a su disposición, lo mordisqueaba suavemente evitando así dejar alguna marca pero con la suficiente presión para hacer suspirar a la mujer en sus brazos.
Siguió la línea de su mandíbula hasta llegar a los labios rojos e hinchados los cuales atacó con total desespero, los había extrañado tanto durante ese mes, cuando el oxígeno lo obligó a separarse se dirigió a su oído pasándole la lengua y mordisqueándole el lóbulo antes de susurrarle.
-Quítate la ropa lentamente, hoy quiero amanecer contigo.
La joven gimió sobre el oído del hombre que la estaba besando, dirigió sus manos hacia los botones de su blusa desprendiéndolos con lentitud, al llegar al ultimo botón, sintió las manos masculinas posarse sobres sus hombros retirando la camisa.
El pelinegro se separo un poco de ella para contemplarla, sus ojos verdes brillaban con total deseo mientras la recorrían, bajó la cabeza dándole un beso justo entre los pechos, la chica jadeó con fuerza tomándolo del cabello.
Y cuidado si sospechan los vecinos mi mujer o tu marido
-Harry... Mmm...-.Se mordió el labio inferior.
-Shh... Solo siente...
Bajó sus manos hasta toparse con el botón de la estorbosa falda, lo desprendió para luego bajar el cierre lentamente mientras la miraba a los ojos, estos brillaban con deseo en la oscuridad de la habitación tornándose mieles.
Al retirar la falda le agarró las nalgas apretándoselas mientras la presionaba contra su erección, ambos gimieron.
Tú y yo durmiendo con los enemigos, dos seres que jamás hemos querido
La chica alzó sus manos desprendiendo uno a uno los botones de la camisa negra que portaba Harry, al llegar al último botón subió sus manos pasándolas por su musculoso pecho, agradecía internamente todo el ejercicio físico al que eran sometidos los aurores.
Cuando llegó a sus hombros le retiró la prenda inclinándose para morderle el cuello con total sensualidad, solo él era capaz de lograr que ella hiciera tales actos.
Escuchó un jadeo de su parte haciéndola sonreír con suficiencia, moría por dejarle una marca pero tuvo que controlarse, no podía hacer eso.
Bajó sus manos hasta el cinturón desabrochándolo con rapidez al igual que el botón de sus pantalones y bajando el cierre, estos cayeron al piso.
La castaña alzó la mirada encontrándose con esos ojos verdes que tanto amaba y lograban derretirla fácilmente, sin dejar de mirarlo con pasión, posó una mano sobre su erección ocasionando un gemido de la garganta masculina.
-Hermione...-.gimió ronco.
-¿Qué pasó con los pergaminos que el Ministro necesita con urgencia?-.Le preguntó ejerciendo mas presión y mordiéndole la barbilla.
Harry cerró los ojos dejándose llevar por la caricia sobre su entrepierna.
-Respóndeme-.Insistió retirando completamente la mano.
El auror abrió los ojos cuando dejó de sentir la mano de Hermione, ella lo miraba traviesa.
-Se los entregué la semana pasada, necesitaba una excusa para poder tenerte aquí conmigo, no deseaba volver a mi casa.
Los dos saciando un bendito capricho donde somos masoquistas por no volver a nuestros nidos
Hermione sonrió juguetona.-Me gusta que sea tan responsable Auror Potter y también que me retenga de esta manera.
Se acercó volviendo a coger entre su mano la erección del chico, posó la mano libre sobre el pecho masculino estirando el brazo obligándolo a retroceder, Harry caminó hacia atrás hasta que sus piernas chocaron con la cama, con una mirada que Hermione le dio se sentó en el borde de esta.
Desnúdate al paso mi reina y solo ámame
Hermione caminó lentamentemientras se desprendía del sujetador bajo la atenta mirada de Harry, al estar frente a él se retiró la última prenda que le quedaba deslizándola con toda la lentitud de la que fue capaz.
Le sonrió seductora antes de apoyar sus manos en los hombros masculinos colocando las rodillas a cada lado de la cadera del pelinegro, este la tomó de la cintura para besarla con pasión mientras la obligaba a descender hasta su regazo para sentir su humedad a través de la tela de los bóxer, gimió en el beso sin poder evitarlo.
