Takumi despertó con el primer timbre de su alarma a pesar de no haber dormido más de cuatro horas esa madrugada.
—Las reservaciones están confirmadas, ya les dejé instrucciones a los chicos sobre el evento de mañana, a las siete irá el…
— ¡Hermano! —alzó la voz Isami al otro lado de la línea, cortando a Takumi de golpe—. No pasará nada, tengo todo bajo control. Sólo diviértete en tus vacaciones ¿de acuerdo?
—Gracias, Isami—suspiró, agradeciendo que su pequeño hermano tuviera la cabeza más fría que él—. No dudes en llamarme si sucede algo ¿bien?
—No creo que sea necesario, pero lo tendré en mente—bromeó antes de despedirse y colgar, a sabiendas de que Takumi continuaría hablando de sus pendientes en el restaurante si no lo hacía.
A pesar de todas las cosas que rondaron por su cabeza la noche anterior, hablar con su hermano le había tranquilizado bastante. Ya llevaban suficiente tiempo a cargo del restaurante de su familia para saber lo que debían hacer en ausencia del otro.
Después de unas horas, Takumi llegó al aeropuerto, donde sus pies lo guiaron en automático a la sala de espera de los vuelos internacionales. Por desgracia, en algún momento Takumi sintió cómo el desvelo le pasaba factura, comenzando con algunos bostezos y cabeceos, señales de vista cansada e incomodidad por el asiento en el que se encontraba desde hacía una hora.
Vuelo retrasado.
Dormitó por un rato más, hasta que escuchó el timbre de mensaje en su teléfono: "No duermas en lugares públicos, tonto"
Con rapidez observó a su alrededor, encontrando aquella alborotada y llamativa cabellera rojiza entre la multitud. Se puso de pie de inmediato y fue en su dirección aumentando la velocidad a cada paso. Por su parte, el japonés le esperaba con los brazos extendidos y una expresión de clara emoción en su rostro.
— ¡Mi sei mancato tanto, Souma! —exclamó Takumi apenas pudo abrazarlo tan fuerte como pudo, siendo correspondido al instante y con la misma intensidad.
—Ti adoro, amore—susurró Souma a escasos centímetros de su rostro, notando que el italiano no había contenido las lágrimas en absoluto, al igual que él.
Takumi lo miraba con añoranza, con unos ojos tan claros y sinceros que le fue difícil ignorar el cansancio que mostraban hasta hace unos momentos. Habían pasado meses desde la última vez que se vieron de esa manera, en aquella ocasión, fue el rubio quien le visitó en Japón.
No había sido nada fácil el mantener su relación a pesar de la distancia, las discusiones, los malos entendidos y la ocupada agenda de ambos; pero aquí estaban, amándose y anhelando la llegada de su tiempo juntos.
Souma tomó el rostro de Takumi, sonriéndole a pesar del llanto, y le besó con una ternura tan solo comparable con la de su primer beso donde, el sabor salado proveniente de sus lágrimas, confirmaba una vez más el gran amor que sentían en uno por el otro.
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¿Se han preguntado cómo sería la relación de estos dos si ambos decidieran continuar en sus respectivos restaurantes? Sólo he visto cosas sad y que terminan mal x'D así que aquí está mi cachito de esperanza porque agoten todos los medios para seguir juntos. ¡Espero les haya gustado! See yah'~!
