¡Hola! Soy Yeah, y este es mi primer fic.
Espero les guste.
Los personajes de Naruto no me pertenecen, yo solo los utilizo para hacer esta historia aleatoria.
Al final del capítulo haré ciertas aclaraciones sobre este fic.
Capítulo 1: Eres inesperada.
El Clan Uchiha y el Clan Senju se unirían. Después de años de guerra y miles de muertos, muchos de ellos niños, por fin desaparecerían esos problemas. Todo parecía ir bien, aunque Tobirama no estaba del todo seguro.
Él también quería paz, y eso sólo se iba a conseguir si se unían con el enemigo, entonces, ¿Por qué tenía dudas? El motivo era claro: Madara Uchiha, el líder del Clan Uchiha. Un hombre colmado de odio y codicia, no simplemente por sus acciones, sus ojos eran siniestro y llenos de maldad. Y no solo era él, todos sus miembros le parecían siniestros. Eran personas con demasiada ambición de poder, todos ellos, sin excepción. Tobirama no los odiaba, claro que no, pero eso no significaba que confiaría ciegamente en ellos como Hashirama, su hermano.
Hashirama siempre se propuso en unirse a ellos, incluso estuvo de acuerdo con la absurda condición que le impuso Madara…
–La única forma que me una a ti sería que mates a tu hermano... -Dijo el Uchiha, de manera desafiante. –o a ti. Sólo así podría confiar en ustedes.
Y lo acepto, en verdad lo hizo, Hashirama estuvo a punto de suicidarse a cambio de su sueño. Tobirama iba de detenerlo, pero no fue necesario, pues Madara Uchiha lo hizo.
– No lo hagas, ya no es necesario, he visto que tienes agallas. Si en verdad quieres esto, yo acepto la alianza.
Hasta Tobirama, el cual siempre se mantenía sereno, se sorprendió en el momento. De cualquier modo, eso no le brindaba seguridad. Ahora más que nunca debía seguirlo de cerca, antes de que su poder fuera demasiado grande para poder controlarlo.
«No debo bajar la guardia.» Pensó Tobirama. En ese momento se encontraba buscando a su hermano en medio de un bosque. Llevaba más de diez minutos corriendo, saltando de un árbol a otro, buscando a Hashirama, aunque no estaba cansado en lo absoluto, era un ninja acostumbrado a recorrer largas distancias, pero, de todos modos, necesitaba encontrarlo rápidamente, ya que tenía programada una reunión con el concejo de ambos clanes. Él no le interesaba mucho entablar conversación con un grupo de ancianos Uchiha, pero no dejaría que su confianzudo hermano fuera sin él, era demasiado impulsivo y manipulable como para dejarlo solo.
Después de cinco minutos más de intentar rastrearlo, por fin lo encontró. Estaba en un sitio pacifico, los rayos de sol tocaban delicadamente a un arroyo situado frente a él. El peligris estaba seguro de haber visitado antes ese lugar, quizás en su infancia. Hashirama estaba relajadamente sentado sobre un suelo rocoso, mirando el agua fluir tranquilamente. Tomó una piedra cerca de él, se impulsó y la tiró, cayendo hasta el otro lado del arroyo.
Antes de que Tobirama hablara, su pariente se le adelanto.
– Aquí fue donde conocí a Madara. – Habló, sin voltear a ver quién era. –Inesperadamente nos hicimos amigos, entrenábamos juntos y compartimos el sueño de crear una aldea donde no hubiera más niños luchando.
–Hermano…
– Siempre fui firme con mi visión, pero no creí que en verdad lo lograría.
–¿Estás seguro de esto? Yo apoyo la creación de una aldea pacifica, pero no confío en los Uchiha. – Masculló Tobirama.
–Deberías estar alegre, Tobirama. Esta alianza cambiará todo, ya no habrá más niños muertos, no existirá más sufrimiento. –Explicó Hashirama con esperanza en su rostro. – Tú, hermano mío, me ayudaras junto a Madara a crear una aldea ideal, donde todos estaremos unidos sin importar del clan que provengan.
El peligris cerró los ojos, reflexionando las palabras de su hermano.
–De todas formas, ¿Qué haces aquí?, ¿Ha pasado algo? –Le preguntó ya más animado.
