¡Hola a todos!
Les traigo una pequeña historia NaruHina de mundo alterno. No será muy larga pero espero que les guste.
Disfruten
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Elevador
Capitulo I: Primer encuentro
-¡Por favor, detén el elevador!
A penas logró hacerse a un lado mientras mantenía las puertas abiertas del elevador mientras una chica corría deprisa hacia el interior. Todo pasó tan rápido que casi no alcanza a despejar la entrada y eso era un choque seguro.
-Muchas… gracias
Sólo atinó a responderle con un sonido seco mientras la observaba de reojo. La chica a penas lograba recobrar el aliento, se encontraba media agachada por lo que solamente pudo notar que poseía una larga cabellera negra azulada. En ningún momento pudo ver su rostro, y no era que le interesara de verdad, pero sentía una extraña curiosidad que trató de ignorar por completo.
Se detuvieron en el primer piso del edificio. Y la chica salió nuevamente de prisa al abrirse las puertas, él sólo atinó a arquear una ceja mientras ella alzaba su mano y gritaba un gracias mientras se dirigía hacia las enormes puertas de cristal de la entrada. Esa escena fue desapareciendo mientras las puertas se volvían a cerrar para seguir bajando hasta el estacionamiento.
Se subió a su auto sin muchas ganas, cerró la puerta y le tomó un minuto poner el auto en marcha. Este día iba a ser duro, pero sólo debía aguantar dos días más para relajarse este fin de semana y tratar de pensar en otra cosa… no pensar en eso. Suspiró. Definitivamente no iba a ser fácil, sobretodo por que desde anoche que mantenía su teléfono apagado. Al llegar al estacionamiento de su empresa se tomó unos segundos antes de bajar de su auto. Tomó su teléfono y lo prendió… 16 llamadas perdidas y ¡¿113 mensajes?!
Otro suspiro.
Definitivamente iban a ser dos días difíciles. Y lo confirmó a penas llegó a la recepción, sintió cada una de las miradas que se posaban en él de una forma no tan disimulada. Así sería su día pero no les iba a dar en el gusto. Sin mostrar ningún atisbo de debilidad se paró al frente de los elevadores principales, no demoró en llegar y se subió sólo, era demasiado obvio que lo evitaban. Se cerraron las puertas y no pudo evitar soltar otro suspiro más mientras restregaba sus sienes con su mano libre. Todo este asunto lo estaba poniendo de mal humor. Las puertas metálicas se abrieron y a paso apresurado se acercó a las puertas de su oficina.
-Marina -llamó a su secretaria con tono seco -sólo pásame llamadas importantes. No quiero ser interrumpido.
-Si señor -titubeó la mujer mientras observaba la figura de su jefe desaparecer tras la puerta que cerró con un leve golpe.
Dejó caer su cuerpo pesadamente en la silla. Sacó los contratos pendientes de revisar y durante un par de horas logró distraer su mente de todo el asunto. Por suerte no había sido interrumpido por asuntos estúpidos, definitivamente le debía un bono a su secretaria. Observó el reloj en su muñeca y llevó sus manos a su cabello, ¿en qué momento había pasado tan rápido la hora? Agarró su teléfono móvil y marcó un número que ya sabía de memoria.
-¿Aló? ¿Shikamaru? -comenzó a decir de forma insegura -Lo siento amigo, me puse a revisar unos documentos importantes y se me fue el tiempo volando. Si gustas dejamos pendiente…
-Estoy en un restaurante a dos cuadras de tu oficina, Naruto. Sólo llevo 15 minutos esperando -se hizo una breve pausa -No hagas que sean 30
¡Rayos!
Fue su pensamiento al instante de que su amigo cortara su llamada. Agarró su maletín, su chaqueta y salió lo más deprisa para encontrarse con Shikamaru. Sabía que esto iba a suceder tarde o temprano. Sabía que no podía evitarlo, pero tenía la ingenua esperanza de que terminara esos dos días intacto para disfrutar el fin de semana largo sólo con sus pensamientos para trazar un plan para resolver todo de la mejor manera… Pero era obvio que eso no iba a suceder.
Llegó al mismo restaurante en el cual realizaba las reuniones de sus negocios, o solía almorzar con colegas y amigos. Esta vez no tenía muchas ganas de entrar, pues sabía que Shikamaru lo estaría esperando con una mirada escrutadora. Y no se equivocada. Ahí estaba él, esperándolo. Se acercó a la mesa y se sentó frente a su amigo, quedando de frente a los enormes cristales que daban a la calle.
-Sólo 20 minutos, Shika -le estiró la mano -Disculpa la demora
-No te preocupes - mencionó el moreno mientras acababa con el contacto del rubio -Me tomé el tiempo para ordenar, espero que no te moleste.
-Para nada -Trató de sonreír -Estaba en mi oficina revisando unos posibles contratos que me gustaría que vieras, quizás podamos expandirnos un poco más. Hay muchos clientes nue…
-Naruto
Suspiró nuevamente al escuchar el tono de su amigo. Sabía de qué se trataba y ya no había más remedio, sucedería tarde o temprano. Lo que le extrañaba era el tono seco que había utilizado el moreno más su extrema seriedad. Normalmente Shikamaru era de pocas palabras, un tipo inteligente pero despreocupado. Verlo de esa manera le extrañaba.
