Información: Continuación de Sociedad de Almas, tercera parte de estas historias. Si no las has leído puede que algunas cosas te dejen en el aire pero no es imposible de leer. Aun así, te invito a leer las dos historias anteriores.

En este espacio colocaré la dos parte que me falta.


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Sociedad de Almas

Parte III: Alma Fragmentada

Capítulo I

Ardía, aquella herida ardía, pero de una manera se sentía tan bien, el dolor no era nada comparado a su desesperación anterior, ahora sentía paz, su cuerpo no pesaba, los colores los veía cada vez más opaco. Su habitación, donde tanto lloró parecía menos fría y más acogedora. Sonrió con la poca fuerza que tenía, había logrado hacerlo, pondría todo en su lugar, dejaría de sentirse sola, dejaría de esperar algo que nunca llegaría, dejaría de arruinar a las personas que la querían, dejaría de impedir la felicidad de "ellos", dejaría de sentir, dejaría de vivir.

Sus ojos se cerraron y no era capaz de levantar los parpados, se sentía pesada, estaba llegando el momento pero su mente aún seguía lucida, confusa con respecto a su alrededor pero seguía teniendo esos pensamientos. Alguien tocó su frente, el contacto se sentía algo lejano aun así sintió la calidez, escuchó ruido pero no asociaba que era, sintió que se elevó. Un vacío se instaló en su estómago, de repente siente que los sonidos se volvieron una voz y la escuchó con claridad, seguía sin tener fuerza para abrir los ojos.

—Ran, por favor resiste —Esa voz se notaba desesperada, la reconoció y en ese momento quiso volver a donde estaba él, quería tranquilizarlo, todo estaba bien, ella lo quería así, dejaría ya el dolor—. No me dejes por favor, aguanta un poco más

No, ella no quería aguantar más, ella quería irse, quería dejar todo pero sentir la desesperación de su voz la estaba haciendo sentir mal. Él sufriría, lo sabía, ella lo haría si los papeles fueran invertidos, tal vez solo empeoraría la situación de él. Tal vez había sido mala idea tomar esa hojilla y utilizar toda su fuerza de voluntad para deslizarla, pero quería descansar de todo, seguía sintiendo que era la mejor decisión, solo quería volar y ver el cielo.

Logró levantar sus parpados con esfuerzo, los colores se veían extrañamente brillantes para ser de noche, quería ver por última vez sus ojos pero no los encontró, solo veía extrañas luces pasar a mucha velocidad. Supo que la estaba llevando a un hospital, quiso pedirle que se detuviera, que la dejara ser libre, que la dejara volar pero no era capaz ni de mantener sus ojos abiertos. Se volvió a sumergir en la oscuridad, pero los sonidos aún se escuchaban lejanos, los autos pasar y la respiración de Gin agitada mientras le pedía que resistiera, por un momento dejó de sentir y pensó que ya estaba llegando la hora.

La volvía a llevar en brazos, por el movimiento corría con ella sobre él, su conciencia empezaba a perderse, solo sentía aquella calidez abrazarla, se abrazó más a ella y se dejó llevar, era lo mejor. Su vida era un desastre, ella ya no resistía más.

—¡Ayuda, por favor! —escuchó antes de cerrar sus ojos definitivamente.


Una introducción corta y algo dramática, ¿cierto? jajaj. Disculpen la tardanza y espero que disfruten de esta historia tambien. Ya tengo escrito el capitulo siguiente pero me falta editarlo, les advierto que tengo una sorpresa para esta historia que puede que sea extraña, tambien hay un personaje que sera distinto a lo que acostumbramos ver o leer, ya sabrán en el siguiente.

¡Gracias por leer!