Hola, mi nombre es Amanda, pero me dicen Amandu y amo Yu-Gi-Oh! desde pequeña, les traigo con cariño una historia...
DGM.
- Primer capítulo: Inquietud.
Dicen que los
Ángeles-Demonios solo existen en las leyendas, pero...¿es
cierto eso?La noche cubría la ciudad Domino, la brisa
era fresca y apacible, las aves danzaban y las nubes atrapaban la
luna con gran belleza, todo eso se podía apreciar de una casa
unida a una tienda de cartas, un niño, de una ventana, miraba
con ternura todo lo nombrado y suspiraba cada cinco minutos.
-
¿Ocurre algo, Yugi? - preguntó Yami sentado en la cama
y con un tono de voz lleno de preocupación.
- No es nada -
respondió él cerrando su ventana -, solo que hoy me
encuentro un poco inquieto, siento que algo va a pasar.
- Ya veo -
habló el faraón caminando hacia una silla de madera -,
acuéstate, mañana tienes que ir a la escuela.
-
Hablas como mi abuelo - rió Yugi metiéndose en la cama
lentamente -, buenas noches.
- Buenas noches.
No muy lejos
de ahí...
- Ya es la hora - dijo una voz masculina - y
todavía sigo aquí...esperándote...
Domino
6:30 AM...
- Yugi - dijo Yami moviendo al niño de un
lado a otro -, es hora de levantarse.
- Son las... - respondió
viendo su reloj - seis y media, es temprano.
- Pero la escuela te
queda un poco lejos, así que levántate.
- Bien - se
salió de la cama y se fue al baño.
Luego de eso, se
vistió, peinó, se colocó sus zapatos, bajó
a tomar desayuno y se fue a la escuela (N/A: Recuerden que Yami
siempre está con él :P).
-
Hola, Yugi - saludó Katsuya Jonouchi (N/A: Joey Wheeler)
entrando al salón de clases de su amigo.
- Hola - respondió
-, ¿tan temprano por aquí? Me sorprende eso - río.
-
Esque tenía que hacer una tarea en la biblioteca bastante
larga - susurró -, se me olvidó hacerla.
- Vamos -
dijo Yugi.
Biblioteca...
- Veamos - susurró
nuevamente Katsuya sacando las respuestas para tarea en un libro de
historia.
- ¿Y esto? - preguntó Yugi viendo un
cuaderno bastante viejo debajo de un libro en una repisa - Está
lleno de polvo - sopló el cuaderno -, veamos - al hacer
contacto con el desgastado cuaderno, desapreció ante los ojos
de Katsuya y Yami.
- ¿¡Yugi!? - gritaron ambos
asustados.
No
tan lejos de ahí...
- Al fin...al fin... - susurró
la misma voz masculina desmayándose.
Bueno, hasta ahí
la dejo, espero recibir el apoyo de ustedes, nos vemos.