Qué el secreto permanezca en un cuarto de hotel
Cuanto agradecía que al dueño de aquel hotel se le hubiera ocurrido abrirlo tan cerca de una de las entradas al Ministerio, también el hecho de que fuera un hotel muggle, ahí nadie los reconocería.
Aún devorando su boca, se levantó, Hermione enredó sus piernas en su cintura haciendo que sus sexos se friccionaran, ambos gimieron durante el beso, se dio la vuelta con la intención de acostarla sobre la cama quedando asi sobre ella.
Te aseguro que esos tontos no van a entender
A pesar de no ser la primera vez que hacían tal acto, el joven debía de desconectar completamente su cerebro ya que este lo obligaba a pensar en la traición que le estaba haciendo, no solo a Ginny si no también a Ronald, su mejor amigo.
Engañándolo de esa manera tan cruel y en sus propias narices, pero es que no lo podía evitar, no podía evitar caer rendido ante esos ojos cafés que lo tenían a sus pies, a esa sonrisa blanca y perfecta, a esa rebelde cabellera castaña.
Cuando le pidió matrimonio a Ginny pensó que estaba haciendo lo correcto, se sentía atraído por ella y también de esa manera le demostraba a la familia Wesley todo lo agradecido que estaba con ellos, pero se dio cuenta que no la amaba y que no lo haría nunca teniendo a su mejor amiga tan cerca y de esa manera.
Hermione por su parte nunca pensó que Ronald Wesley le fuera a pedir matrimonio, asi que cuando lo hizo, la tomo con la guardia baja sobre todo por que lo hizo frente a toda su familia, Harry incluido, sin dudarlo acepto, eran novios y ella insistía en creer que se sentía atraída por ese pelirrojo pecoso.
Por eso no lograba entender porque cada vez que Harry la miraba de esa manera sentía sus piernas temblar, su corazón acelerarse bruscamente y sin poder evitarlo, incluso era capaz de decirle si a todo lo que él le pidiera.
Por esa razón había aceptado quedarse hasta tarde trabajando con él, sabia que las intenciones de Harry eran otras, que los pergaminos eran tan solo una excusa barata, ella lo sabía, lo vio en su mirada y de igual manera, aceptó.
Que si le somos infieles es por un gran querer
Harry se separó de sus labios lentamente para mirarla con pasión a los ojos, no había nada que decir, nada que confesar, ella entendía a la perfección esa mirada, donde le decía todo lo que sentía por ella.
Y él también entendía la respuesta muda de su castaña, todo lo que sus ojos mieles le decían a través de esa simple mirada que denotaba amor puro.
Por eso, por esa simple razón es que hacían eso, se dejaban llevar por sus sentimientos, por sus corazones y estos los llevaban a aquella habitación de ese hotel a hacer ese acto sagrado, todos los conocen como hacer el amor pero no todos son capaces de experimentarlo de esa manera.
En cambio ellos ya eran unos expertos haciendo el amor, tanto así que cuando mantenían relaciones con sus respectivas parejas no lo sentían igual, para ellos era simplemente sexo y ya.
Pero esos pelirrojos no iban a entender todo lo que sus corazones mantenían en secreto, todo los sentimientos que albergaban, se amaban, cometían esa vil traición tan solo por amor, no por placer como la mayoría de los infieles lo hacían, no, ellos lo hacían por amor.
Harry descendió por su cuello besándolo con lentitud, con amor, deleitándose con la piel que sus labios tocaban, escuchándola suspirar, pidiendo por más.
Hermione había colado sus manos en la melena azabache, acariciándole el cuero cabelludo, halándole el cabello cuando Harry tocaba un punto que la hacia estremecer.
Pero Adán y Eva pecaron por tentación tú y yo no somos distintos
Todo había empezando por una simple atracción, por una tentación que los inundo aquel día, pensaron que después que sucediera, todo acabaría, pensaron que al día siguiente cuando se despertaran y cayeran en cuenta de lo que habían hecho se arrepentirían y mas nunca lo volverían a hacer.
Una completa farsa, al día siguiente ninguno sintió remordimiento por lo que habían hecho al ser personas casadas, ni mucho menos se arrepintieron de haber consumado tal acto siendo ellos mejores amigos.
En cambio, se besaron como si no lo hubiesen hecho durante la noche anterior, se devoraron los labios, se tocaron, gimieron, igual o con mas intensidad que en la madrugada.
