Basado en la película "Mientras dormías" ( While yo were sleeping)
Personajes pertenecen a Masahi Kishimito
Preámbulo de un engaño
Había llegado a la estación del metro, como siempre a las ocho de la mañana, ni un minuto más ni uno menos. Sabía perfectamente que podía salir unos diez minutos más tarde de su casa y aun así alcanzaría el metro para llegar a las nueve y media al estudio de grabación. Aunque, también había otra razón para que todos los días se esforzará por llegar a esa hora.
Hace dos años, lo había visto por primera vez, se trataba de un joven, tal vez un poco menor que él, tenía cabellos y ojos de color negro, su tez era blanca y era un poco más alto que él. Se peinaba de una extraña manera, a veces se preguntaba cuanto se debía de tardar para lograr ese estilo, que en muchos podría verse totalmente ridículo, pero a él le daba cierto atractivo.
Tenía la idea de que no era alguien muy puntual, algunas veces llegaba corriendo para alcanzar al metro y otras justo a tiempo, pero siempre llevaba con él un portaplanos, aún no podía determinar si se trataba de un estudiante o de alguien adicto al trabajo. A pesar de verlo cinco veces a la semana durante tanto tiempo, nunca se atrevió a hablarle, la verdad es que él era algo orgulloso, sentía que si era el primero en hablar con una persona, sería como rebajarse, así que siempre esperaba a que los demás le hablaran.
Por fin, apareció como siempre, seguramente se le había hecho tarde, pero para su suerte, aún no pasaba el metro. Vio cómo se pasaba la mano por su cabello mostrando desesperación, aunque ahora que se daba cuenta, el metro ya se había retrasado.
Comenzó a caminar hacia el otro lado, generalmente en esas ocasiones se entretenía mirando la publicidad pegada en los muros, tal vez podía haber aprovechado ese tiempo para entablar una conversación con ese joven, pero sentía que parecería alguien desesperado, prefiriendo ver aquella publicidad que ya se sabía de memoria.
Estaba inmerso leyendo aquel anuncio de shampoo cuando escuchó un ruido, volteó para ver de qué se trataba, encontrándose con tres hombres rodeando al joven. Sabía que no era bueno, en primera, porque siempre a esa hora generalmente solo ellos dos se encontraban esperando el metro, a lo mucho sólo una persona más les hacía compañía y segunda, parecía que estaban demasiado cerca de él, como si quisieran quitarle algo.
-¡Ya te di todo lo que tengo!-escuchó que dijo el joven de cabellos oscuros.
Se trataba de un asalto, no había duda de ello, Sasori no lo pensó y comenzó a caminar hacia ellos, no tenía idea de que sería lo que haría cuándo llegará, tal vez golpear a los asaltantes, pero seguramente no lograría mucho. Veía como forcejeaban entre ellos, al parecer el joven se negaba a darles algo, mientras más se acercaba, los cuatro se iban acercando más al borde de la estación. Y entonces sucedió, los maleantes aventaron a las vías a aquel joven y huyeron antes de que alguien pudiera detenerlos.
Sasori se maldijo, por haberse alejando tanto, si hubiera permanecido en el lugar que estaba habría podido hacer algo, ahora su corazón latía por fuerza. Miró hacia delante, corroborando que el metro no viniera en caminó, se aventó a las vías y fue hacia el joven. Estaba inconsciente, lo zarandeó por unos segundos, esperando que despertará, pero nada, fue entonces que se dio cuenta del hilo de sangre que bajaba por sus cabellos. Miró de nuevo hacia su izquierda, era una suerte que el metro se estuviera retrasando.
Tomó al joven inconsciente y se lo echó a la espalda, se acercó al borde de las vías, tomándolo con fuerza para subirlo a la estación. Una vez que logró que el cuerpo del joven estuviera a salvo, procedió a impulsarse para hacer lo mismo con él. Justo cuando solo faltaba que sus piernas subieran, escuchó el sonido del metro, sintió que se paralizó por un momento, pero reaccionó rápidamente para ponerse a salvo.