–Te venía a avisar sobre la reunión de esta tarde, supongo que no la habrás olvidado.
–¿Eh…? ¡Claro que no! –Le dijo mientras se rascaba el cabello nerviosamente.
–¡Cállate, hermano! No finjas que no lo has olvidado. –Expresó Tobirama, intentando calmar su enojo -No importa, vamos ya antes de que se nos haga tarde.
La habitación donde se efectuaba la reunión era muy espaciosa, quizás porque no había más muebles que una cuadrada y vieja mesa, junto a unas sillas oxidadas donde todos lo reunidos estaban sentados. Del lado izquierdo se encontraban los consejeros del Clan Uchiha, y del lado derecho los Senju. Tobirama se encontraba al lado de Hashirama, al frente de Madara.
Ya llevaban horas discutiendo temas al azar sobre los cambios que traería la alianza. Hablaban sobre dónde se localizaría la nueva aldea, cuáles clanes aliados se complementarían, y sobre la posibilidad de unirse al País del Fuego, entre otras cosas.
–…Entonces, creo que eso es todo. –Dijo un Uchiha de mediana edad. –Organizaremos todos los preparativos y en tres semanas haremos la ceremonia de unificación.
–Siendo así, podemos retirarnos. –Declaró Hashirama, levantándose de la silla -Les agradezco mucho su cooperación -Tras decir eso, inclinó su cabeza.
Todos se sorprendieron de tal indicio de respeto, pero respondieron de la misma manera. El líder Senju podía parecer alguien tonto, sin embargo, también era muy amable y de carácter fuerte, alguien digno de admirar.
Poco a poco la sala se empezó a vaciar, dejando sólo a tres Uchiha, entre ellos Madara, y a los hermanos Senju. Ambos se levantaron de sus asientos y se dispusieron a salir por la puerta.
–Hashirama y Tobirama, - Exclamó Madara, antes de que salieran. – quédense, tenemos algo importante que discutir en privado.
Ambos se extrañaron, creían haber cubierto todos los temas para hablar. A paso lento volvieron a sentarse, esperando a que Madara tomara la palabra.
–Mi nombre es Masayoshi Uchiha.– Dijo un anciano, sentado al lado de Madara - Iré directo al punto, la gente no confía en esta alianza. –Su voz temblaba un poco, quizás por la vejez. –Hay duda por todo lado, incluso en miembros del concejo de ambos clanes.
–Es comprensible, -Argumentó Tobirama. –ambos clanes han estado peleando desde hace décadas. Que de un día para otro te unas a quien asesino a tus seres queridos no es fácil.
–Exacto. Si queremos menos problemas, debemos mostrarles motivos para aceptar la alianza.
–Entonces, ¿Qué propones hacer para que cambien de parecer?
–Yo tengo una i-idea, pero no sé si será aceptada. -Sugirió un tímido Uchiha, que no había hablado en ningún momento de la reunión. Si Hashirama no hubiera dado una mirada de interés, el chico posiblemente no hubiera seguido hablando – La gente aceptaría más esta alianza si hubiera un matrimonio en medio.
–¿Una alianza matrimonial? ¿Entre quienes? -preguntó Hashirama interesado.
–E-entre un miembro de ambos clanes, y para más credibilidad debería ser entre los líderes del clan.
-Es una buena idea, a las personas les fascinan los romances. -Reconoció el anciano.
–¿Qué? ¡¿Estás diciendo que me case con Madara?! – Gritó horrorizado. Le daban nauseas de solo pensar en Madara usando un kimono matrimonial, ¿O sería él quien tendría que usarlo...?
–¡No, por supuesto que no, señor! –Dijo el chico asustado –Ya que veo que no le interesa Madara de esa forma, quizás no tendría que ser específicamente con él, podría ser con una chica de gran estatus del clan Uchiha.
–Por muy lindas que sean las chicas de ese clan, no puede ser posible, yo estoy comprometido con Mito Uzumaki. – Intervinó un Hashirama sonrojado.
–En ese caso, podría ser el señor Madara junto a una joven Senju.
«No, eso es imposible» Razonó Tobirama. Los integrantes del clan Uchiha ya no estimaban a Madara, si existiera un matrimonio, todos pensarían que la manipularía para obtener lo que quisiera. Analizando esa situación, lo única pareja posible sería una mujer Uchiha importante y un hombre...