-Normalmente no me gusta meterme en los asuntos de los demás, ya sabes -el mesero había llegado con su comida. Shikamaru esperó a que se retirara para continuar. -Pero considerando que te conozco desde la escuela y somos amigos desde entonces…
-Por favor Shikamaru -Lo interrumpió el rubio -Sé que este asunto no es fácil y todos deben estar preguntando que pasó, pero de verdad no estoy de ánimos para interrogatorios.
-No me interesa escuchar de tu boca lo que pasó. Todos los que estaban esa noche lo saben y me incluyo. Tampoco me interesa saber como estás porque se te nota. Sólo déjame hacerte una pregunta… -hizo una pausa pero sin dejar de mirarlo a los ojos -¿Vas a permitir que te vean demacrado, humillado y hundido en miseria?
-¡Eres un idiota! ¿Yo? ¿Humillado y en miseria? -estaba casi perdiendo los estribos -Esos bastardos no me hundirán, no estoy en la cima por causa de ellos, si no por mi esfuerzo. No me interesan sus comentarios ni lo que piensen. Seguiré siendo el mejor.
-Que problemático -le regaló media sonrisa al rubio -Será mejor que contestes algunos mensajes, hay muchos que están preocupados. No necesitas dar explicaciones, solo ser tú.
-Me daré el tiempo y no te causaré más problemas
-Imposible tratándose de ti -apoyó sus manos cruzadas sobre la mesa. -Ahora hablemos de negocios, creo que estamos a un paso de concretar un proyecto grandioso. Supongo que sabes a qué me refiero.
-¿Te refieres a los hospitales? -el moreno asintió con una sonrisa -No me sorprende que llegaras a eso. Además la próxima semana tenemos agendada una reunión con los Uchiha, te necesito ahí.
-¿Estás seguro de seguir con eso? Obteniendo el contrato con los Hyuga no es necesario tomar un negocio tan arriesgado, además de lo sucedido.
-Una cosa no tiene que ver con la otra…
El rubio tenía la mirada fija en el ventanal que daba a la calle. Por un segundo pudo distinguir la misma larga cabellera azulada de la chica de la mañana más tampoco pudo ver su rostro está vez ya que iba volteada hacia el lado contrario, conversando animadamente con un hombre de cabellera castaña. Su amigo lo sacó de sus pensamientos.
-Naruto, ¿Y si la reunión con los Hyuga también se concreta para la próxima semana? ¿No será muy problemático?
-No te preocupes por nada, le pedí a mi padrino que me asistiera la próxima semana. Además creo que estamos en posición para ser exigentes, sobre todo con ellos.
-Parece que tienes un plan, y estaré yo para evitar que metas la pata.
-Así se habla -el rubio sonrió a su amigo mientras pedía la cuenta. -Debo volver a la oficina. Recuerda que mañana tenemos una reunión en la mañana. Para que nos vaya bien la próxima semana necesito la cooperación de todos. Nos vemos.
El moreno veía alejarse a su amigo con apuro. Aunque tratara de hacerse el fuerte frente a la gente sabía que lo ocurrido le había afectado. Si su manera de superarlo era meterse fijo en el trabajo no tenía más remedio que acompañarlo y así evitar que cayera en una horrible depresión ya que eso sí sería problemático. Bueno, mañana sería el último día laboral, se tomaría un buen descanso para comenzar lo que sería el huracán Uzumaki.
Que problematico...
Naruto sacó su teléfono móvil del bolsillo de su chaqueta. Con un poco de duda comenzó a leer uno por uno los mensajes de sus amigos, e incluso de personas que no esperaba que le escribieran. Soltó una pequeña risa al leer los de Lee, tan efusivo. Pero la sonrisa se borró de inmediato al llegar a los mensajes de aquella persona. Que descaro. En el fondo sabía que no era muy buena idea leer todo eso. Al menos debía contestar a los que sí se habían preocupado de verdad, lo haría de forma masiva.
"No se preocupen, estoy bien. Se vienen cosas importantes y me gustaría contar
con su apoyo incondicional. Naruto."
Solo eso bastaría. Ahora… ¿En qué se convertiría su vida a partir de ese día? Eso no lo podía responder, esperaba que el dolor en su pecho cesase en algún momento, de lo contrario todo el esfuerzo y los sacrificios que había hecho no valdrían la pena. Todos sus planes a futuro se habían roto y lo único que le quedaba era el legado de su padre. Si esa iba a ser su vida ahora ¿por qué no podía dejar de imaginar el rostro de la chica del elevador?
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Hasta aquí el primer capitulo. Espero que les haya gustado. La próxima semana trataré de subir el siguiente. Les pido disculpa por cualquier falta de ortografía que pudiesen encontrar, cualquier sugerencia será bien recibida.
Nos leemos el próximo capitulo de esta pequeña historia.
Fher 3
