-No trates de engañarme. Esa mentira de que no la encuentras atractiva no me la creo.-
-No lo hago.-
-Deja de mentir, Teddy. No puedes creértelo ni tú mismo. Desde que los reencontramos, has estado distraído, y sé exactamente la causa, como aquella vez años atrás. Vamos, somos amigos. Puedes confiar en mí.-
-No me gusta Elena, Lay.-
-...-
-No me mires, Lay.-
-Teddy...-
-No lo hagas. No me gusta. La atracción física es irrelevante.-
-Los ignoraste a los dos luego de verlos abrazados, Tadduja Thaur!-
-Lay...-
-Estas siendo inmaduro.-
-Eh! Soy reconocido por mi inmadurez.-
-Estabas celoso.-
-No estaba...!-
-...-
-Estaba celoso. Pero no es mi culpa! Cuando ese idiota corto hilos con ella, fui yo: YO! el que estuvo a su lado. Y cuando el prodigioso Ezekiel Zick decide reaparecer... ya no existo más. Sus ojos son de él. Lo sé.-
-Teddy...-
-No quiero hablar del tema. Perdí. Se mi lugar. Vamos, Jeremy nos necesita de vuelta en el laboratorio.-
Lay miró fijamente al punto verde que se alejaba rápidamente en el flyvan.
-Si solo supieras... necesito hablar con Elena.-
Y un punto violeta se unió al verde.
-Hablaré con ella. Lo menos que puedo hacer. Los conozco a ambos. Necesitan hablar.-