Llamó a emergencias, que él recordaba jamás se había alterado en su vida como en el aquel momento, mientras hablaba con el operador, apenas y podía describir lo que había pasado.
La ambulancia llegó. Los paramédicos le preguntaron sobre lo que había sucedido, mientras revisaban al joven, que seguía aún inconsciente.
-Recibió un fuerte golpe en la cabeza-le dijo uno de los paramédicos - ¿Usted lo conoce?
-Nos vemos todas las mañanas aquí…
-Necesitamos que alguien vaya con él al hospital.
Cuando se dio cuenta ya estaba en la ambulancia, la verdad es que el paramédico no le dejó explicarle que no tenía idea de quién era el joven, parecía que con el decir que lo veía todas las mañanas, haber dado por entendido que eran conocidos.
En el hospital le dieron un formulario en cuanto entró, obviamente no tenía idea de que poner, era un total desconocido al que había salvado esta mañana.
-Disculpe- le habló a la enfermera – pero no sé nada de esta persona, solo es alguien que veo todo los días pero…
-Oh ya veo- dijo con una sonrisa de complicidad la mujer – sólo son amantes, no se preocupe- le quitó el formulario a Sasori de las manos. Probablemente en una media hora le dirán que fue lo que sucedió a ya sabe quién-le guiñó el ojo.
No pudo evitar sentirse algo incómodo, parecía que todos pensaban que había una relación entre ellos dos, pero no era cierto, lo peor de todo es que no lo dejaban explicar nada.
Miró su reloj, ya eran cerca de las diez, su jefe lo mataría si no le avisaba donde estaba, tomó su celular y marcó. Al inicio recibió una oleada de gritos, pero cuando le contó la situación, su jefe pareció volver a la tranquilidad y darle el día. Después de eso, se dejó caer en uno de los asientos de la sala de espera, no tenía idea de porque seguía allí, era libre de cualquier responsabilidad. Miró hacia sus piernas, todas las pertenencias de aquel sujeto bien parecido, estaba bajo su poder, incluso su celular, esta era su oportunidad de deshacerse de aquella situación.
Le echó un vistazo a los contactos, la verdad es que ninguno de ellos decía algo como "mamá" o "papá", debía de tratarse de una persona previsora y nombrar a cada uno de ellos por su nombre, en caso de que robarán su celular. Por los visto los asaltantes solo se habían llevado su cartera y el objeto por el cual lo habían dejado caer a las vías. Seguía bajando los contactos, hasta que dio con uno extraño, "Nissan", tal vez se tratara de alguien cercano a él, lo marcó sin pensarlo dos veces.
-¿Sasuke?-fue lo que le contestó la persona al otro lado del teléfono. Por lo visto o no era normal que marcará a esa hora o era alguien a quien nunca le marcaba ese joven, pero bueno ya sabía lago de él, su nombre.
-No, Sasuke está en el hospital, fue asaltado y recibió un golpe en la cabeza- le dijo de la manera más calmada posible para no causar que aquella persona se alterara.
-¡¿Qué?! ¡, ¿En qué hospital está?!
Ya era muy tarde, esa persona estaba completamente alterada – en el Mercy West- no recibió una respuesta de eso, tan sólo el sonido para anunciar que llamada se había cortado. Se cruzó de brazos malhumorado, se supone que diría algo como "me tengo que ir, te dejo las cosas de él con una de las enfermeras", pero no, de nuevo estaba atrapado en aquella situación. Dos años viendo a ese joven llamado Sasuke, sin dirigirle un buenos días tan siquiera, y ahora la hacía de su amante que esperaba con ansias saber cuál era su estado, aunque eso último solo le interesaba un poco.
