Capitulo 1
Decisión
Hace una buena mañana, es un buen día para entrenar. Me levanté de la cama después de que Kero ―mi gato gordo― me haya despertado de un manotazo en la cara porque ansiaba comida. Como es rutina debo despertar a mi hermano y preparar el desayuno. Hago mi maleta de entrenamiento. En realidad, a pesar de que amo bailar; aunque llevo varios meses pensando muy seriamente dejarlo. ¿Por qué? Porque realmente estoy harta de muchas situaciones, que me han llevado a desanimarme bastante. Soy una chica positiva, pero hay veces en que la situación me rebasa, y ésta hace ya bastante tiempo que me rebasó.
Me dispongo a salir de mi habitación con mis cosas en mano, camino silenciosamente hacia el cuarto de mi hermano. En realidad solo son unos cuantos pasos.
―Touya ―dije mientras abría la puerta―. Es hora, apúrate que debemos irnos. Se nos hará tarde si no te levantas ya.
Mi hermano mayor trabaja por las noches, así puede tener las tardes y de vez en cuando las mañanas libres, para poder entrenar. Es un bailarín espectacular, ha ido a competir a muchos lugares y es uno de los campeones nacionales. Algún día espero ser tan buena bailarina como él.
―Buenos días papá ―me acerco a saludarle, con un sonoro beso en la mejilla. Veo que sonríe― ¿Qué haces despierto tan temprano? Nos has ganado a Touya y a mí.
―Veo que hoy estas de buen humor, pequeña Sakura. Me he levantado porque tu madre ha salido temprano, y se me ha quitado el sueño. Así que aproveche para prepararles el desayuno.
Mi padre siempre ha sido muy atento, cariñoso con mi hermano y conmigo. Él siempre vela por nosotros cuando estamos enfermos, o nos prepara el desayuno cada que puede. Es maestro de la universidad de Tomoeda ―la misma a la que yo asisto, pero en otra facultad―. Imparte arqueología.
―Buenos días monstruo ―dice Touya.
―¿Cuántas veces te he dicho que no me llames monstruo? ―mi hermano tiene el maldito habito de llamarme así para hacerme enojar.
―Basta niños, vamos a comer o se les hará tarde ―sonrió.
Normalmente papá interrumpe estas escenas. Nos sentamos en la mesa a desayunar. Dentro de lo que cabe, somos una familia unida, sabemos que podemos contar uno con los otros, aunque realmente tenemos muchos secretos entre nosotros.
Transcurre el desayuno de la manera tranquila, nos ha ahorrado el tiempo que lo haya hecho papá. Así que mi hermano y yo salimos mas temprano de lo habitual. Decidimos usar su moto, para no tener que tomar el bus. El camino hacia la academia no es tan largo.
Cuando llegamos, Touya estaciona la moto. Me bajo de ella y decido adelantarme. Entro por el portón donde hay un gran letrero que dice «Dansu to Rizumo» ―el nombre de la academia― y me percato que no ha llegado nadie, afortunadamente.
El salón es amplio. Las paredes son en color blanco, una de ellas esta recubierta de espejos. El área de entrenamientos es de una lámina tipo madera. Es un lugar agradable, porque también tenemos una pequeña estancia donde podemos sentarnos a conversar un poco.
Respiro profundo. Este lugar me causa paz. Es de mis favoritos en esta tierra. Escojo un espacio en el piso para poner mis cosas. Cuando decido donde ponerlas, empiezo a sacar las cosas de la mochila. Las necesarias para mi primera clase. Hoy es sábado, así que nos toca una de mis favoritas, standar1. Saco mi uniforme; consta de una falda hasta los tobillos de color rosa, una blusa negra y zapatos cerrados de tacón.
Me recojo el cabello en una coleta alta. Tengo el cabello por debajo de los hombros, ni muy largo, ni muy corto. Me ha crecido bastante. Hace un año después de un arranque de valentía provocada de cambios dentro de mi vida, me hizo tomar la decisión de querer cambiar también de apariencia. Llevaba 5 años sin pasar por la peluquera más que para quitar «lo maltratado». A pesar de eso me ha crecido bastante rápido.