-¡Harry!
Hermione gimió con fuerza el nombre de su amante cuando sintió como este le chupaba con fuerza el clítoris, deleitándose de su sabor.
Estaba cerca, lo podía sentir, pero no quería llegar de esa manera, esa noche quería sentir el primer orgasmo con Harry en su interior, realmente lo había extrañado ese mes.
Lo halo con fuerza del cabello separándolo de su intimidad, el chico la miró con reproche.
-Quiero venirme contigo dentro-.Su voz sonó ronca e inundada en deseo, Harry gimió mientras se alzaba para quitarse la única prenda que le quedaba.
Se acomodó entre las piernas flexionadas y abiertas de la bruja, ella inmediatamente lo envolvió con sus muslos, tomo su miembro con su delicada mano guiándolo hacia su entrada, al sentir como la penetraba, lo soltó, Harry empujó lentamente gimiendo en el proceso hasta entrar completamente.
Qué nos perdone nuestro divino señor si cometemos un delito
-Te amo.
Fue lo último que se escuchó antes de que él empezara a mover sus caderas penetrándola con fuerza y rapidez, en un segundo llego al orgasmo que hace un momento se había negado, cerró los ojos con fuerza mientras sentía su cuerpo temblar dejándose llevar por la nebulosa del placer máximo.
Harry había dejado de moverse cuando sintió como ella cedía al inminente placer de haber tenido el primer del orgasmo de la noche.
Asi con cautela, despacio, solo ámame
La contempló en silencio, su respiración se fue tornando lenta poco a poco, los temblores de sus piernas fueron cesando hasta que lo volvieron a envolver con fuerza, se inclinó para tomar sus labios, Merlín, como amaba besar sus labios.
Cuando Hermione le correspondió el beso e incluso lo aumento de intensidad el comenzó a moverse, esta vez lentamente, sintiendo su interior húmedo envolverlo, rozándola con delicia, disfrutando plenamente del momento.
-Harry... Por favor...
Sabía que estaba sensible por el reciente orgasmo asi que atendiendo a su súplica incrementó la velocidad de sus penetraciones, quería escucharla gritar, gemir su nombre.
Cuando sintió como su interior lo succionaba deliciosamente, coló una mano entre sus cuerpos frotándole el clítoris, Hermione gritó y a los segundos un segundo orgasmo la golpeó con fuerza.
Harry tuvo que cerrar la boca con fuerza y anteponer todo su autocontrol para no venirse, respiró profundamente y varias veces en lo que Hermione se recuperaba de su segundo orgasmo.
-¿Harry?-.Inquirió cuando se dio cuenta que él no se había corrido.
Este le sonrió con malicia.-Te dije que quiero amanecer contigo y no precisamente durmiendo.
Le agarro los muslos obligándola a soltarlo, al retirarse de su cálido y húmedo interior contuvo un gemido, pero Hermione no fue capaz de retenerlo, sonrió.
Con una mano la sentó en la cama y antes de que se le ocurriera preguntar, la besó.
Al separarse de sus labios la rodeo hasta que llegar al copete de la cama sentándose mientras apoyaba la espalda, le sonrió coqueto a Hermione, ella entendió lo que quería.
Se sonrojó violentamente, no podía negar que esa posición era sumamente placentera y como le gustaba hacerla con él, pero aun no se acostumbraba.
Gateo en la cama hasta llegar a donde Harry, colocó las rodillas a cada lado de su cadera mientras se agarraba del copete de la cama.
-Qué traviesos somos...-.Le dijo chupándoles los pezones cuando estos estuvieron a su alcance.
-Y que bien se siente...-.Gimió Hermione.
El auror la sostuvo de la cadera besándola con deseo, la fue bajando poco a poco sobre su erección hasta que la penetró completamente.
-Mierda...-.Jadeo.-Te deseo tanto, te amo tanto-.La miro fijamente a los ojos-.Tus ojos son el imperio de mi alma, Hermione Granger-.Le susurró sobre los labios.
Hermione gimió sin poder evitarlo, se elevó lentamente hasta casi retirarse por completo.
-Yo también te amo, Harry Potter.
Se dejó caer con fuerza otra vez, el pelinegro la tomó de las caderas para instarla a llevar un ritmo constante.