Varias personas entraron por la puerta, no hacía falta ver que se trataban de parientes. Algunos corrían, mientras otros sólo caminaban con prisa, todos y cada uno de ellos tenía cabellos y ojos oscuros. Sasori levantó la vista cuando comenzó a escuchar los murmullos.
-¿Cómo esta Sasuke Uchiha?, ¿Dónde está?-preguntaban esas personas con desesperación.
Con sólo verlos, supo que debían ser parientes de Sasuke, seguramente se casaban entre primos, no había otra explicación, para comprender como es que todos tenían rasgos bastante semejantes sino es que iguales.
-¡Mi hijo, ¿dónde está?!-gritó un hombre de unos cuarenta años a una de las enfermeras, que sólo le imploraba que se calmara.
-¿Sasuke es su familiar?- se sintió como un completo estúpido al hacer aquella pregunta, pero no se le había ocurrido algo mejor para llamar la atención de toda esa gente. De pronto todas esas personas voltearon a verlo y no pudo sentirse algo incómodo.
-¿Conoces a Sasuke?, ¿tú quién eres?-fue lo que le pregunto el hombre que parecía de cuarenta años.
-Es el novio de su hijo, señor –dijo la enfermera, tomando por el brazo a Sasori, haciendo que este la mirara con desconcierto por lo que estaba diciendo- su hijo fue asaltado y él lo salvo.
Ahora todos los miraban con asombro a Sasori. La familia de Sasuke era enorme, eso le causó un poco de envidia, mientras Sasuke tenía como diez familiares que ansiaban saber sobre su estado, él solo tenía un pequeño hámster, llamado Loki.
Sus padres habían muerto hace más de seis años y su abuela hace unos cuatro, eran su única familia, así que después de eso se quedó sólo, se compró un pequeño apartamento en donde tenía que soportar a una vecina que lo acosaba constantemente y siempre le dejaba regalos en la puerta, era un poco exasperante.
Un doctor caminó hacia una de las enfermeras y dijo algo en el oído, la enfermera asintió y miro hacia donde estaban los familiares de Sasuke.
-¡Su familiar ya ha sido pasado a un cuarto!-anunció la enfermera y todos voltearon a verla, ansiosos de saber las noticias.
Sasori intentaba obtener la atención de alguno de los Uchiha, pero todos estaban atentos a lo que respondía el doctor sobre sus inquietudes. Sería más rápido si no lo interrumpieran a cada momento, además de que no entendía cómo es que nadie pudiera hacerle caso, sólo quería dejarles las cosas de Sasuke y salir de ahí de una buena vez.
-El joven, recibió un fuerte golpe en la cabeza, la operación fue un éxito, sin embargo, parecer haber entrado en estado de coma.
Todos, incluido Sasori se habían sorprendido con el diagnóstico. Se las ingenió parar hacerse un espacio entre las personas y mirar hacia donde estaba Sasuke recostado, se veía como si sólo estuviera durmiendo tranquilamente. Ahora comenzaba a preguntarse, cómo sería Sasuke, para tener a una familia tan pendiente de él, debía de tratarse de un chico amable, cariñoso probablemente. Tal vez debía de haberlo saludado alguna vez, de esa manera se podría despejar algunas dudas de su cabeza e incluso de haberlo hecho, tal vez y hubieran sido realmente pareja.
Mientras Sasori se perdía en sus pensamientos, el doctor trataba de calmar a los presentes y pedirles que sólo algunos de ellos salieran de la habitación, pero ninguno hacia caso, al final el doctor se dio por vencido y dejó a cargo a la enfermera, quien se compadeció un poco de la familia y los decidió dejarlos por un rato en la habitación.
-¿Tú fuiste quien lo rescató?-preguntó uno de los Uchiha a Sasori sacándolo de sus pensamientos.
-Sí…-respondió un poco distraído- yo estaba en la estación del metro son él, cuando unos hombres se acercaron a asaltarlo y lo tiraron a las vías. Yo logré sacarlo antes de que viniera el metro.
