Detrás de toda hermosura hay algo trágico
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.
Esta historia participa en el Reto #7: "Desempolvando retos" del Foro "Hogwarts a través de los años".
Reto escogido: Charlie Weasley.
I.
El roce de piel comienza a la tierna edad de quince años y, conforme va evolucionando el vínculo sostenido entre ambos, se perpetúa a lo largo de los tiempos. Es en ese verano, donde los amaneceres son espléndidos y los momentos más compartidos, que da inicio a una vorágine de sentimientos prohibidos.
Bill Weasley es toda melena rebelde que se escapa de la coleta, pómulos definidos con alguna que otra cicatriz y boca firme; es todo cuerpo fornido tomando color bajo la calidez solar y manos hábiles que escarpen el jardín. La mirada, al principio, nace desde la curiosidad por el cuerpo masculino pero, prontamente, Charlie se descubre a sí mismo dejando que la imaginación vuelve, jugando a adivinar qué es lo que se esconde debajo de las escasas prendas de ropa.
Los días que le siguen resultan ser todo un martirio para Charlie, negado a salir del refugio que son las cuatro paredes de su habitación, por temor a que los insanos pensamientos vuelvan a acudir a su mente. Pero, por otro lado, existe algo tentador en la incorrecta emoción.
—¿Por qué me estás evitando? —la pregunta sale con naturalidad. Bill se sienta a su lado, acortando la distancia que se instaura por medio de la cama, y deposita una mano sobre su muslo, casi invitador—. ¿Por qué me miras de ese modo?
Finge no saber que se refiere a la intensidad de su mirada, al hambre que le profesa de un tiempo a esta parte. Y le sorprende la velocidad con la que pueden calar las emociones dentro del alma, a sabiendas de que dichas emociones no deben tener esa orientación. No por el hecho que se trata de un individuo de su mismo género, sino que es su hermano, nacido del mismo vientre que él.
Pero se inclina, casi de modo imperceptible, hasta rozar sus labios. Espera que Bill, como el hermano mayor, actúe de forma racional y le aparte ligeramente, con esas sonrisas complacientes que él tiene. Pero, para su sorpresa, la boca se cierra ávida sobre la suya, arrancándole hasta el último vestigio de aliento.
Así comienza la danza de pasión.
Durante los tiempos siguientes, el vínculo entre hermanos se estrecha; se vuelve confidentes a la luz del día y amantes cuando las sombras ocultan sus pecados, alejados de la reprobación familiar. Prometen guardarlo en secreto, suceda lo que suceda, no se pueden arriesgar a destruir el pilar fundamental.
Pero esa relación no está destinada a encontrar un final dichoso. Bill es el primero en darse cuenta, quizás por su condición de responsabilidad frente a la gravedad de los actos, y dar un paso al costado.
—Me he comprometido con Fleur Delacour, es lo menos que puedo ofrecerle después de su incondicionalidad. —Solamente Merlín sabe lo que le cuesta pronunciar aquellas palabras. Charlie es una adicción que no quiere superar pero debe hacerlo para no morir en el intento—. Espero tu comprensión y que aceptes ser el padrino de la boda.