Holaaa chiicosss, bueno tuvee que borrar la otra historiaa xq'' simplemente no me gustaba, le faltaba algo de emocion, por eso hiice otra, espero y les guste, buenoo como saben los personajes no son miiso son de Stephanie Meyer, yo solo juego con ellos, agradesco a Iree, graciias amiiga por dejarme usar tu cuentaaa, te adoro, bueno aquii les dejo el priimer cappituloo...
=Dangerous love=
=Secuestrada=
Edward POV…
Estaba oculto entre las sombras de un callejón al inicio de la noche, no serian más de las nueve de la noche cuando vi a la chica, una mujer de estatura media, piel blanca y con un aura de inocencia enorme, ¿Qué error pudo haber cometido? ¿Qué la obliga a ser el pago de una deuda? No había nada en ella que fuera peligroso, era solo una chica, casi una niña por así decirlo, incluso con esa ropa, una falda negra a mitad del muslo y una chaqueta a juego la hacían parecer la persona mas dulce en el mundo, no podía creer que estuviera a punto de atacarla o mejor dicho de secuestrarla, de llevarla la infierno junto con aquella mafia… no tenia ganas de hacerla sufrir, era inocente de toda culpa y los errores de su padre no le daban el derecho de enfrentarse a lo que le seguía.
Pero de alguna forma u otra, tenía que hacerlo, era mi trabajo, tanto el de mafioso como el de espía del gobierno infiltrado en la mafia criminal más grande del país, era la única forma de acabar con ellos, fingiendo ser del grupo…
-claro papá, no estaré bien, de hecho ya voy a casa, Jake se fue hace unos minutos…- pero por Dios, su voz era melodiosa…- nos vemos en unos minutos, adiós, te quiero…- era el momento, ella dio el paso esperado, tan solo bastaron unos cuantos pasos a este callejón para que la tomara de la cintura y la atrajera hacia la obscuridad. Era tan frágil, cubrí su boca en cuanto estuvo a punto de gritar…
-finge todo lo que haga…- le dije en voz baja y muy cerca del oído, con fuerza pero al mismo tiempo siendo cuidadoso, la estampe contra la pared, ella soltó un gemido de dolor en cuanto su cabeza impacto con el concreto, pero de todas formas ese sonido saliendo de sus labios provocó algo en mi…
-¿Quién eres?- pregunto casi sin aire y yo comencé a besar su cuello y recorriendo una de sus piernas con mis manos, ella no trataba de liberarse, pero estaba temblando, sabia que otros del grupo me vigilaban para estar seguros de que hacia mi trabajo, violarla y amordazarla para luego echarla a un auto que estaba estacionado demasiado cerca para llevarla al lugar…
-grita…- le ordene pero ella no hizo caso, tenia que hacer esto mas real, la tome con fuerza entre mis brazos y la obligue a caer al suelo, me coloque sobre ella y desgarre su chaqueta y parte de su blusa, la líneas de sus senos quedo a la vista, no se por que mis pantalones se hicieron mas pequeños tan solo por ver eso, pero no era solo eso, sus piernas estaban a cada lado mío, y yo obligándome a hacer lo que me ordenaron- grita…- volví a decirle pero de nuevo no me hizo caso, debía hacer algo… me desabroche el pantalón y levante sus falda para quitarle las bragas, demonios, sin haberlo deseado ya estaba excitado con esta mujer.
-¿Qué haces? No…- suplico con voz temblorosa… seguí con lo que hacia.
-finge que te hago mía a la fuerza…- susurre en su odio…- fíngelo ya…- le ordene y de sin decir mas comencé a embestir entre sus piernas mientras tenia puesto mi bóxer, eso no lo podrían ver, solo escucharían y posiblemente verían una parte de nuestros cuerpos en el suelo, comencé a arrepentirme, los sollozos y ligeros jadeos fingidos de la chica me estaban excitando mas de lo que hubiera imaginado, hice gestos de placer, casi falsos y después le tape la boca fingiendo hacerle daño….- eso es preciosa, lo hiciste muy bien…- dije con voz de placer y burla… me levante del suelo y me acomode el pantalón, la chica estaba inmóvil en el suelo per aun tenia las piernas expuestas, aun faltaba lo principal, amordazarla.
-levántate zorra…- dije en voz alta y con voz de odio, jale de sus brazo y la obligue a levantarse, volví a estamparla en la pared pero esta vez la gire.
-¿Qué me vas a hacer? Por favor déjame ir…- comenzó a llorar de verdad- yo no hice nada, déjame ir…
-no es lo que tu hiciste estúpida…- me odiaba por hablarle así, pero era la única forma de mantenernos a salvo- mas te vale callarte sí no quieres volver a repetir…- la amenace girándola de la cabeza y sujetando con fuerza su mentón, amarre sus muñecas detrás de sus espalda…- muévete y no grites o aquí mismo te mato ¿entiendes?- ella asintió aun llorando, no tarde mas y le cubrí los ojos con un pedazo de tela negra, sujete con fuerza sus brazo y la arrastre a mi lado…
-vaya hombre…- dijo Demetri cuando llegue con la chica a donde estaba el auto, era en la otra entrada del callejón, igual de obscura y abandonada…- ¿disfrutaste lo suficiente?