Comienzo a calentar un poco los músculos, después de haberme colocado el uniforme encima. Se empiezan a escuchar ruidos lo que sólo puede significar que han comenzado a llegar mis compañeros.
―¡Hola Sakura! Te has levantado temprano hoy, por lo visto ―dijo mi mejor amiga con mucho ánimo.
Tomoyo es mi mejor amiga desde que la conocí, aquí en la academia. Nunca imaginamos que somos primas lejanas, por parte de nuestras madres que también son primas. Ellas habían perdido el contacto, luego de que mamá se casara con mi padre. Nadeshiko sólo tenía 16 años cuando decidió casarse. Evidentemente su familia estaba en contra de algo así, no sólo porque mi padre es 11 años mayor que ella, sino porque Fujitaka Kinomoto, no tiene una familia poderosa como lo que son los Amiyama. En realidad, no tiene familia.
―Hola Tomoyo. Si es que papá nos ha preparado el desayuno y eso nos ahorró tiempo a Touya y a mí ―Ella sólo me sonríe, se apresura a preparase para la clase.
La miro con admiración, parece tan delicada que nunca se imaginarían la clase de persona que ella en realidad es. Su esbelta figura, pálida piel y largo cabello azabache, le da un aire a una muñeca de porcelana. Y es que sus finas facciones, conjunto de sus ojos grandes amatistas terminan por convencerte que es una pequeña princesa, aunque eso es una gran mentira. Tomoyo es la chica mas elocuente que te puedas imaginar. Es divertida, simpática y a veces puede llegar a asustar.
Poco a poco comienzan a llegar mis compañeros de clase de «avanzados». Mi relación con casi todos es buena en realidad. Los amo como si fueran de mi familia. Todos nosotros comenzamos a bailar casi al mismo tiempo. Nos vimos crecer. Hemos competido juntos, dentro y fuera del país. Hemos viajado sólo por diversión. Nos hemos visto reír, llorar, caer y levantarnos. Es por eso por lo que los siento tan míos, que es una de las cosas que me hacen aferrarme a no irme de este lugar.
Estaba perdida en mis pensamientos, cuando sentí un empujón en mi hombro derecho. Sabía perfectamente quien había sido.
―Quítate de mi camino, Kinomoto ―me dijo de manera despectiva. Yo solo atine a rolar los ojos.
Akari Izumi. Una chica más enana que yo, «la mejor» del grupo. La pareja de baile de mi hermano, también exnovia ―para mi fortuna―.Es pedante, muy arrogante, y a mí parecer falsa. Touya tuvo una relación por de más tóxica con ella. La típica relación dependiente de corta-regresa-corta- regresa por casi dos años. Fue una mala temporada para nuestra familia, ya que con lo terco que a veces puede ser mi hermano, nunca quiso escucharnos de que ella le hacía mal. Así que terminaba por pelear con nosotros. Mamá odiaría que volviera a pasar algo similar.
Comenzamos la clase, hoy nos tocó ver quickstep2. Uno de mis ritmos favoritos del estándar. No tengo pareja, así que aprendo bailando sola. Es muy difícil que a algún chico le interese este tipo de actividades. Dentro de la clase solo hay tres parejas de competencia; Chiharu y Yamazaki, ―Son novios, y suelen pelear bastante. En realidad, Chiharu es algo controladora, se nota cuando baila. Por eso es por lo que se dice que lo peor que le puede suceder a una pareja de competencia, es que tengan una relación sentimental, porque siempre se verá reflejado en su baile si se pelean o se adoran. Aunque ellos llegaron siendo novios―. Después esta Midori y Ryu ―Los adoro con todo el corazón. Ryu es gay, así que evidentemente nunca tendrán el problema de las peleas―. Por último, está Touya y esa bruja ―Son los subcampeones nacionales. Tanto en latinos como en estándar―.
Después estamos nosotras las ladies. Somos chicas, que tomamos clases, que nos preparamos con la misma intensidad que las parejas de competencia, pero sin una. Somos 4, estamos Tomoyo, Akane, Saori y yo. Al terminar la clase, tenemos una hora libre. Luego de eso sigue la clase básicos de standar.