Todos hicieron una exclamación de sorpresa y después miraron a Sasori con admiración, como si frente a ellos estuviera un héroe. Una mujer, que Sasori supuso era la mamá de Sasuke se acercó a él.
-Gracias por salvar a mi hijo, debe ser algo muy importante para ti, para haberte arriesgado de esa manera- le dijo tomándole ambas manos y conteniendo las lágrimas que estaban por resbalar de sus ojos.
-Hice lo que debía de hacer-dijo con amabilidad pero sin quitar la seriedad de su rostro. Realmente Sasuke no era nada para él, sólo alguien por quien se sentía atraído, tal vez incluso hasta era su amor platónico.
-La enfermera dijo, que eres su novio, ¿eso es cierto?-preguntó una voz sería que procedía del otro extremo de la habitación. Sasori intento ponerse de puntillas para ver de quien se trataba aunque sospechaba que no serviría de mucho, esa familia se parecían demasiado entre ellos.
Un hombre alto, se comenzó a hacer lugar entre su familia hasta llegar hasta donde estaba Sasori, en cuanto sus miradas se encontraron, Sasori sintió desagrado, ese hombre parecía que lo miraba con desconfianza, como si él fuera el culpable de lo que le había pasado a Sasuke.
-No has respondido mi pregunta.
-Itachi-dijo la mujer de antes – sólo lo estas asustando con esa frialdad tuya. Además el pobre debe estar en shock por lo que le paso a Sasuke, no es fácil ver caer a la persona que amas, a las vías.
-Cuando me habló por teléfono se escuchaba muy indiferente- dijo Itachi sin quitarle la vista de encima, como si estuviera estudiando cada una de sus reacciones. Pero Sasori no se quedó atrás, le sostuvo la mirada, para que supiera que no confiaba mucho en él.
-¿Cómo conociste a Sasuke?-le preguntó un joven de cabello corto. Todos voltearon a ver a Sasori, esperando con ansias la respuesta.
-En el metro, desde hace dos años tomamos el mismo-dijo sin darle mucha importancia.
-¡Qué romántico!-dijo una chica al fondo - ¿entonces llevan dos años saliendo?
-No realmente, más bien llevamos conociéndonos dos años- sintió que hablaba por el mismo, la verdad es que no tenía idea de si Sasuke se había percatado alguna vez de su presencia.
-¿Entonces, no son pareja?-preguntó de nuevo el chico de cabello corto - ¿sólo tienen sexo ocasionalmente?
-¡Sai!-gritó alguien reprendiendo al chico por su comentario.
-No puedo creerlo-dijo el padre de Sasuke – sé que Sasuke no es muy estable en sus relaciones, pero jamás creía que llegara a contratarse un prostituto.
-Disculpe, pero no soy ningún prostituto-dijo Sasori completamente indignado, pero sin levantar la voz.
-¿Entonces si eres su novio?-preguntó de nuevo la chica.
De nuevo todos aquellos ojos se habían posado sobre él, sobre todo los del tal Itachi, quiera parecía verlo, esperando que su respuesta fuera parecida a la anterior, además de que no paraba de verlos de pies a cabeza como si él fuera poca cosa.
-Sí lo soy-dijo con un poco de arrogancia, pero dirigiéndose exclusivamente a Itachi, quien a pesar de esa respuesta, no se mostraba complacido.
-¿Seguro?-le preguntó Itachi escéptico.
-¡Itachi!-lo reganó su madre –deja de ser tan mal educado.
-Es que, nunca imaginé a Sasuke con una persona como él- miraba a Sasori con una sonrisa de malicia en los labios, como esperando que la persona que tenía enfrene explotará por completo – Sasuke no es fan de los pelirrojos.
