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El Sabor de las Estrellas
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Prologo:
—Estaba perdida entre rencor y malos momentos, borracha de angustias y pesares, con mi corazón destrozado y dando por cierto que el amor no existe que solo es un mito pero llegaste a mi vida dándole el sabor a las estrellas perpetuas de mi muerte. Y aquí estas dándome tu mano, alentándome a vivir aunque el sabor de tus estrellas se extinguen, amor mío déjame darte solo un sorbo de las mías, quédate junto a mi y sigamos en esta fantasía de bailar sin música de cantar sin voz de tomarnos de las manos y sentir nuestro calor.—
Primer estrella rota:
Era el mes de Junio, día diecisiete para ser exactos, la mañana comenzó soleada pero de la nada una lluvia a cantaros inundaba las calles de Karakura, estaba de la mano de mi padre en un hospital frío y blanco con aroma a dentista, últimamente íbamos mucho desde que mamá se quedo dormida en el baño y papá nervioso llamo a personas por el teléfono.
Esa noche mi papá estaba llorando y no sabía por que, me acerque a él y no sabia que era lo que realmente había pasado, le trate de levantar el rostro pero me abrazo fuerte.
—Ichigo. —susurro— Tenemos que ser fuertes hijo, tu madre… acaba de partir.
—¿Mi mamá? ¿A donde fue?
Trate de levantarle de su asiento pero él no me mostraba su rostro, solo escuchaba que lloraba y sentí algo en mi pecho, un dolor que crecía conforme al silencio de papá.
—Vamos por ella.
—Ichigo tu madre acaba de…
Capitulo 1
"No juzgues un libro"
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Ha pasado un año aproximadamente desde que todo aquello paso, cansinamente ya he olvidado casi todo, ahora ya es más fácil olvidar todo puesto que me he propuesto a cambiar de ambiente, entre a una preparatoria que esta en una pequeña ciudad llamada Karakura. Con mis ahorros pude pagar el depósito y la renta de un pequeño departamento y enseguida encontré un trabajo como mesera en una pizzería.
Entre a la preparatoria y rápidamente me hice amiga de una chica con la cual tengo la mayoría de clases, su nombre es Inoue Orihime, una chica totalmente opuesta a mi, su cabellera larga, rojiza y en terminación de cascada es una belleza y tiene unos ojos color gris azulado además que es muchísimo mas alta que yo Tiene el cuerpo mas bonito de la preparatoria y tiene un carácter muy blando, es demasiado dulce, totalmente opuesta a mi que soy muy pequeña, cuerpo pequeño con escasez de curvas, cabello negro y corto.
A los tres meses de conocernos me cambie a vivir a su apartamento y eso fue bueno para las dos pues compartiríamos los gastos de la casa y serían menos pesados.
El tiempo siguió pasando y todo parecía perfecto, aun no tenia planes para mi futuro y realmente no importaba, era libre, puedo tomar mis propias decisiones y estoy a miles de kilómetros de mi padre.
El sol brillaba para mí pero todo se callo de cara cuando lo conocí...
—Yo creo que deberías aceptar su invitación —mire a Inoue sonrojada. Le di un sorbo a mi cerveza y empuje a mi pelirroja amiga.
—Es el primo del chico que me gusta Kia —entorno los ojos— no puedo.
—Pero tengo entendido que ese tipo es un imbécil, además, Inoue, se ha cogido a todas las chicas de la escuela excepto a nosotras.
—¡Kuchiki! —me reprendió aun mas sonrojada
—Se nota que ese chico es lindo, mírale —lo miramos sin una pizca de fingimiento— se ve muy tierno.
Hizo una mueca de disgusto y camino hacia la pista donde un chico de gafas y cabello negro azulado le esperaba con una media sonrisa. El chico le saludo de mano y movió sus labios, supongo que le dijo su nombre, Orihime la acepto y movió también sus labios, sonrieron como idiotas y él le susurro algo al oído y se volvieron a verme, alce mi cerveza saludando y ambos rieron, Orihime se encogió de hombros y le dijo algo, ella se volvió a verme e hizo una señal con sus dedos de que en un rato volvería.
Divertida asentí y los vi perderse entre la gente, creo que estaré sola un buen rato, trate de bajarme de la silla de una pata en la que estaba y tropéese con mi estupida bota de montaña pero un par de fuertes brazos me tomaron de la cintura, tire un poco de mi cerveza, los brazos me soltaron cuando toque el piso y me volví a ver al sujeto que me había ayudado y mis ojos vieron al hombre mas guapo de toda mi vida.