Las chicas nos hemos ido al área de estar. A excepción de Akari, quien imparte la siguiente clase y de Chiharu que se queda con Yamazaki.
―Chicas, debo confesarles algo ―habló Akane Hashimoto. Es una niña muy linda, sobre todo divertida. A veces pienso que esta muy adelantada para la edad que tiene.
―Suéltalo ―habló Saori. Una de sus mejores amigas. Es una chica de mi estatura, delgada, cabello largo y castaño. Tiene ojos pequeños y oscuros. A mí parecer es bonita en todos los aspectos.
―Creo que le gusto a Li ―terminó por decir.
―¡¿Qué?! ―Tomoyo estaba bastante sorprendida.
―¿Quién? Es uno de los nuevos, ¿no? ―dije.
―Ni tan nuevo Sakura. Tiene como 5 meses aquí ―Midori habló. Es hermana mayor de Akane.
―Bueno, vamos, en realidad es nuevo, apenas y lo ubico.
―Oye, pero ¿no tiene como 16?
―Sí, Tomoyo. Tiene 16.
―¡Akane! ¿Qué es lo que está pasando aquí? Tú tienes 12. ¿Qué le pasa? ¿Es un pedófilo acaso? ―entré en un shock emocional. Creo que tengo cara de póker face.
Todas nos quedamos calladas, hasta que Tomoyo interrumpió ese silencio que empezaba a formarse.
―Sakurita, pienso que aún esta muy verde. Míralo y tú sola te darás cuenta.
―O sea sí, ¡pero vamos! apenas es una niña. ¡Yo a su edad seguía cantando canciones de Hannah Montana!
―La verdad es que pienso que es más fácil que Akane termine matándolo. Ni siquiera habla ―Saori reflexionó al respecto.
―No lo sé. ¿En qué momento pasó esto? Ni siquiera me di cuenta.
―Sakura, ni siquiera sabías el nombre de Li ―comentó Tomoyo.
Seguimos hablando al respecto de la situación. Aunque a mí por más desagradable me parezca debo aceptarlo. Estoy segura de que, si se pasa de listo con Akane, le rompería la cara. Bueno, no soy partidaria de la violencia, pero seguro lo haría.
Dentro de 15 días tenemos una fiesta. El organizador, el buen Ryu cumple años. Todos estamos invitados y al parecer Akane espera que algo pase ese día.
Tomoyo y yo, nos levantamos de las sillas en las que estábamos sentadas. Nos dirigimos a donde anteriormente habíamos dejado nuestras cosas. Nos sentamos en el piso y le dije algo que tanto me acongojaba hacia días.
―Estoy cansada Tomoyo. No puedo más con esto ―Le digo a Tomoyo, sentándome en el piso, preparando mis cosas para la clase de latinos―. No quiero más esto. Estoy aburrida de estar aquí y no crecer. Sobre todo, que no dejan que crezca ―le dije con un aire de nostalgia.
―Te entiendo totalmente. También me estoy cansando ―la noté triste, esto nos afecta más de lo que cualquier persona entendería. A pesar de que amo lo que hago, amo este lugar y a mis compañeros… Mi entrenadora Mitzuki es otro caso. Hay mucho favoritismo aquí, a veces rayando en lo incomodo― ¿Competiremos en la de octubre?
―Sinceramente, no lo sé. No sé si dejaré esto en agosto, cuando se termine el plan cuatrimestral. Sólo espero eso para decidir.
―Yo sólo sigo aquí por ti. Eres mi pareja3, si tú te vas yo no tengo nada que hacer aquí ―me hizo sentir un poco mal.
―Perdóname Tomoyo, mi intención nunca ha sido arrastrarte a esto.
―No te preocupes. Ven, vamos, la clase está por comenzar ―nos levantamos y nos dirigimos a la clase. Nos hemos cambiado zapatos y la falda, porque en los bailes latinos se utiliza una falda corta, arriba de las rodillas y los tacones son abiertos. Hoy darán Rumba.
