Disclaimer: La serie de Naruto y sus personajes No me pertenecen son de su creador Masashi Kishimoto
Setting: AU
Rating: T
Primeramente agradesco a mi amiga Nell-Chan que fue tan amable de ser mi Beta.
Ahora pues llevo tiempo que no escribo nada, esto es solo una idea que se me vino a la mente y pos nose avanzarla que es mi fin, asi que espero que les guste.
Prologo
Le parecía extraño el olor a humedad en el ambiente, no podía captar alguna imagen clara que no fueran manchones de colores opacos combinados con oscuridad, la cabeza le estremecida con un agudo dolor que no le dejaba ni pensar y un zumbido se apoderaba de sus oídos, sentía el cuerpo con un enorme peso y sus parpados parecían cosidos a sus ojos. Trato de mover los brazos con algo de dificultad, sin embargo también estaban sin poder acceder alguna orden de su cerebro, su garganta estaba seca y sus pies pesados, algunas hebras de cabello le estorbaban en la cara, picándole con las puntas su piel.
Cuando finalmente pudo abrir los ojos completamente, estaba rodeado de tierra y el frio coreo su organismo provocándole un espasmo involuntario por todo el cuerpo, impulsivamente movió sus extremidades con el intento de salir, algo se lo impedía y no le dejaba moverse, miró arriba de su cabeza y allí estaban unos grilletes que rodeaban sus muñecas sujetas a unas cadenas en la pared. Con ferocidad empujó sus manos consiguiendo únicamente lastimarse la piel con el metal, reprimió un gruñido de dolor al ver un líquido carmín bajando por su nuca hasta su ropa manchándola de igual matiz, las fuscas y escasas memorias llegaban de golpe a su cabeza.
El fuego, el humo, un dolor extraño en su cuello; todo fue completamente indefinido, ninguna imagen coherente había quedado en su mente que no fueran los gritos aterrorizados de los aldeanos corriendo por el fuego que se extendía por el ambiente, con el peligro de perder la vida por el escaso oxigeno; que por alguna extraña razón el fuego no lo había tocado ni siquiera haber sentido ni la más mínima quemadura. Presencio a lo lejos el timbre de voz conocido de su prometido gritando su nombre, entrecerró los ojos para poder captar bien la silueta de aquel pelirrojo, las llamaradas de fuego se lo impedían y al contrario sentía como cada vez se alejaba del hombre que le había prometido una mejor vida a él y a su madre.
La necesidad de salir corriendo a su lado era nula, pero el razonamiento de no querer perder la vida en ese lugar le hacía recapacitar las cosas, busco desesperadamente aquellos ojos color miel acompañados de mechones rojizos en su cabeza, pero por ningún lado lo vio, y la voz que alcanzaba a escuchar se había desvanecido entre los griteríos de los demás y los otros cuerpos quemándose de pobres que no pudieron escapar de las llamas ardientes de sus casas.
Una sombra negra cubrió su vista, elevo sus largas pestañas, mostrándoles a sus pupilas celestes buscando quizá a su indudable salvador. Aquellas ilusiones se perdieron cuando pudo observar los fosforescentes ojos del individuo destilando un gran vacío lleno de deseo, tal vez por él o por su sangre, no lo sabía.
El temblor invadió su cuerpo y el mutismo se apodero de su garganta sin articular palabra alguna de socorro, y sucedió, lo que tanto miedo le causaba a todos los aldeanos, lo que tanto evitaban y aborrecían llevándoselos a un miedo irascible más allá de sus propias expectativas, al proceder a ser malditos solo por ese acontecimiento
La mordida por un vampiro.
La sangre no tardo en recorrer su cuello, y el dolor, los sentidos de su cuerpo llevándoselo al punto de perder lo único que creía que estaba un poco más estable, su conocimiento, las ideas e imágenes se borraron lentamente junto con la poca fuerza que aún habitaba su cuerpo, llegando a la inconsciencia.