Sus ojos eran de un marrón profundo, sus pestañas eran medianas y de un café claro, su cabello anaranjado similar al atardecer con unas largas patillas muy varoniles, su sonrisa divertida endulzo sus ojos hasta convertirlos en un chocolate líquido.
—Más cuidado a la otra Usagi.
¿Usagi? Me acababa de llamar Usagi? Fruncí el ceño y de la forma mas hostil que pude dije:
—Gracias —deje mi cerveza en la barra y camine hacia el baño, mientras caminaba tuve la sensación de ser observada, me volví a ver sin dejar de caminar y él estaba detrás de mi.
—¿Dije "gracias" No? —me detuve en seco.
—Si. —asintió y dio una media sonrisa— Pero creo que aun no nos presentamos, soy Kurosaki Ichigo.
¿Él es el quita bragas mas conocido de la preparatoria? Ahora se por que todas se desnudan al son de su boca, y del por que es el tema del chismorreo en baños y el llorar de tantas chicas, el imbecil es tremendamente sexy y hasta una monja pecaría, le observe de arriba para abajo y no pasaba desapercibido esos jeans oscuros y esa playera de manga corta negra y sus botas de montaña, sus caderas eran demasiado puntiagudas y sus brazos musculosos y esa nariz... Me mordí el labio y metí mis manos en mi chaqueta negra de piel. Extendió su mano y le mire enojada.
-¿Siempre eres así de grosera?
—Si
Dije sin pelos en la lengua, ese imbecil quiere una noche salvaje donde él será el semental y yo la chica que gritara su nombre repetidas veces para que al día siguiente me convierta en una mas de su lista de bragas rotas.
—¿No me dirás tu nombre enana? -pregunto.
—¿Por que debería decirte mi nombre zanahoria?
—Por que te di el mío.
—No hay ninguna ley que lo exija, además, eres el imbecil mas popular y retrasado de la preparatoria de Karakura así que no me quitare las bragas para ti.
—¿Que? —se hecho a reír y negó con la cabeza, parecía que realmente le divertía y su actitud egocéntrica me molesto bastante— ¿Soy conocido como el quita bragas? —pregunto riendo entre dientes.
—Y rompe corazones —agregue.
—Solo quiero conocerte —se acerco pero yo retrocedí.
—Pues lo lamento, yo no.
Me volví y seguí con mis asuntos, busque a Orihime con la mirada pero no se veía por ningún lado, decidí de nuevo ir hacia el baño, al entrar busque sus zapatos blancos en todos los sanitarios pero ni rastro de mi atolondrada amiga, saque mi celular e intente llamarle pero una voz monótona de mujer dijo que estaba apagado.
"Genial"
Resople molesta y puse los ojos en blanco, ella tiene las llaves del auto y ya me quiero ir, ella se tardará milenios con el chico nuevo y no dudo que esta noche haya un par de besos, creo que tomare un taxi para ir a casa, le dejare un mensaje de texto diciéndole que me fui a casa y le dejare avisado a Yachiru ya que esta fiesta es de ella y que me haga el favor de decirle. Al salir del baño ese imbécil pelos naranjas seguía siguiéndome, ¿Es que acaso tengo el letrero de chica fácil en la frente? Lo fulmine con la mirada pero él parecía divertido cada vez mas. No se veía tomado o fumando algo, parecía una persona que se abstiene de todo ese tipo de droga juvenil. Una morena cuerpo brasileño y de larga melena morena se acerco a él y le susurro algo al oído, él le sonrió y platicaron animosamente, esa fue mi oportunidad para huir de él, pase por entre la gente que bailaba a ritmo de la música de Katy Perry, subí por las escaleras y casi tropiezo con mi propio pie, logre sostenerme del barandal y al salir el aire frío del mes de septiembre me dio en la cara y me sentí aliviada, mire a mi alrededor y no había señal de Orihime, saque mi teléfono y teclee un texto para Yachiru.