La clase transcurre con normalidad. Una hora de técnica de rumba. A mi parecer es el ritmo más difícil de los cinco que conforman la categoría de latinos. A veces suelo frustrarme, pero hoy solo decidí tomar las cosas con calma. Aún nos queda otra clase más.
Tomoyo y yo después de comernos un helado decidimos irnos. Voy camino a casa, tomé el bus ya que Touya se quedaría más tiempo. Por la noche veré a Yukito, mi novio. Él es un chico amable, de carismática sonrisa, mi familia lo adora, lo ven como uno más. Lo conocí el año pasado, coincidimos en la facultad, debido a que me reencontré con algunos amigos de secundaria. Casualmente pertenecíamos al mismo grupo de amigos, pero nunca supimos de la existencia del otro hasta ese momento.
Yukito vive en frente de mi casa, se mudó hacia unos meses atrás, cuando decidió independizarse de su familia. Me gustaría decir que salió en buenos términos, pero no fue así. La mamá de Yukito, cuando la dejó su pareja, se puso severamente mal. Su tristeza fue tanta que estuvo en cama, tenía que ir un doctor a cuidarla. Eso a Yukito lo mató, no sólo por el hecho de que la única persona que tenía en el mundo estaba mal ―claro que si le afectaba―, sino que él también veía como un padre a ese señor. El problema no quedó ahí porque luego de tres años, él regresó. Su padrastro retornó a vivir con ellos porque su mamá lo aceptó de regreso. Fue bastante prepotente y grosero con Yukito. Después de una tarde en donde se pelearon, y llegaron a golpes, decidió salirse de ahí. La casa en la que vive actualmente es de mi familia. Hablé con mis padres de lo que estaba pasando en la vida de Yukito y decidieron que lo mejor que podían hacer para ayudarlo es rentarle esa casa para que pudiera vivir tranquilo.
A partir de ese día, Yukito empezó a ir a mi casa a diario. Fue así como se ganó el cariño de mi familia y actualmente se volvió el mejor amigo de mi hermano. Trabajan juntos por las noches, y Yukito por la mañana estudia.
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Tomoyo y yo estábamos en mi habitación, decidiendo como arreglarnos. Tenemos alrededor de 3 horas antes de irnos a la fiesta de Ryu. Estaba emocionada, iba a ser una gran noche. Tenía ganas de irme de fiesta, de bailar y cantar hasta quedarme afónica. Al final decidí ponerme un vestido corto, ajustado a mi cuerpo. Lo combiné con unos tacones altos y plateados. El azul de mi vestido hace resaltar mi piel, o eso suele decir Tomoyo. Por el contrario, ella llevaba un vestido a rayas pegado hasta debajo del busto con unos zapatos de tacón negros.
―¡Sakurita, te ves preciosa! ―dijo Tomoyo. Me veía de arriba abajo.
Ya sé lo que sigue después de esto. Normalmente cada vez que tenemos un «evento» ―así les decimos a todas las presentaciones y/o funciones que tenemos por parte de la academia. Es decir, a eso lugares a los que vamos a bailar maquillados, peinados y con vestuario―, o fiestas en las cuales vamos un poco más producidas de lo habitual, Tomoyo suele tomar fotos, muchas fotos. Me usa de modelo ―según ella―. A mí parecer es que soy su conejillo de indias.
Decidimos caminar un poco por las calles de Tomoeda. Es una ciudad pequeña, hacemos alrededor de 20 minutos caminando al lugar de la fiesta. El camino se nos hace corto porque Tomoyo va con su cámara ―una cámara pequeña, pero realmente de buena calidad. Su mamá tiene una empresa donde diseñan toda clase de equipos tecnológicos, al parecer esa cámara había sido especialmente diseñada para ella―. En ocasiones me deja tomarle fotos a ella, pero no sucede tanto.
Hemos llegado al lugar. Son las 9:30, un poco más tarde de lo acordado, pero a buena hora. Es un antro que Ryu ha decido rentar solo para nosotros y algunos otros de sus amigos. No es muy grande, pero es lo suficiente para estar bailando cómodamente toda la noche. Solo puedes entrar al lugar con un boleto que él nos ha entregado previamente.
