Holaaa a todosss!

Está dia se me ocurrió...pues no se como se me ocurrió, pero quise escribirla a ver como me quedaba.

Espero que os guste.


Enseñando a amar

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Una señora gritona y un bebe en camino

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¿Qué es el amor? Recuerdo que me le pregunte varias veces ya que no sabía su significado a excepción de lo que había leído.

Pero ahora puedo decir con exactitud lo que es para mí, que aprendí lo que es amar, esos sentimientos que tienes hacia otra persona con la que quieres pasar el resto de tu vida, se lo que es tener una familia y apreciarla, lo que es ser una esposa y pronto, muy pronto lo que es ser una madre.

Si no hubiera encontrada a la señora Mikoto aquel día tal vez no supiera nada acerca de estos sentimientos y solo sentiría odio y dolor como sentía en ese entonces, pero no fue así y entonces le conocí a él, aquel que me enseño a amar...


Años atrás...

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─ Señora, ha roto aguas-dije señalando al suelo-

─ Gracias por tu obviedad.

─ De nada-dije para empezar a emprender mi camino de nuevo-

─ ¡Espera! ¿¡Es qué no vas a ayudarme!?-me empezó a gritar sin ninguna razón esa señora-

─ No tengo ayuda alguna que ofrecerle, no soy ginecóloga-dije lo obvio, solo era una adolescente-

─ ¡Llama a una ambulancia!-me grito de nuevo y soltó un gemido, supuse que de dolor-

─ Usted tiene móvil, hágalo usted misma, tengo que irme-pero antes de seguir mi camino la señora me cogió del brazo-

─ ¡Pero es qué no tienes sentimientos! ¡Soy una señora que ha roto aguas en medio de una calle desierta y tú eres la única que está aquí! ¡Ayúdame!-volvió a gritar-

─ Si no tengo más remedio llamare a la ambulancia-dije marcando el número-y afloje su agarre, duele-dije mirando mi mano que se estaba empezando a poner blanca, pero sin mostrar ningún signo de dolor en mi rostro-

─ Vaya, quien diría que sintieras dolor, con esa cara tan seria que tienes... ¡Duele!-dije intensificando su agarre-

─ Una señora ha roto aguas en medio de la calle, vengan ya, tengo prisa-le di los datos de dónde nos encontrábamos y colgué-

─ Gracias

─ Ahora ya puedo marcharme-dije intentado soltarme-

─ ¡No puedes dejarme sola!- no entiendo a la gente, son todos tan...raros-

─ La ambulancia ya viene y yo me quiero ir

─ Eres una chica terca, rara y al parecer sin emociones.

Me pregunto si eso tenía que dolerme...nunca entendía cuando decían eso, yo me consideraba normal, recuerdo que me decían cosas como ¿No sientes nada cuándo te decimos eso? ¿No te duele? Y me respuesta era simple: No.

Un grito se escucho y el dolor en mi mano se intensificó.

─ Ha este paso me dejara sin mano. La ambulancia-dije cuando escuche el ruido de la sirena-

─ Yo no la escucho-otro grito-

─ Si grita así es normal y yo tengo buen oído.

─ ¿Qué hacías por aquí?-me pregunto intentado aguantar el dolor-

─ Escapar, me he ido de la casa de acogida, Aozora, de nuevo-dije sinceramente, no era nada que debía ocultar-

─ ¿¡Qué!?-me pregunto si siempre gritara por todo...-

─ La ambulancia.

Esta señora era muy rara, rompe aguas en medio de la calle─ podría haberlo hecho en su casa─ habla a alguien que no conoce─ yo no lo haría, eso sería raro─ me pide ayuda en vez de valerse por sí misma, uno siempre hace eso ¿no?, y luego grita cuando le digo que me escape, cosa que es normal, siempre me escapo de la casa de acogida eso es algo habitual y ellos no gritan tanto como ella, la gente escapa normalmente, creo.

