Disclaimer: Harry Potter no me pertenece.


El paquete, envuelto en seda de la mejor calidad y decorado con un lazo en forma de mariposa de color verde que mueve las alas brillantes cada pocos segundos, descansa encima de la mesa de caoba de la sala de estar.

Walburga Black está muy orgullosa de su elección: lo mejor para los mejores. Sonríe altiva ante el regalo, con una fina línea curva dibujada en los labios y una mano apoyada en la barriga.

Incluso el envoltorio es soberbio, lo ha elegido ella, evidentemente.

Todo es perfecto: la luz anaranjada de las velas, la purpurina verdosa de la mariposa brillando intermitentemente encima de la mesa, la mejor vajilla de la casa de Grimmauld Place colocada al milímetro y la dulce melodía que suena desde la radio. Walburga es lo suficientemente altiva como para reconocer que lo ha preparado todo ella.

Tiene que estar todo impecable para cuando llegue Orion. Kreacher aparece con el último detalle, una botella de whiskey de la marca favorita de su marido, para dejarla en el centro de la mesa, al lado del paquete.

Walburga lo tiene todo preparado y está de un humor inmejorable; se regocija en su propia felicidad, tocándose la barriga suavemente con una mano.

Lo tiene todo controlado: Orion llegará de trabajar y, como cada noche, le dará un beso en la mejilla, ella sonreirá, como siempre, y lo invitará a sentarse en la silla de caoba, después de que Kreacher le haya quitado su abrigo.

Él preguntara la razón del banquete y Walburga no contestará pero no podrá evitar sonreír, porque nadie mejor que ella sabe lo impaciente que es su primo. Pero ella no dirá nada y después de que Kreacher traiga la cena, la preferida de Orion, le permitirá abrir el paquete.

La mariposa saldrá volando ante el toque de Orion, y desaparecerá rimbombante, dejando detrás de si purpurina verde brillante que dará más atractivo a la situación. A Orion le encantará, por supuesto, ella conoce a su primo mejor que nadie, por eso mismo se casó con ella. Y él desenvolverá el regalo y la túnica que esconde es excelente, de color oscuro del mismo color que los ojos de su marido, que los ojos de Walburga, el color de los dos. Una de las túnicas más caras del mercado, hecha especialmente para la ocasión, a medida para Orion, perfeccionada a su gusto; cachemir de las mejores cabras exportado desde Mongolia, un decorado ostentoso sin llegar a tocar en lo pomposo y el escudo de la familia bordado en hilo de oro.

La túnica será el centro de atención de la noche, piensa gozosa Walburga; Orion estará más que complacido cuando ella le anuncie la noticia del futuro heredero del linaje de los Black, nada conseguirá opacar la dicha que siente. Hace años que no se siente tan alegre, y la túnica será solo el principio de la próspera vida que le espera.