Está de más decir que todos los de la academia están invitados. Nos hemos formado en una fila para poder tener el acceso. No hemos visto a nadie conocido en la fila, seguramente ya deben estar adentro. Siempre llegamos un poco más tarde a estos lugares porque somos las que más nos producimos normalmente. Desde que nos hicimos bailarinas, el amor por el maquillaje vino con el amor a la danza; pero en mi caso solo lo uso en fiestas o en funciones.
Cuando entregamos nuestros boletos y entramos por las puertas, nos dimos cuenta de que la noche sería larga. La música sonaba a todo lo que daba, las luces y todas las decoraciones eran color neón. Había mesas a los lados del salón y en medio una gran pista de baile. La gente estaba parada, casi no había nadie sentado; por lo visto la mayoría de los invitados somos bailarines. Caminamos tomadas de la mano.
Al fondo de lugar observamos a todos nuestros amigos. Está Chiharu sentada en las piernas de Yamazaki, a un lado esta Midori platicando con Akane y Saori y también está Li. Al parecer es un chico solitario. Yo hablo con todos, pero solo recuerdo una conversación que tuve con él. Es curioso nunca le había prestado atención. Está solo y si hago memoria, siempre lo está. Creo que mi hermano se lleva bien con él, pero no estoy segura de nada. A mi parecer es algo extraño. Bueno, creo que no es alguien con quien pueda mantener una amistad. Aun no entiendo porque se fijó en Akane si tan solo es una niña.
—Sakurita, siéntate aquí ―me dijo Saori.
Como Tomoyo y yo siempre estamos junta, las chicas apartaron dos lugares para nosotras. Estaban muy alegres. No es el tipo de lugar que ellas suelan frecuentar, no tienen más de 15 años, pero hoy están aquí porque se les permitió el acceso.
—¿Dónde está Touya? Pensé que vendría contigo —habló Midori. Me parece que la he visto sonrojarse, no estoy segura si es imaginación mía o efecto de las luces del lugar. A veces tengo la sospecha de que Midori está secretamente enamorada de mi hermano. Es normal, lo admira. Todos lo admiramos, pero aun así es gracioso que una persona tan gruñona como mi hermano pueda llamar su atención de esa manera.
—Le ha tocado trabajar, pero me dijo que estaría aquí como a las 11 de la noche. Aparte, me parece que vendría con Yukito —contesté con una sonrisa en el rostro. Ellas conocen a Yukito, mi novio; me ha acompañado a varios eventos.
La relación de Yukito con mi hermano es realmente buena. Se convirtieron en mejores amigos de un día a otro. Touya es muy cerrado, pero con él tuvo un «click» casi de inmediato. Lo agradezco porque suele ser celoso, pero Yukito está por demás aceptado en casa.
La música sonaba al máximo, el juego de luces del antro iba al compás de las canciones que se iban escuchando. Después de haber platicado un rato sobre cosas banales, y haber tomado una que otra foto para el recuerdo, decidimos que era hora de ir a bailar. De fondo se escuchan canciones de reggaetón, salsa y bachata, aleatoriamente. No soy fan de este tipo de música, pero en fiestas me gusta bailarlas.
Yo sólo la miré y me gustó
Me pegué y la invité: Bailemos, ¿eh?
La noche está para un reggaetón lento
De esos que no se bailan hace tiempo…
—Esa canción es pegajosa —le dije al oído a Tomoyo.
—Vaya que lo es, ya quiero bailar.
Caminamos Tomoyo, Saori, Akane, Midori y yo hacía la pista de baile. Nos hicimos paso entre la gente y nos plantamos en mitad de la pista. Comenzamos a corear la canción mientras contoneábamos nuestras caderas. Nosotras bailamos sobre todo ballroom, pero cuando estamos en fiestas olvidamos todo esos lineamientos «elegantes» que debe tener.
Estamos en círculo, a mi lado está Tomoyo y Midori, en frente de mi Saori y Akane. Estamos bailando pegadas una a la otra algo así como «twerk» . Cantamos a unísono el coro de la canción.