Que si nos coge la noche, yo me inventare
Una excusa bien tramada, ella me lo cree
Y tú di otra mentirita al idiota aquel
Quería sentirla por completo, disfrutarla totalmente, ya era tarde, sabía que de nada servía apurar las cosas, le había dicho a Ginny que pretendía quedarse hasta tarde trabajando, habían discutido por eso, asi que se marcho de su casa dejándola con la palabra en la boca, no pretendía llegar hasta la mañana, ya le inventaría algo.
Por otro lado, se felicitaba mentalmente haberle dado la tarde libre a Ron y que eso haya ocasionado que tuviera la idea de salir con sus amigos, otra excusa para que Hermione no llegara temprano a su casa, de todas maneras ya inventarían una mentira creíble y tratándose de Ron, cualquier mentira era creíble.
Gimió con fuerza sin poder evitarlo, Hermione había llegado al tercer orgasmo y ya no pudo contenerse, se corrió con fuerza dentro de ella.
Se quedaron abrazados recuperándose, cuando las respiraciones de ambos se tranquilizaron se besaron con lentitud, saboreándose, Hermione se levanto despacio del regazo de Harry, él la soltó, no quería, pero aparte de que se encontraba súper cansado, tenia hambre, salieron del Ministerio directo al hotel asi que no habían comido.
Hermione lo beso antes de dirigirse al baño y decirle que pidiera servicio a la habitación.
Cuando la comida llego, se sentaron en la cama comiendo con tranquilidad, saboreando las hamburguesas doble carne y doble queso que el Gryffindor había pedido.
-¿Sabes que no es bueno comer tanta grasa a las dos de la madrugada?-.Le dijo Hermione antes de darle un gran mordisco a su hamburguesa.
Harry se rió bebiendo de su refresco.-No te preocupes, en unas horas bajaremos todas esa calorías.
La miró con malicia, Hermione se sonrojó.
De pronto la habitación se inundó de un sonido, la castaña lo reconoció como el tono de llamada de su celular.
Se estiró hasta la mesita cogiéndolo para contestar.
-Alo.
-Hermy ¿Donde estas? Son como las dos de la mañana.
Escuchó la voz de Ron algo pastosa, claramente estaba bebido.
-Lo se, lo se, se nos hizo tarde, cerraron la red flu asi que tuvimos que salir en el auto de Harry y hay tráfico.
Sintió a Harry besarle el cuello de manera seductora, su cuerpo reaccionó al momento, se le erizo el vello, sintió un escalofrío recorrerle la columna vertebral, su corazón se aceleró y fue incapaz de captar las últimas palabras que Ronald le decía.
-Ok, cuídate amor.
Colgó sin despedirse para si responderle el beso a Harry con la misma pasión que él le estaba ofreciendo.
-¿Puedo terminar mi hamburguesa?-.Pregunto divertida.
-Adelante.
Le dijo sonriendo alejándose de ella para sentarse otra vez en su lugar.
Ellos sabían que a pesar de todo lo que disfrutaban esos encuentros no podían mantenerlos por siempre, tenían que hablar seriamente y resolver ese problema.
Primero que nada debían plantearse el divorcio, era lo mas importante, al fin de cuentas, se amaban, ¿O no?
No había ningún problema con que se divorciaran de sus respectivas parejas, por las cuales no sentían mas allá que un sentimiento de cariño, en cambio, ellos se amaban con locura.
Y Harry pretendía quitarle todo el trabajo que pudiera a Hermione para que asi no tuviera ninguna excusa de salir embarazada y le diera los hijos que el tanto ansiaba, pero que Ginny se negó en darles y ya después él tampoco quiso de su parte.
Cuando sus cuerpos no pudieron estar más tiempo separados se lanzaron a los brazos del otro devorándose los labios y Harry estaba más que dispuesto a hacer que Hermione bajara todas esas calorías que había ingerido con la hamburguesa.
A los que llegaron aquí y me siguen en No Tengas Miedo de Aceptarme y no leyeron la nota de entrada les pido que se tomen un minuto y la lean, seguro será de su atención.
También me gustaría aclararles que lo mío no son historias trágicas, no se porque, pero me voy mas al romanticismo.
Espero les haya gustado el one shot y me dejen sus comentarios.
Deje un final abierto, ¿Qué opinan al respecto? ¿Qué les gustaría?
Se les quiere…