**Yachiru, me salí de la fiesta, ya quiero dormir, mañana habrá clases, si vez a Orihime le puedes decir que estoy en casa? Besos y gracias por la fiesta, fue grandiosa. Xoxo**
Al alzar la mirada vi que había cuatro hombres tomando, en mi vida los había visto pero no dejaban de mirarme. Los ignore por completo y camine hacia la avenida catorce donde de seguro pasaría un taxi, pasaba de la una de la madrugada mientras caminaba escuche varias pisadas tras de mi, mire de reojo hacia atrás y esos cuatro idiotas venían tras de mi, y para mi mala suerte faltaban cinco cuadras para la avenida y las calles estaban muy oscuras, intente marcarle a Orihime otra vez pero no daba señales de vida. Mierda. Tengo que pensar en algo, creo que debería correr, ellos estaban borrachos no aguantaran mucho. Las pisadas cada vez eran más cercanas, tuve el instinto de voltear pero al hacerlo tropecé con algo que me hizo caer, mierda, mierda, mierda.
Los hombres me miraban con lujuria y perversión, me levante rápido pero en ese mismo instante alguien se unió a la amena reunión.
—¡Usagi! ¡Ven!
Los hombres se volvieron a ver la silueta del hombre de cabello naranja, se miraron entre si dudosos, la cara del quita bragas no era muy feliz que digamos, los miraba con odio y con ganas de matar, pero a mi no me dio miedo, me levante rápidamente y corrí hacia él, el anaranjadito paso una mano por mi hombro y sin apartar la mirada de esos pervertidos.
—Solo jugábamos —dijo uno de chamarra azul.
—Creo que yo también jugare pero con tu cabeza. —puso cara de pocos amigos.
Dimos media vuelta con él enroscando su brazo en mi cuello, me espere a estar lo suficientemente lejos y le daría las gracias.
—¿En que pensabas Usagi? —me regaño.
—En alejarme de ti —confesé honesta tratando de apartar su brazo de mí pero fue inútil.
—Eres terca, te salvare siempre. —prometió.
¿Que dijo? Ahora fue mi turno de reír a carcajadas, me miro molesto, enserio que era un idiota, sexy y tremendamente hot pero idiota.
—¿Te divierto? —pregunto molesto.
—Tu idiotez es lo que me da risa. —le mire con mi sonrisa mas grande que tenia y pareció afectarle en lo mínimo.
—Tú eres una enana desesperante.
Le di un codazo y me soltó por fin, a zancadas me aleje de él pero mientras me acercaba a la casa de Yachiru vi que Orihime venia de la mano con el sujeto de gafas, corrí hacia ella y escuche las enormes pisadas de Ichigo tras de mi.
—¡Orihime! —grite y ella junto a su "novio" se detuvieron.
—¿Que paso? —pregunto cuando llegue a su lado.
—Tengo sueño, vámonos ya. —rogué y ella se compadeció de mi
—De acuerdo —asintió, le dedico una mirada de disculpa al chico de ojos azules.
—Vayan con cuidado —pidió su amigo.
—Uryuu, te presento a mi mejor amiga, Kuchiki Rukia, Rukia, él es Ishida Uryuu.
—Un placer —dijo serio.
—El placer es mió —respondí.
—No, el placer es mío Rukia
Una voz se unió y era la de Ichigo, era incluso mas alto que el amigo de Orihime, realmente era muy alto, Uryuu puso ojos en blanco.
—¿Así que se conocen? —pregunto inocentemente Orihime.
—¡No! —grite— solo me ayudo con algo y ya.
—Ichigo, deja en paz a esta chica -pidió Uryuu fulminándole con la mirada pero él era ajeno a todo ello solo se limito a mirarme como si viera a su persona favorita en el mundo.
—Nos vemos mañana Uryuu —dijo Orihime al chico de gafas y le dio un beso en la mejilla.
—Hasta mañana —prometió él.
—Bye —le dije a Uryuu con la mano.
—Bye Usagi.
Mire a Ichigo y di un paso hacia atrás, camine del brazo de Orihime a la calle de enfrente donde el Tsuru negro nos esperaba, mi amiga abrió las puertas y nos metimos no sin despedirnos de los dos hombres que nos miraban protegiéndonos con sus ojos, dimos vuelta en U y nos dirigimos a casa.
—¡Rukia con Ichigo! —dio un grito ahogado Orihime.
—Shhhhh —trate de callarla— solo me ayudo a buscarte eso es todo.
—Rukia, el no es tu tipo, como dijiste solo se mete con chicas fáciles, tu eres mejor que eso.
—Lo se Orihime, solo me ayudo a buscarte eso es todo, ¿Mencionaste que es primo de tu "nuevo amigo?