Yo sólo la miré y me gustó
Me pegué y la invité: Bailemos, eh?
La noche está para un reggaetón lento
De esos que no se bailan hace tiempo…
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«bip, bip, bip». A lo lejos escucho sonido entre sueños. No sé qué sea, pero me hace abrir los ojos. Con pereza me siento de poco en poco. Tomo mi celular, el sonido que escuchaba en sueño era la alarma que tengo programada para todos los sábados. Un gran «8:25 am» estaba en la pantalla de mi celular. Apago la alarma, y en mi adormilado estado no llego a comprender que significa eso. Al cabo de un rato, vuelvo a mirar el celular 8:30 am, comienzo a pensar qué es lo que siento que se me está olvidando. No debí dormir a las 5 de la mañana. Comienzo a repasar todo lo que sucedió ayer. Por flashazos llegan a mi memoria un reggaetón lento, un grupo de amigas agitadas de tanto bailar, una Tomoyo sedienta, una Tomoyo intentando que tome de su Vodka, yo negándome. Tomoyo bebiendo con Chiharu. Una Tomoyo ebria que tiene que ser cargada hasta su cama. Comienzo a sonreír automáticamente, me la pasé muy bien anoche con mis amigos de la academia.
Academia … Abro los ojos de par en par. ¡Mierda! Ya sé que es lo que he olvidado. Tomó darme cuenta que me he quedado dormida. Me levanto de la cama corriendo, no me fijo que deje tirada mi ropa de anoche y me tropiezo con mis zapatos. Me he dado un golpe demasiado fuerte. No me importa. Me levanto corriendo en busca de mi maleta de entrenamiento.
Tomó un pants deportivo, un top y una blusa negra. Aun así no encuentro la ropa de entrenamiento, mi uniforme. No están mis faldas, ni mis zapatos. Empiezo a entrar en una crisis histérica. No encuentro nada, saco toda la ropa de mis cajones. Vacío mi closet y no hay nada. Estoy a punto de llorar cuando volteo a ver que sobre el escritorio está mi maleta, lista. Recuerdo que ayer antes de que llegara Tomoyo la arreglé para que en la mañana sólo me apurara a bañarme y desayunar.
Son las 8:40, eso significa que es muy tarde incluso para bañarme. Aun así sí salimos en 5 minutos y nos vamos en la moto te Touya podremos llegar solo unos minutos tarde. Me pongo un par de tenis, tomo mi maleta y salgo corriendo a la habitación de Touya. Ni siquiera toco la puerta, solo la abro de golpe.
—¡Es tarde, muy tarde Touya. Levántate ya! —grito. Veo que se tapa con las cobijas en la cara. Lanza un gruñido y estira su brazo para alcanzar su celular que está sobre el buró al lado de su cama.
—¡Monstruo! Son las 8:40. Hoy solo iba a haber clase a partir de las 11 en adelante. ¿Lo olvidaste? No me sorprende, con lo patosa y distraída que eres.
Mierda sí lo había olvidado. No le dije nada, me salí de su cuarto arrastrando los pies, sintiéndome realmente estúpida. Camino hacia el baño, voy a darme una larga ducha, porque aún es temprano.
Abro el agua caliente, y espero a que termine de salir el agua fría. El agua cae y yo solo la observo mientras me quito la ropa. Espero a que se llene el ofuro para poder meterme. Necesito realmente darme un baño. Camino hacia el lavamanos para darle una cepillada a mis dientes. Me veo al espejo, tengo grandes ojeras, al parecer ayer no hice buen trabajo desmaquillándome. Me veo muerta, bastante cansada, pero no me quejo. Me divertí demasiado.
Me quedo pensando en la bañera. Pienso, sobre todo, la escuela, Yukito, la academia, en mi futuro. No sé a ciencia cierta qué es lo que va a pasar. Mis calificaciones no son las mejores por todo el tiempo que le invierto bailando, no son malas, pero sé que podrían mejorar.