–Eso es improbable, la gente de mi clan ya no me admira tanto. –Declaró Madara. –Para que se tome en cuenta el casamiento tendría que ser otra persona, y ya que Hashirama está comprometido y yo tampoco sirvo, deberá ser otra persona –Con un semblante pensativo, prosiguió –, alguien importante del clan Senju, alguien que comparta un lazo con Hashirama, alguien como…–Ya sabía por cuál camino iba esa conversación, era obvio lo que estaba insinuando, más con la cínica sonrisa que mostraba el rostro de Madara mientras hablaba. –Tobirama.
Todos dirigieron su mirada al peligris, mientras la sala se sumía en un silencio sepulcral ¡Oh no! ¡Claro que no! Él no iba a casarse y menos con una Uchiha. Además, a pesar de que ninguna chica le haya llamado la atención antes, él no estaba interesado en casarse sin haber amor de por medio.
Su mirada no cambió en lo absoluto, pero por dentro estaba aterrado. Quería hablar, pero su boca se había secado de repente. De cualquier forma, no sabía qué decir, todas las respuestas que podría haber dicho, fueron borradas de su cerebro. «Cálmate, analiza y responde. Cálmate, analiza y responde.»
–¿Yo? No creo que sea una buena idea. No soy el jefe del clan.
–Pero eres lo más cercano a uno. Si Hashirama muriera, tú te volverías la cabecilla del clan. –Se burló el usuario del mangekyou.
Estaba a punto de refutar contra Madara, hasta que algo lo detuvo. Un sonido, en realidad. Busco la fuente de ese ruido y la encontró. Por una ventana se lograba ver dos niños, quizás de unos cuatro años, jugando con barro, muy felices. Ambos tenían rasgos muy similares, seguramente eran hermanos. No eran conscientes del terror de ver a sus parientes muertos, no sabían del odio que albergaba la guerra. Si no se realizaba esa alianza, los niños pronto morirían en manos enemigas. Infantes luchando por una guerra que no era de ellos.
Esta alianza cambiará todo.
Ya no habrá más niños muertos.
Niños muertos.
No más.
–Tobirama, –Intervino su hermano. – el matrimonio es un gran paso en la vida de una persona, así que entiendo si no quieres hacerlo, no te voy a obligar. Tomate el tiempo que necesites para pensarlo. Si no estás de acuerdo, podemos buscar otra solu-
–Entiendo, lo haré.
–¿Estás seguro? –Preguntó el joven consejero Uchiha.
–Sí, sé que no existe otra opción. -Puso la mirada en la ventana, mirando a los niños con cierta melancolía. –No quiero más muertes innecesarias. Esta nueva aldea también es mi sueño, y quiero protegerlo.
Hashirama abrió los ojos en signo de sorpresa, para luego dar una sonrisa comprensiva. Sabía que podía confiar en su hermano.
–¡Está decidido! Entonces, ¿Quién será la chica?
Hola otra vez.
Como dije antes, este es mi primer fic. Nunca tuve intenciones de escribir, pero la idea de esta historia me estaba devorando tanto que tuve que hacerla xD.
Me encantaría saber qué opinan de esta historia. Si quieren dar su opinión, por más cruel que sea, la escucharé con mucho gusto. De los errores se aprende, y no puedo aprender si no sé lo que hago mal. Así que si ven algún error, por mínimo, por favor díganmelo.
Algunas aclaraciones:
-Como no se muestran muchos personajes canon en la época antes de la aldea, me veo en la tarea de utilizar algunos personajes OC, como lo será la principal femenina. Pero tranquilos, intentaré usarlos lo menos posibles, con la excepción ya antes mencionada.
- Este relato está basado en los capítulos 367-396 del anime y 621-626 del manga de Naruto, donde se cuenta la historia de Madara y Hashirama, aunque no me enfocaré en estos personajes.
-En esta historia, Hashirama estará casado con Mito Uzumaki antes de la creación de la aldea.
Sin más que decir, me despido. Espero que no les haya aburrido este capítulo introductorio, prometo que el segundo en adelante no será así.
Intentaré actualizar en unos días el siguiente capítulo, si veo que recibe aceptación.
Gracias por darle click a esta historia :D