Con solo esa pregunta el asunto de Ichigo y yo se dio por olvidado.
A Orihime realmente le interesaba Uryuu, dijo que era muy tierno y atento, salieron a comprar un jugo a una tienda de veinticuatro por veinticuatro y que se quedaron afuera a platicar. Dijo que quedaron para mañana ir a comer a la hora del receso y me pregunto si tenía alguna objeción, hecho que no me importaba en lo más mínimo, necesito acabar de leer mi nuevo libro y cuando estoy con ella se me va el tiempo platicando.
—¿Segura Rukia? —pregunto por tercera vez cuando bajamos del auto- le puedo decir que nos veamos saliendo.
—Orihime lo veras al salir, pasaras tiempo con él por que se gustan, fue amor a primera vista -dije mientras abría la puerta del apartamento- Ve, no tengo problemas yo feliz si tu lo eres.
—Hay Kuchiki Rukia! Eres la mejor amiga!
Entramos y Orihime se metió a bañar yo le dije que me iría a dormir y fui directo a mi recámara, me despoje de mi ropa y me acosté con mi ropa interior no se me da muy bien dormir con pijama, pensé en esa cabeza de calabaza, era guapísimo sin duda, el chico mas guapo que he visto en mi vida y no voy a negar que se me antojo un beso pero se que pasa cuando andas por esos caminos, me di media vuelta y trate de dormir aunque sonreí por que me puso por apodo Usagi, Acaso sabrá que amo los conejos?
Al día siguiente todo iba a su curso normal, bueno para mi y para Orihime por que varios que fueron a la fiesta de Yachiru se veían con sueño y otros estaban crudos, con gafas de sol y con tremendos dolores de cabeza y uno de ellos era mi pelirrojo amigo, Renji.
—Te lo juro Renji estas de muerte. —me reí junto a Tatsuki quien le dio un beso en la frente.
—La culpa la tiene Rangiku, sabes cual tenaz es y —sonrío al recordar algo— no me pude negar cuando hicimos la apuesta de ver quien aguantaba mas.
—Son tontos —reí.
—¿Y tu tomaste?
—Claro, solo que yo solo tomo la mitad de una cerveza, no le veo el placer de perder la conciencia un día y al siguiente estar muerto en vida.
—Eres inteligente —admitió Renji.
—Lo se.
Mientras picoteaba mi almuerzo sentí un tipo de nostalgia, es la primera vez que Orihime no se sienta en nuestra mesa a comer, estaba rodeada de amigos, estaba frente a mi Renji y a su lado su novia Tatsuki quien platicaba a gusto con Rangiku y frente a ellas estaba Gin, un chico de cabello platinado y que esta enamorado de Rangiku y ella de él pero no se lo dicen, son amigos desde hace milenios y supongo que no quieren arruinarlo todo.
Todos platicábamos pero todos nos quedamos mirando a la imagen del Dios griego que se sentaba a mi lado donde se suponía se sentaba Orihime. Lo reconocí por su cabello naranja que resplandecía. Me miraba a mí, solo a mí.
—Bonitos ojos Usagi, juraría que ayer en la noche parecían azul marino.
—¿Que haces aquí? —pregunte muy molesta.
—He venido a verte, tu amiga se robo a mi primo, lo justo es que me quede contigo.
—No, así que largate.
—¿Ichigo? —pregunto Gin— ¿Que haces aquí?
—Esta enana —me señalo— es la persona más desesperante y grosera que conozco y su amiga anda con mi primo y me he quedado solo así que vine a joderla.
—Eres un imbécil -me levante de mi lugar— ¡Lárgate!
Exigí y tuve la sensación de que todos los que estaban en la cafetería me miraban pero era poco consciente de ello, lo que hacia este tipo ya era un acoso, lo fulmine con la mirada y él lo tomo de una forma tranquila, se veía serio, su ceño fruncido le hacia ver mil veces mas guapo pero había algo de lo que no me había percatado hasta apenas que mire a la totalidad sus ojos marrones; parecía tener unas enormes ojeras violáceas, se le veía cansado y pálido, con menos vida que anoche, supongo que tiene cruda.
—¿Te vas por favor? —le pregunte con la hiel salir por mi boca.
—Estupida. —bramo por lo bajo.
Dijo antes de irse, ¿Quien se creía ese imbecil? Se marcho de la cafetería y todos los que ahí estaban me miraban molestos.