¿Qué tan bueno sería dejarlo? ¿Qué pasaría si me atrevo? ¿Alguien lo notaría? ¿Cómo me sentiría al respecto? ¿Qué pensaría Yukito? ¿Abandonaré todos mis esfuerzos? Me pone triste pensar en esto.
Miro la hora en el reloj que esta del otro lado del cuarto de baño. Marcan las 9:35, es hora de salir para desayunar, aunque sea un poco. Tomo la toalla que dejé cerca y comienzo a secarme el cuerpo. Me pongo la ropa que traía puesta antes de meterme a bañar y sigo pensando en lo que debería hacer, lo que no y lo que me hará sentir mejor. Aunque es una decisión difícil, creo que ya está tomada.
Dejaré de ir. Mis entrenadores ya estaban al tanto de esto. Mitzuki se indignó, y me dijo que cómo era posible que decidiera dejarlo después del gran trabajo de años. ¡Ja! como si no supiera que ella es una de las causas principales de este problema.
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El aire me da directo en la cara, me he quitado el casco una calle atrás. Me gusta sentir el aire en mi cara cuando Touya me lleva en la motocicleta. Logro divisar a lo lejos un cartel que dice «Dansu to rizumo». Llego la hora, hoy es el último día.
Touya se estaciona, me dice que me adelante. Lo hago, él no tiene ni idea de lo que pasará este día. Respiro profundo y me adentro en las instalaciones. Lo diré al terminar la clase.
Son las 10:55 am. Apenas me dará tiempo de cambiarme antes de comenzar. Al parecer muchos no vendrán. Somos pocos y ahí al fondo esta Midoriko y Hiroshi, una pareja de señores. Tienen alrededor de 40 años, pero han decidido venir a las clases con sus dos hijos. Aki, que tiene unos 14 años y Fujita que tiene 8. Les saludo, pues me llevo bien con ellos. Del otro lado este Akari. También dos chicas nuevas, de las cuales no me sé su nombre.
Ya estoy lista, me he puesto el uniforme de entrenamiento y estoy estirando un poco en lo que llega Mitzuki. Volteo hacia la puerta de la entrada, porque escucho ruido de alguien subiendo las escaleras. Tengo las esperanzas de que llegue Tomoyo y ¡Oh, vaya decepción! Es Li quien acaba de llegar. Creo que fue notoria mi decepción porque Li, hizo un gesto que no sabría descifrar.
―Listo chicos, vamos a empezar. Hoy toca samba3 —dijo Mitzuki.
¿En qué momento llego? No la vi entrar. Mierda ¿Por qué mi ritmo favorito justo hoy?
―Aprovechando que hoy somos pocos ¿Qué les parece que hoy montemos algo que les pueda servir para la competencia de octubre? —maldita, ¿Por qué tiene que decir esas cosas el día de hoy? ¿Por qué no mañana que no esté y no me ponga a dudar de mis decisiones?
Me veo bastante tranquila por fuera, pero en realidad siento que me lleva la que me trajo.
Estamos limpiando los básicos «1 a 2, 3 a 4, 5 a 6, 7 a 8»4. Llevo la cuenta con mi mente. Hago el ritmo con la boca, lo tararé. Tengo claro donde tengo que subir y bajar la cadera. Comienza a dolerme el abdomen por el esfuerzo. Estoy sudando.
―Bueno, ya que calentamos tomen una pareja —Mitzuki me voltea a ver. ¿Qué estará tramando?—. Sakura, espera… quiero que hoy bailes con Li —lo voltea a ver y espera que él se acerque a mí. La verdad es que no se que pensar al respecto esto está siendo por demás extraño. No recuerdo una sola vez que haya bailado con él.
Nos acercamos, creo que ninguno de los dos entiende lo que está pasando, pero al final lo hacemos.
La miss empieza a montar la coreografía, extrañamente está fluyendo bien, aun así no deja de ser extraño. Todos están cambiando de pareja para que nadie se quede sin bailar, excepto nosotros. Mitzuki dijo que quería que bailáramos toda la clase juntos.
No nos hemos dirigido ni una sola palabra, ambos estamos demasiado concentrados en evitar pisarnos o equivocarnos. Nunca había estado tan cerca de Li. Sólo una vez nos vimos de reojo, y fue algo que no podría explicar, me asusta la mirada tan fuerte que tiene. Después de eso no nos hemos vuelto a ver a la cara.