Se sentía mareado y las ganas de vomitar lo consumieron, sin embargo su estomago no podia realizarlo completamente, una presión lo consumía sin poder devolver cualquier alimento liquido por su boca, a los segundos un insoportable hormigueo surgió desde el fondo de su garganta, sin poder evitarlo tocio con hosquedad, tal áspero sonido resonó en un invariable eco por las paredes, cerró los ojos deseando que todo aquello fuera un sueño, pero sería únicamente una cruel ilusión de su mente al creerlo, porque era cierto, todo era endemoniadamente cierto.
Una media puerta con la madera desgastada se abrió captando su atención, tembló cuando pudo ver las características del hombre, alto, cabello negro, ojos rojos esos mismos ojos que le habían penetrado el alma cuando los había visto por primera vez, hipnotizándolo.
Una máscara impedía mostrar el rostro de aquel hombre, las ropas finas y oscuras abrigaban por completo su piel, en lo que tardo en parpadear el vampiro ya estaba a su lado tomándole del cabello, acariciándolo lentamente, se dejo llevar por la caricia sobre su cabeza para luego sentir los helados dígitos del moreno sobre su cuello, se estremeció por la temperatura de estos, no pudo omitir el gemido que salió su boca cuando le estiro su cuello apartándole las hebras rubias que le cubrían la zona, rozándole lentamente con la yema de los dedos los orificios que recientemente le había provocado horas atrás.
Separó una de sus manos hasta el rostro del joven sin poder evitar acariciar los labios del menor con suma delicadeza y tranquilidad, así mismo subió hasta llegar a los ojos azul cielo que se encontraban allí y los tapo con su mano para que no viera.
Se deslizo la máscara que cubría su rostro, acerco su boca hasta la piel herida del chico y lamio la sangre seca que aún se encontraba, de inminente presencio el espasmo del cuerpo del joven, causándole únicamente las ganas de ver su rostro y su cuerpo sumiso ante él, sin embargo reprimió el sentimiento clavando desmedidamente su mandíbula en la piel herida.
Al instante de sentir nuevamente una mordedura que perforaba su piel desgarrándola con esos filosos dientes. El dolor había llegado de nuevo a su cuerpo y comenzaba a perder las fuerzas, la succión de sentir que le quitaban liquido de su cuerpo le hacían pensar que su alma ya estaba maldita, los sonidos que emitían su boca se detuvieron, al igual que los bruscos movimientos de su cuerpo al acostumbrarse al malestar.
Se detuvo por más que fuera el agradable sabor de la sangre, se detuvo, sabía que si seguía el chico perdería la vida, se alejo de su cuello relamiendo sus labios limpiando el deleitable líquido proveniente del rubio, la expresión que trasmitía el menor era de lo mas provocadora ante las orbes del vampiro, sin quitar la mano de su rostro se aproximo uniendo sus labios junto con los del chico, la calidez y la inestabilidad que fue correspondido su atrevimiento le hicieron introducir su lengua dentro de la cavidad con suma prontitud, la sangre que permanecían en sus colmillos sustentaba la boca contraria, su cuerpo fue preso de una inminente excitación chocando su cuerpo con el del joven apresado a la pared, sus labios seguían presos por las caricias que le ejercía la boca del rubio, su prisionero y su próximo amante.
Se separo lentamente volviendo dejar la máscara en su lugar y quitar la mano del rostro del menor, le miro repasando con su mirada unos segundos el cuerpo del menor para luego ponerse de pie y salir como lo había hecho al entrar.
Deidara le vio expectante cuando desapareció.
Sabía que nuevamente ese hombre volvería, algo dentro de su ser lo deseaba, le decía que le era conocido y que muy pronto lo descubriría.
Bueno esto es solo el prologo del fic, en la proxima vendra lo que será el primer capitulo, aunque eso dependera de los reviews que reciba.
Pura Vida~