—¿Que miran? —pregunte mirando a cada uno que me miraba.
Me volví a sentar en mi lugar y mis amigos me miraban como con miedo, sabían que realmente estaba molesta. Clave la mirada en mi plato.
—¿Estas bien Kia? —pregunto Rangiku.
—Si Ran, gracias -los mire y se veían entre divertidos y asustados.
—¿Por que le trataste así? —pregunto Renji— ¿Te hizo algo malo?
—Es Kurosaki Ichigo —dije como si fuese demasiado obvio solo con decir su nombre— Todos sabemos que quiere y yo no lo quiero, no me quitare las bragas por él.
—Pensé que tú eras más de las personas que no juzgan a un libro por su portada -acuso Renji.
—Si leemos el contenido quizás tenga muchas infecciones de transmisión sexual.
—Solo te diré algo —dijo Ran tomando su jugo— Cuando a Ichigo quiere algo lo consigue, ninguna chica le había hablado como tu lo has hecho. Nosotros somos de esta ciudad conocemos a la perfección a Ichigo, muchas se han enamorado de él pero saben de antemano que no habrá nada mas que un acostón.
—Yo valgo más que ello. No soy solo un acostón.
Mientras comía me puse a pensar en lo que paso ayer y del como me defendió de esos tipos, creo que realmente fui muy grosera él no me ha hecho nada, además ¿Como se que quiere acostarse conmigo? No puedo gustarle soy diferente a las chicas con las que ha de salir, me mordí la lengua por ser tan orgullosa. Saliendo de la escuela vi a Orihime muy alegre de la mano del chico de gafas, se estaban despidiendo y en un escarabajo rojo estaba recargado Ichigo, tenia una paleta en la boca mientras estaba tecleando algo en su celular, tome valor y con mi mochila en mano me acerque a el chico cabello de zanahoria, me pare frente a él pero el no presto atención.
—Kurosaki —le hable por su apellido.
—¿Que pasa Usagi? —pregunto en forma neutral sin dejar de ver la pantalla.
—Lamento por como te hable en la cafetería.
—Olvídalo
—No, realmente lo siento, si ayer no te hubieras aparecido, quizás, estaría muerta.
—Lo mas probable —dijo aun con su paleta en boca y viendo la pantalla de su teléfono.
—Quería pedirte perdón.
—Te perdono —me ignoro.
—Quiero hacer las pases —me sentía una mierda— ¿Te parece si salimos esta noche?
—No.
—Bueno ¿Hay algo que pueda hacer por pagar que me salvaste?
—Dame un beso —dejo de mirar la pantalla y me miro a los ojos, por tonta me sonroje.
—Eso jamás idiota.
—Entonces acepto salir contigo. ¿A que hora paso por ti?
—No, nos vemos en la pizzería Soul Society.
—Ok.
—Ok.
Di media vuelta y había caminado hasta la mitad del estacionamiento, había mucha gente a mi alrededor pero aun a pesar de que la gente hablaba y gritaba escuche a alguien correr en dirección hacia mi, me volví a ver y unos brazos enormes y un pecho duro como ropa golpeo contra mi haciéndome tirar mi mochila, con habilidad me cargo entre sus brazos y note el cabello naranja y sus ojos miel a escasos centímetros de mi rostro, un aroma picante de perfume inundo mis pulmones y lo inhale con fuerza y seguido de ello unos labios suaves buscaron los míos, cerré los ojos por inercia y una lengua acariciaba con experiencia la mía, el tiempo y la gravedad se detuvieron, me aferre a esos brazos y no se cuanto duro pero fue muy pronto cuando sus labios me soltaron.
—Te veo a las ocho en punto donde trabajas
Susurro contra mis labios, me beso de forma casta y me soltó.
Me sentí extraña, ¿Ichigo me beso?
Él caminaba hacia el escarabajo rojo y podía ver su espalda perfecta bajo la tela de una playera blanca, realmente me beso, el Dios Zeus todo poderoso y sexy me beso, en medio de la escuela, me beso.
Hola mis queridos Ichirukis, espero y les haya gustado este capitulo, díganme, ¿Lo aman o lo odian?
Gracias a todas las personitas que me leyeron
mil gracias por dedicarse un tiempo a leerme
me encantaría que me dejaran sus comentarios...
Gracias y nos vemos en el siguiente capitulo. *Q*