-¿Quién son ustedes?- inquirió la chica, Demetri estampo su asquerosa mano en su cara, el golpe fue rápido e imprevisto, ni siquiera pude impedirlo porque no lo vi venir, la mujer se tambaleo pero la sujete con fuerza y trato de liberarse…
-aquí el que hace las preguntas soy yo niña estúpida…
-eso no era necesario…- musite con voz firme.
-si lo era…- apretó las mejillas de la mujer para ver la de frente…- tengo entendido que tu nombre es Isabella Swan ¿verdad?...- Demetri comenzó a reír con burla…- vaya que eres una linda chica, bueno ya eres toda una mujer no es así Isabella…- recorrió con su mano la cintura de Bella mientras ella temblaba a mi lado.
-ya basta, démonos prisa…- jale de la chica y Demetri gruño por lo bajo- ¿Qué te pasa, eh? Recuerda que yo soy el segundo a cargo, mas te vale obedecer ordenes- lo amenace y era cierto, en el grupo yo era el segundo la mando, mi trabajo era dar ordenes igual que James, el líder real, aun no sospechaban de que era una espía del gobierno y eso era perfecto…- entra…- le dije a Isabella pero ella se resistió.
- por favor déjenme ir les juro que no diré nada pero… por favor…- rogo, deseaba liberarla, dejarla libre pero eso no era tan fácil y menos teniendo a dos testigos a mi lado.
-no me hagas perder la paciencia…- espete con voz amenazante…- entra de una maldita vez Isabella…- volvió a resistirse pero esta vez yo la obligue a entrar, Feliz se sentó a su lado y Demetri de copiloto, yo iba conduciendo, Isabella no dejaba de sollozar, Marco llamo dentro de pocos minutos y le asegure que todo había salido a la perfección, ahora solo faltaba llevarla al lugar acordado.
- ¿Quién la vigilara?- pregunto Felix.
-seria un placer acompañar a esa muñequita- inquirió Demetri.
-debes ser un imbécil para creer que te dejare solo con ella…- le espete con furia y Felix rió bajito.
-bien Isabella, debes preguntarte porque estas en esto ¿verdad?- comenzó a hablar Felix.
-yo no hice nada, por favor déjenme ir…- volvió a suplicar pero no se movió de su lugar, seguía temblando.
-no cariño, tu no, pero tu asqueroso padre estaba dentro del grupo y sabes una cosa…- suspiro y luego hablo mas bajo…- cuando entras, ya no sales amor y tu padre, Charlie Swan, quería dejarlo… ¿sabes que le hicimos?
-mi papá no ha hecho nada…- dijo con furia la chica.
-él sabe demasiado para vivir niña, pero el jefe le dio una oportunidad de pensarlo mejor, y aquí estas, si él decide irse, tú te iras primero y él te seguirá al otro mundo unas horas después, ¿una lastima verdad? Solo imagina, una mujer tan bonita como tu, asesinada de un tiro en la cabeza, ni si quiera tendrás tiempo de llorar por el dolor…- Demetri y Feliz comenzaron a reír a carcajadas.
-dejen de estar de imbéciles y dejen a la chica en paz…- espete con furia de nuevo…- Felix, sácala, ya llegamos…
-claro jefe…- dijo con voz seria y salió.
Demetri fue a abrir la puerta del almacén en donde estaría la chica y Felix caminaba con Isabella a un lado mientras forcejeaba para escapar.
Entramos al lugar, olía a humedad debido a su cercanía con el lago que estaba solo unos metros de ahí, había arboles rodeándolo y definitivamente era un buen lugar para ocultarse.
-muévete estúpida…- Bella soltó otro gemido de dolor cuando Felix le dio un golpe en el abdomen.
-¡que demonios no entendiste de lo que le dije a este imbécil!- no podía gritar sus nombres, pero ellos me entendían a la perfección, Felix soltó a Isabella y ella se tambaleo pero logre tomarla de un brazo- nadie la va a tocar si no hay ordenes de hacerlo ¿entienden?- ellos asintieron- vamos Isabella, sigue caminando…- la encamine a la habitación en la que estaría encerrada, ella se dejo caer en la cama, aun seguía amordazada- vuelvo en seguida…-. Le dije en voz baja… salí de ahí y cerré la puerta.
-¿Qué hacemos?- pregunto Demetri.
-vayan al circulo y díganle a James que todo esta hecho, la llamada puede ser en cualquier momento, y también que mande a un par del grupo, ustedes no se quedaran con ella.
-esta bien…- contesto Felix…
Ambos salieron dando traspiés por la puerta principal, espere diez minutos antes de volver a la habitación con Isabella, diez minuto agonizantes, al final volví a su lado.
-¿Quién es?- pregunto a la defensiva y trato de ubicarme pero seguía vendada de los ojos.
Camine hacia ella y me senté a su lado…
-no me toques imbécil…- se removió en cuanto toque su mejilla para quitarle la venda.
-soy yo Isabella- con cuidado le quité la venda y después la libere de las manos- ¿Cómo estas?