Dos personas de detrás de la ambulancia bajaron y la colocaron en una camilla, supuse que para llevársela, pero aún no me soltaba la mano y me arrastro con ella, cuando al fin conseguí soltarme y estaba lista para bajar y seguir mi camino hacia la tienda para comprar unos cuantos postres para mí la puerta se cerró. Me habían confundido con su hija.

Definitivamente no es bueno hablar con desconocidos.

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Y aquí me encontraba yo, en la sala de espera, supongo que ese nombre se debía a que tenías que esperar y así lo hice, aunque no supiera que era lo que tenía que esperar. A lo lejos escuche unos pasos acercarse y por la puerta apareció un señor que vestía de traje ¿por qué la gente se pondría eso?, parece que diera calor.

Habló con una enfermera y me señalo a mí.

─ Ayudaste a mi mujer, muchas gracias-dijo inclinándose-siento si te causamos problemas, te confundieron con mi hija.

─ Supongo que era a usted a quien debía esperar-dije recordando-entonces me marcho.

─ Oh, adiós...

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Solo habían pasado 3 días hasta que decidí volver a la casa hogar, me estaba quedando sin dinero y no quería comer más comida chatarra. Pero cuando volví me encontré en la puerta a la señora gritona, estaba hablando con Mei Terumī, la encargada de la casa que me miro frunciendo el seño, siempre lo hacía cuando volvía.

─ Sakura, te buscan querida. ¿Son amigos tuyos estás personas?-dijo señalando a la señora gritona y al señor trajeado-

─ No-fue mi respuesta- solo los vi una vez.

─ Entonces son conocidos-dijo sonriendo-

Persona a la que se conoce o con la que se tiene algún trato, pero no amistad-cite lo que leí en el diccionario-sí, supongo que ahora son conocidos-los diccionarios eran muy buenos, había significado para todo-

─Soy Mikoto y este es mi marido Fugaku, veníamos a verte y darte las gracias, pero esa manera de hablar tuya y con esa actitud me dan ganas de darte unos azotes y que dejes de ser así-habló la señora gritona que tenía por nombre Mikoto-hemos hablado con la señorita Mei. A partir de ahora vivirás con nosotros.

─ No-dije entrando a la casa, darme una ducha sería una buena idea-

Subí las escaleras hasta la que era mi habitación en esa casa, pero estaba vacía, ¿las abran guardado?

─ Mei-la llame bajando las escaleras-mis cosas no están.

─ Te dije que vivirías con nosotros, no te lo pregunte.

─ La señorita Mei nos ha dicho que si no encontraban una casa para ti, lo más probable es que fueras a un reformatorio, puedes vivir con nosotros hasta que tengas la mayoría de edad-habló el señor-

Había leído sobre eso, y he visto panfletos, parecía un lugar normal, nada raro.

─ Esta es una buena oportunidad Sakura, todo irá bien si estás con los señores Uchiha-dijo acariciando mi mejilla, nunca supe descifrar porque hacia ese gesto y la mirada que ponía-

─ Son conocidos, no amigos, los conocidos no tienen ese trato.

─ Entonces dejaremos de ser conocidos, seremos más que amigos, seremos una familia-sonrió Mikoto-

─ ¿Familia? No tenemos parentesco.-dije recordando lo que leí-en el diccionario ponía...

─ Olvida lo que has leído en el diccionario, eso son solo palabras vacías, sin sentimientos, nosotros te enseñaremos lo que es una familia de verdad-esta señora era rara, pero seguiría diciendo que no somos familia y no olvidaría las cosas que leí-

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Me despedí de Mei y sube al coche de los Uchiha.

Me pregunto qué hubiera pasado si no hubiera elegido esa noche para escaparme de nuevo, tal vez dentro de poco me hubiera encontrado yendo al reformatorio, un sitio que no me parecía tan malo, al menos en la televisión no lo era, parecía un lugar divertido. Si no me hubiera detenido para decirle que había roto aguas tal vez nada de esto hubiera sucedido. Pero solo tal vez...


¿Qué os pareció?

¿Buena, mala, fatal, debería tirarme por un puente? .

Si no es mucho pedir me gustaria saber vuestra opinión, sobre si debo continuarla o no

Hasta otra!

~·J.A·~