―¡Muy bien chicos! Esta fue la clase de hoy, dense un aplauso. Por favor, Sakura y Li, vengan —se dirigió hacia nosotros. Mitzuki tiene una mirada extraña. Nos acercamos a ella con bastantes dudas―. A partir de hoy ustedes dos bailaran juntos. No es una pregunta, es una afirmación. Son la nueva pareja, así que ustedes digan cuando empezamos a ensayar juntos.
Aquí les dejo una pequeña explicación de lo que es el ballroom. La historia va a girar en base a esto. Así que leeanlo para que puedan comprenderla mejor. Es un primer fanfic, fuck en realidad estoy bastante nerviosa al respecto. Espero sea de su agrado, sino pues ni modo. Es un reto personal bastante difícil. Así que solo disfrútenlo y déjense llevar como gorda en tobogán jajaja.
Los términos ballroom o baile de salón de competición, baile deportivo, baile de competición y DanceSport se usan para denominar el baile como modalidad deportiva.
En este tipo de baile se respetan direcciones y se siguen unas normas establecidas y escritas (descripción de figuras, alineamientos, etc.), bailándose en todo el mundo de la misma forma. En esta modalidad solamente están incluidos 10 bailes. El término "Baile Deportivo", traducción del alemán "Tanzsport", designa una forma evolucionada de baile de salón que es objeto de competiciones de carácter deportivo.
1.- Stándard Los bailes estándar son una clara expresión de sobriedad y elegancia, con características propias de los países, las épocas y los niveles sociales en los que se desarrollaron o adaptaron estos bailes. En general los bailes del grupo estándar son muy rigurosos, tanto en sus programas como en su vestuario. En la alta competición, los caballeros van de impecable frac y las damas llevan vestidos largos de faldas con orlas de plumas para que pesen y tengan cuerpo en los giros.
Dentro del grupo de los bailes estándar, se incluyen estos cinco bailes, con los compases por minuto o tempo en los que se deben bailar los distintos ritmos en competiciones internacionales:
Vals inglés - 28/30
Tango europeo - 31/33
Vals vienés - 58/60
Slow Fox - 28/30
Quickstep - 50/52
De un carácter radicalmente distinto al del estándar, los bailes latinos expresan fuerza y, sobre todo, sentimiento. Una fuerza y un sentimiento que toda pareja debe saber transmitir a todos aquellos que están viendo y evaluando sus evoluciones sobre la pista. Una de las características que también distingue a los latinos, es el movimiento de caderas que acompaña a los pasos.
Rumba bolero - 26/27
Cha-cha-chá - 30/32
Jive - 42/44
Pasodoble - 60/62
Samba - 50/52
2.- El quickstep es un estilo alegre de los bailes de salón estándar. El movimiento de la danza fluye de manera rápida y poderosa y está salpicado de síncopas. Las melodías optimistas del quickstep se bailan para que sea adecuado tanto para eventos formales como informales
3.- Tomoyo y Sakura bailan en una categoría que se llama "ladies dúo" en donde dos chicas bailan juntas una coreografía de samba, una de chacha y una de jive.
Imaginen que son 6 parejas de chicas, las 6 parejas entrar en una cancha de basquetbol y les ponen una canción al azar del ritmo que vayan bailar. Las chicas deben ir a tiempo de la música.
4.- La versión internacional del salón de baile de la samba es una danza viva y rítmica con elementos de la samba brasileña. Recientemente ha sido expuesto al público estadounidense en programas de televisión como Strictly Come Dancing y Dancing with the Stars. Difiere considerablemente de los estilos de samba originales de Brasil, en particular difiere de Ballroom Samba en Brasil. Sin embargo, en muchos otros aspectos estuvo influenciado por la versión brasileña de samba, en particular maxixe, y posteriormente se desarrolló independientemente de la samba en Brasil.
5.- Así es una de las formas de contar la samba, en este momento Sakura la está contando en su cabeza.