Eso acabó con la paciencia de Sasori, no pudo evitar mostrar una expresión de desagrado. Él se consideraba una persona atractiva, inteligente y con mucha clase, estaba seguro que varios morirían por él, a sólo que fueran unos cabezas huecas. Tal vez, era por eso porque Itachi dudaba de él, tal vez Sasuke era un completo cabeza hueca que aparentaba ser un hombre interesante y culto, aunque a pesar de no tener idea de cómo sería Sasuke, no podía imaginarlo como un completo idiota, eso no iba con su porte.
-De acuerdo, asumiré que es verdad lo que dices y conociste a mi hermano en el metro- el tono de Itachi sonaba tan burlón, que Sasori tenía ganas de plantarle un golpe en la cara- y llevan dos años de pareja.
- Es no es tan cierto, lo conozco desde hace dos años. Todas las mañana toma el metro de las ocho quince, así fue como lo conocí- no entendía porque le interesaba tanto, dejar callado a ese tal Itachi, tal vez era porque no soportaba que lo mirara con esa manera, como si el no fuera digno.
-¿Ya veo, dime qué es lo que te gusta más de mi hermano?
Parecía que todo se convertiría en una competencia, Sasori estaba seguro que Itachi acabaría ganando, pues desde esa pregunta ya perdería puntos. Era cierto que siempre había sido bueno para saber cómo era la gente con sólo echarle un vistazo.
-¡Ya es suficiente!- dijo molesta la madre de Sasuke y volteó a ver hacia donde estaba Sasori, parecía que intentaba decir algo, pero no podía.
-Sasori Akasuna, ese es mi nombre-dijo al comprender lo que le sucedía a la mujer.
-¿Sasori Akasuna?-dijo sorprendido otro Uchiha, que probablemente no pasaba de los quince años – eres un actor de doblaje cierto. Ahora todo tiene sentido el estudio de doblaje está a una estación de la oficina de Sasuke- dijo completamente emocionado y Sasori agradecía por la poderosa información que había compartido con él.
-Así es-dijo un poco más relajado.
-Un arquitecto y un actor de doblaje, es difícil de creer- dijo de nuevo Itachi, con ese tono que ya estaba colmando la paciencia de Sasori.
- Bueno, creo que no nos hemos presentado- Sasori agradeció que alguien cambiara el tema de conversación- yo soy Mikoto, él –dijo señalando al padre de Sasuke – Fugaku, el de allá-señaló al fondo- Madara, el Shisui, tío de Sasuke- continuo diciendo los nombres señalándolos con el dedo a cada uno – Indra, Sai, Naoko, Sayuri, primos de Sasuke- ellos cuatro eran niños de entre diez y quince años –Izuna tío de Sasuke e Itachi- dijo señalando con vergüenza a su hijo – él es hermano de Sasuke.
Inclinó un poco la cabeza para saludarlos a cada uno, aunque le pareció que ya era muy tarde para eso.
-Itachi, ¿por qué no llevas a Sasori a la casa?, me parece que debe descansar, después de todo lo que paso hoy.
-Descuide, no es necesario. Además tengo mi departamento y un camión que pasa por aquí me deja justo en la entrada del edificio.
-No seas tan modesto, te debo la vida de mi hijo- dijo con un nudo en la garganta – Itachi te llevará a la casa, puedes descansar en la habitación de Sasuke.
Por más en que insistió en que no era lo correcto tanto la señora Mikoto como el señor Fugaku fueron bastante insistentes en que se fuera a dormir a su casa, alegando que él debía de encontrarse alterado y era mejor que se quedará con alguien de confianza, refiriéndose a Itachi, quien parecía un depredador contemplando a su presa antes de asesinarla.
Acabo en un auto con Itachi, aún no entendía lo que había sucedido. Esa familia parecía muy acogedora, técnicamente estaban confiando en un completo extraño. Pero lo que más sorprendido a Sasori en ese momento, fue que no sentía arrepentimiento alguno de haberles entendido, y no entendía el porqué, él no era esa clase de persona, él no se aprovechaba de otros, sin embargo parecía ser que una fuerza invisible lo estaba impulsando a decir todas aquellas mentiras.