-¿Por qué no me dejas ir? ¿Qué demonios hice yo? ¡Yo no tengo la culpa de nada! ¡Déjame ir, ya!
-deja de gritar como una niña chiquita Isabella.
-solo mátame de una maldita vez, tú… como sea que te llames, haz lo que tienes que hacer y ya, ¡solo hazlo!
-¿crees que soy igual que ellos?- ella se sorprendió por mi pregunta y se acomodo en la cama, rodeando sus piernas con sus brazos, en un gesto de defensa hacia ella misma.
-¿Qué quieres de mi? ¿Por qué no me…?
-por que no quería hacerlo Isabella…- suspire…- no puedo decirte mas, lo siento, pero…
-¿Qué?
-no dejare que te hagan daño Isabella…- dije sincero y una lagrima recorrió su mejilla hasta tocar sus perfectos labios, desee ser esa lagrima para tocar sus labios, ahora lo quería, quería hacerla sentir tranquila, segura a mi lado, quería disfrutar de sus labios y recorrer su cuerpo con caricias de mi parte, demonios que estaba diciendo, que demonios estaba pensando.
-¿Por qué dices eso? Eres uno de ellos, quieres matar a mi padre, a mí, ¿Qué hice para estar aquí?
-no hiciste nada Isabella…- acaricie su mejilla- solo mantente callada, no preguntes nada y no contestes nada mientras yo no este aquí ¿entiendes?
-s…si- dijo en un suspiro.
-esto acabara pronto linda…- al parecer estaba conteniendo el llorar porque cuando deje de tocar su mejilla se lanzo a mis brazos para llorar.
De inmediato la abrace con fuerza, tratado de reconfortarla, ¿Qué tan grande podría ser? ¿Unos 18, tal vez 19?
-¿Qué edad tienes?- pregunte sin pensar
-veintiuno…- dijo entre sollozos… vaya, era solo tres años menos que yo, y parecía mas joven.
-creí que eras mas pequeña… lamento si te hice creer que te haría mía hace unas horas.
-¿Por qué no lo hiciste? Cualquiera lo abría hecho sin pensar, una chica indefensa y sin gritar ¿Qué estaba mal?
-ya te lo dije, yo no soy como ellos…- me miro a los ojos, hasta este momento no había visto lo hermoso que eran, café chocolate, que te permitían ver el fondo de su alma, su rostro también era hermoso, sus labios no hacían la diferencia, eran carnosos y rosas, invitándote a acariciarlos.
Su cuerpo era igual, perfecto, cada curva se marcaba ahora en él, ya no estaba sentada como antes, estaba casi sobre mis regazo y sus brazos permanecían sobre mis hombros; esa chica me atraía demasiado, tenía ganas de protegerla, estar a su lado el mayo tiempo posible, pero eso no seria fácil…
De un momento a otro ella comenzó a inclinarse hacia mi y yo la imite, sujete con mas fuerza su cintura y al final rompí el espacio que nos separaba, mis labios comenzaron a acariciar los de ella con una perfecta sincronía, la respiración era acompasada, la estreche con fuerza contra mi hasta que la tuve sobre mis piernas, la seguía besando igual de tierno que al principio pero ahora querías mas, deseaba estar en la misma posición en la que la había conocido, acariciando cada parte de su cuerpo mientras escuchaba sus jadeos y gemidos con mi nombre salir de sus labios, deseaba hacerla mía, mostrarle cuan fascinado me tenia, quererla… ¡que demonios estoy pensando!
-¿cual es tu nombre?- me pregunto aun con sus labios junto a los míos.
No le conteste, seguí disfrutando el momento; algo se escucho afuera, demonios ya habían llegado; me separe de Isabella al instante y ella se ubico en el rincón mas lejano de la cama.
-recuerda lo que te dije…- le recordé y salí de la habitación cerrando con seguro detrás de mí.
Me desplome en el sofá fingiendo estar aburrido.
-ya era hora que llegaran- le dije a los tipos que acababan de llegar, eran Marco y Aro, dos de mis amigos en la mafia.
-lo sentimos jefe pero… había uno que otro policía por ahí, no podíamos dejar rastro.
-¿Swan esta utilizando a las autoridades?- inquirí y me levante del sofá.
-oh no…- contesto Aro rápidamente- había no se que cosa cerca de donde estábamos y tuvimos que despistar pero todo salió bien.
-James nos dijo que te felicitáramos por el éxito de la misión, dice que la llamada será mañana.
-yo me hare cargo de eso…- les dije.
-no lo creo- opino Marco, lo mire amenazador y estuve a punto de golpearlo por faltarme al respeto al contradecirme- James nos dijo que Demetri sabe como asustar a la chica, también que será mejor que ella este asustada para que Swan piense dos veces su decisión.
-eso lo veremos- espete y camine hacia la puerta- mas les vale no tocar a la chica, me enterare de todo lo que le hagan…- amenacé y salí de ahí…
Aun no me quería ir, subí a mi auto y estuve sin hacer anda durante cinco minuto recordando el sabor de los labios de Bella, la sensación de su cuerpo entre mis brazos…
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