Capítulo 1. Traición

En cuanto me despedí de Bellamy supe que todo iba en serio, que dejaría a mi gente atrás para poder re-inventarme, para poder encontrar a la verdadera Clarke Griffin, a la Clarke del arca, esperaba que no hubiera desaparecido por completo.

Emprendí mi camino con poco más que una pistola recién recargada y dos hogazas de pan. 'Sobreviviré ahí fuera' no paraba de repetirme en mi cabeza. No podía sacarme de la cabeza a Lexa y a su gente, pero más a ella ya que fue quien decidió traicionarme y romper nuestra alianza.

Entiendo que lo hizo por su pueblo, entiendo que no puede parecer débil, pero no entiendo por qué decidió hacerlo, ya que si lo hacíamos entre las dos saldríamos ganando igualmente, la desventaja es que muchos de sus soldados y de los míos morirían en el combate, incluso podríamos haber muerto una de nosotras dos o las dos.

He de reconocer que me dio mucha rabia cuando se fue dándome la espalda, dejándome en evidencia delante de toda mi gente, de la gente que creía en la alianza, en nosotras. Me dejó, me abandonó a mi suerte, le daba igual si moría en Mount Weather o no, yo le daba igual y eso me dolía mucho.

Habría pasado esto si hubiera ido con ella a Polis, ¿Me habría traicionado? Y si hubiera seguido con ese beso, ¿Qué habría sido de mí, de nosotras? Estaba confusa, pero tengo algo claro, ese beso me gustó y por eso me da, en parte, tanta rabia de que Lexa me haya hecho esto.

Me senté en la orilla del río en el que los terrestres casi matan a Jasper, dónde un monstruo casi mata a Octavia. Donde por primera vez vimos un ser vivo. Contemplé el paisaje y al otro lado del río vi el cartel de Mount Weather que Jasper Levantó cuando cruzó al otro lado, antes de ser atacado. De no ser por Mount Weather no habríamos conocido el sufrimiento verdadero, el significado de sacrificio, de valentía y de braveza, y yo no habría descubierto el sentimiento del amor.

Después de pensar en todo lo que habíamos pasado mi pueblo y yo, no pude contenerme las lágrimas. 'Les he hecho sufrir' susurré entre llantos, casi ahogándome. No podía respirar serena-mente y empecé a temblar, no podía contener toda la tensión que llevaba acumulada. 'He cargado con todo por mi pueblo, he cargado con todo' pensé mientras seguía llorando desconsoladamente.

En un momento que pude coger aire para calmarme oí ramas partiéndose a mi espalda. Me di la vuelta inmediatamente con el arma en mis manos.

- ¡¿Indra?!¿Qué estás haciendo aquí?- dije mientras me levantaba lo más rápido que pude.

- La Comandante nos ha enviado en tu busca, Clarke. Si vienes voluntariamente no tendremos que usar la fuerza contra ti y créeme no tendría problema alguno-Indra no separa la mirada ruda de mis ojos.

- ¿Lexa? ¿Por qué?- estaba muy confusa, porque Lexa querría verme, de hecho yo no quería verla a ella. No podía verla, y si lo hacía no sería apaciblemente.

-Clarke del Pueblo del Cielo, te recomiendo que vengas con nosotros por tu propio pie- No creía que Lexa me pudiera estar haciendo esto. Me acerqué a Indra, guardé el arma e hice un gesto con mi cabeza de afirmación.

Los terrestres empezaron a andar, seguramente hacia TonDc, estaba en medio totalmente escoltada aunque más que protegida me sentía totalmente amenazada. No me sentía segura cerca de ellos sin la Lexa de antes, la que me protegía. Mientras me limpiaba las lágrimas me daba cuenta de que no había tenido a penas tiempo de pensar en mis propios sentimientos, en lo que de verdad yo sentía por las dos únicas personas que he podido llegar a sentir algo; Finn y Lexa.

Uno no me ha permitido estar con el otro. Cuando Lexa me besó fue mágico, embriagador, me dejé llevar por el momento, pero Finn volvió a mi cabeza cuando pensé que ya podría haber superado su ausencia, aunque creo que es algo que jamás podré superar, simplemente sucederán más cosas que lo traspapelaran a mi subconsciente, ahí fue cuando me di cuenta de que tendría que esperar un poco más para poder estar con alguien, en este caso con Lexa. Yo quería estar con ella, pero aún no podía. Y luego me traicionó, no me quería hacer la víctima ante mi misma, pero en esa ocasión yo y mi pueblo lo éramos.

Tras varias horas caminando empecé a divisar a lo lejos las puertas de entrada a TonDc. 'Ya estamos aquí' susurré. Indra y los soldados se pararon en frente de la puerta, esperando a algo firmes, no sé a qué o a quien.

Levanté la cabeza al frente y entonces la vi. 'Lexa...'